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In The Light por MidNightFlower

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Pareja: Harry Potter/ Draco Malfoy

Disclaimer: Nada del mundo de Harry Potter, todo es de J.K. Rowling y a la Warner Bros.

Advertencia: Es un EWE, con contenido SLASH (relación Chico /chico)

Título: In The Light”

Capítulos: 3/4

 

Cherry Kiss

 

Mientras Potter se encontraba en el campo de Quidditch entrenando, Draco estudiaba para los E.X.T.A.S.I.S. que ya estaban a la vuelta de la esquina.

 

A veces le sorprendía cuanto tiempo pasaba en compañía de Harry que cuando no estaba, había un silencio exagerado y pesado en el ambiente que era increíble como con un simple aspaviento o palabra el Gryffindor podía alegrar la estancia. Suspiró.

 

Tal como en ese momento y otros varios cuando se encontraba solo, extrañaba a sus amigos, con su leal camaradería acompañada con punzantes y graciosos comentarios, donde podía ser aquel fantasma del chico que lo tenía todo en la vida, sin ninguna preocupación acuestas ni oscuras horrores que le atormentan.

 

Pero tras la guerra, tanto Theo como Blaise y Pansy se habían ido del país por los crueles enjuiciamientos de sus padres y todas aquellas problemáticas de la comunidad mágica en contra de los hijos de los antiguos seguidores de Voldemort; solo él se había quedado por la insistencia de su madre quien, aunque el cielo se veía negro, no perdía la esperanza de que las cosas mejoraran y tuviera un digno futuro si obtenía sus papeles de Hogwarts.

 

“A veces mi madre puede ser muy idealista…” caviló con melancolía.

 

Tomando consigo el pequeño nido se cambió de lugar a la ventana, su lugar favorito. Allá afuera hacia buen tiempo, tan soleado y luminoso que parecía que la primavera no estaba dándose abasto con tal cálido clima -Tal vez no fue tan malo que no me fuera…- se dijo con media sonrisa, viendo como las escobas en el campo de Quidditch se elevaban y bajaban a gran velocidad y como la diminuta quaffle desde su perspectiva, saltaba de un lado a otro de mano en mano.

 

Tener a Harry en su vida era mucho mejor de lo que esperó tras ser exonerado de cualquier cargo, una bocanada del aire más fresco y puro de que podía sopesar, sin embargo, aún no estaba seguro de que era exactamente la relación que tenía con el moreno.

 

-Creo que solo somos dos personas que buscan consuelo y tranquilidad en el otro…- dijo mirando a la puerta por si acaso llegaba alguien, pero al no ver a nadie procedió a acariciar uno de los cálidos huevecillos en el nido –pero no piensen mal ¿eh?, que dudo que el querido héroe le interese algo con un Slytherin reformado con el equipo equivocado- dijo a modo de mofa.

 

Ni siquiera él estaba seguro de que era lo que quería de Harry. Durante los primeros años lo había detestado con todo su ser por haber preferido a la comadreja pobretona sin miramientos, por negarse a darle su amistad y de paso ponerlo en ridículo frente a sus amigos y toda la panda de sus compañeros cabezas huecas… si… aquello había sido un golpe bajo que siempre caló lento y profundo, pero que fue mermando con el transcurso del tiempo hasta llegar a la indiferencia y cordialidad, donde cualquier pensamiento negativo se había difuminado y que con una pequeña pero significativa acción, se vio coartado su muro de apatía y después de todo, si consiguió lo que quería; la amistad de Harry Potter…

 

Pero ¿estaba conforme con ello? ¿Acaso estaba cómodo con su actual estado o no? No sabía si ansiaba más de lo que podía pedir y lo que podía dar pues aunque en ese corto periodo habían convivido más que con otro ser humano (ya que los huevecillos no contaban) en esos cruda temporada, los tiempos pasados siempre terminaban pesando en la balanza de la relaciones.

 

“Aunque supongo que Potter estaría tan interesado en mi como del profesor Flitwick” se dijo con dolorosa ironía.

 

Un movimiento captó su mirada y boqueó como pez.

 

-Oh no…- exclamó dejando caer su libro de su regazo. Uno de los huevecillos se movía y no era exactamente por el aire –¡ustedes no pueden nacer aun! – les gritó a los huevecillos que ya ansiaban conocer el mundo exterior.

 

No podía dejar que Potter se lo perdiera pues sabía que se cargaría una cara de perrito apaleado por semanas si eso pasaba, pero el problema es que no sabía exactamente que hacer y mucho menos cómo avisarle. No tenía ni idea de cómo hacer un patronus y ahora si se daba patadas mentales por negarle a Harry la oportunidad de enseñarle.

 

-¡Lo tengo!- pensó tomando su varita con manos temblorosas sin apartar la vista de los blancos huevecillos que comenzaban a fragmentarse. Varias veces cuando iba en segundo año estuvo perfeccionando junto con Blaise la manera de hacer vociferadores para espantar a los de primer año (y de paso atormentar un poco a Potty) así que pensó que sería muchísimo más fácil que escribir una carta.

 

“Espero que pueda llegar a tiempo…”

 

*°-*°-*°-*°-*°-*°-°*

 

El entrenamiento había terminado y todo el equipo de los leones estaba en las duchas, celebrando de antemano la inminente victoria que tendrían contra Ravenclaw, pues si jugaban como les había ido con el entrenamiento ya tenían en el bolcillo la copa.

 

-¡Iugh Harry! ¡Apestas a hurón!- bromeó Ron arrugando su nariz antes de cubrirla. Harry se sonrojó dándole un ligero empujón.

 

-Deja de molestar Ron- el pelirrojo comenzó a reír por cara avergonzada que se cargaba el moreno. Era cierto que el aroma del perfume del Slytherin estaba emanando de su cuerpo pues antes de salir a entrenar le había robado un poco al rubio solo para poder deleitarse un poco con ese dulce fresco aroma cítrico que parecía como si Draco estuviera aun abrazándolo… claro que no contaba con que el perfume no le sentaba muy bien que digamos que hasta Draco se había burlado porque lo había usado.

 

-Creo que Ginny tenía razón y si sucede algo entre ustedes- dijo el pelirrojo como que no quiere la cosa.

 

-No es cierto- dijo desviando la mirada “aunque me gustaría…” se dijo con pesar –solo somos amigos, nada más…-

 

Convivir tanto con Draco le daba esa creciente ansiedad que pensó que no sentiría en un largo tiempo por otra persona, esa increíble tranquilidad entremezclada con el anhelo y regocijo de los pequeños momentos a su lado, donde no perdía la oportunidad de tocarle a cada momento y desear por más que no sabía siquiera como ponerlo en palabras, ni mucho menos en acciones.

 

“Esto no será bueno si se entera…” se dijo con algo de temor, pues intuía que al rubio Slytherin no le haría mucha gracia que cuando buscaba tranquilidad en sus brazos, Harry dejaba volar su imaginación en la delectación que causaban en él un par de ojos grises.

 

Una carta a toda velocidad entró volando a las vaporosas regaderas sobresaltando a todos chicos que ya estaban cambiándose y se posó frente a los aturdidos Ron y Harry.

 

-Creo que es para ti camarada…- dijo Ron encogiéndose en su sitio al notar lo que era. Un vociferador. Harry tragó saliva con dificultad.

 

-¡POTTER! ¡MUEVE TU TRASERO PEREZOSO QUE YA VAN A NACER! ¡NO TE ATREVAS A TARDAR!- Ron arqueó una ceja sin comprender.

 

-Parece que el hurón está en sus días…-  dijo Ron recuperándose de su asombro cuando la carta se autorompió.

 

Harry tardó unos segundo en comprender a que se refería Draco. “¿Nacer?” se preguntó ladeando la cabeza, hasta que algo hizo clic en su mente que le hizo pegar el brinco.

 

-¡Ya van a nacer!- exclamó lleno de júbilo tomando sus cosas para salir corriendo de ahí sin importarle nada.

 

Tanto Ron como los demás chicos se quedaron de a seis.

 

-¿Qué acaba de pasar?-

 

*°-*°-*°-*°-*°-*°-°*

 

Harry corrió con todas sus fuerzas hasta el quinto piso, ni siquiera sentía el viento en su torso desnudo o las agujetas desatadas de sus sneakers, solo ansiaba no perderse ni un solo momento de ese especial momento.

 

-Son bellísimos Harry…- dijo con trémula voz Draco aun sin poder creer lo que acababa de presenciar.

 

El moreno abrió la boca, pero ningún sonido salió de sus labios, estaba extasiado con la imagen de tres pequeños patitos amarillo y negro que con alegría piaban frente del embelesado rubio, luchando con todas sus fuerzas por ponerse en pie.

 

-Sabía que no eran tritones- dijo llegando al lado de Draco poniendo su mano en su hombro que enseguida apretó con ternura.

 

Se le veía tan feliz y rozagante como nunca lo había visto, sus ojos estaban llenitos de lágrimas dándole un brillo especial que esta vez sin dudarlo y haciendo acopio de todo su espíritu Gryffindor, lo besó.

 

Sus labios suaves temblaron bajo su ligero toque y sus ojos grises se abrieron de par en par.

 

-¿Por qué hiciste eso?- preguntó tímidamente el rubio con mejillas sonrojadas. Sabía que no era momento para lamentaciones y si ya lo había hecho, tenía que terminar lo que comenzó y tras dar una profunda bocanada de aire tomó el delgado rostro entre sus manos.

 

-Porque creo que me gustas…-

 

-¿Crees?- preguntó arqueando una ceja a lo que Harry rio; aquella contestación no la esperó pero en definitiva era una expresión tan Malfoy.

 

-No… estoy ciento por ciento seguro que te quiero más de lo que alguna vez quise a alguien…- dijo perdiéndose en los ojos grises que le sonreían.

 

-Más te vale…- murmuró el rubio pasándole los brazos por los hombros, acercando sus labios nuevamente para fundirse nuevamente en un tierno beso que Harry más que deseoso correspondió.

 

Tan lento y tímido, con esa creciente necesidad de llenar tantos sentimientos sin pronunciar, con esa inocente cadencia de jóvenes inexpertos que ansiaban conocerse procurando hacer el mas mínimo daño al otro, disfrutando de cada suave contacto, tan dulce mientras más se prolongaba, tan llenador y embriagante que subía con intensidad al igual que el calor de sus cuerpos.

 

Draco fue el primero que se separó para recuperar el aliento y con su respiración irregular, recargó su frente contra la del moreno.

 

–Creo que yo también siento lo mismo…- contestó en voz baja a lo que Harry con una brillante sonrisa plantada en su sonrosado rostro, no pudo evitar abalanzarse contra él para probar nuevamente sus labios tan dulces como cerezas, con la esperanza de que sus palabras eran ciertas.

 

En verdad que ahí entre sus brazos era el lugar al cual pertenecía.

 

 


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