Renacer: Porque vivirlo contigo vale la pena (Kaisoo) por Ranamai

Capítulo 35
Capítulo Final

Es un viaje largo, pero extremadamente emocionante. Por primera vez en años, muchos años Kyungsoo iba a volver a la ciudad, era igual para el resto de chicos. Con la situación actual, sería muy fácil que cuatro muchachos fuertes y hábiles pudieran buscar trabajo para ganarse la vida. Eso era mejor que seguir cazando pequeños animales para tener que comer cada día.

Los días de viaje hasta llegar a la segunda ciudad más grande del país fueron como sus primeros días. Tenían que dormir en el auto o en las carpas y turnarse para manejar, gastar lo menos posible en comida para asegurar el combustible.

La bienvenida que tuvieron no fue tan mala como esperaban. Las calles estaban un poco vacías, había gente limpiando los destrozos de la revolución y el frío no habían sido muy amables con la imagen, pero el ambiente era tranquilo. La gente celebraba en silencio la desaparición de los abusivos uniformados.

Jongin, Kyungsoo, Chanyeol y Baekhyun no eran los únicos que estaban regresando a las grandes ciudades, por eso hubo personas que aprovecharon para arrendar cuartos y ganar algo de dinero.

  *   *
La primera vez que Kyungsoo puso la cabeza sobre una almohada y dejó su cuerpo reposar sobre una cama de verdad, sintió que quería llorar. ¿Cuándo había sido la última vez que había dormido de manera cómoda? Pensó en los abuelos, quería ir a la casa de todas formas, a pesar de que las noticias decían que el pueblo había sido destruido casi en su totalidad.

Y se puso a llorar. Sintió que no había aprovechado el tiempo con ellos lo suficiente, pero seguía agradecido. Si no hubieran confiando tanto en Jongin, si no lo hubieran aceptado en su casa como lo hicieron Kyungsoo probablemente hubiera tenido que huir sólo, o también estuviera muerto.

-¿Soo? ¿Estás bien?- Jongin se recuesta a su lado y el chico se aferra a el, entrelazando sus piernas y colgándose de su cuello.
-Es la primera vez en años que voy a dormir en un cama- dice entre suaves sollozos.- estoy nostálgico, extraño a los abuelos y a pesar de que estoy feliz porque todo esto haya terminado, tengo miedo del futuro. Siempre nos las ingeniamos para sobrevivir... pero igual..

Jongin sonríe con ternura. Va a ser difícil hacer una vida normal ahora, después de casi dos años de sobrevivir como nómadas y en condiciones muy dura. Recién en esos momentos se habían dado cuenta de los pequeños detalles de la vida cotidiana marcaban ahora una gran diferencia.

Pequeños detalles como dormir en una cama con colchón, usar una almohada, bañarse en una ducha, con agua caliente y shampoo, cocinar de verdad con utensilios en una hornilla, usar ropa limpia, lavada con jabón. Cerrar las puertas con seguro, saludar a la gente en la calle, ver la televisión, escuchar la radio, todo era tan normal que se sentía como un sueño.

  *   *

Como habían previsto, conseguir trabajo no fue muy difícil. Decidieron arrendar una casa entre los cuatro y gracias a sus ahorros lograron ir comprando cosas con las que pudieron sentir que estaban formando un hogar verdadero.

Y con el tiempo empiezan a darse pequeños detalles. Kyungsoo cocina con especias, Jongin compra repuestos para su adorada camioneta azul y, por petición y ruegos de Chanyeol, terminan por pintarla de azul. Baekhyun compra todo tipo de ropa, Chanyeol cuerdas para su guitarra arreglada. Gijeok tiene su propia cama, comida para perro y un lindo collar con su nombre.

El trabajo es duro, comprar comida y organizar las cuentas, ahorrar y mantenerse no es fácil, pero comparado con intentar conseguir comida y estar encerrados por semanas en una cabaña para morir de frío, no era nada.

Los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas pasaron hasta que el país celebró un año de haber regresado a la democracia. Los chicos también celebraron haciendo un préstamo para comprar una casa, una propia, pequeña y alejada del centro, pero propia.


Jongin había sido admitido como aprendiz de mecánico y ahora era uno de los jefes en el taller. Kyungsoo empezó como camarero y ahora era uno de los chefs principales. Baekhyun empezó como voluntario en pequeñas clínicas y ahora era un enfermero. Chanyeol entró como amanuense en un juzgado y terminó como secretario. Todos habían ido avanzando de a poco, igual que su país.

   *    *

-¡Huele delicioso!- grita Jongin cuando entra en la casa y Kyungsoo sonríe en la cocina, satisfecho.
-¡Lávate las manos antes de venir!- responde, pero demasiado tarde, Jongin ya está detrás de él, abrazándolo por la espalda.
-¿Qué voy a comer hoy?
-No importa lo sexy que te veas con tu ropa de trabajo y toda esa mugre encima, pero en mi cocina no vas a entrar. Date un baño hasta que Baek y Chanyeol regresen.
-Suenas como una esposa...
-¡YA! ¿Cuántas veces te he dicho que no me digas de esa forma?

Jongin suelta una carcajada y tiene que huir de la cocina porque Kyungsoo le lanza una esponja llena de jabón de lavaplatos. Cuando está bañado y cambiado, los otros dos ya están sentados en la mesa.

-¿Cómo estás?- pregunta Jongin a Baekhyun, que tiene unas ojeras marcadas por los turnos de noche.
-Después de comer voy a dormir y mañana es mi día libre, así que estoy bien- responde con una sonrisa cansada.


Los tres están en la mesa mientras esperan  con la mesa ya lista y escuchan a Kyungsoo canturrear mientras hace quién sabe qué en la cocina. Chanyeol se ve sospechoso y nervioso, cosa que pone a Jongin en alerta.

-¿Pasa algo?- pregunta el menor de los tres.
-Nini... tenemos que decirte algo- habla el gigante y Baek se pone de pie.
-Te he dicho que no me llames así- es lo único que Jongin logra decir.
-Jongin, lo hemos logrado. Distrae a Kyungsoo en la cocina por un rato.
-¿Lo has logrado a qué te refie...- el chico se quedó en silencio repentinamente. Había entendido ahora a lo que se estaban refiriendo. ¡No lo podía creer!
-Jongin... distrae a Kyungsoo- insiste Baekhyun
-¿Eh?... sí... claro...

Entró a la cocina y Kyungsoo tenía los platos de sopa ya servidos. Se acercó, temblando y lo abrazó. El chico se rió y le pidió que se retire para poder servir la comida, pero no fue escuchado.

-Jongin... ¿qué pasa contigo?
-Te amo, Kyungsoo... te amo tanto
-Yo también te amo... pero es hora de comer y seguramente Baek y Chan tienen cosas que hacer y quieren comer.
-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida- insiste el menor y Kyungsoo se preocupa.
-¿Pasó algo? Jongin... responde.
-Hay algo... que tengo que decirte...


Kyungsoo abrió los ojos exageradamente, sorprendido por las palabras del otro y empezó a hacer preguntas para averiguar si todo estaba bien. En medio de su interrogatorio escuchó las voces de Baek y Chanyeol entrando a la casa. ¿En qué momento se habían ido?

Y todo se detuvo. Porque Kyungsoo escuchó un llanto. Era el llanto de un bebé.

Salió corriendo y encontró a sus dos amigos con una pequeña canasta celeste de donde provenía la voz de un niño.
Kyungsoo se tapó la cara con las manos y empezó a llorar, negando con la cabeza una y otra vez, como si no lo creyera.

-Jongin ¿qué has hecho?- pregunta mientras se acerca, temblando, a la entrada de la casa.
-Estoy cumpliendo mis promesas.

Kyungsoo carga por primera vez a sus hijos, hipando, mientras Baekhyun le explica que la mamá biológica del bebé le había pedido en el hospital que cuide de su hijo  o que encuentre a alguien que lo haga porque iba a morir y no tenía a nadie más.  Hace poco la madre había fallecido, cediéndole permiso al enfermero de disponer de el niño. Baekhyun enseguida pensó en el favor que Jongin le había pedido y en el sueño de Kyungsoo de tener un hijo. Todos salían beneficiados.

Jongin miró a Kyungsoo, intensamente emocionado y se sintió satisfecho. Ahí, es cuando se da cuenta que a pesar de todo lo vivido, habían crecido, habían guiado sus vidas como si hubieran nacido de nuevo para vivir mucho mejor.