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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola a todos ^^ Muchas gracias por seguir leyendo.

Se que esta historia al principio avanzara lento pero quiero presentar bien a todos los personajes de este fic ya que muchos son muy importantes. 

En este capitulo conoremos aun más a Joel, quien no la tenido muy facil ultimamente ni desde hace bastante tiempo. Mientras que, por otra parte, Miguel y Noah dificilmente puedan llevarse bien por el momento.

Sin más que decir, los dejo con el capitulo.

Es increíble lo muy idiotas que podían llegar a ser Miguel y Noah. Tan solo bastaba con verlos para darse cuenta de ello. Durante el viaje en tren hasta capital, ambos se saludaron fríamente y se dieron las espaldas. Noah se había encontrado sentado al lado de una señora bastante mayor, mientras que Miguel se había sentado al lado de Joel mientras miraba por la ventana. Joel se encontraba con sus auriculares puestos escuchando Skid Row mientras veía su inicio de Facebook.

No había absolutamente nada de bueno últimamente en su vida. Su madre estaba enferma y no podía ayudarla mucho, tenía que concentrarse en sus estudios y trabajar en la tarde noche como camarero en un restaurante para pagar sus gastos y los de la casa, su abuela había muerto hace unas pocas semanas y aún tenía que esperar a que sus tíos y su madre se junten para hacer la sucesión de bienes. Quizás lo único bueno de todo eso sería que al final todos estaban de acuerdo en dejarle la casa a Joel, ya que cada quien tenía su propia casa y él necesitaba vivir allí.

Fuera de todas las cosas complicadas que pasaba, se sentía bastante bien, trataba de que aquellas cosas no lo molestasen cada segundo de su vida, eso no servía para nada en lo absoluto. Ya hasta se había inscripto en el club de deportes de la universidad en la sede de Palermo que quedaba más cerca de su casa para ir los fines de semanas a jugar. Joel no era un fanático de los deportes al cien por cien, pero le gustaba mucho jugar vóley, era el único deporte que jugaba por gusto y no por obligación.

Una vez que bajaron en la estación, los tres caminaron en camino a la facultad sin decirse ni una sola palabra. Joel se estaba aburriendo un poco de eso, no le gustaba estar caminando con sus amigos y que estos no dijeran ni una sola palabra, aunque tampoco tenía ganas de meterse entre ellos. Llegaron hasta la parada del autobús en un silencio absoluto.

-¡Migue! Buenos días.- Joel bajo el sonido de su reproductor de música y vio en frente suyo. “Maldición…” Era la segunda vez que Joel veía a ese a chico y el tan solo verlo le traía malos recuerdos y una incomodidad muchas más grande de la que ya tenía con su primo y su amigo.

-Luis ¿Qué haces aquí? ¿No que siempre ibas en auto hasta la facultad?- Hablo Miguel sorprendido mientras se acercaba a ese chico y lo saludaba.

-El auto de mi madre no andaba bien así que lo llevo a reparación, tuvimos que tomar el subte hoy, ella ya se fue al trabajo con otro autobús.- Respondió Luis entre risas.

-Que mal. Ah cierto, te presento a mis amigos. Él es Joel Ramos y él es su primo Noah Acosta.- “Maldición Miguel, juro que voy a matarte” Pensó al escuchar como su amigo los presentaba frente a ese chico.

-Mucho gusto, yo soy Luis Godoy. Soy el amigo y compañero de clases de Migue así que iremos todos juntos a la misma facultad.- Luis extendió su mano saludo apropiadamente primero a Noah que le sonrió y luego a Joel que trato de no mirarlo mucho mientras lo saludaba. – ¿Esa es una camiseta de Spawn? Pensé que ya casi nadie recordaba ese comic.-

-Ah, sí.- Joel respondió algo incómodo y cortante, lo cual levanto algunas sospechas por parte de todos. Segundos después, el autobús llego y los cuatro comenzaron a subirse.

El autobús estaba bastante lleno, pero ni de broma estaría cerca de Luis, por lo que se fue al fondo junto con su primo para estar lo más alejado de él. Durante ese viaje de autobús incomodo, puso la música de su celular a un volumen considerable y trataba de pensar en otra cosa. Si bien la vida de Joel nunca fue de color de rosa y mucho menos lo era ahora, en lo último en lo que quería pensar era en esos recuerdos tan dolorosos de su primer amor. No quería recodar ese amor que tanto lo lastimo y a pesar de odiar tanto a esa persona, ese amor que sentía jamás desapareció. “No, no voy a recordarlo, no quiero recordarlo.” Se decía a si mismo mentalmente, tratando de reprimir ese recuerdo doloroso.

Ni bien se bajaron del autobús, Joel se apegó a su primo y caminaron por adelantado hacia la facultad, tratando de ignorar las risas y estupideces que se decían Migue y Luis. Si bien sabía que la vida de universitario iba a ser difícil, jamás pensó que era tan literal. Se entretuvo hablando con Noah sobre programas de televisión para tratar de no pensar en sus recuerdos, porque una vez que los recordaba difícilmente se iban y no quería estar distraído en clases por ello.

-¿Sucede algo Joel? No te ves muy bien.- Le pregunto Noah al ver la extraña forma en la que se comportaba su primo.

-Estoy bien, es solo que no dormí muy bien anoche.-

-¿Seguro?-

-Sí, solo es eso.- Luego de eso Noah no volvió a preguntar más nada sobre eso.

*-*-*-*

 Miguel se encontraba secando su cabello con una de sus toallas. Recién había salido del baño y había vuelto cansando de la facultad, no tenía ganas de hacer más nada de lo que quedaba del día. Se recostó sobre su cama y reviso su celular el cual tenía mensajes en WhatsApp.

“Miguel Herrera, he secuestrado a tu pequeña hermanita menor Micaela. Si quieres volver a verla debes ir a buscarla en la casa de Joel en este mismo instante, de lo contrario someteré a esta loli como mi esclava sexual de por vida.” Era exactamente lo que decía el mensaje de Belén. “¿Por qué siempre tiene que secuestrar a mi hermana?” Miguel realmente no tenía ganas de mover ni un solo dedo más, mucho menos se molestaría en hacerlo por su hermana.

-¡Migue! Ve a buscar a tu hermana de la casa de Joel, está apunto de oscurecer y dentro de poco será hora de cenar.- Escucho la voz de su madre hablándole del otro lado de la puerta. Miguel soltó un suspiro y se levantó de su cama. Tomo una de las camperas que estaban en su armario, se colocó las zapatillas negras que estaban a un costado de la cama y luego tomo sus llaves para irse de una vez de su habitación e irse de la casa.

“Últimamente el mundo no ha estado de mi lado.” Pensó molesto mientras caminaba de camino a casa de Joel. De no ser porque estar cansando y que en casa de Joel estaba su ex, Miguel probablemente iría con gusto hasta allí. Como la casa de Joel no quedaba muy lejos de la suya, llego rápido hasta la puerta de la reja de la casa y toco el timbre. Segundos después, Belén salió de la puerta de la casa con las llaves en mano.

-Viniste, pensé que no lo harías.- Lo saludo muy a su manera Belén mientras le abría la reja para que Miguel entrase. Caminaron juntos a la casa y abrió la puerta de esta para encontrarse con su hermanita sentada justo al lado de Noah en las sillas del comedor.

-Yo solo vine por lo que es mío.- Miguel se acercó hasta su hermana y se colocó detrás suyo. –Esta campera es mía. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no toques mis cosas Mica?-

-Es que tu campera me queda grande y abriga mucho mejor que las mías.- Respondió Micaela entre risas. La hermanita menor de Miguel media no más de 1.50, su cabello era corto de color negro, sus ojos eran azules, su piel era un poco más blanca que la de su hermano, llevaba puesto un pantalón de jean negro, una camiseta de manga corta blanca un poco ajustada y unas zapatillas rojas.

-No me importa, o usas las tuyas o te compras otras pero no toques mis cosas.- Le respondió Miguel tomando su campera de la silla que se encontraba justo al lado de su hermanita.

-Es increíble…te mando un mensaje extorsivo donde te digo que secuestre a tu hermana para convertirla en mi juguete sexual si no venias… ¿y tú solo te preocupas por tu campera?- Hablo Belén mientras se acercaba hasta donde estaba Migue para golpearlo suavemente en su brazo.

-Si quieres cogerte a mi hermana, hazlo, por mí no hay problema. Aunque no creo que a la ONU le agrade la idea.- Respondió Miguel mientras le despeinaba los cabellos a su hermana menor. Miguel no es de ese tipo de hermanos mayores celosos, todo lo contrario, él tan solo se preocupaba por ella cuando era necesario. Esa es exactamente la razón por la cual Belén siempre lo jode diciendo cosas como querer acosarse con su hermanita, estando más que seguro de que a Miguel no le importaría en lo más mínimo.

-Cuando cumplas dieciocho llámame.- Le hablo Belén a Mica para luego ambas reírse de lo estúpido que sonó eso. La hermanita de Miguel tiene apenas unos dieciséis años de edad, su estatura era muy baja y era tan plana como una hoja. Cualquiera pensaría que cualquier mayor de edad que estuviera detrás de Mica sería un pedófilo y él que Belén cuatro años más que ella no ayudaba en mucho.

-Hola Migue.- Migue se dio la vuelta al escuchar esa voz.

-Hola Sabrina, lamento no saludarte apenas entre, es que quería molestar a mi hermana. Tanto tiempo sin vernos ¿no? Creo que la última vez fue cuando nos drogamos en tu casa y empezamos a creer que los planetas se movían.- Respondió Miguel con una sonrisa mientras que Sabrina comenzaba a reírse. Sabrina era una de las mejores amigas que Joel tenia, su cabello era rubio teñido, ya que tenía unas pocas raíces castañas poco visibles, sus ojos eran color café, su piel era un tono beige. Ella estaba vestida con una camiseta de color azul oscuro con un poco de escote, un pantalón de jean azul claro y unas zapatillas grises. Su cabello largo se encontraba atado con una coleta alta, su flequillo era recto y le gustaba mucho maquillarse, aunque sea delinearse un poco los ojos y usar labiales de colores suaves.

-¿Por qué cada vez que me saludan mencionan lo de drogarse en mi casa? A veces pienso que  la única razón por la que quieren ir.- Sabrina hablaba con una sonrisa en su rostro, a pesar de que sonaba como si se estuviera quejando, en parte le hacía mucha gracia eso.

-Ah, sí. Esa vez fumamos mal. Es que casi nunca hay nadie en tu casa y tienes la terraza que es muy bonita.- Agrego Belén entre risas. Sabrina se alejó un poco de ellos y se fue a sentar directamente en el sofá para poder acariciar al cerdito mascota de Joel.

-¿Y Joel?- Pregunto Miguel al darse cuenta de la ausencia de su amigo.

-Fue a casa de su madre, volverá dentro de un rato.- Le respondió Belén. Miguel observo de reojo a Noah y noto que en frente suyo había unas cuantas hojas de carpeta y útiles escolares que le pertenecían a su hermanita.

-¿Qué están haciendo?- Pregunto Miguel tratando de ser amigable mientras se sentaba en la silla que estaba justo al lado izquierdo de Noah.

-Estudiando, Noah me está ayudando a hacer las cuentas matemáticas que no me salieron.-

-¿Ves? Aquí está el error. La fórmula dice que B siempre tiene que ser negativa pero cuando el número ya es negativo pasa a positivo. Y aquí le pusiste menos a este número, está mal, recuerda que menos por menos es…- Noah le señalo en la hoja el error matemático que había cometido.

-Positivo, con razón me salió mal esta cuenta, gracias Noah. Eres muy bueno explicando, no como Miguel.- Noah soltó una risa al escuchar como Mica se quejaba de su hermano mayor.

-Oye, eso no es cierto, yo te explicaba y la que no entendía nada eras tú.-

-Debe ser porque no eres tan bueno explicando cómo crees.- Miguel frunció el ceño al escuchar como Noah se burlaba de él. Se miraron de manera desafiante por unos segundos, definitivamente las cosas ya no eran como antes.

-Mica, guarda tus cosas, nos vamos a casa.- Hablo Migue sin siquiera mirar a su hermanita.

-Antes de eso, hablemos un poco sobre el cumpleaños de Joel. He decidido que este año iremos de paseo a Puerto Madero y muy en la noche volvamos aquí para comer y joder hasta que nos agarre el sueño. ¿Qué dicen?- Sugirió Belén con una sonrisa mientras miraba a Miguel y Noah.

-¿Puerto Madero?- Preguntaron Noah y Miguel al mismo tiempo, un poco sorprendidos. “Estas haciendo esto a propósito ¿cierto?” Pensó Miguel mientras miraba un poco molesto a Belén. Si Miguel hacia memoria, la última vez que fue a ese lugar, fue en una cita con Noah y la verdad es que no quería recordar su relación en el pasado, menos en un momento tan incómodo como ese.

-Así es, hace mucho que no he ido y quiero volver. Joel dijo que no tiene ningún problema así que será allí. Le avise a los demás por mensaje y dijeron que están de acuerdo.- Respondió Belén mientras terminaba de enviar un mensaje por su celular. -Ustedes están de acuerdo ¿no?-

-No.- Respondieron Noah y Miguel al mismo tiempo casi sin pensarlo.

-¿Yo puedo ir?- Pregunto Mica mientras guardaba sus útiles y su carpeta en su mochila.

-Por supuesto que si.- Le contesto Belén.

-Entonces si estoy de acuerdo.-

-Yo igual.- Se unió Sabrina a la votación.

-Bueno tres contra dos, ganamos nosotras.- Belén le saco la lengua a Miguel y Noah para burlarse de ellos.

-Está bien, iré. Perderme el cumpleaños de Joel es como no festejar navidad todos los años.- Miguel suspiro, era más que obvio que iría de todos modos. Joel era como su hermano, no pasar ese día con él era como un pecado o como estar en contra del orden natural de las cosas.

-Pero tenemos que preparar la comida para llevar hasta allá y hacer un picnic porque todo está súper caro allá.- Hablo Sabrina con una sonrisa, ella parecía estar muy emocionada.

-Sí, cocinaremos todo nosotras.-

-Yo me encargo de los sándwiches entonces.- Se ofreció Sabrina.

-Yo de las empanadas.- Se ofreció Mica

-Y yo del pastel.-

-¡No!- Respondieron todos al mismo tiempo casi en un grito de desesperación. Belén era muy mala cocinando, tanto así que era la razón principal por la cual no la dejan tocar nada en la cocina.

-Escucha Belén, te quiero y todo pero… prefiero comer mierda de perro antes de morir envenado por algo que tú hayas preparado.- Le hablo Miguel sinceramente haciendo que Belén frunciera el ceño e hiciera un puchero.

-Si quieren que sigamos todos con vida, yo me encargare del pastel.- Se ofreció Noah con tal de que todos siguieran con vida.

-Es cierto, tus pasteles siempre fueron los mejores…- Agrego Miguel casi sin pensar, tapándose la boca con una de sus manos para evitar decir otra cosa estúpida más.

-Gra-gracias…- Murmuro Noah por lo bajo, apartado un poco su mirada de Miguel y con las mejillas levemente sonrojadas. Elogiarlo fue un grave error, ahora ambos se encontraban en una situación bastante incomoda.

-Bueno, entonces ya todos tenemos una idea de que hacer. Noah el pastel, Sabrina los sándwiches, Mica y Miguel las empanadas y yo me encargo de la bebida. El cumpleaños de Joel cae un sábado por lo cual no creo que haya problema ese día.- Termino de hablar Belén para luego seguir escribiendo en su celular. Noah golpeo con su codo el brazo de Miguel para llamar su atención y hacerle señas con las manos para hablarle en el oído en susurros.

-¿Joel volvió con Sabrina?- Miguel casi se ríe por la pregunta tan inocente de Noah, está claro que no es consciente de lo sucedido.

-Algo así, digamos que son como amigos con derecho…- Sabrina y Joel fueron novios por una larga temporada, aunque, debido a que se llevaban mejor como amigos que como pareja decidieron terminar. Pero a pesar de ello, seguían teniendo una relación no oficial como amantes.

-¡Tepig! No…-Todos giraron rápidamente a ver a Sabrina quien estaba apartando al cerdo que se quería meter en el escote de su remera.

-Ese cerdo es igual que su dueño, siempre entre los pechos de Sabrina.- Todos comenzaron a reír por eso que Miguel había dicho, incluso Sabrina y Noah.

-Mira quien habla, el puerco más grande de todos los tiempos.- Agrego Noah con una sonrisa dibujada en su rostro. Miguel lo miro molesto mientras escuchaba como las chicas sostenían la letra u por un segundo. Fue un silencio bastante corto de unos segundos hasta que el celular de Noah que estaba justo encima de la mesa sonó. Miguel miro de reojo la pantalla del celular de este y pudo notar que lo estaba llamando un tal “Javier”.  Por lo poco que había oído sobre Noah, ese era el nombre de su novio actual.

-Pues tú no eres quien para hablar tampoco Noah. De seguro debes disfrutar bastante tu relación ese tal Javier por ese motivo ¿o no?- Hablo sin pensar casi.

Un fuerte golpe se escuchó dentro de toda la sala. Miguel tenía la mejilla roja y Noah estaba muy furioso, tomo su celular y contesto la llamada mientras se iba a paso rápido a su habitación. Miguel estaba furioso, no le gustaba que lo golpearan en el rostro, en ese momento se levantó con ira de la mesa, que de no ser por su hermana que lo tomo del brazo, quizás si le hubiera levantando la mano a Noah.

-Lo siento, debemos irnos, las veo luego.- Susurro Miguel mientras iba saliendo con toda rapidez de la casa. Sabrina tomo las llaves de la reja y los acompaño hasta allá para abrirles.

“¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué tuve que reaccionar de esa manera? ¿Qué rayos es lo que pasa conmigo?” Miguel no miro ni escucho a su hermana en todo el corto camino a casa, estaba tan molesto consigo mismo y tan perdido en sus pensamientos que pensaba que lo mejor sería no hablar con nadie más por lo que quedaba del día.

Si las cosas seguían así entre él y Miguel, probablemente el cumpleaños de Joel sería una mierda. Razón por la cual Miguel decidió tranquilizarse. Sabía muy bien que debía disculparse con él por tratarlo poco más como si fuera una ninfómana, pero debido a su gran orgullo, seguramente no lo haría.

*-*-*-*

Joel estaba de un muy buen humor. Hablo con su madre durante toda la tarde, le alegraba saber que estaba bien y que hacía caso a cada cosa que el médico le decía. Sin embargo, la razón de su buen humor no se debía solo a eso.

-¿Y viste como Batman poco más…?-

-Shhh… no es momento para hablar de la película ahora, las personas se molestaran si cuentas la película. Luego habláremos de eso en casa Abril.- La pequeña comenzó a reírse mientras caminaba tomada de la mano de Joel. Abril era la media hermana de Joel, compartían misma madre pero no mismo padre. La niña apenas tenía unos nueve años de edad, su cabello era negro, largo y liso, sus ojos eran marrón oscuro, su piel era beige, era bastante alta para su edad, llevaba puesto un vestido rosa con decorado de color blanco, unas zapatillas blancas y una bincha de igual color.

Joel adoraba con todo su corazón a su pequeña hermanita y se esforzaba muchísimo en llevarla a su mundo. Y como la película de Batman vs Superman era la película que más esperaba por ver, llevo a su pequeña hermanita con él al cine. Se sentía tan orgulloso de que ella estuviera más del lado de Batman que de Superman que casi se le caían las lágrimas de la felicidad.

-¿Podemos ver Civil War cuando se estrene?-

-Veré que puedo hacer. Eso depende… ¿De qué lado estas?-

-¡TeamCap!-

-Cada día te quiero más Abril.- Respondió Joel con una sonrisa mientras revolvía los cabellos de su hermanita quien se quejaba porque la estaba despeinando. Más allá de eso, no estaba muy seguro de si podría llevar a su hermanita al cine otra vez, la universidad empezó tranquila, pero eso no quería decir que tendría todo el tiempo del mundo siempre. Esta vez le dieron el día libre y lo aprovecho para estar con ella. Desde que su madre enfermo, trataba de hacer lo posible para que ella no se preocupara por Abril y descansara.

-¿Joel?- Se paralizo al escuchar esa voz. Miro hacia su costado y vio como esa persona que lo llamaba se acercaba más a él.

-Hola Luis…-

-¿Así que al final viniste a ver Batman vs Superman? Estuve en la misma sala del cine solo que en otra fila. Creí haberte visto pero no estaba seguro de que eras tú hasta que vi salir.- Luis con una gran sonrisa dibujada en su rostro, mientras que Joel se encontraba muy incómodo al lado suyo. -¿Ella es tu hermanita? ¿Cómo te llamas?-

-Mi nombre es Abril, señor.-

-No me llames señor, que la poca barba que tengo no te confunda solo tengo dos años más que tu hermano. Mi nombre es Godoy Luis, mucho gusto.- Luis se agacho un poco para estar a la altura de Abril para saludarla mejor. Joel trataba de tranquilizarse, su buen humor se estaba yendo lentamente a la mierda. – ¿Ustedes ya se van?

-Sí, tengo que llevar a mi hermana a casa y luego irme a la mía.- Contesto Joel rápido, mientras comenzaba a caminar. No quería quedar mal con él y parecer descortés yéndose de allí así sin más pero tampoco quería estar mucho tiempo cerca de él.

-Perfecto, vayamos a la parada del autobús entonces.- Contesto Luis con una sonrisa mientras caminaba al lado de Joel.

-Bueno…-“La puta madre” La suerte de Joel era una jodida mierda. No entendía muy bien porque Luis se acercaba tanto a él si apenas se conocían y ni siquiera eran amigos. Pero eso no le preocupaba en realidad, lo que realmente tenía miedo, era recordar como su primer amor le partió el corazón. Porque simplemente no podía evitarlo, verlo le recordaba aquellas imágenes que quedaron grabadas en su memoria para siempre, aquel mal momento en que descubrió lo muy idiota que había sido al enamorarse.

 

Continuara…

Notas finales:

Bueno, eso es todo por hoy. 

Las cosas arden cada ves más entre Miguel y Noah, y ya falta poco para el cumpleaños de Joel. ¿Creen que podran estar juntos sin querer matarse por cada cosa? ¿Por que exactamente Joel no puede ni ver a los ojos a Luis? Todo esto y más en el proximo capitulo :D

Si tienen alguna duda puede consultarme por mi ask o dejarme algun review con su opinion sobre personajes, capitulo, el fic en general, etc. 

Muchas gracias por leer y nos leemos en el proximo capitulo ^^ Bay nee besos y abrazos

 


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