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“No me rendire". por Syo Kurusu Love Love kokoro

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Notas del capitulo:

Lamento haber tardado. Espero y les guste el capítulo y me dejen saber sus opiniones. Gracias por leer. Sin más les dejo el capítulo. Gracias.

Murasakibara POV.

Estaba en casa de Akashi y mirábamos la televisión, cuando Akacchin contestó su celular y puso el alta voz.
–¿Hola?
–“Buenas noches, Akashi-kun."
–Ah. ¿Ocurre algo, Tetsuya?
–“Sólo te quería recordar que mañana me iba."
–Claro, espero que te vaya bien. ¿Estuviste llorando?
–“Gracias. Sí, pero no le des importancia, es sólo una tontería. Sólo te quería pedir que no le dijeras a nadie que me voy, ¿podrías actuar como si no supieras que me iba."
–Atsushi ya lo sabe, pero no dirá nada. Tetsuya. ¿Quién te hizo llorar?
–“Gracias. Esto no es nada. Son tonterías."
Escuchar que Kurocchin estaba llorando me sorprendió y me levanté de golpe, le quité el celular a Akacchin y hablé agitado.
–¡Kurocchin! ¡¿Quién fue?!
–“¿Mu-Murasakibara-kun?"
–Olvídalo. Akacchi y yo, vamos para allá.
–“Pero-"
En ese momento corté la llamada y Akacchin me golpeó en la cabeza.
–Tonto. Al menos permite le hablar.
Me sobé la cabeza y hablé.
–Lo siento. Es sólo que él me preocupa.
–Olvidalo. Coge tu abrigo, para que vayamos a verlo.
Él se veía molesto y salió antes que yo. De camino a casa de Kurocchin, él no dijo ni una sola palabra y caminaba rápido, para dejarme atrás. Después de media hora llegamos y Kurocchin abrió nervioso.
–P-Pasen.
–Tetsuya, ¿qué ocurrió? Esto no es típico en ti.
–Kurocchin. Sabes que yo me preocupo por ti. Dinos lo que pasó.
Sus ojos se rizaron, fuimos a su habitación y nos contó todo mientras lloraba. Pasó un rato hasta que se tranquilizó.
–Kurocchin. Ese imbécil y Kisecchin son hombres muertos.
–Mañana sufrirán.
–N-No. No es culpa suya. Yo fui quién se enamoró de él.
–Kurocchin.
Abracé a Kurocchin y él comenzó a llorar de nuevo, mientras Akacchin le acariciaba la espalda. Lo dejamos llorar y cuando se calmó nos fuimos a cenar, pero nos quedamos a dormir porque ya era muy tarde y no había trenes.
–Lo siento. Sólo tengo un futón.
–Descuida. Dormiremos juntos.
Kurocchin se fue a dormir y nosotros nos recostamos, pero Akacchin me dio la espalda. Así que le hablé en susurros, para no molestar a Kurocchin.
–Akacchin. ¿Porqué estás molesto?
–Callate. Quiero dormir.
–Pero... Últimamente. A pesar de que somos novios, tú me tratas de manera muy cruel y me alejas de ti. Es como si no fuéramos nada.
–Es sólo tu imaginación.
–Ni siquiera me haz dicho una sola vez que me quieres.
–Lo he hecho.
–Akacchin. Si sigues... Lo nuestro no va a funcionar.
Él me miró molesto, me golpeó en la cara y se volteó de nuevo.
–Callate y duerme.
Opté por no replicar y me quedé dormido. Me sentía molesto, pero triste. Sentía ganas de llorar, pero sólo me aguante el llanto. Cuando amaneció desayunamos y fuimos a caminar antes de que Kurocchin se fuera, pasamos al parque, fuimos al cine y pasamos a la dulcería. En todo el camino, yo intenté evadir a Akacchin, me sentía realmente molesto y herido.
Después de pasar a todos esos lugares, fuimos a dejar a Kurocchin a su casa.
–Kurocchin. No te desanimes. Mantente en contacto con nosotros.
–Si surge algo llamanos.
–Gracias por todo.
–Nos vemos. Disfruta tu viaje, Tetsuya.
Akacchin lo abrazó y después yo lo levanté en el aire.
–Quiero verte sonreír sinceramente cuando vuelvas.
–Lo intentaré.
–Cuídate, Kurocchin.
Lo abracé y le obsequie unos dulces.
–Recuerda que no estás solo. Disfruta tu viaje.
Akacchin y yo nos fuimos
–Atsushi, ¿porqué me estás evitando?
–No lo hago. Debe ser tu imaginación.
–Respecto al acuario que iríamos hoy, ¿qué te parece si-?
–No puedo ir.
–¡¿Qué?! Ya lo habíamos planeado. No puedes sólo cancelar.
–Lo siento. No puedo ir. Ya me voy.
–¿Qué? ¿A dónde?
–Ve tú sólo a la estación. Adiós.
Me giré y me alejé de Akacchin sin decir más. Pasaron los días y Akacchin intentaba comunicarse conmigo, pero yo sólo evadía sus visitas y no contestaba sus llamadas. Finalmente Kurocchin volvía mañana y decidieron hacer una fiesta en su casa. Sólo entonces fue que hablé con Akacchin, ya que nos habíamos reunido todos un día antes, para preparar las cosas. Estabamos en el parque y decidimos ir por parejas, y a mí me tocó ir con Akacchin, para comprar unos ingredientes.
–Atsushi.
–¿Mm?
–¿Porqué me evades?
–Aún faltan varias cosas. Deberías dejar de platicar.
Akacchin me miró sorprendido, al ver que yo le trataba con indiferencia y yo sólo seguí con las compras, evitando conversar, debido a que me seguía sintiendo herido.
Antes de llegar con los demás, Akacchin me detuvo del brazo.
–Atsushi. ¿Porqué estás molesto?
–No lo estoy. Ya lo dije. Camina.
Él insistió en que yo hablara, pero me hizo enojar aún más y le grité.
–¡Ya basta! ¡Te dije que no estoy molesto! ¡Dejame en paz y camina!
Yo esperaba que me golpeara por gritarle o que se enojara, pero... Él me miraba atónito. Preferí no darle importancia y caminé. Llegamos con los demás y fuimos a dejar las cosas en casa de Kurocchin.
Finalmente era el día de la fiesta, estábamos todos en la sala y llegó Kurocchin, pero todos lo mirábamos sorprendidos por su estado.
–Tetsuya, ¿qué te pasó?
–Me caí en una barranca y terminé así.
–Kuroko,¿te sientes bien?¿Dónde más te lastimaste?
Kagamicchin se veía preocupado e intentó tocarlo, pero yo lo abracé y no dejé que Kagamicchin lo tocara.
–Kurocchin, ¿de dónde más estás lastimado?
–Te-Tengo algunos arañazos en la espalda.
–¿Porqué te caíste?
–Ayer. Mi familia y yo decidimos ir más arriba del bosque y cerca de un barranco no muy alto, una de mis primas pequeñas casi resbaló, así que por impulso la jalé y mi pie resbaló, haciéndome caer. Cuando desperté, estaba en un hospital, con el pie izquierdo enyesado, con algunos rasguños en el cuerpo y la cara, y con un dolor de cabeza horrible. Me tuvieron seis horas y después me dieron de alta.
–Debes de ser más cuidadoso, Kurocchin.
Seguimos platicamos de otras cosas, mientras comíamos y bebíamos alcohol y refresco. Ya era algo tarde y los refrescos se habían acabado, así que acompañé a Kurocchin a comprar más, pero aún quedaban algunas cervezas, así que fuimos pronto, para que ellos no comenzaran a beber más.
–Kurocchin, ¿te sientes mejor?
–Un poco. De cierto modo me despejé.
–Ya veo. Menos mal.
Compramos los refrescos y cuando volvimos a casa, todos estaban ebrios y jugaban verdad o reto (excepto Akacchin que solo los veía jugar). Fuimos a dejar las bebidas y al llegar a la entrada de la cocina, vimos que Midocchin retó a Kagamicchin.
–Ahora me desquitaré. Bakagami, besa a Kise.
–Entonces...Midorima, besa a Takao.
De manera inmediata, Midocchin besó a Takacchin y Kagamicchin besó a Kisecchin. Kurocchin al ver esto, se dejó caer en la entrada de la cocina y cubrió si boca, mientras lloraba.
–Kurocchin. Ven.
Lo jalé hacia adentro, para que nadie lo viera llorar y lo abracé.
–Kurocchin...
Estuvimos un rato en la cocina, hasta que se calmó. Salimos de la cocina y nos sentamos con ellos, que ya habían dejado de jugar.
–¿Porqué tardaron tanto, Tetsuya?
–Me quedé hablando, perdón.
–Kagamicchi. Ya es algo tarde, yo me tengo que ir. Lo siento.
–Estás ebrio. Llama a un taxi primero.
Kisecchin se fue después de un rato, al igual que Takacchin, Midocchin, y Aominecchin.
–Kurocchin. Nosotros tres ya nos vamos.
–Con cuidado, Murasakibara-kun.
Akacchin, Kagamicchin y yo nos fuimos, pero hice a Kagamicchin tomar un taxi primero.
–Akacchin. Ahora sube a un taxi.
–No hasta que me digas que te molesta.
–Te lo diré cuando estés sobrio.
Hice la parada a un taxi y subió Akacchin, le di su dirección y se fue. Yo me fui en metro y no contacté con él.
Las vacaciones terminaron y volvimos a la escuela. Akacchin seguía intentando comunicarse conmigo y yo no contestaba. Pasó una semana de clases y anunciaron sobre intercambios escolares, así que fui a pedir informes.
–Sensei. ¿Me podría explicar sobre los intercambios?
–Claro.
Me explicó que era un intercambio de dos meses, que se realizaría dentro de una semana y las escuelas están en Corea, Estados Unidos, Australia y Alemania. También me dio más detalles y decidí presentar una solicitud, para ir a Alemania.
Decidí ver a Akacchin un día antes de irme a Alemania y nos reunimos en un parque.
–Hola. Akacchin.
Él me miró feliz y algo nervioso.
–Atsushi. ¿Porqué no respondías mis mensajes?
–Akacchin. ¿Recuerdas de lo que hablamos el día que dormimos en casa de Kurocchin?
–Sí. Lo recuerdo y... Disculpa el como te respondí.
–Akacchin. Lamento que hoy sólo nos podremos encontrar por tan corto tiempo.
–¿A qué te refieres?
Él actuaba ansioso.
–Akacchin. Quiero...
Me sentía temeroso y sentía un nudo en la garganta, pero no lo demostré.
–Quiero que... Me dejes de buscar. Yo... No quiero que mantengamos contacto.
–Pero-
–Lo siento.
Abracé a Akacchin y besé su frente.
–Yo ya no siento nada por ti.
–Dejate de bromas.
–Akacchin. No es ninguna broma. Tú y yo terminamos. No me busques más.
–Está bien. No te necesito. Después no vengas conmigo. Adiós, Atsushi.
Era evidente que a él no le importaba y eso me hirió aún más de lo que esperaba. Sin más, me retiré del lugar y dejé a Akacchin con su típica seriedad.
Cuando llegué a mi casa, me encerré en mi cuarto y me recosté en la cama. Intenté dormir, pero sentía una gran presión en el pecho y las lágrimas comenzaron a brotar. Llegó el momento y me fui al aeropuerto, sin que alguien aparte de Kurocchin supiera del intercambio.
–Ten cuidado, Murasakibara-kun.
–Descuida, Kurocchin. Sólo... No le digas a nadie de el intercambio. En especial a Akacchin.
–Descuida. No lo haré.
Abracé a Kurocchin me fui. Lo que no sabía, es que el día de hoy... Comenzaba la etapa más difícil de mi vida, porque...

Notas finales:

Espero les haya agradado el capítulo y gracias por leer. Espero y me dejen saber lo que opinan. Gracias.


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