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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola a todos ^^ Se que es muy temprano para actualizar pero lo hare de todos modos.

Los capitulos de este fic son muy cortitos y sencillo, lo sé, pero me gusta que sean asi. El fic tambien contara con pocos capitulos, lo cual lo hace una historia corta :3

En este capitulo se resolveran algunas dudas que le dejaron en el capitulo anterior. Asi que, sin más que decir, pueden comenzar con la lectura ^^

 

El cerebro de Miguel se fundió en tan solo unos pocos días, tener que aprenderse tantas cosas en tan pocos tiempo resultaba ser una tortura inhumana. Se encontraba con la frente pegada contra la mesa, alrededor de muchos libros, fotocopias y una lata vacía de energizante.

-Migue, despierta. El desayuno ya está listo.- Lo despertó su madre mientras le daba unas leves palmadas en la espalda.

-¿Ya estoy muerto?- Pregunto medio somnoliento mientras despegada su frente de la mesa.

-No, aun no. Pero si no te levantas llegaras tarde.- Miguel froto sus ojos con sus manos, bostezo y se levantó de la silla para luego recoger todas sus pertenencias. Su madre lo ayudo tomando las fotocopias que todavía estaban en la mesa. Dejaron las cosas sobre uno de los sofás y luego la madre de Miguel le trajo su desayuno a la mesa. La madre de Miguel era una mujer ya mayor de unos cuarenta y nueve años de edad. Tenía el cabello corto y ondulado de color castaño teñido, sus ojos eran de un color marrón oscuro, su piel era beige y no media más de 1.59. Llevaba puesto en esos momentos su pijama puesto de color rosa claro y sus pantuflas de igual color.

-Gracias.- Miguel le agradeció a su madre para luego tomar su taza de café y las tostadas con mermelada que su madre le preparo. Después de unos días tranquilos, Miguel volvió a esos días donde básicamente no hacia otra cosa más que estudiar y respirar. Su mente solo se concentraba en estudio, trabajos y la tesis.

-Pronto será el cumpleaños de Joel ¿cierto? ¿Hará algo para su cumpleaños?- Hablo su madre con una sonrisa para luego darle un sorbo a su mate, ya que ella tenía la costumbre de desayunar con su hijo.

-Sí, Belén dijo que este año hará una especie de picnic en Puerto Madero, Mica también vendrá con nosotros.- Respondió Miguel para luego darle una mordida a su pan tostado.

-Oh, ya veo. Pensé que este año la pasaría con su familia, ya sabes, con Patricia y Abril.- La madre de Miguel era una de las mejores amigas de Patricia, y jamás la juzgo mal por sus decisiones. Cuando Miguel era tan solo un niño, no entendía porque Joel no tenía padres, pero al pasar los años entendió mejor la situación.

-Quizás al día siguiente pase todo el día con ellas.- Respondió Miguel para luego darle otro sorbo a su café. Su madre deseaba que Joel pudiera perdonar a Patricia por haberlo abandonado, pero era muy difícil que él la perdonase cuando ni siquiera la llama como su madre. Miguel era como su madre en ese aspecto, tampoco podía juzgar las acciones de Joel, lo único que podía hacer era entenderlo. Miguel termino su desayuno y junto la taza y el plato vacío de la mesa. –Bueno, me daré un baño rápido y me iré.-

-Apresúrate, no vayas a dejar a Joel esperándote en la estación del tren.- Le hablo su madre mientras este se iba a la cocina.

-Sí, ya sé.- Respondió en voz alta Miguel quien se encontraba en la cocina lavando en el lavamanos la taza y el plato que uso.

 

Para desgracia de Miguel, había llegado incluso más temprano que Joel y Noah a la estación, lo cual significaba solo una cosa. “Algo terrible va a pasar hoy, eso es seguro.” Era prácticamente natural que sucediera algo malo cada vez que Miguel llegaba temprano a cualquier lugar. Todo era muy incómodo, más aun que al principio y si bien antes se ignoraban, ahora se la pasaban peleando por cualquier estupidez. Y todo aquello, se debía a aquel día en el cual Noah abofeteo a Miguel. Cabía destacar que habían pasado ya varios días y que ninguno de los dos se dignó a disculparse. Tal y como solía burlarse Joel de ellos, Noah era el resentido y Miguel el orgulloso.

Durante todo el viaje en tren ni se vieron los rostros, pero ni bien comenzaron a caminar hacia la facultad comenzaron a molestarse mutuamente. Mientras que Joel parecía estar agradecido por haber traído sus auriculares. Ni bien llegaron a la facultad, Luis se encontraba esperándolos casi en la entrada.

-Buenos días.- Saludo con una gran sonrisa Luis mientras se acercaba a los tres.

-Buenos días.- Le devolvieron el saludo los tres.

 -Te ves terrible.- Agrego mientras señalaba el rostro de Miguel.

-Siempre me he preguntado cómo haces para no venir a la facultad tan freso como una lechuga con todos tus trabajos hechos.- Era muy gracioso como se veían el uno al lado del otro. Miguel tenía ojeras y los parpados pesados, deseando poder dormir unas cuantas horas más. Mientras que por otra parte, Luis se encontraba con una gran sonrisa, los ojos brillosos y lleno de energía. Miguel estaba comenzando a creer que Luis no era un ser humano ordinario.

-Me acostumbre a no dormir lo suficiente hace tiempo.- Respondió para luego soltar una pequeña risa. -¿Eh? ¿En qué momento se fueron Joel y Noah?- Pregunto Luis sorprendido al notar la ausencia de los dos primos. Miguel tampoco se había dado cuenta de ello.

-No lo sé.- Miguel comenzó a notar algo extraño en el comportamiento de Luis y Joel. Cada vez que Luis aparecía, Joel ni lo miraba, le respondía de manera fría o a veces simplemente se iba sin decir ni una sola palabra. Hasta donde llegaba el conocimiento de Miguel, ninguno de los dos se habían conocido antes, si ese fuese el caso, él ya lo hubiera sabido. Pero de todas formas, también Luis actuaba extraño, como si estuviese intentase hablar con Joel cada vez que podía. –Luis… ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro, adelante.-

-¿Tu conocías a Joel anteriormente? Digo, antes de que te lo presentara.-

-No que yo recuerde.- Contesto Luis tranquilo y sereno. Miguel lo observo por unos segundo atentamente, Luis no parecía estarle mintiendo, por lo cual decidió creerle. Sin embargo, aún tenía sus dudas al respecto.

-¿Te puedo hacer otra pregunta sin que te ofendas?-

-Vas a preguntarme si soy puto ¿cierto?- Miguel se quedó callado por unos segundo sin contestar a eso, afirmando prácticamente sin respuestas a su pregunta. –Pues no, no soy puto ni tampoco pienso en cogerme a tu amigo, no es mi tipo. Ya sabes, me gustan con más pecho y sin sorpresas entre las piernas.- Respondió Luis a lo que luego ambos comenzaron a reírse.

Miguel no podía desconfiar de su amigo, dudaba muchísimo que le estuviera mintiendo cuando el tipo era la persona más honesta del mundo. Pero, a pesar de eso, aún tenía sus dudas al respecto. Sin embargo, no iba a estar indagando a cada rato que es lo que pasaba realmente entre ambos, simplemente se dignó a esperar hasta que sus dudas fueran contestadas por si solas.

 

Estaba cansando, deseaba dormir en una cama lo más pronto posible, por lo cual quería irse a su casa. Ni bien terminaron las clases que tenía ese día, se encontró con que Joel y Noah quienes también tenían ganas de irse a casa. Solo estaban ellos tres ya que Luis aun tenia cosas que hacer en la facultad.

Todo iba absolutamente bien, Joel con sus auriculares mientras que Miguel y Noah se ignoraban. Todo parecía tan normal como ya se estaba haciendo costumbre. Hasta que llegaron a la estación del tren luego de haber comprado los boletos.

-¡Noah!- Alzo la voz un joven mientras saludaba son su mano a lo lejos. Noah sonrió al verlo y fue corriendo hasta él para luego abrazarlo. “Esto debe ser una jodida broma.” Decir que hoy era tan solo un mal día es como alagar la mala suerte que estaba teniendo.

-Javier, viniste. Pensé que no te daría tiempo por él trabajo.- Escucho decir a Noah quien se apartaba con timidez de aquel chico para luego poder tomar su mano. “Mátenme ahora.” Si, en definitiva, aquel chico que estaba de la mano con Noah era su novio actual, Javier.

Javier era un joven de piel morocha, cabello negro un poco largo, ojos de color marrón oscuro y media aproximadamente 1.80. Llevaba puesto una camiseta sin mangas de color rojo que dejaba ver sus ejercitados músculos en sus brazos, una bermuda de color beige y unas zapatillas de color negro con azul.

-Siempre voy a conseguir tiempo para ti amor.- Le hablo a Noah dedicándole una sonrisa que dejaba relucir sus maravillosos dientes blancos. Miguel debía estar haciendo una cara de molestia terriblemente notable, ya que Joel al verlo no pudo contener las ganas que tenia de reírse. Noah parecía estar tan feliz a su lado, riéndose nervioso y tímido al sentir como la mano libre que tenía Javier pasaba sobre sus cabellos.

-Hola Javier.- Joel saludo al novio de su primo.

-Hola Joel, tanto tiempo sin verte. Ah, y tú eres…-

-Miguel Herrera, el mejor amigo de Joel.- Contesto Miguel tratando de hacer una de sus mejores sonrisas falsas tratando de hacerla lo más convincente posible.

-Oh, mucho gusto.- Segundos después de su saludo, el tren se veía llegar a la estación un poco a lo lejos. Después de eso nadie ninguno se dijo más nada. Noah se quedó al lado de su novio hablando mientras que Joel no para de reírse de Miguel.

Una vez que paro el tren, los cuatro se subieron como en el sexto vagón de este. Como Noah y Javier entraron primeros, ambos habían conseguido asiento al instante. Y como había bastante gente subiendo al tren, Miguel y Joel se mantuvieron parados un poco lejos de ellos. Joel estaba con sus auriculares y Miguel también se había colocado los suyos. Todo iba bien, hasta que por unos segundo Miguel miro en donde estaban Noah y Javier sentados y los vio besándose.

“¿Es enserio? ¿Están besándose en el tren?” Aquella imagen lo había jodido bastante. Sin embargo, no podía decir ni hacer nada. En aquel entonces, él también solía besar a Noah y tomar de su mano en lugares públicos sin impórtale un demonio si los estaban mirando o si le decían algo por ello. En ese tiempo solo le importa Noah y nadie más. Pero ahora las cosas eran distintas, él que Noah besase a otra persona no tendría que molestarle, ya no eran novios ni tampoco eran amigos, tan solo eran dos simples conocidos. Lo único que podía hacer en ese instante era observar hacia otro lado.

-Oye ¿Estas bien?- A pesar de que tenía sus auriculares puestos, pudo escuchar la voz de Joel hablarle.

-Si ¿Por qué no habría de estarlo?- Trato de contestar lo más tranquilo posible pero se notó su molestia al contestar.

-Allá hay más espacio que acá ¿Vamos? Estaremos menos apretados e incomodos allá.- Joel señalo el vagón de su lado izquierdo y Miguel asintió. Miguel no sabía exactamente si Joel podía leerlo tan fácilmente porque era su mejor amigo de toda la vida o porque simplemente era muy malo ocultado su molestia.  Decidió no hablar sobre eso y seguirlo al siguiente vagón.

*-*-*-*

Miguel era muy malo ocultando sus emociones o al menos Joel lo veía así. Por el momento, no iba a juzgarlo o molestarlo con eso de los celos que tenía por Noah pero quizás más tarde lo haría. Noah y Javier se habían bajado unas pocas estaciones después de haber tomado él tren. De la poca memoria buena que le quedaba a Joel, recordaba que su primo le había dicho el día anterior que tendría una cita con su amado noviecito.

Una vez que Miguel y Joel bajaron en su debida estación, ambos comenzaron a hablar sobre estupideces. Se notaba lo muy cansado que Miguel estaba debido a los estudios y no era el único, incluso Joel lo estaba. Noah también estaba en las mismas condiciones pero muy a pesar de ello, no quiso cancelar su cita con Javier, ya que según él llevaban tiempo sin salir juntos.

-Hoy mi mamá me pregunto si pasarías parte de tu cumpleaños en lo de tu madre.- Hablo  Miguel mientras ambos caminaban juntos hasta la parada del autobús.

-Quizás vaya a desayunar a lo de Patricia en la mañana pero después lo pasare con ustedes.- Respondió desinteresado mientras seguía caminando.

-¿Quién más va a tu cumpleaños?-

-Bueno, hasta donde yo sabía eran tú, tu hermana, Noah, Belén y su novio, Sabrina, Gabriel y Pablo. ¿Por qué lo preguntas?- Le respondió Joel contado con los dedos de sus manos a todos los amigos que irían a su cumpleaños.

-¿Puedo invitar a alguien más sin que te moleste?-

-Por mí no hay problema, mientras más seamos mejor será la orgia.- Le contesto a lo que ambos se rieron. Tenían la costumbre de llamar orgia a esas reuniones que tenían entre amigos cuando eran demasiadas personas en un solo lugar. A Joel nunca le molestaba que sus amigos invitaran a alguien más a sus reuniones, se había acostumbrando desde que sus amigos llevaban a sus novias incluso.

-Está bien, invitare a Luis.- “¡No!” Pensó al ínstate Joel al escuchar ese nombre. Sin embargo, no se animó a decirlo en voz alta. Fue un largo minuto de silencio el cual Miguel tuvo que romper. –Te molesta su presencia ¿cierto?-

-No…no es eso.-

-Has estado actuando raro desde que te presente a Luis. Dime ¿Él te ha hecho algo que te molestara?- Joel llego a la conclusión de que Miguel no era el único predecible de los dos. Sabía que se incomodaba cada vez que Luis estaba cerca pero trataba de hacer el intento de que no se notara. No era como si él le cayera mal, aun sin conocerlo del todo, Luis no parecía una mala persona. Sin embargo, no podía dejar de evitarlo o ignorarlo cada vez que se le acercaba a hablarle.

-No y si a la vez…no creo que lo haya hecho siendo consiente pero…-

-Joel…-

-Él fue la persona con la cual vi que Candela me engaño.- Tan solo le basto con escuchar ese nombre para que Miguel entendiera mejor la situación.

No había ni una sola persona alrededor de Joel que no conociera a Candela, después de todo, ella marco un antes y un después en la vida de este. Candela fue la novia que Joel más amo en toda su vida, él la veía como algo tan valioso, como un diamante precioso cuando en realidad no era más que un mugroso y sucio carbón negro.

A pesar de que llevaba un año sin verla, sin saber absolutamente nada de ella, Joel no podía negar que nunca la había terminado de superar del todo. La odiaba, la odiaba por haberlo traicionado, la odiaba por hacerle creer que lo amaba, la odiaba por haberlo engañado con cual idiota se le cruzase, y la odiaba, porque a pesar de todo eso aun sentía algo por ella.

Candela era la razón principal por la cual las relaciones que tuvo después de estar con ella no funcionaran. Porque no le parecía justo salir con alguien y tener una relación de verdad, cuando en su mente solo ocupaba su rostro.

-Yo no… yo no lo sabía, él nunca me conto sobre eso. No invitare a Luis, yo solo…- Joel se alegró al escuchar eso, ahora al menos ya tenía confirmado que Luis no salía con ella o se contactaba con ella desde hace tiempo, ya que si ese fuese el caso, Miguel ya lo hubiese sabido. Si había una razón exacta por la cual Joel no le había mencionado eso con anterioridad, era el por el simple hecho de que no quería que Miguel viera a su amigo de otra manera. Se sentía mucho mejor ahora que le decía la verdad de su inquietud.

-Está bien, él no tiene la culpa de nada y debo dejar de juzgarlo sin conocerlo. Si quieres invítalo, no me molestara en lo más mínimo.-

-Pero si él te incomoda no da para que vaya a tu cumpleaños.-

-Está bien, ya te lo dije. Mientras más seamos mejor será la orgia.- Joel le sonrió y extendió su puño para chocarlo contra el de su mejor amigo. Luego de eso, no volvieron a tocar el tema de su cumpleaños.

Luego de un tiempo, ambos se despidieron y se dirigieron a sus distintas casas. Como Noah no se encontraba para hacer el almuerzo, decidió precalentar en el microondas lo que había quedado de la cena del día de ayer para comer. Una vez terminada su comida, lavo los platos que habían quedado de ayer y decidió tomar una pequeña siesta para luego despertar, estudiar un poco e irse a trabajar.

El tiempo en la vida de Joel era muy escaso, pero no podía quejarse ya era necesario para él. Sus prioridades prácticamente eran asistir a la facultad, seguir estudiando y trabajar. Las cosas podrían parecer un poco complicadas al principio, pero él seguía optimista con que podía hacer todas esas cosas juntas.

Miro hacia él mueble que estaba en la sala y observo específicamente la foto de su abuela que estaba enmarcada con un marco de color negro. “Realmente te extraño, si estuvieras aquí siento que las cosas serían un poco más fáciles.” Joel llegaba a tener sus altas y bajas con su abuela, ya que en la mayor parte del tiempo, ella podía llegar a ser muy estricta. Sin embargo, la entendía, porque todo lo que hacía o decía era para su bien, y a Joel jamás le alcanzaría la vida para agradecer todo lo que había hecho por él.

 

Al día siguiente, ya siendo sábado por la tarde. Joel se encontraba muy emocionado y con muchas energías. Muy pocas cosas eran las que realmente emocionaban a Joel y una de esas pocas, era el vóley. Se había inscripto hace tiempo en la sede que quedaba en Palermo, ya que era la más cercana dentro de donde vivía. Tenía ya puesta su ropa deportiva y en su bolso llevaba otro cambio de ropa por si las dudas, una botella de agua, una toalla y entre otras pertenencias más. A Joel le encantaba mantener su cuerpo en forma y ejercitar sus músculos debes en cuando, aunque le gustaba más la idea de practicar un deporte que levantar pesas y hacer ejercicios aburridos.

El lugar era bastante grande y hermoso. Joel no podía dejar de maravillarse con la cantidad de campos que había, el lugar era tan grande que tenía miedo de perderse, como mayormente le pasaba. Miraba por sus alrededores tratando de recordar en que parte del campo era donde practicaría vóley. Nuevamente su mala memoria le estaba jugando una mala pasada.

-¡Joel!- Escucho una voz que lo llamaba. Se dio la vuelta para ver de quien se trataba para confirmar que se trataba de nadie más ni nadie menos que Luis. El también se encontraba con ropa deportiva puesta y un bolso lo suficientemente grande para llevar más o menos la misma cantidad de cosas que Joel. -¿Tú también te hiciste socio del club? Genial ¿En qué te inscribiste?-

-En vóley.- Contesto casi en un susurro. “Tranquilo Joel, no puedes estar evitando a Luis para siempre solo porque te trae malos recuerdos. Lo de Candela ya paso hace tiempo, no tiene por qué afectarte.” Se dijo mentalmente a sí mismo, tratando de ser positivo.

-Vaya, que sorpresa. Yo también estoy inscripto en vóley, llevo viniendo a este club desde mi primer año en la facultad.- Comento Luis con una sonrisa para luego reírse. –No recuerdas donde te dijeron que quedaba el campo de vóley ¿cierto?-

-Para serte sincero…no.-

-Lo suponía, porque te estas yendo hacia el campo donde practican las chicas practican hockey. Él campo de vóley queda al lado contrario.- En el instante en que Luis dijo eso, Joel se quedó quito y se dio la vuelta. Luis se rio con ganas al ver su reacción, incluso Joel se estaba riendo por eso. –Miguel me había contado una vez que eras bastante olvidadizo y que solías perderte muy seguido en espacios grandes. Tienes suerte de que te viera, sino probablemente estarías jugando hockey con las chicas.-

-Si bueno, es parte de mi encanto.- Joel sonrió después de eso.

-Oye ¿Es cierto que el próximo sábado será tu cumpleaños?-

-Sí, Miguel me pregunto si podía invitarte. Quizás te ama en secreto y quieres que vayas para no estar tan lejos de ti.- Comento Joel en broma, la cual fue bien recibida por parte de Luis quien soltó una pequeña risa.

-¿Entonces no te molesta que alguien que apenas conoces vaya a tu cumpleaños?-

-No sería la primera vez que pasa.- Le contesto con cierto tono de gracia.

Luego de eso ambos llegaron al campo de vóley rápidamente y dejaron sus bolsos en la banca. Luis presento a Joel frente a los demás chicos y comenzaron con la práctica. Como Joel al momento de ver a Luis decidió apartarse de él, no lo había conocido del todo bien para juzgarlo. Por lo tanto, decidió darse una oportunidad de conocerlo mejor como persona. Quizás no era malo, quizás podrían hacerse amigos. Aunque la verdadera razón por la cual pensaba en hacerse su amigo, era para ver si con eso podía olvidarse por completo de una vez por todas de su fantasma del pasado, cosa que lleva hace muchísimo tiempo deseando lograr.

 

 

Continuara…

Notas finales:

Okey, en este capitulo conocimos a Javier, el actual novio de Noah. Y tambien un poco del pasado de Joel. De aqui en adelante las cosas se pondran muy interesantes.

Bueno, eso fue todo por hoy, Muchas gracias por leer y si tienen alguna duda o algo pueden dejarme un review.

Bay neee. Nos leemos en el proximo capitulo :3


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