Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor es agridulce por HanakoTomoharu

[Reviews - 30]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí la segunda parte!

Cuando dije que la otra era más "liviana", es por lo violenta que es esta parte. Solo aclarando.

- ¿Por qué no le pones más azúcar y ya? –propuso Selena, cuando ya estuvieron sentados en las mesas de afuera; viendo a Sawatari intentar disimular el desagrado que sentía al beber su taza café.

- No, puedo manejarlo. 

- Estoy tan ansioso, ya quiero que anochezca –dijo Yuya, a dos mesas de ellos; sentado junto a Dennis- Apuesto a que la ciudad se verá más hermosa de noche.

- Si, nuestros fuegos artificiales se verán genial, y las luces, ¡y el campo! –coincidió Dennis emocionado.

- Ahh, no sé que hacer para que el tiempo pase más rápido. ¡Quiero que ocurra ya! –exclamó.

- Sí –Dennis observó a su alrededor distraídamente, notando que el resto de las mesas estaban algo silenciosas o vacías. Tanta tranquilidad lo ponía inquieto también- Mmmh… ¡Ah, ya sé! ¿Quieres ver como saco pañuelos de mi nariz?

- ¿Qué? ¿puedes hacer eso? –Yuya lo miró incrédulo, pero enseguida se vio intrigado.

- ¡Si!

- ¡Hazlo! –lo alentó emocionado.

Unos minutos después, Shun salió a las mesas fuera de la cafetería y se acercó con una humeante taza en la mano.

- ¿Qué demonios están haciendo? –preguntó arrugando el entrecejo, y viendo sin dar crédito a como Dennis sostenía desde uno de sus orificios nasales una tira de pañuelos coloridos anudados uno tras otro; mientras Yuya lo observaba con asombro, riendo.

- ¡Dennis puede sacar pañuelos de su nariz! –exclamó, sin poder contener su fascinación.

- De acuerdo… –Shun posó su taza lentamente en la mesa, intentando no lucir impresionado, y dijo- pero la gente viene aquí a comer, así que detenlo. Es perturbador.

- ¡Es gracioso! –contradijo Yuya, dándole un suave codazo bajo la mesa.

- Hablo enserio –dijo, y disimuladamente señalo a la camarera. La mujer pasó cerca de sus mesas, mirando a Dennis con las cejas arqueadas y la boca abierta.

- ¡Pero aún me faltan 3 más! –dijo Dennis.

- ¡Déjate de payasadas! –exclamó Shun. El de ojos verde aquamarina hizo un mohín y luego sacó el pañuelo que tenía sujeto de su nariz al exhalar con fuerza. Yuya chocó sus palmas, aún riendo.

- No puedo creer que le estés aplaudiendo por eso.

- ¡Fue divertido!

- No fue nada, creo que hasta tú podrías hacer algo mejor –dijo sin mucha modestia en realidad, guiñándole un ojo.

- ¿Crees que podría hacer trucos como tu?

- ¡Claro! 

- Genial, pero no practiquen aquí –interrumpió Shun, concentrado en beber su café con tranquilidad.

- Eres demasiado estirado, Kurosaki. No me cabe duda de por qué no te eligieron para la misión.

- ¡Dennis! 

- Solo estoy bromeando –agitó una mano despreocupadamente, notando como Shun no dejaba de mirarlo- Pero si quieres que te enseñe –dijo, volviendo a dirigirse a Yuya- podríamos hacerlo cuando quieras, estoy seguro de que aprenderás fácilmente.

- ¿En serio? Aún hay cosas que quiero mejorar, ¡como los fuegos artificiales! Recuerdo cuando mi padre los convertía en figuras que se movían, era fantástico. ¿Crees que pueda hacer algo como eso?

- ¡Seguro!

- Gracias, sería genial practicarlo con alguien más.

- Lo que sea por mi mejor público –Dennis tomó sonriendo la mano de Yuya con la suya, sobre la mesa, y Shun dejó la taza sin mucha delicadeza; poniéndose de pie de pronto.

- ¡Ya basta! ¿Quién te crees, con todo esto de ayudarlo y ser amable? ¿Por qué no dejas ver tus verdaderas intenciones?

Dennis parpadeó con confusión.

- ¿Tiene algo de malo que lo haga? Yuya y yo somos amigos, ¿a caso te molesta que quiera pasar tiempo con él? –se puso de pie para quedar a su altura, y Yuya notó algo distinto en su voz al hablar lo siguiente, aunque no alcanzó a escucharlo bien- No todos quieren a Yuya para lo mismo que tú.

El pelirrojo observó la tensión en los hombros de Shun y miró a ambos confundido.

- Hay una heladería dos cuadras abajo, me gustaría tomar un helado en vez de comer algo aquí; ¿vienes, Yuya? –el de rizos comenzó a caminar lejos de la mesa, y Yuya se levantó para acompañarlo, pero Shun se adelantó hasta Dennis y lo tomó del brazo para detenerlo.

- ¿A qué te referías con eso?

- Nada. Solo que, como decía, Yuya y yo somos amigos.

- Yuya también es mi amigo, ¿qué quisiste decir?

Dennis lo miró con sorpresa, inclinando la cabeza a un lado.

- Oh, ¿en serio? ¿Besas a tus amigos? Claro que entiendo lo que es cruzar la línea una vez –hubo algo extraño en la sonrisa de Dennis al agregar lo último- ¿Pero más de una?

- ¿De qué diablos estás hablando? –No había manera de que Dennis supiera algo de eso.

- Los dos desaparecen juntos una noche, y Yuya vuelve usando tu pañuelo… Cuestionas mis intenciones con él, ¿pero cuáles son las tuyas?

- Tú… –Shun se acercó peligrosamente al otro, pero Yuya interrumpió, llegando para tomar el brazo de Shun que apresaba el de Dennis.

- Chicos, cálmense. ¿Qué pasa?

Shun lo soltó, sin responder; y Dennis solo le sonrió al pelirrojo con naturalidad.

- ¿Nos vamos? 

Yuya asintió, aún algo descolocado por la actitud reciente de Shun. Éste los vio caminar unos pasos lejos y sintió un sabor amargo hasta la garganta.

- Espera –dijo, y los otros dos detuvieron su andar- ¿Por qué de pronto decidiste unirte a la misión de Yuzu? No pareció importarte hasta ahora.

- Pero es la amiga de Yuya, y eso la hace la mía también. ¿Qué hay de ti? ¿De verdad te importa Yuzu, o como dice Selena, solo es la comparación de tu hermana?

Ahí estaba de nuevo. Yuya se removió en su lugar, cambiando el peso de su cuerpo en un pie al otro. Las palabras de Dennis parecían camuflar algo afilado; y Shun encendía más el dorado en sus ojos con cada una.

- Esto no es por la misión, hablo de lo que intentas al acercarte a Yuya.

Yuya miró el suelo, notando como la tensión entre los dos aumentaba; y de repente estaban discutiendo como si él no estuviera allí.

- No estoy haciendo nada sospechoso –dijo Dennis encogiéndose de hombros- Pero de pronto ustedes dos se llevan tan bien, y todos lo han notado; pero es evidente el por qué. Solo te acercaste a Yuya por la parte de Yuto que reside en él.

- No seas imbécil –Shun amenazó con invadir el espacio que lo distanciaba del otro, y Yuya interpuso su brazo delante de él para impedirle avanzar más. El más alto comprendió la mirada de suplicante de Yuya y se contuvo- No sabes nada –le dijo en su lugar.

- Solo sé lo mismo que los otros, que lo que le pasó a tu familia y amigos te afectó mucho; pero no por eso deberías desquitarte con todo el mundo, mucho menos con Yuya –se acercó al pelirrojo y lo tomó del brazo para apartarlo del otro, sin dejar de mirar aquellos fieros ojos dorados- Parece que soy el único que se preocupa en verdad por él.

- No lo uso como un reemplazo, no te atrevas a pensar así de mí –Dennis soltó a Yuya; que seguía inmóvil en el medio, escuchando las acusaciones que se lanzaban sus amigos; y presenció cómo Shun se le acercaba al otro con ese aire atemorizante- No sabes nada de mí o de lo que pasó en Heartland, Macfield.

- Tal vez no, pero sé que cuando miras a Yuya es como si buscaras el fantasma de la sonrisa de tu amigo en él –susurró, teniendo al otro lo suficientemente cerca para que lo oyera- ¿Es lo mismo con tu hermana? ¿La buscas cuando ves a Selena, o a Yuzu? –percibió como el otro apretaba los puños, y continuó- Te muestras muy duro, pero te dejas llevar por tus sentimientos con demasiada facilidad. Por eso no sabrías dar una buena función, y tampoco podrías enfrentarte a Academia sin hacerlo personal. Te involucras demasiado con todo lo que te recuerde a aquellos que perdiste.

Yuya dio un pequeño respingo cuando Shun tomó a Dennis por el cuello de su chaqueta; y casi no supo qué hacer cuando lo vio dispuesto a golpearlo.

- ¡Shun, ya déjalo! –Yuya intentó separarlos, aunque Shun era mas fuerte y parecía reacio a soltarlo; pero una voz firme sonó tras ellos; y los 3 se quedaron quietos.

- Kurosaki.

La forma en la que Reiji pronunció su nombre fue una advertencia; y maldiciendo en voz baja, el aludido decidió no pasarla por alto. Soltó al extranjero; que se desarrugó la ropa; y Yuya soltó el aire que retuvo ante la pelea que casi vio comenzar.

- ¿Qué ocurre aquí? –Selena se aproximó a la escena, seguida de Sawatari, y notaron entonces que habían llamado la atención de varias personas alrededor.

- No sabía que ibas a venir –musitó Yuya, mirando a Reiji de pie con su bufanda roja elevándose sobre sus hombros.

- Todo está listo para esta noche, así que pensé en venir con mis compañeros; pero no esperaba que en mi ausencia se dieran estos conflictos –sus ojos iban directamente a Shun, que resopló ignorándolo.

- Es genial que quiera unirse a nosotros, líder –dijo Dennis- Es solo una pena que no todos podamos ser compañeros en armonía.

Shun miró por un momento su puño, y luego levantó los ojos hacia Dennis. 

- Para empezar, ¿quieres que te considere mi compañero? Entonces déjame saber más de ti.

- ¿Quieres que nos conozcamos mejor? Eso sería maravilloso –Dennis se mostró agradado con la idea, pero Yuya aún sentía el aura que desprendía Shun.  

-¿Dónde dijiste que aprendiste tu invocación Xyz?

- En LDS, por supuesto.

- Pero eres un estudiante de intercambio.

- Yes, I am.

-¿Y de dónde vienes?

- Shun… -Yuya le dirigió otra mirada suplicante, percibiendo que nada bueno iba a venir.

- Si no tiene nada que ocultar, entonces que nos diga al menos de dónde viene.

- Vengo de América, ¿no es algo obvio? Nací en Broadway.

- ¿Y son tan prestigiosas las escuelas de duelos allí? Tú Xyz no es como el de Miami City.

- Son… distintas –contestó con sencillez.

- ¿Y cómo se llamaba a la cual ibas?

- Si es por mi xyz, en realidad la aprendí admirando los duelos de Sakaki Yushou.

- Eso es genial, Dennis. ¿Qué tal si vamos ya por el helado? –Yuya intentó distraerlos de la pelea que veía comenzar otra vez; pero fue ignorado.

- Sawatari –Shun llamó entonces al rubio, haciéndole una seña con la mano para que se acercara- ¿Puedo ver la insignia de tu escuela?

- Ah, claro –el rubio alzó una ceja ante el pedido, y se descubrió el cuello de la camisa para darle mejor acceso, dejando ver su logo prendido en un pequeño broche. Las iniciales “L.D.S.” estaban enmarcadas con un ala. Shun frunció el ceño y Sawatari se apartó algo incómodo; los otros tampoco comprendían- ¿Qué pasa?

- No se parece en nada a la tuya, Macfield –Shun volvió a dirigirse al de rizos, y mostró la insignia en su mano derecha, con forma de escudo y unas “D.A.” grabadas.

- ¿Qué es eso? –Yuya la observó tan confuso como Sawatari.

- Es una insignia de Academia –respondió Selena- ¿de dónde la sacaste?

- Es de Macfield –respondió sosteniendo su atención en el extranjero, siendo imitado por los demás- Estaba bajo el cuello de su chaqueta.

- ¿Qué quiere decir esto? –preguntó Sawatari.

- Quiere decir que Kurosaki está buscando excusas para que le ceda mi puesto –suspiró Dennis- Sé lo mucho que quieres hacer esta misión; está claro que en lo único que piensas es en pelear con Academia, pero acusar a tus compañeros no arreglará las cosas –reclamó, manteniéndose relajado.

- Esto no es una excusa, a mi no me interesa si no puedo participar en esta misión. Esto es tuyo, y lo sabes. ¿Por qué no solo dejas caer tu máscara de una vez?

- ¿Y por qué no admites que solo haces esto porque sigues culpándote por lo de tu hermana?

Yuya vio a Shun tensarse y miró a Dennis impactado por escucharlo decir aquello.

- Todos sabemos que tu obsesión con Academia es debido a lo que sucedió con ella, pero nadie tiene la culpa de lo que le pasó; así que, ¿podrías dejar de atacar a tus compañeros?

Yuya podía imaginar como la sangre hervía en Shun, hasta que se dio cuenta que bien podría ser la suya propia; porque la presencia de Yuto también ardía con cada palabra de Dennis.

- Eso es basura –escupió el más alto.

-Shun, por favor –Yuya temió que fuera a tomar por el cuello a Dennis o algo peor; pero en vez de eso Reiji habló de nuevo e interrumpió por segunda vez la disputa entre ambos.

- Bien, vamos a resolver esto como los duelistas que somos, mediante un duelo. Dennis es un Lancer, y sea esa insignia suya o no, será juzgado como tal. Kurosaki, el juicio es tuyo.

Shun supuso que esa era la señal para “hacer las cosas bajo su consentimiento”; y sacó su disco de duelos; por primera vez sintiendo que congeniaba con el C.E.O.

- ¿De verdad es necesario todo esto? –Dennis suspiró, pero sacó su disco de duelos también- Bueno, al menos hagámoslo divertido.

- Solo habrán dos condiciones en este duelo –sentenció Reiji- Si Dennis gana, sea la insignia suya o no; quedará libre de todos los cargos.

- Esto suena como todo un juicio –rio el de chaqueta naranja.

- Pero si Kurosaki gana –continuó- y sus sospechas son ciertas, Macfield se convertirá en nuestro prisionero, y será sometido a un interrogatorio.

- Si eso implica tortura, seré el primero en comenzar –Yuya quiso que fuera una broma, pero la mirada de Shun; y ese aire que volvía a estar entre él y Dennis volvió. 

- Busquemos un lugar más privado, no queremos llamar la atención –indicó Reiji; y los 6 se marcharon de la cafetería. 

Terminaron en una parte casi desierta de la peatonal, con altos edificios de ladrillos. Ya no era solo Shun, todos miraban a Dennis de forma diferente; hasta Reiji parecía más frio de lo usual. Sawatari era la excepción, porque parecía hasta más perdido que Yuya, pero es que el pelirrojo no comprendía como las sospechas sobre su amigo llegaron hasta eso.

¿Cómo podía ser posible que Dennis fuera de Academia? Era ridículo.

- Adelante, Macfield. ¿Por qué no ponemos a prueba lo que aprendiste del padre de Yuya, y de LDS? –el sarcasmo frío de Shun solo hacía la situación peor; y mientras Dennis continuaba sonriendo, algo cambió también en su expresión.

- ¡Alright! –contestó con la misma mirada desafiante.

- Tengamos este duelo, Macfield –le dijo mientras se apartaban al medio de la calle, activando sus discos de duelos– si no tienes miedo de mostrar tu verdadera naturaleza.

Action Duel. Cross Over

 

 

 

Eso no podía ser un juicio, ese duelo era demasiado hostil para ser llamado algo justo.

Yuya no lograba comprender cómo habían llegado a esto. Cómo de un intercambio de palabras entre dientes pasaron a puños apretados y miradas afiladas; y de pronto sus amigos estaban ahí. 

Shun se mostró agresivo, sin contenerse ni un momento y empujando a Dennis al borde; hasta que obtuvo la respuesta que quería. Las luces del espectáculo se apagaron, y las carcajadas alegres de sus monstruos se desvanecieron. Aquél rincón de la calle se sumergió bajo la sombra de aquel monstruo gigante.

Todo cambió cuando Dennis dio paso a su robo, y decidió qué hacer con polimerización ya en su mano. Kurosaki quería ver su verdadera naturaleza, y le dio a cumplir su deseo. Ya no seguiría en pie el espectáculo planeado para la noche, pero bastaría con éste para lucirse una vez más. Daría un verdadero show, como se prometió,  uno que los Lancers no olvidarían fácilmente.

Y entonces ellos aparecieron; las bestias mecánicas que provocaron un escalofrío en Yuya, mientras los recuerdos de Yuto volvían con fuerza a él. Aquellos desagradables perros de caza… los Antique Gear Dogs.

- No son de LDS… -susurró Sawatari, cayendo en la misma cuenta que Yuya; quien se encontraba contrariado por lo que sentía en ese momento. 

Su sangre se heló ante la invocación de Antique Gear Chaos Giant; el monstruo fusión que tanto desastre y terror había causado; a tantas personas. Físicamente, se congeló, pero su interior ardía.

- ¿Qué es esto? –Yuya comenzó a contemplar el campo de duelos como lo que era ahora, un campo de batalla.

<<Es lo que tienes que entender, no todos son lo que aparentan>> 

- Lo sabía, eres de Academia –sentenció Shun.

- ¿Esto era lo que querías, no? Ahora, ¡el show debe continuar! Comencemos con el juego de cacería.

Ese no podía ser Dennis, el amigo de Yuya. No podía ser ese cruel duelista frente a ellos, atacando a Shun y volviendo la situación más violenta de lo que ya había sido. El de cabellos verde se dio contra uno de los edificios detrás de ellos, cuando el gigante arrasó con él y su Revolution Falcon. Le recordó a Yuya cuando Yuto y Sora se enfrentaron; y Sora trató de explicarle lo que era una verdadera batalla. Lo comprendía ahora, viendo como aquel monstruo de Academia estrellaba al Raid Raptor contras las paredes de ladrillo, demoliéndolas a su paso. 

Shun se levantó del suelo, herido, mientras los escombros caían pesadamente al suelo. El duelo se estaba saliendo de control, poniéndolos en peligro, y ninguno hizo nada para detenerlo. Yuya se sintió exasperado.

<<No te preocupes, Shun terminará esto>>

La voz de Yuto no era un consuelo, pero como esperó, el duelista de los Raid Raptor se levantó y encaró a Dennis una vez más.

- Tus LP son 200, Kurosaki. Ha sido divertido hasta ahora, pero el juego tiene que terminar.

- No aún; no me rendiré hasta que acabe contigo –Shun se sacudió la tierra de los hombros, y la determinación encendió sus ojos dorados- No mientras siga con la voluntad de resistir.

- Mmh… Qué espíritu más admirable, de seguro lo sacaste de la rama del Trébol.

<<Eso es…>> 

- ¿Trébol? ¿A qué se refiere?

<<No es posible que él sepa algo como eso>> 

- ¿Cómo lo sabes? -Dennis sonrió para sí ante el desconcierto de Shun.

Dar esa información era innecesario, pero si él quería que rompiera su máscara, iba a hacerlo por completo. La reduciría a trizas mientras dejaba salir la verdad. Ya no le serviría, de todos modos. 

- Supongo que me llevé la parte más divertida de Heartland, tu hermana también lo pasaba bien con ellos. ¡La rama de Espada era la mejor!

<<Esas son las divisiones de la escuela de Heartland, ¿por qué este tipo…?>>

- Entonces sí estuviste en Heartland, fuiste un espía.

- ¡Pero fui un espía especial! –indicó levantando su dedo índice- porque yo me crie en Heartland, ya sabía todo sobre ella.

- Esperen, eso quiere decir… -Sawatari comenzó a comprender junto con los otros lo el de rizos había dejado al descubierto. 

- ¡¿Dennis es de Xyz?! –el grito de Yuya fue algo escandaloso, y sorprendió a sus compañeros, que miraron al de rizos sin dar aún crédito a lo que oían.

- ¡Sorpresa! Solo una más antes de terminar la función: yo ya sabía antes que todos ustedes de la invasión que devastaría a Heartland, así que me uní a Academia.

- ¡Eres un traidor!

- Tomé una decisión inteligente, ¿a caso ustedes llegaron a algo mejor por su cuenta? 

- No subestimes a la Resistencia. Los que nos quedamos a protegernos entre nosotros, sobrevivimos gracias a la fuerza de nuestra voluntad. Es más de lo que pudo haber hecho un cobarde como tú –Dennis dejó caer su sonrisa, hasta que sus labios formaron una dura línea.

- Y sin embargo, no pudiste evitar la destrucción de tu ciudad. He ahí la fuerza de tu voluntad, no te fue suficiente ni para cuidar a tu hermana. La bella y valiente Ruri.

- Ella mencionó estar viendo a alguien antes de que todo pasara… -Shun lo perforó con la mirada, llegando a leer entre líneas- Fuiste tú, estuviste involucrado con la desaparición de Ruri. 

- Hey, ¡no quiero llevarme todo el crédito! Solo me encargué de buscarla y llevársela a un compañero. Pero créeme, no lo disfruté tanto como piensas. Cuando finalmente encontré a tu hermana, la diversión se terminó. ¿No fue así para todos? Las sonrisas en Heartland se acabaron en cuanto iniciaron los juegos de caza.

No había pena ni arrepentimiento en sus palabras, era una sátira de lástima; y el odio y la ira jamás oscurecieron de aquella manera al semblante Shun.

- Ya tengo mi veredicto –declaró entonces.

Yuya sintió otro estremecimiento y miró a Reiji, que solo se acomodó las gafas; como si asintiera a su decisión.

Shun hizo su robo e inició su turno. Activó de su mano la Rank-Up Magis Soul Shave Force; y pagando la mitad de sus puntos de vida, resucitó del cementerio a Revolution Falcon. El ave se convirtió en una overlay que iluminó el callejón al desaparecer en un vórtice, y una fuerte brisa golpeó el rostro de los Lancers cuando el nuevo monstruo xyz apareció. La fuerza de la subida de rango en el halcón frente a ellos era notable; y sus furiosos ojos rojos resplandecieron mientras se elevaba en el cielo.

- ¡Rango 8, Raid Raptors Satellite Cannon Falcon! –Y justo como su nombre lo decía; la mecanizada bestia alada poseía unas imponentes alas como cañones- Activando su efecto, puedo retirar una overlay  para reducir el ATK de Chaos Giant en 800 puntos, ¡tantas veces como Raid Raptors haya en mi cementerio!

- Su ataque es de 4500… -Dennis comprendió, mirando su zona de cartas trampa y mágicas, que ese era el acto final.

- Y hay 5 Raid Raptors en mi cementerio –finalizó- El show se acabó. ¡Ve, Satellite Cannon Falcon!

La fuerza de aquel gigante se le fue arrebatada por el halcón, que se alzó aún más alto en el cielo; y llegando a casi cubrir el Sol, su cuerpo se encendió en llamas. Dennis se impulsó, saltando entre las vigas para subir y alcanzar una Action Card que en la cornisa de una casa; pero Shun vio venir sus intenciones y fue tras él, siguiéndole el paso para cuando ambos se arrojaron por ella. Los dedos de Dennis rozaron la carta, haciéndola caer del techo del establecimiento. Shun tuvo oportunidad de tomarla entonces, y Dennis impactó su codo contra sus costillas, haciéndolo retroceder por un segundo; pero Shun logró recomponerse a tiempo y lo empujó también.

Ambos cayeron, y el de cabellos verde levantó la Action Card en su mano.

- Tsk... –el de rizos se puso de pie, y Shun continuó con su turno.

- ¡Battle Phase! ¡Ataco con Satellite Cannon, y activo la Action Card, Great Wing! Aumenta el ATK de mi monstruo en 1000.

- No bromees… -Dennis observó al ave con ojos desorbitados, bajo la sombra de su gigante. El ave chilló, ardiendo como un fénix; y su alarido aclamó reducir a cenizas al enemigo. Su rayo de luz nació del cielo y acabó en la tierra, arrasando con el Ancient Gear  y el resto de los edificios en aquel rincón de las calles de Neo Domino. Dennis salió despedido en el aire con ellos cuando sus LP llegaron a 0, y los otros se cubrieron los ojos ante la cegadora explosión que causó. 

Yuya se acercó a la escena cuando el la tierra en el aire se disipó un poco. Los escombros todavía caían, y no parecía seguro, pero él y los otros Lancers siguieron adelante.

- Espero que nadie viva aquí  –comentó Sawatari, al contemplar el estado de la calle y los muros del callejón, ahora derribados.

- ¡Shun! –Yuya vio al peliverde, que se sacudió un poco la tierra, y sintió un enorme alivio de verlo intacto; pero luego lo vio dirigirse hacia el otro chico. Dennis no se veía nada bien, pero aún con su chaqueta rasgada y la sangre corriendo por un costado de su cabeza, se esforzó por levantarse y sacar una carta de entre su ropa. Shun corrió hacia Dennis, cuando éste estuvo a punto de activarla.

- ¡Violet F…! 

- ¡No te dejaré! –Shun se lanzó sobre él, luchando por quitársela de la mano; y llevándose la ventaja por el estado del otro- ¡No huirás! –rasgó por la mitad a la carta mágica, y le propinó de paso un golpe en la cara. Uno que deseó darle desde el principio.

- ¡Shun, ya basta!–Yuya corrió a detenerlo, jalándolo de su gabardina y evitando que volviera a agredirlo- ¡No le hagas daño!

- ¡No me jodas! –Shun se apartó de Dennis solo para hacerle frente al pelirrojo- ¡Sabes todo lo que hizo, lo confesó! ¿Todavía muestras simpatía por él?

Yuya se refregó la nariz, sintiendo la tierra en ella aún, y en lugar de contestar fue con el de rizos.

- D-Dennis… –llamó en voz baja, quebrándose cuando estuvo de cara con el espía de Academia. Buscó palabras para acallar el tormento de preguntas en su cabeza, pero solo pudo pronunciar- ¿Por qué?

Dennis se pasó una mano por el costado ensangrentado de su cara, que en ves de limpiarla solo ensució además su mano con el líquido rojo; y le dirigió una mirada tan fría y despectiva que Yuya no sería capa de olvidar.

- ¿Por qué, qué? ¿Por qué traicioné a la Dimensión Xyz? ¿Por qué ayudé a capturar a Ruri? O, ¿por qué iba a hacer lo mismo con Selena y Yuzu? ¿Qué, Yuya?

El pelirrojo tragó, sintiendo los ojos escocerle. Solo había faltado que le confirmara eso último.

- ¿Por qué nos traicionaste? –soltó, con la garganta quemándole.

- Por que es un alivio dejarlos, aunque fue divertido mientras duró- se acercó un poco más, cojeando de una pierna- Es un alivio alejarme de ti. Lo único que hacia soportable estar contigo era tu parecido con Yuri, pero ni siquiera me recuerdas a él. Me recuerdas al cobarde de tu padre.

Eso fue todo para Yuya. No sabia quien era Yuri y no le importaba, ese nombre apenas había entrado en su cabeza. Las palabras que hacían eco en él eran las de Dennis llamando a su padre “cobarde”. Justo él, el único que creyó que compartía el mismo fanatismo por los duelos de su papá. El único que había demostrado admirar a su padre tanto como él, y que lo veía como lo que era y no por lo que hizo. Era genial sentirse aceptado por sus demás amigos, pero serlo por Dennis era diferente. Dennis fue el apoyo moral que incitó a Yuya a continuar creyendo en su estilo de duelos en un momento difícil. Tener a alguien como él a su lado era indescriptible. Lo disfrutaba aun más que con Sawatari, con quien de hecho coincidían mucho al momento de actuar, porque compartir un espectáculo con Dennis era como tener a su padre a su lado. Lo hacía inmensamente feliz.

Y toda esa perspectiva de su “amigo” se había desmoronado con el final de ese duelo contra Shun, y los restos se redujeron a cenizas con esas palabras saliendo de los labios del extranjero, de aquel soldado de Academia.

- Eras la última persona que hubiera esperado que llamara a mi padre así…

- Pues es la verdad, ve afrontándolo por tu bien Yuya. Tu padre es un cobarde –se acercó aún más, con un desprecio en su voz que, el menor pensó, no le sentaba nada bien- pero no el cobarde que todos te han querido hacer creer. No, Sakaki Yushou es aun peor que eso. Él fue un cobarde que apareció en la dimensión Xyz, y luego de enseñarnos cosas sobre el valor de perder y aún así hacer las cosas divertidas, nos abandonó cuando Fusión llegó. 

- E-eso no puede ser…  -Yuya retrocedió, abriendo los ojos de impresión, y Dennis volvió a acortar la distancia, sometiéndolo con la crueldad de sus ojos aquamarina, esos que habían brillado con alegría tiempo atrás- ¿Cómo podría mi padre aparecer en tu dimensión?

- Es la verdad, Yuya. Llegó y nos dio a mi y a mis amigos una familia, y luego nos abandonó. A toda Heartland City. Dijo que haría de nuestra ciudad un lugar mejor, pero huyó en cuanto supo que la invasión comenzaría. Nos dejó solos a merced de Academia, sin siquiera advertir nada. Simplemente desapareció, yo mismo lo vi. Tu padre es el peor de los cobardes, y un traidor.

Yuya se quedó mirándolo con la cara ya empapada de lágrimas, negándose a creer esas palabras, negándose a creer que Dennis sería capaz de hablar así de quien tanto amaba, hasta que su llanto cesó y se quedó con la mirada perdida. Sus ojos perdieron brillo, opacándose como si su alma hubiera abandonado su cuerpo de repente; y mientras Dennis le daba la espalda para apartarse, cojeando al caminar mientras se presionaba el costado izquierdo con la mano opuesta; sus ojos cambiaron a un furioso gris oscuro.

Todos se sorprendieron cuando vieron a Yuya empujar bruscamente por detrás a Dennis, arrojándolo al suelo y yendo sobre él para golpearlo. Hasta el mismo Dennis se sorprendió, y aunque sus reflejos le dieron para esquivar el segundo golpe, su cuerpo adolorido no le respondió al tercero.

- ¡Maldito bastardo! ¡No eres nadie para hablar de traición! –la voz de Yuya sonó ronca y hostil, y todos comprendieron que no era su amigo quien estaba en control.

Reiji le hizo una señal a Selena y ella asintió corriendo para separarlos. Shun interrumpió también, pero no como esperaban.

- ¡Yuto, espera! –el de ojos dorados se acercó por detrás y bloqueó sus brazos con los suyos para apartarlo- Yo quiero ser quien acabe con él, déjamelo a mí. Quiero terminar de borrar esa estúpida sonrisa de su rostro.

- ¡Kurosaki, no! –Reiji le prohibió con voz autoritaria, y mientras Selena se interponía entre ellos dos y Dennis; Shun gruñó y dejó ir al menor, que no había dejado de forcejear para que lo dejaran seguir.

- ¡Voy  a acabar con él! –el pelirrojo hizo ademán de volver a abalanzarse sobre Dennis, y Reiji puso una mano firme en su pecho, manteniéndolo en su sitio para que no avanzara más.

- Yuto, ya es suficiente.

- ¡No, no voy a perdonarlo! ¡Hirió a Yuya! ¡Jugó con él y con todos nosotros! ¡Es un monstruo!

Dennis permaneció en el suelo, sin moverse y con la sangre goteando de su nariz y labio, con el semblante más serio que alguna vez había mostrado.

- No serás mejor que él si sigues, ya detente.

Yuto intentó empujar a Reiji para apartarlo de su camino, pero el más alto tomó su muñeca y con un rápido giro la dejó contra su espalda, empujando a Yuto a caer de cara al pavimento.

- ¡Suéltame!

- Yuya, sé que no quieres esto, por favor detenlo –la voz de Reiji se volvió más suave, dirigida específicamente al dueño de aquellos ojos carmesí que le fueron arrebatados por el huésped en su cuerpo. La única respuesta que recibió fue más resistencia por parte del otro.

- Intento protegerlo –gruñó.

- Yuya, vuelve en ti. Sé que puedes hacerlo –continuó hablándole al otro residente en aquel cuerpo, ignorando por completo a Yuto. Al pasar los segundos y no obtener resultado, hizo al chico debajo de él voltearse boca arriba, aprisionando sus muñecas y haciendo peso sobre su cadera para que dejara de forcejear tanto. Miró en lo profundo de aquellos ojos grises, e intentó una vez más- Yuya, solo déjalo ir.

Yuto cerró los ojos con fuerza, apretando los puños y haciendo rechinar sus dientes antes de que su cuerpo dejara de removerse por completo. Respiró pausadamente unos segundos, y al abrir los ojos de nuevo, gruesas lágrimas se derramaron con fuerza de unos ojos rojos como la pasión, como la sangre, como el dolor que asomaba en ellos.

- Lo siento…

Reiji le dirigió una mirada que Yuya hubiera percibido como compasiva, si su visión no estuviera nublada por el llanto, y se inclinó a abrazarlo. Yuya se aferró a él con fuerza, empapando su bufanda al esconder su rostro en ella. 

Los otros miraron la escena sin decir nada, hasta que un momento después Yuya se calmó y lo soltó, poniéndose de pie con Reiji, sin mostrar pena por haber soltado sus emociones de aquella forma. El único algo incómodo allí parecía ser Shun, que apartó la mirada; pero luego volvió su atención a su prisionero.

Reiji se giró hacia ellos en cuanto escuchó la queja de dolor de Dennis, y lo hizo a tiempo para ver que Shun lo había pateado.

- ¡Kurosaki, ya es suficiente! No somos salvajes.

- Sí, creo que esto es suficiente –Shun preparó su disco de duelo para lo que iba a hacer, y miró a Dennis con determinación- Ya has dicho bastante, bastardo. Dudo que vayas a darnos información, así que acabaré contigo de una maldita vez –el modo estaba listo y solo faltaba oprimir un botón para que el chico fuera convertido en una carta, para que su alma fuera sellada como lo fueron las de muchos de aquellos a quien Dennis abandonó- Esto va por mi hermana y Yuya. No sé nada de su padre, pero para mí tu eres el único cobarde aquí. Ruri creía en los mismos duelos que tú y Yuya, pero tu estilo siempre me pareció una mala broma, y ahora sé que es porque no eres más que un vacío traidor que olvidó lo que es la diversión. Te uniste a Academia para no pasar el mismo infierno que nosotros; temías que tu vida acabara en sus manos, pero ya lo hizo desde que tomaste tu decisión. Si alguna vez creíste en serio que tus duelos de entretenimiento podrían llevar diversión y felicidad al mundo, o hacerlo un lugar mejor, ese chico que fuiste murió cuando te hiciste un soldado. Ahora, déjame liberarte de tu miseria.

- ¿Va a…? Oh, no.

<<Házlo, Shun>>

- ¡Shun, espera!

  Un viento helado atravesó el lugar y una barrera de hielo se formó entre Shun y Dennis, separándolo además de los otros y bloqueando su vista. Selena reconoció la Action Card y gritó enseguida.

- ¡Está escapando! 

- No lo hará –Reiji sacó su D-Pad y encendió el comunicador- ¡Tsukikage!

Aquella señal fue suficiente para que segundos después el ninja apareciera sobre el tejado de un establecimiento, y visualizó desde su posición al objetivo.

- Macfield está huyendo, hay alguien más con él. no puedo identificarlo, tiene una capa negra –informó a través del comunicador, comenzando a seguirlos a por la hilera de casas que seguía a lo largo de la dirección. En cierto punto, fue claro para los otros dos que estaban siendo perseguidos, y activaron otra carta en defensa, poniendo un bloque de muros frente al ninja. Éste logró escalarla y saltar al otro lado con rápidos movimientos, pero del otro lado lo esperaba una neblina espesa. Siguió adelante a pesar de eso, pero al saltar al otro tejado, ya habían desaparecido- Utilizaron Action Cards, he perdido su rastro. Mis disculpas, Akaba-sama.

Reiji cerró los ojos y su semblante endureció.

- ¿Qué sucede? –preguntó Selena al verlo así.

- Escapó.

- ¡Maldita sea! –gritó Shun, mientras que Selena hizo un chasquido con la lengua.

El de cabello verde se aproximó a una pared y estrelló su puño contra ella. Yuya escuchó el sonido de sus nudillos y lo miró preocupado al ver la sangre en su mano. 

- Shun… -el aludido jadeó, aunque aparentemente no por el reciente golpe, y fue entonces cuando Yuya notó la mancha en el lado derecho de su tórax, sobre sus costillas- ¡Te hirió!

- Era una batalla de verdad, esto es lo de menos. 

El pelirrojo fue directo a ayudar a Shun a caminar para que no se esforzara, y aunque éste se negó al principio, terminó apoyándose con el brazo alrededor del más bajo.

- Regresemos a la casa de Crow, ¡Kurosaki necesita ser atendido! –dijo Sawatari.

- No puedo irme ahora que sé que la basura de Academia anda por ahí suelta –protestó el peliverde.

- No te preocupes, Tsukikage se quedará aquí –aseguró Reiji.

- Por favor, ve –dijo Yuya, pero luego se mordió el labio, consternado. Tampoco quería dejar a Shun irse solo con Reiji y Sawatari, así.

- Estaré bien, tu quédate –le dijo el peliverde al notar su mirada- Tienes que encontrar a Yuzu.

El pelirrojo asintió y con dificultad lo soltó, dejando que Reiji se volviera su nuevo apoyo.

- Llamaré a Crow para que nos recoja –Reiji utilizó de nuevo su D-pad; y Yuya se abrazó así mismo, contemplando a Shun y al de gafas. Todo se había salido de control en tan poco tiempo, él se había salido de control en tan poco tiempo. 

Se apartó del resto y buscó sentarse contra una pared. Apenas podía culpar a Yuto por hacerle aquello a Dennis, ya que solo hizo lo que él no se atrevió a hacer. Pero no podía seguir mintiéndose. El odio ya lo había contaminado. No se veía, pero la mancha estaba ahí. Mas grande y oscura que la sangre en la ropa de Shun, o la de Dennis.

Yuya obtuvo sus propias heridas, pero solo Yuto podía verlas tan bien como él. 

Notas finales:

Les dije que había fallado con Dennis, y que se iba a poner peor.

Yo lo advertí.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).