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El amor es agridulce por HanakoTomoharu

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- Yuri… Me habías preocupado -dijo acercándose hasta tenerlo a unos pies de distancia, pero sin tocarlo. Su primer impulso fue abrazarlo, pero se contuvo a tiempo porque sabia que al otro no le gustaría eso- Supe que no pudiste capturar a Yuzu, y tu nunca habías fallado antes. Creí que algo te había pasado.

- Sí, algo extraño ocurrió –Yuri hizo una expresión amarga de solo recordarlo- El brazalete de esa chica brilló, y por alguna razón aparecí en la Dimensión Synchro. Traté de regresar a Standard, pero cuando volví Obelisk Force se había retirado, y supe que mi presa había escapado. Me vi forzado a volver a Academia con las manos vacías, fue tan humillante… pero no importa. Las cosas se voltearon a mi favor ahora.

- ¿Qué quieres decir? ¿Por qué te enviaron a esta Dimensión? ¿Cómo nos encontraron? –el más alto se veía confundido.

- Nadie me envió, en realidad vine aquí por mi cuenta –Dennis se quedó pasmado procesando aquello porque Yuri jamás había roto las reglas antes. Es más, trataba como basura a los ex-estudiantes de Academia que lo habían hecho, y en ese momento ni parecía preocuparse por haber dejado su institución sabiendo que estaba prohibido.

- Pero los rastreadores se habrán activado en cuanto dejaste la dimensión, van a atraparte –dijo preocupado.

- Por eso estoy usando un disco de duelos que no es mío, tonto –levantó su brazo para que viera el D-Pad amarillo en su muñeca, y el mayor se calmó al comprender. Cada disco de duelos tenía un identificador distinto, así que no sería a Yuri a quien identificaran como el que había abandonado la Isla.

- Qué listo.

- Como siempre –Yuri acortó un poco la distancia entre ellos y tomó la corbata de Dennis entre sus dedos- Lindo traje, ¿una ocasión especial?

- Algo así –contestó algo viendo nervioso como el de cabellos violetas jugaba con la tela entre sus dedos- No me has dicho por qué viniste aquí con tanto riesgo.

- Sé que no debería haber salido de Academia sin autorización, pero necesitaba verte –contestó tranquilamente.

- ¿Querías verme?

- Traté de llamarte cuando volví con Sora a Standard por Hiiragi Yuzu, pero entonces supimos del grupo de defensores que formaron en contra de Academia, y que vinieron a Synchro. Supuse que ella debería estar con ustedes así que vine para confirmarlo.

- Oh, entiendo –ocultó la decepción de haber creído que Yuri realmente lo había hecho por él, pero de por sí ya se esperaba que fuera por otros motivos- pero lamento decirte que Yuzu no está con nosotros, de hecho una de las razones para venir aquí fue encontrarla, ya que al parecer huyó con un chico que luce como tú.

- ¿Otro? –Yuri frunció el ceño, pero luego sonrió con perversidad- Esto podría ser un problema, pero tal vez haga las cosas más interesantes. ¿Tienen idea de donde está Hiiragi Yuzu ya?

- No, pero estamos trabajando en ello –dijo “estamos”, suponiendo que Yuri ya sabia entonces que era parte del grupo.

- ¿Te uniste  a los Lancers para vigilar a Selena, verdad?–le dijo atrayéndolo de la corbata morada que estaba anudada en su cuello- Eres listo, por eso me gustas

- Yuri… -Dennis se sonrojó levemente. Yuri no decía cosas como esas seguido.

- Esto es perfecto. Ahora que estás cerca de Selena, solo falta encontrar a Yuzu; y cuando las lleve a las dos a Academia, el Profesor al fin me ascenderá –Yuri hablaba eufórico, jalando a Dennis de la corbata mientras caminaba al hablar, de espaldas a él- Sé que piensa ascender a Sora, pero no voy a permitirlo. No antes de que yo suba de rango. Estoy seguro de que si cumplo con mi misión, y la de Shiun´in, el Profesor al fin me tomará en cuenta como debería. ¿Te lo imaginas, Dennis? Dejaré de ser un maldito Slifer.

Dennis conocía bien la obsesión de Yuri con ascender su puesto. A veces pensaba que su meta de ser la mano derecha del Profesor era solo otra forma de superar a sus compañeros, y así mismo; pues Yuri adoraba ser el primero en todo; pero otras veces se preguntaba si su real obsesión era ser reconocido por el Profesor. Dennis no terminaba de entender su profunda devoción a ese hombre, lo cual le molestaba.

- Y estarás más cerca del profesor –concluyó.

- Y tú me ayudarás a conseguirlo –Yuri se volteó hacia él, aún jalándolo de su corbata, y lo acercó, apegando sus cuerpos de frente- ¿Qué pasa? –le dijo luego de notar que Dennis había respondido con menos entusiasmo del normal- ¿No quieres terminar tu misión de una vez? –preguntó abrazando su cintura.

- Por supuesto sí –Dennis tomó la mano libre de Yuri, acariciándola con la suya- Quiero volver a Academia contigo tan pronto como sea posible.

- Entonces vamos a capturar a Yuzu –habló contra sus labios, haciendo casi nula la distancia entre sus rostros- y llevar de regreso a Selena –el más alto no tuvo tiempo de contestar un torpe “sí”, porque enseguida se vio envuelto en los venenosos labios de Yuri, y aquella familiar sensación intoxicó su mente. El de cabellos violetas lo empujó hasta la pared de la salida a la terraza de aquel apartamento, sin romper el beso, y el otro trató de recobrar un poco el uso de razón para separarse de él.

- Hay un hotel cerca.

- ¿Quieres llevarme a un hotel? Qué vulgar.

- Sólo trataba de ser cortés, ya que en realidad no te importa dónde vaya a suceder esto, pero si este lugar te parece mejor… –Yuri lo miró fijamente ante la desafiante respuesta y lo soltó.

- Bien, vamos allí.

 

 

 

 

Yuya escuchó pasos y se levantó de la acera, limpiándose las lágrimas ahora que su respiración se había calmado y el llanto había cesado. Vio por el borde del ojo que se trataba de Shun y enseguida se hizo a un lado, pero el más alto se le aproximó.

– Espera –el pelirrojo se detuvo manteniendo la distancia, y evitando mirarlo- Ten, ponte esto –Shun le tendió su pañuelo rojo, el que siempre llevaba al cuello, y sin mirarlo tampoco a la cara le explicó– Tienes marcas en el cuello.

Yuya se sonrojó y optó por aceptarlo, aunque no muy complacido con la idea, pero se dio cuenta de que no tenia nada para cubriste y no pensaba dejar que sus compañeros lo vieran así.

- Gracias –fue lo único que dijo, tomando el pañuelo para ponérselo. El silencio entre ellos se hizo incómodo, y justo cuando pensaba sugerirle que volvieran al club para dejar ese lugar, una voz lo sacó de la situación.

- ¡Yuya! –el nombrado alzó la vista y se encontró con su amigo, que llegó prácticamente corriendo sobre él a abrazarlo.

- ¡Gongenzaka! –exclamó con sorpresa al ser apretujado entre los brazos del más alto.

- ¡Yuya! ¡Al fin los encuentro! –el azabache lo soltó, dándole el alivio de respirar de nuevo, pero mantuvo sus manos en sus hombros, casi zarandeándolo al hablar- El líder me envió a buscarlos, ¿por qué saliste tan lejos sin avisar? –notó entonces que al menor tenia los ojos colorados -¿Qué sucedió? –miró entonces a Shun- ¿Te hizo algo?

- ¡N-no! No sucedió nada, lo siento por haberte preocupado.

- ¿El líder quiere que volvamos a reunirnos? –interrumpió Shun.

- Si, ¿y qué hacían en un lugar como éste? –se percató de la ropa del otro- ¿Ese traje significa…? ¿Estuvieron en un Ridding Duel?

- Ehh… –Yuya no sabia que decir ya que solo había seguido al de cabello verde, por lo que Shun respondió por los dos.

- Te explicaremos en el camino, ahora es mejor que volvamos –el azabache accedió, y no queriendo ninguno perder más tiempo, se pusieron en marcha.

- Gongenzaka, ¿dónde se encontraba el líder? –preguntó de improvisto Yuya, recordando que no había visto a Reiji antes de salir.

- No nos lo dijo –reflexionó en ese momento- quizá nos dé explicaciones luego.

 

 

 

 

 

- ¿Qué pasa? Estás muy distraído. 

Dennis miró al chico desnudo debajo de él, y no pudo evitar pensar en cómo su suave sonrisa en ese momento, que si no estuviera acompañada de aquella mirada quemando de deseo en sus ojos, sería casi gentil, como la de…

- Si no vas prestarme atención, me largaré –ante la amenaza, la imagen del chico de cabellos rojizos y verdes, con brillantes ojos color carmesí desapareció; y Dennis se concentró de nuevo en la persona con él en la cama.

- Estuve con alguien más.

La confesión salió casi apresurada de sus labios, y no tardó en ver como aquellas cejas rosadas, que le recordaban a los pétalos de una flor de cerezo, como los que vio florecer en Heartland City hace ya tiempo, se juntaban al fruncir su ceño.

- ¿Qué?

- No fue nada, en realidad. Solo nos besamos –se sentía algo estúpido al explicarse, ya que no es que estuvieran saliendo como para tener la obligación de hacerlo, pero para el de rizos era difícil ocultar algo de Yuri, y no se sintió libre hasta que se lo dijo.

- ¿Fue con alguna chica borracha en ese sucio bar del que saliste? 

- No…

- ¿Tal vez con ese chico que tanto te gustó de Standard? ¿Yuya-kun? –lo dijo como una simple broma, pero su sarcasmo apuñaló a Dennis, que se encogió ante su mirada, y Yuri torció el labio cuando se dio cuenta de que había dado en el clavo- ¿En serio? 

- Perdóname –Yuri se veía disgustado, muy disgustado, y Dennis agachó la mirada preguntándose si después de haber arruinado el momento de esa manera debería irse o esperar a que Yuri acabara con él.

Entonces Yuri cambió las posiciones con un movimiento ágil, y quedó sobre el inglés; con sus ojos reflejando aquella mirada atemorizante; por lo que Dennis pensó que sería peor si se movía, así que dejo al otro hacer lo que quisiera sin resistencia alguna.

- Y luego andas diciendo que me extrañas –su tono erizó la piel del mayor, que trató de disimular su estremecimiento cuando Yuri delineó con su índice la línea de su mandíbula, haciéndolo alzarse ante su tacto y permitiendo que se deslizara entonces de su barbilla a la manzana de Adán, hasta el hueco entre sus clavículas.

- Lo hago. Te extrañé –su dedo bajó aun mas, raspando su piel con la uña, hasta el lugar en su pecho donde su corazón latía desenfrenadamente. Los ojos de Yuri parecían evaluarlo.

- No pareces estar demostrándolo bien.

- Tú sabes que te extraño cada vez que… -Yuri lo calló, cubriendo sus labios con los dedos de una mano y lo miró asqueado.

- Aghh, ya basta. Te gusta hablar mucho, pero tus versos no van a inspirarme piedad. Si quieres mi perdón, al menos haz algo para merecerlo.

Yuri tomó su miembro entre sus manos, acariciándolo con dedos fríos y pasando intencionalmente la uñas por el tronco. Dennis gimió y vio como Yuri se posicionaba para comenzar a penetrarse.

- Espera… -hizo gesto de levantarse apoyándose de los codos,  pero Yuri lo presionó contra la cama con una mano en su pecho para que se quedara quieto, comenzando a moverse sobre él-  Y-Yuri –el beso al que lo sometió fue rudo y demandante. El de cabellos violetas mordisqueó su labio hasta sacarle sangre, mezclándola con su saliva al adentrar su lengua en su boca. Dejó salir una suave carcajada, moviendo sus caderas circularmente y sintiendo al otro suspirar contra sus labios.

- ¿Y así quieres ser perdonado? –se inclinó sobre su hombro, mordiéndolo hasta dejar marcados sus dientes– Me estás aburriendo… Tal vez debería probar también a Yuya-kun, ya que parece alguien tan interesante… -Dennis lo tomó del brazo, y sujetándolo de la cadera con la otra mano lo hizo quedar debajo de él de nuevo, tomándolo desprevenido con el movimiento rápido; y atrapó sus muñecas colocándolas sobre su cabeza con una mano.

- No juegues conmigo –dijo con las facciones endurecidas.

- Oh, ¿vas a ponerte serio? –se lamió los labios, expectante – Adelante, aún me debes un show, entretenme.

Esta vez fue Dennis quien inició el beso de manera brusca, tomando su piernas, que se enroscaron casi inmediatamente alrededor de su cintura, y sin esperar mucho comenzó a embestirlo con desenfreno, alcanzando los lugares precisos en su interior que lo hacían gemir altamente y clavar las uñas en su espalda. Yuri no se quedó atrás, y siguiéndole el ritmo con su caderas, mordió su cuello en áreas sensibles, marcándolo en el otro hombro y sacándole un poco de sangre.

Entre ellos, era casi siempre una guerra por tener el control, pero Yuri siempre ganaba. Más bien, la guerra no terminaba hasta que él lo hiciera.

El de cabellos violetas deslizó una mano por la espalda baja del mayor, y tras una inocente caricia previa en sus glúteos, introdujo un dedo en su entrada, soltando una carcajada cuando Dennis se sobresaltó sobre él.

- ¡N-no! ¡No ahí! –se quejó sonrojado.

- ¿Por qué no? –el menor lo miró divertido, moviendo un poco su dedo antes de agregar un segundo, admirando como el otro se estremecía y sus embestidas se volvían erráticas.

- Ohh… Yuri… -gimió mientras lo penetraba, con la mente nublándosele de placer al tener a la vez los dedos del menor entrando y saliendo de él, tocando un punto en su interior que lo hacia ver estrellas.

- Así es como debe ser… -gimió Yuri contra su cuello, cerca de su oreja- Ruégame, basura Xyz –se burló, haciendo referencia al deck del otro chico. Trató de que sus dedos llegaran más profundo, sólo porque quería que Dennis terminara primero, pero él también estaba al borde.

- Yuri… Yuri –jadeó su nombre el más alto, y mientras el ansioso ritmo de sus embestidas avisaba que estaba llegando a su límite, se inclinó a besarlo. Repartió besos en toda la piel expuesta a su alcance; los hombros, el cuello, su rostro…

- O-oye… Ahh… Basta, no te pongas pegajoso… -intentó hacer que se apartara para detener la lluvia de besos en su mejilla, pero Dennis lo abrazó con fuerza contra él y se vino, casi al mismo tiempo que Yuri. Respirando agitadamente, salió de su interior, y se dejó caer a su lado sobre el colchón.

- Wow, Yuri… eso fue… ¡Amazing! –Yuri lo vio sonreír tontamente y le dio la espalda.

- Entonces que te sirva para que no lo olvides –dijo, también recuperando el aliento.

- ¿Olvidar qué? –el de cabellos violetas y rosas se volvió para mirarlo y lo tomó del mentón.

- Que sólo yo puedo hacerte sentir de esta forma, así que deja de estar tonteando con otros. Me perteneces.

El corazón de Dennis latió más fuerte ante esas palabras, y aunque lo tomaron por sorpresa, pensó que era algo lindo que Yuri fuera así de posesivo con él. Eso significaba que le importaba, a su manera.

- ¿Eso quiere decir que tú también me perteneces, Yuri? –le sonrió.

- Mmh… No lo sé, eso depende de cómo te comportes. Si cumples con lo que te pedí, seré tuyo el tiempo que quieras –dijo con ese tono seductor que le hacía perder la razón.

- ¿Qué tal para siempre?

Yuri pareció desconcertado, pero luego su expresión se volvió neutral y le respondió mirando a otro lado de la habitación.

- “Para siempre” es demasiado tiempo… nadie puede cumplir una promesa con esas palabras.

Dennis se lo quedó mirando consternado, pensando en ese extraño vacío que se veía en los ojos de Yuri a veces. Quería saber por qué, pero no estaba seguro de que el otro le respondería. Si Yuri quisiera contárselo, lo haría en su momento. Ellos confiaban en el otro, después de todo.

Se acercó a abrazarlo por detrás, pasando su brazo sobre su estómago y apoyando su cabeza en su hombro. Al otro pareció no importarle, y Dennis disfrutó del momento. De la calma y de la cercanía de Yuri, lo único que necesitaba para que el tiempo pasara sin darse cuenta. Eso hasta que Yuri lo pellizcó, rompiendo el abrazo al sentir una sustancia pegajosa entre sus piernas.

- Ow, ¿y eso por qué?

- Te viniste dentro, sabes que no me gusta eso –dijo con desagrado, apartándolo para levantarse de la cama- Voy a limpiarme.

- ¿No quieres quedarte en la cama un poco más?

- Tengo que volver a clases mañana. No puedo quedarme mucho tiempo, y me imagino que tú tampoco –Dennis hizo una mueca, pues tenía razón. 

- A todo esto, ¿como está Sora? –le preguntó mientras Yuri recogía su ropa.

- Está actuando distinto –dijo, sin sorprenderse de su interés por saber del menor. Dennis y Sora se llevaban relativamente bien, ya que se habían hablado desde los primeros meses de Sora en Academia- Algo cambió en él desde que estuvo en Standard.

- ¿En serio?

- Sí, solo quisiera que no tuviera que ver con nuestro Yuya-kun –dijo yendo hasta el baño- Comienza a ser irritante.

 

 

 

Casi no podía respirar, más por el estado de shock que al aire abrumante y tenso a su alrededor. El brillo de su brazalete se intensificó, pero la luz verdaderamente resplandeciente y cegadora era la que provenía del cuerpo de los chicos frente a ella. Sintió la necesidad de hacer algo, pero no podía hacer más que observar como si su cuerpo no respondiera, escondida  tras el muro, escuchando los gritos desgarradores de sus amigos. Sintió entonces el rugido estruendoso de aquellos dragones en el campo y el suelo debajo de ella comenzó a temblar. Sentía miedo, porque no comprendía lo que estaba pasando, pero sabia que si no hacía algo para evitarlo podría perder a aquellos que amaba.

.

.

.

- ¡Deténganse! –gritó Yuzu, levantándose sobresaltada en la cama, luchando con las sábanas como si éstas la apresaran; y pateó a Yugo en el proceso.

- ¡Woah! –Yugo calló al suelo, tras ser empujado por la chica de la cama, y la miro desde su posición sobándose la cabeza por la caída- ¡Yuzu! ¿Que pasa?

- Yo… –la joven terminó de despertarse, volviéndose consciente de la realidad y reaccionó con algo de lentitud- ¡Lo siento mucho! ¿Estás bien?

- Sí, pero ¿a qué vino eso? ¿Tuviste una pesadilla?

- A-algo así… -susurró, abrazando sus rodillas y mirándolas como sino quisiera pensar en ello.

- ¿Te encuentras bien? –Yugo se le acercó tocando su frente, pues la pelirrosa estaba blanca como papel y al tocarla comprobó también que había sudado- ¿Es por la pesadilla? ¿Fue muy fea? 

- Sí… No… es que… –no supo explicarlo- parecía bastante real –se estremeció de solo recordarlo.

- Ya veo –Yugo acarició su brazo; pensando un momento, y luego le sonrió– ¡Ya sé! Cuando Rin tenía sueños malos, tomar un té la ayudaba a dormir de nuevo –diciendo esto, se levantó de la cama para ir al refrigerador– Te prepararé uno –sacó agua y comenzó a buscar en las pequeñas puertitas del mueble en la cocina –si es que tengo algo para hacerlo…

Yuzu sabía que escaseaban de recursos y provisiones, pero no quiso rechazarlo porque le pareció un gesto lindo de parte del otro; y parecía que en realidad a Yugo le hacía feliz ayudarla. Su consideración la hizo olvidar un momento de los pensamientos turbios que le dejó su sueño.

- Muchas gracias, no tendrías que haberte molestado. Eres muy amable –dijo cuando Yugo volvió tiempo después a sentarse con ella en la cama que compartían, tendiéndole una taza humeante.

- No es nada, a Rin solía pasarle de pequeña, aunque la última vez que tuvo una pesadilla fue hace unos meses –la vio beber el té, más calmada, y trató de no ser muy directo al preguntar entonces, en caso de que la pelirrosa no quisiera hablar del tema- Tu sueño… ¿Era en primera persona, verdad? Me refiero a que, parecías participar de los hechos.

- Si… Yo estaba escondida, observando todo… ¿Por qué lo preguntas?

- ¿Te duele la cabeza?

- Un poco, pero no es nada. Solo me siento algo mareada, estoy bien.

Yugo la miró serio, lo cual la sorprendió porque no lo había visto tan así antes.

- Rin suele tener estos síntomas luego de tener una de sus visiones.

- ¿Eh? –Yuzu lució confundida.

- ¿Recuerdas que te dije que Rin era una duelista psíquica? 

La pelirrosa recordó su conversación en al dejar la plaza de Neo Domino City, después de que escaparon de la policía. “Si Rin estuviera aquí, les cerraríamos el paso con Clear Wing” había dicho durante la persecución. Cuando ella le preguntó luego que había querido decir con eso, él le explicó el tema de los duelistas psíquicos en esa dimensión.

- Si, dijiste que los duelistas psíquicos son capaces de invocar y materializar en la realidad a sus monstruos, y que también son capaces de infligir daño real a su adversario si lo desean.

- Pues Rin es algo más que eso. Ella tiene, literalmente, habilidades psíquicas.

- ¿A qué te refieres?

- Rin tiene visiones que pueden predecir ciertas situaciones de peligro.

- ¿Rin tiene ese poder? –lo miró sorprendida- ¿Desde siempre?

- Ahh, ella no lo llamaría “poder”, ¿pero suena muy cool, verdad? Aunque a Rin no le parecía tan genial, sobre todo por los dolores de cabeza, y hasta desmayos. Pero normalmente tiene visiones mientras está despierta. Sus habilidades comenzaron cuando era niña, aunque en ese entonces las confundía como simples sueños. ¿Tal vez algo parecido te esté ocurriendo?

- Pero eso no puede ser, yo no tengo tal cosa como una habilidad de adivinación –Yuzu se sintió atareada por la información.

Yugo se tocó el mentón pensativo.

- La última vez que Rin tuvo una visión, fue una pesadilla, y su brazalete comenzó a brillar desde entonces. Rin había visto que alguien estaba tras de ella, y al final ese tipo se la llevó… ¿A caso tu pesadilla significa que ha vuelto por ti? ¿Qué fue lo que viste? –la tomó por los hombros, preocupado. Ella trató de no volcar la taza ante el repentino gesto.

- No estoy segura de que ese chico apareciera en mi sueño, pero no creo que se trate de eso. No era yo quien estaba en peligro, era… -se detuvo antes de continuar, pero luego de ver los ojos de Yugo decidió no terminar esa oración – No lo sé, fue muy confuso –no mintió, pero prefería no preocuparlo aun más con detalles.

  - No te preocupes, Yuzu. Mantendré la guardia en todo momento. Esta vez no fallaré, no dejaré que te lleven a ti también –ella le sonrió, sintiéndose culpable por no contarle lo que en verdad le preocupaba.

 

 

 

 

Los 8 Lancers ya reunidos, incluido Tsukikage que nunca nadie sabe de dónde sale, se reunieron en una esquina vacía, bajo el techo de la parada del autobús. 

- Es un alivio que se encuentren bien –les dijo Reiji a Yuya y Shun– pero fue su error separarse del grupo sin aviso. Si eso vuelve a ocurrir, comprendan que no lo dejaré pasar.

- Por supuesto, lo sentimos –se disculpó Yuya por ambos, ya que Shun solo dejó salir un “tsk”, agobiado.

- Ahora que estamos todos reunidos, Gongenzaka haznos el favor de contarnos lo que averiguaste.

- Claro –el azabache asintió y recibió la atención de todos- Le pregunté a uno de los empleados en el club sobre los eventos en la ciudad que involucraran a duelistas conocidos y me habló de la Friendship Cup, un torneo que se celebrará en unas semanas en el centro de la ciudad. Los participantes son tanto comunes como de la clase alta, y dicen que el ganador tendrá el honor de enfrentarse al Rey de los Duelos de Neo Domino, Jack Atlas.

- Entonces, ¿creen que podríamos entrar?

- Le pregunté dónde podría encontrar más información  sobre el evento, y me dio la dirección más cercana de donde se dan las inscripciones; pero luego dijo, solo por bromear, que podría encontrarme gente extraña allí si iba de tarde. Al parecer unos chicos estaban junto a una cafetería poniendo carteles sobre una invasión extra-dimensional y diciendo cosas extrañas sobre eso.

-  ¿Se estarán refiriendo a Academia? ¿Crees que ellos sean…? –Yuya lo miró buscando las respuestas que necesitaba. 

- Podría ser, la descripción de uno de los dos era de una chica de cabello rosa –Yuya sintió la esperanza  cobrar vida de nuevo dentro de él.

- Buen trabajo, Gongenzaka Noboru –dijo, y mirando a los otros, cerró los ojos suspirando- En cuanto al resto, estoy decepcionado de ustedes. Aunque debo admitir que era parte de lo esperado, elegimos este lugar con Tsukikage porque quería poner a prueba su compromiso con nuestra misión. Solo demostraron lo que ya veía venir, pero su actitud tendrá consecuencias de todas maneras. A excepción de Gongenzaka, todos serán sancionados.

- No entiendo porqué todos tenemos que ser sancionados –Dennis reclamó- Kurosaki fue el que empezó.

- Yo al menos hice parte del trabajo. Mientras ustedes estaban perdiendo el tiempo en juegos, entré a un torneo privado en la ciudad.

- Es verdad, yo estuve con él –de alguna manera Yuya sintió como un instinto de defender al más alto.

- ¿Qué? –Sawatari abrió los ojos, ofendido- ¿Se metieron en un torneo y no se les ocurrió invitarnos? 

- Acabo de decirte que era privado, yo conseguí entrar por la oferta de una patrocinadora que me habló en el bar. 

- No eran duelos por diversión, Sawatari, al menos no para sus participantes –explicó el pelirrojo- Seguí a Shun hasta un almacén donde se llevaban a cabo duelos con el fin de que los tops hicieran apuestas ilegales. La mayoría de los participantes eran comunes, y algunos estaban atados al lugar por deudas –contó con pena al recordar la situación de aquellos duelistas.

- ¿Pero entonces ellos ya han visto el Xyz y el Péndulo?

- No, Shun fue el único que participó y no utilizó péndulo.

- Pero al final fue en vano, ninguno de los duelistas allí valía la pena como aliado –bufó el de ojos dorados- solo conseguí tener a dos patrocinadores molestos tras mis espaldas. Parece que los tops solo ven a los duelistas como una forma de hacer fama y dinero, no les importa quien o qué realmente seamos mientras ganemos. El público es hipócrita, si hubiera perdido algún encuentro de seguro hubieran perdido toda emoción por la invocación Xyz.

- Eso es terrible… -dijo el rubio.

- Esta sociedad no tiene honor alguno –protestó Gongenzaka.

- Bien, sigo sin estar conforme con tu comportamiento, pero admito que también haz hecho un gran trabajo, Kurosaki –dijo el de lentes- Lo mismo para ti, Sakaki. Los demás, carecen del comportamiento esperado de un Lancer.

- Vamos, por favor, ¡yo no estuve involucrado! –se quejó Sawatari.

- Pero tampoco te enfocaste en tu misión –Reiji encontró sus ojos con los suyos y Shingo agachó la cabeza sin replicar más.

- Estamos en medio de una guerra inter-dimensional, no es que no nos lo tomáramos con la debida importancia, solo queríamos relajarnos un poco –dijo Dennis tratando de bajar la tensión- ¿verdad, Selena? –la nombrada se encontraba cruzada de brazos y con la mirada baja como Sawatari.

- Estoy avergonzada por mi comportamiento, sé que debí tomarme las cosas más en serio.

- Tú también… –Dennis lloriqueó al sentirse abandonado.

- Quedan los tres excluidos de la siguiente misión.

- ¡¿Qué?!

- Akaba, por favor –Selena se le acercó, traspasando su orgullo para darle una mirada casi suplicante - No puedo perder la oportunidad de encontrar a Yuzu. Le debo mucho a ella y… -no continuo porque volvió a balancearse, y Gongenzaka, que estaba más próximo a ella, la ayudó a no caerse –Estoy bien –rechazó el apoyo.

- No hay más que hablar. Sakaki, Kurosaki, Gongenzaka, Reira, Tsukikage y yo iremos  en busca de pistas del paradero de Yuzu y Yugo a la dirección que consiguió su compañero. El resto, investigaran con Crow Hogan a Jack Atlas; y espero resultados más concretos.

Ninguno objetó nada más, aunque en sus miradas lo decían todo.

Notas finales:

No sé si estoy conforme con cómo quedó el capítulo en general, pero sí que disfrute de escribir el Duskshipping :$ le tenía tantas ganas a un hard de ellos dos


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