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Renacer: Porque vivirlo contigo vale la pena (Kaisoo) por Ranamai

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Notas del capitulo:

Holaaaaa

 

Llego con el tercer capítulo... a ver si les gusta ajajajaja

Capítulo 3

    
    La llegada de los perseguidos trajo con ellos no sólo su dolor, su hambre, su desesperación, sino también a quienes los buscaban. En cuanto algunos de los militares llegaron al pueblo la gente del lugar entró en pánico. Tenían lista de nombres y estaba seguro que el de Kim Jongin estaría entre esos. Por lo tanto, ese nombre estaba prohibido en la casa, inclusive Kim. Lo presentaban como Do Kai para evitar cualquier inconveniente.

    Los militares no eran violentos en el pueblo porque la mayoría iban detrás de quienes huían desesperados al verlos. Kai se veía como un pueblerino más, siempre con ropa de trabajo y con alguna tarea en la qué estar concentrado. El joven pasaba desapercibido para los invasores, que buscaban chicos de la ciudad escondiéndose, y la mayoría de ellos eran evidentes por su forma de hablar, su ropa y su comportamiento.

    Los abuelos y mucha gente del pueblo estaban indignados por la intrusión de los despreciables militares que habían llegado sin permiso y habían provocado más de un problema mientras buscaban a sus víctimas. Pero nadie se atrevía a intervenir por miedo a las represalias de los armados, que al parecer no tenían miedo de nada ni de nadie.

*   *   *
    Era una mañana de verano y el calor resultaba insoportable al medio día. Trabajar era cansado por sí mismo, pero con las altas temperaturas las tareas se volvían más pesadas y duras de completar. Kyungsoo sudaba mucho después de cortar un poco de leña y llevar agua y comida a algunos de los animales, recoger el heno y llevarlo al granero. Kai se ocupaba de tareas más fuertes y generalmente ayudaba al abuelo con el poco de arado  que se hacían en las limitadas tierras o con la reunión y cuidado de los animales más grandes. Kyungsoo no era tan fuerte, así que su ayuda siempre venía bien.

    No se puede decir que la gente se habían acostumbrado a la presencia de los militares en el pueblo, pero ya no nos alarmaba verlos por las calles, hasta que empezaron a ser más y a estar por todos lados.

    -¿Vas a la tienda?- le pregunta Kai a Kyungsoo cuando lo ve listo para salir.
    -Necesitamos más semillas y algunos ingredientes para la cena. La abuela me pidió que vaya mientras ella termina las mermeladas que tenemos que entregar para mañana- responde con tranquilidad y está dispuesto a continuar su camino, pero Kai lo detiene.
    -Vamos juntos, no quiero que vayas solo.
    -¿Pasa algo?- pregunta el chico mayor sorprendido de la repentina actitud sobre protectora de su amigo.
    -No me gustan que los militares estén en el pueblo. Así empezó en la ciudad también. No hicieron nada hasta que la gente se acostumbró a verlos por todas partes. Al principio cuidaban de los habitantes y disminuyó la delincuencia, pero luego se aprovecharon de esa confianza para empezar a presionar.

    La teoría de Jongin tenía mucho sentido. Kyungsoo por primera vez tuvo miedo. Le aterrorizaba pensar que su pueblo se viera sometido a los abusos como ya había pasado en otras ciudades del país. Aceptó con gusto la compañía de Kai y se dirigieron a la tienda. Y tal como lo había predicho, el lugar estaba cada vez más lleno de militares que simplemente se paseaban por el lugar, sin hacer aparentemente nada en particular.
Kyungsoo temía por la seguridad de Jongin y por su forma de mirar a los invasores. No podía evitar el odio y el desprecio reflejado en sus ojos, y es así como siempre terminaba arrastrándolo a su destino original.

    -No los quiero aquí. Debe haber alguna forma de sacarlos del pueblo.- dice Kai enfadado, cargando algunas de las cosas que habían comprado.
    -Suenas como si siempre hubieras estado aquí- comenta Kyungsoo divertido, pero su amigo interpretó sus palabras de manera errónea.
    -Tienes razón, sólo soy otra de las personas que ellos buscan- Kai inclinó la cabeza- En parte, todo esto también es mi culpa.

    Kyungsoo dejó las cosas que cargaban y casi acorraló a un totalmente desprevenido Kai que se sorprendió ante la acción. Tomó su rostro y le obligó a mirarlo.

    -Eres importante en nuestras vidas, llegaste por una razón. No eres una carga, eres una ayuda y te queremos. No me refería a eso cuando te lo dije, me refería a que te sientes realmente parte de este pueblo porque lo eres. No era una crítica,, era un agradecimiento- Kai también dejó las cosas aparte y abrazó con fuerza a Kyungsoo. Éste estaba seguro de que, como siempre, estaba aguantándose las ganas de llorar.

    -Gracias, gracias, gracias. Al principio estaba tan asustado, ahora estoy a salvo y satisfecho con mi nueva vida. Es maravillosa y todo porque tuviste un enorme corazón y me recibiste junto a tus abuelos. Ustedes salvaron mi vida.

    Los jóvenes se miraron por un largo rato, todavía abrazados en medio del campo, cerca del granero. Separarse fue un poco incómodo, ya que se sentían bastante cómodos en los brazos del otro.

*   *   *
    

    Desde aquella conversación, Kai había empezado a actuar de manera extraña. Siempre habían sido cercanos, ya que vivían juntos y los abuelos siempre los trataban increíblemente bien y por igual, propiciando una buena relación, sin contar con que Jongin insistía con su gratitud interminable. Pero la actitud del chico menor había cambiado un poco. Con la excusa de protegerlo de los invasores, casi no se separaban y Jongin insistía en el contacto físico de cualquier tipo.
    Kyungsoo no puede decir que le desagrada, pero se siente un poco sorprendido y confuso. ¿A qué quiere llegar Kai con todo esto? Podía notar que las miradas que les dirigía ya no eran las de infinito agradecimiento, sino como estuviera interesado en él de alguna manera. Terminaba sus actividades más pronto y sólo estaba alrededor del trabajo de Kyungsoo, fingiendo ayudar, sonriendo amablemente y buscando su contacto.
    Kyungsoo no sabía como reaccionar ante esto. Hace mucho tiempo que había dejado atrás a la niña a quien se le iba a declarar, específicamente desde que Kai había llegado a su vida. Ya no estaba interesado en ella como lo estaba antes, porque tenía cosas más interesantes en las que estar preocupado, como la situación actual, sus estudios, su trabajo y las personas que le importaban. Kai había llegado en medio de las clases y no podía ser inscrito, peor sin papeles ni forma de inscribirlo legalmente, así que Kyungsoo era su tutor. Las tutorías también se volvieron un poco extrañas para el chico. Ahora Kai prácticamente se acostaba a su lado para estudiar y rogaba que las clases sean más extensas porque no lograba concentrarse.

    -¿Podrías repetirlo?- al escuchar el pedido, Kyungsoo se volteó para mirarlo y retarlo por no prestarle la suficiente atención, pero se encontró con el rostro del otro chico a prácticamente centímetros del suyo. Eso provocó un inmediato sonrojo en sus mejillas y se alejó un poco, casi aterrorizado por la forma en la que su corazón había saltado y cómo latía desesperado intentando salirse de su pecho.
    Jongin seguía acercándose peligrosamente, con esa mirada extraña en su rostro y esa sonrisa pícara que traía a su mente pensamientos innecesarios.

    -Kyungsoo...-susurró Jongin con voz suave y profunda. El cuerpo del otro chico sufrió de un repentino ataque de nervios y temblores en todo su cuerpo.

    Pero lo que sea que estaba pasando en la habitación del Kyungsoo tuvo que parar repentinamente cuando se escuchó el grito de su abuela y un ruido en la entrada de la casa. Los chicos salieron disparados hacia el lugar y encontraron al abuelo con una escopeta en mano y a la abuela totalmente congelada mientras los militares requisaban la casa.
    -¡Ya! ¿Qué hacen ustedes aquí?- grita furioso Jongin y Kyungsoo se aferra a él para que no hiciera nada estúpido.
    -Estamos buscando a fugitivos, tenemos información de que algunas casas aquí reciben a gente a cambio de dinero.- informa el militar y sin permiso buscan por todas partes. Invadieron los cuartos y desordenaron la casa arruinando días de trabajo. El abuelo no permitió que los chicos intervinieran, pero evitó en gran medida que destruyeran en lugar.
    Kyungsoo tuvo que hacer esfuerzos sobrehumanos para evitar que Kai se lance sobre ellos. Revisaron las fotografías de la casa, asegurándose que todos estuviéramos en ellas y que nadie sobrara. La abuela cerró los ojos cuando los uniformados tomaron la foto familiar de hace poco tiempo y los vio a todos, asegurándose que efectivamente fuéramos nosotros. Agradecía para sus adentros el haberse encariñado tanto con el chico y llenar de sus fotos la casa, como lo había hecho con Kyungsoo y así salvar la vida del chico.


    Al día siguiente todos sabían que más de veinte muchachos habían sido arrestados por los militares y casi todas las casas habían sido requisadas. El pueblo convocó a una reunión cuando una gran mayoría de los invasores se fueron. El abuelo no dejó que Jongin fuera a la reunión, porque con lo enojado que estaba no iba a ser capaz de guardar su propio secreto, con tal de advertir sobre el peligro a la población.
    Los abuelos fueron y por lo tanto, en lo que duró la reunión, Kai se paseó por la casa como león enjaulado, enfurecido e indignado por lo que había pasado el día anterior. A Kyungsoo le costó mucho mantenerlo en casa.

    -Van a hacer lo mismo que hicieron antes. Se van a apoderar del lugar y vamos a tener que huir de aquí, si no nos matan primero.
    -Tranquilo- interviene Kyungsoo- se han llevado a los chicos y eso es muy triste, pero dudo que más personas lleguen o se queden aquí sabiendo que ya no es seguro, se olvidarán de nosotros con el tiempo y podremos seguir con nuestras vidas. No debes deprimirte. Los cuatro seguimos juntos, no tienes nada de qué preocuparte.

    Jongin se acercó a Kyungsoo y lo rodeó con sus brazos y por primera vez desde que había llegado, lloró. Lloró y gritó y se desahogó cerca de una hora, incontrolable. El otro chico esperó pacientemente a que se calmara, acarició su espalda y secó sus lágrimas. Pero Kai necesitaba más que eso, necesitaba más y no sabía cómo pedírselo. Kyungsoo lo abrazó cuando lo vio acercarse y cuando se separaron Jongin acercó su cara lo suficiente para apenas rozar sus labios y luego volvió a refugiarse en los brazos de su fiel protector.

    Kyungsoo fingió no darse cuenta de aquel contacto, pero temía ser descubierto, ya que su corazón volvió a delatarlo latiendo más de la cuenta, chocando contra su pecho y el ajeno, que estaba tan cerca de él. Pero al parecer Jongin estaba demasiado distraído para sentirlo, porque su corazón también martilleaba contra su pecho y podía saberlo por su respiración agitada por culpa de los sollozos.

    -Siempre vamos a estar para ti- susurra el chico mayor y el otro asiente con la cabeza, pegándose más al cuerpo del otro.
    -Lo sé, estaré eternamente agradecido, Kyungsoo- dice Jongin con voz ronca de tanto llorar y gritar.
    -Quiero que dejes de agradecerlo- añade el chico mayor y Kai no comprende, separándose para poder mirarlo.
    -No podría.
    -La familia está para apoyarse, Jongin. No es necesario que agradezcas
    -Yo quisiera que fueras mi familia, pero de otra manera.

    Kyungsoo no comprende las palabras del chico, pero no se detiene a preguntar, porque tiene miedo de que la respuesta pueda decepcionarlo.

Notas finales:

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