-Lo siento… - Volvió a pedir disculpas LuHan.
-¿Por qué siempre me sigues a escondidas, eh?
LuHan pudo ver el odio en su mirada, y sintió miedo… ¿Por qué el chico Baozi le odiaba? ¿Acaso hizo algo malo? “¿Por qué le seguía siempre a escondidas…?”
-Yo…vivo… - Una pausa. Se puso de pie, suspirando… Se estaba intentando calmar a sí mismo… - Yo vivo en esa dirección. Somos vecinos. – Y sonrió, sonrió porque no había nada de lo que temer, era MinSeok. Él no le haría daño. Él en el fondo, era tierno. Él siempre cuidaba de su hermana.
Sí, su hermana tenía 2 años menos que MinSeok. Siempre que ella salía LuHan la veía desde la ventana. Quizás sí que se escuchaban los gritos de los dos discutiendo, pero LuHan se hacía la idea, LuHan pensaba que era porque él la regañaba de no salir hasta tarde o algo por el estilo.
Lamentablemente, LuHan no tenía ni idea.
-¿Cómo que vives en mi misma calle? ¿Qué vecino y que mierdas? Arg. – MinSeok se cogió de la cabeza. ¿Qué quiere esta niña con pito de mí…? En serio…
-Soy de la familia Lu… Lu Han. - El chico sonaba inseguro. Se le iba a salir el corazón, pero a la vez se sentía feliz. Feliz porque mierda, he hablado con él por primera vez…
-Ah. –MinSeok relajó su ceño fruncido para relajarse un poco. Negó varias veces, arrepintiéndose solo un poco de haberle empujado. - Pues pasa por otra calle. - Y siguió de largo, dejando a un LuHan confuso en medio de la nada…
LuHan estaba perplejo.¿ Solo un “Ah” y un “Pasa por otra calle”? ¡Pero bueno con el Baozi!
-¡Pero es el único camino! – LuHan corrió hasta alcanzarle, aun así, se quedó detrás de él, separado por dos metros. Dos metros estaba bien, se decía.
MinSeok se aguantó no estallar en rabia y pegarle un puñetazo. Lo haría si fuese otro, pero de verdad le parecía que si le golpease a esa niña con pene, le partiría la cara y se le rompería como si de una muñeca de porcelana se tratase.
Se giró, quedando delante de LuHan. Suspiró seguidas veces… Se estaba planteando qué debería hacer con él. ¿Debía golpearle y darle una lección de vida y abrir sus ojos? No, no podía golpearle, no podía y lo odiaba. ¿Por qué no puede golpear a un niño así pero sí a niñas de su edad?
Creo que es más guapa que la mayoría de las mujeres con las que he tenido algo. Sacó esa conclusión, negando varias veces como imbécil…
-Lo siento, debo ser un pesado…Debo resultar estúpido… Yo siempre… Siempre… - LuHan se iba a confesar lo haría, bueno, confesar a su manera su admiración, pero de repente, todo se vio borroso, cayó al suelo, sintiendo un impacto en su mejilla… Dolió muchísimo, pero más dolió pensar que fue el chico al que tanto admiraba el que le pegó el puñetazo…
Cuando abrió los ojos vio cómo se iba, a una velocidad más rápida de lo normal… Y LuHan no aguantó, sus ojos se llenaron de lágrimas, comenzando a llorar…
Lloró y lloró, se juró que jamás volvería a hablarle o siquiera mirar a esa criatura del demonio la cual consideraba superior. Se juró dejar de pensar en MinSeok y centrarse en sus estudios y en sus amigos… Se juró jamás volver a sentir nada por MinSeok…
Y fue así como se fue a casa. No estaban sus padres como para preocuparse por su cara y por ese hinchazón, no estaba nadie para decirle que sería mejor ponerse algo frío, no había nadie. LuHan estaba solo, como siempre. No era algo que se le hiciese extraño ya. Desde que se mudaron a Corea del Sur LuHan estaba solo, solo llegando a ver a su padre muy tarde en la noche, y a su madre en algunos momentos random, para darle una cantidad de dinero que consideraba “paga de la semana” Era como si le comprasen, le daban a LuHan 500.000 wones al mes, como si pudiera gastárselo en algo que no fuese juegos y salir con sus amigos… Pero LuHan tampoco salía mucho con sus amigos. Kris era su amigo, y Kris no salía con él porque le decía que “no quería perturbarle”
Tenía un amigo, YiXing. Los padres de LuHan se lo presentó la navidad anterior. Era el hijo de un compañero de negocios de su padre, de su mayor socio, supuestamente. Pero YiXing era extraño, estaba encerrado en sí mismo y LuHan a pesar de haber intentado hablar animadamente con él, fue sutilmente rechazado.
LuHan ahorraba. LuHan solo ganaba una pequeña parte del dinero que le daban todos los meses durante todos esos años, y el resto, los otros 400.000, o a veces si le daban más, pues más, los guardaba en su hucha que había comprado, una hucha de Baozi. Claro que cuando tuviera la mayoría de edad le habían prometido darle una tarjeta de crédito, pero LuHan quería su propio dinero de alguna forma, y la verdad es que había ahorrado bastante.
Pero volviendo al tema. LuHan lloró como niña pequeña delante del espejo quizás toda la tarde. No comió quizás en dos días enteros, no salió de casa quizás 3 días, y no volvió a hablar con nadie durante una semana.
Así fue como LuHan se marginó, y así fue como LuHan no se enteró de los rumores que cada vez eran más y más bastos de él. Al parecer alguien había visto la escena de MinSeok y LuHan aquel día, y se lo tomaron como un “LuHan se intentó confesar por gay, y MinSeok le pegó un puñetazo rechazándole, por eso ha faltado tanto a clase, se habrá dejado follar por otro” Sí, le odiaban. No es que le odiasen por ser gay realmente, era la mayoría envidia, LuHan era alto y rubio, y atraía muchísimas mujeres, hasta las mayores. Los chicos le odiaban porque no aprovechaba la maldita situación y nunca se la montó con ninguna. Por eso era más fácil llamarle gay y tranquilizar así sus propias subconscientes. Las chicas por lo de siempre, era más guapa que ellas y ellas no podían tener nada con él por mucho que quisieran.
LuHan era un pequeño ciervo muy tonto. Eso pensaba Kris, eso pensaba la mayoría de las personas que más o menos conocían a LuHan. Realmente LuHan quizás era demasiado inteligente, porque en su situación, estaría destrozado, en su situación, se sentiría sucio y asqueroso, pero no se sentía así.
Su “no te acerques a MinSeok” duró eso, una semana. Kris ya no sabía que decirle, pero tampoco es que LuHan le pidiese algún consejo. LuHan simplemente seguía sus instintos.
En vez de 2 metros de distancia ahora guardaba 10 metros de distancia, pero aun así le podía ver. Cada día era más lindo el chico Baozi, aunque se haya enterado de algunos rumores sobre él. No dejaban de ser eso, rumores. Un chico como MinSeok no podía estar metido en ese tipo de mierdas, no se lo creía.
MinSeok no le hizo caso a ese LuHan. Le repugnaban los chicos como él, o quizás le enfadaban. MinSeok no era muy diferente del resto de los chicos en cuanto a opinión sobre LuHan, solo que él añadiría un “No usa su polla porque no tiene” Era una especie de odio que estaba desarrollando por LuHan que era bastante injustificable, solo le estresaba. ¿No era suficiente tener a medio mundo detrás de él? ¿Ahora tenían que ligar también los tíos? ¿Qué iba a pasar?
MinSeok esa tarde se fue a casa tranquilo. En un mes y medio se acabaría el curso y él estaba emocionado. Emocionado porque su amigo Chen pensaba hacer una fiesta de la hostia, y MinSeok pensaba asistir. Habría alcohol y quizás algo más. MinSeok aún no había conseguido meter a Chen en el mundo de la hierba, pero pronto lo conseguiría, estaba seguro de eso.
Porque no había nada mejor fumar después de una tarde intensa, y MinSeok justificaba su acto estúpido como que “soy joven y da igual”.
Realmente MinSeok nunca fue un chico problemático, nunca fue alguien que se follase a mil o que bebiese y fumase… Quizás tuvo que ver con algo de una familia perfecta que siempre le presionó y una hermana ejemplar a la que siempre odió… No lo sabía, no quería saberlo, odiaba a su familia, porque no se sentía a la altura de ellos.
A veces se preguntaba qué ganaban fingiendo ser una familia feliz y alegre cuando su madre se la pasaba poniéndole los cuernos a su padre, un padre tan feliz e ingenioso, un padre tan bueno y divertido…pero a la vez tonto. MinSeok le odiaba por no ver lo obvio, nadie veía lo obvio. Como su ex, no veía lo obvio, no veía que simplemente fue una buena forma de distraerse, una chica sin más dispuesta a hacer lo que él quiera de la forma que quisiera. Una tonta. MinSeok odiaba los tontos, quizás por eso odiaba a LuHan.
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Los meses pasaban y siempre fue lo mismo. Nunca cambiaba, LuHan lo sabía. No era divertido, ya nada era divertido. Kris había sido invitado a la fiesta de fin de curso, y LuHan no.
Quería morirse. ¿Qué hizo para no merecerse ser invitado a la fiesta? ¿Era por esos rumores de que era gay? Menuda estupidez, se dijo cuándo se enteró. Pero ahora le estaba provocando.
Él lo haría, se lo propuso, en el último día de clase, le demostraría a todos sobre su heterosexualidad. Había una chica que le perseguía mucho últimamente, él pensaba besarla delante de todos.
Cuando llegó ese día LuHan sudaba. Sudaba muchísimo, nervioso. Jamás había hecho eso, besar a alguien. Quería morirse. Le pidió muchos consejos a YiFan… y él solo le contestó así.
-Soy gay, LuHan, pero unos labios siempre son unos labios. Solo acércate, júntalos, y déjate llevar. Conociendo a la guarra que te piensas liar, seguro que tiene experiencia y te sabe guiar. – Kris como siempre sincero. A veces su odio por las mujeres se le hacía extraño a LuHan, entonces recordaba que su madre lo abandonó con su padre cuando tenía 9 años. Quizás esa fue una de las razones por las que odiaba a las mujeres.
Bueno, uno nace gay… O eso pensaba él. LuHan no había nacido gay. O eso pensaba él.
Maldito recreo. LuHan tenía ciertas esperanzas de que ella no llegase a aquel árbol, pero la vio venir. Él iba a morirse, de los nervios y del asco. No se imaginaba besando a una chica o un chico o nada. Aún se consideraba pequeño… Aún tener algo “real” era demasiado para él. Porque él estaba feliz con sus revistas (era de los clásicos) y estaba feliz con sus chicas occidentales voluptuosas, cuyo nivel era superior a las de cualquier asiática. Si LuHan tuviera que describir su tipo ideal de mujer, describiría el tipo más inalcanzable. Eso quizás era una especie de forma de tranquilizarse. “Si no encuentro a mi tipo ideal, no tendré nada con ninguna otra”
Para que mentir, LuHan estaba aterrado.
Estaba aterrado, porque si no le gustaba este beso, ¿significaba que era gay? No… Simplemente ella no era de su tipo.
-Ho…hola. – Saludó, nervioso. Sus manos sudaban, por su cuello caía una gota de sudor también… Y es que hasta temblaba, todo él temblaba. Y como por arte de magia fue, que todos les miraban.
-Hola, LuHan oppa. – Saludó ella. No era del todo mala, o eso se pensó LuHan. Aunque ella fuese mayor que él, sin embargo, ella le llamaba oppa. Eso le parecía estúpido, pero se lo ahorró. –Hoy te ves muy bien, oppa.
POV LuHan.
Espera espera. Está ligando conmigo. Entonces le gusto. Entonces no me usa solo para conseguir el título de “me he liado con un gay”
No, no sé. Pero debo hacerlo. Yo no soy gay. Voy a demostrarlo… Voy a hacerlo… Yo puedo… Sí.
-Tú te ves mejor que ayer… Seo. – Dije, confiado de que era un buen halago. Confiaba en mis habilidades con las mujeres, a pesar de no tener amigas mujeres…
-Ah sí? – Seo se iba a molestar, pero decidió ser positiva y tragarse su orgullo. – Me viste ayer, oppa?
Di un largo suspiro, pensativo. ¿La había visto? – No, no. Para nada. ¿Por qué te tendría que ver? – Cuestioné, mirando hacia todos lados. Sí, había una especie de círculo, pero alejados, nos dejaban intimidad, o eso creo.
Seo mordió su labio, iba a gritarle o pegarme un bofetón…Realmente ejerció mucho autocontrol. – Bueno oppa, ¿a qué he venido aquí? – Decidió ir al grano, ya que al parecer, yo la estaba cagando, solo que no me daba cuenta…
Ahí asentí, es cierto. Ahora debía besarla. Ahora debía mostrarle a todos que no soy gay y que me gustan las mujeres… - Se..Seo…Oye… - Empecé a hablar, tragando saliva… Producía mucha saliva cuando estaba nervioso, me daba miedo esto… - Seo…
-¡Hazlo ya, mierda! – Oí como empezaron a gritar muchos.
Se me iba a salir el alma por la boca… Me estaban mirando… Y cuando me giré para ver quién gritó, vi a Chen, y a su lado, efectivamente, un MinSeok con cara de desinteresado…
Me partió el alma… Me miraba…
-Oppa te voy a besar ahora. – Me avisó Seo, y yo me giré para verla, dando un paso hacia delante. – No te muevas, solo déjate.
Bien, porque no me pensaba mover igual.
Cuando sentí sus labios en los míos, fue horrible. Me quise morir. Que puto asco. Que asquerosa la zorra. Se había puesto cacao con sabor a fresa? Puta enferma. ¡Que me estaba comiendo su jodido pintalabios!
-Tú, aléjate. – La aparté, dándole un empujón. Que sensación más horrible… Entrecerré los ojos. – ¿Que no te sabes besar bien o que pasa? ¿Cuántos kilos de pintalabios te pusiste, zorra?
Sí, no me pude controlar. No pude. No pude. ¿Me quitó el primer beso para sentir solo 3 cm de vaselina de esta horrible en sus labios? Venga ya.
Seo miró con confusión, y luego con enfado. Ella estaba segura de besar bien. – ALGO TE FALLA, LU HAN. ¡Tú eres retrasado! –
-Seo y tú te la montas con cualquiera que tenga un mínimo de rabo en sus pantalones. – Se me salió. Ya no me aguantaba los pensamientos. Todas eran unas zorras, y esta, era amiga de la ex de MinSeok. Esta también era una zorra. Todas las de este maldito instituto eran horribles…
Me miró ofendida, y yo solté una risa. – ¡LuHan eres un jodido gay! ¡Está confirmado! – Gritó.
Pero realmente el resto solo soltaban “Wooh” Y los típicos aplausos cuando yo decía algo. ¿Estaban de mi parte?
-Joder pues preferiría ser gay ante que besarte la puta boca asquerosa que tienes. – E Iba a decir algo más, pero vi como sus ojos se llenaron de lágrimas, y lo siguiente que sentí fue un bofetón.
Ella se fue corriendo, y yo me toqué la mejilla. – ¡Qué miráis, joder! Me tenéis hasta la polla. – Grité, usando mi lenguaje vulgar. Porque sí, cuando estaba nervioso, yo era un completo cretino.
Kris se acercó, tirando de mí. Pero no fue el único que se acercó, fueron también varias personas, entre ellas Chen. MinSeok se quedó atrás.
-Joder ya tenía ganas de que alguien dejase mal a esa zorra! Ella se creía demasiado. Aunque está buenísima, te la perdiste. – Habló Chen, riendo, dándome una palmada.
Me sentí… ¿Bien? No. Me sentía jodidamente mal.
Ahora se burlarían de ella.
Yo no soy así… ¿Por qué fui tan grosero con ella?
Pero ahora todos me halagaban, a pesar de haberme comportado como un completo retrasado… ¿Qué le pasaba a todo el mundo…?
-Oye Lu. Haré una fiesta esta noche. ¿Te invité, verdad? - Chen se acercó, y a pesar de que tiraba de mí Kris para indicarme que debíamos irnos, yo no le hice caso.
Me dejé tirar por Chen, que empezó a hablarme del lugar dónde vivía, de la clase de fiesta que iba a haber con muchas zorras… Y esto cada vez me parecía más ajeno.
Me paré en seco. Esto estaba mal. Pude ver como a un lado estaba Seo llorando, intentando ser consolada por una de sus amigas.
Podría ir con Chen a la fiesta y perseguir a MinSeok y quizás hablar con él… Podría hacerlo, podría ir y hacerme amigo de Chen y luego de MinSeok… Y hablar de zorras y beber y fumar… Y todo…
Podría.
Podría además haberme gustado el beso de ella. Podría haberme gustado.
No me gustó.
No me gustó no porque fue una zorra con mucho pintalabios de esos, no por el sabor a fresa. Ella simplemente no era mi tipo.
-Lo siento. Tengo que arreglar esto. – Le dije a Chen, librándome de su agarre. Sorprendí a todos cuando corrí hacia Seo.
Ella no era mi tipo, pero le hice daño.
La cogí de los hombros, la miré, y fue ahí cuando la besé. Pegué mis labios a los de ella, y ella sorprendida se intentó alejar y quizás golpearme, pero no le dejé hacerlo, cogí sus manos.
-Seo. Ven hoy conmigo a la fiesta. – Le dije, y los ojos de ella se abrieron mucho.
Ahora ya no sabía tanto a fresa, porque me comí todo lo que viene a ser su capa gruesa de puto pintalabios.
-En serio, oppa? – Preguntó, con voz incrédula.
Vi como de nuevo se amontonaban a nuestro lado. Algunos aplaudieron por el pedazo de morreo que le pegué, otros… Bueno, solo oí una risa. Creo que fue… si mal no me miente mi oído…
-Sí, Seo. Me gustas. – Mentira, da igual. Ella parecía feliz. Así demostraría mi heterosexualidad.
-Oh oppa! A mi tu también! - Dijo, toda emocionada. Seguro que sí, Seo. Seguro que te encanto. Y una mierda.
Creo que el de la risa… El que se burló de mí, el único… Hasta Chen me apoyó… pero él no… El que se rio de mi fue…MinSeok….