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Ikemeso por XXIIIYamikoXIII

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Notas del capitulo:

Esta vez pude escribir rápido o:

Aunque esta semana el trabajo me consumirá y dudo poder escribir :/

Quería agradecer por los comentario de este nuevo fic, realmente me animan a seguir con la historia ^^

 

Bueno, no diré más. Solo... a leer ~

 

 

 

 

-Seung, yo…- Jiyong no sabía qué hacer ni qué decir.

 

-¡Eres un hombre!- lo mira atónito.

 

-¿Eh?... Ah, sí. Yo…-

Al pensar que el castaño se habría dado cuenta quién era, pensaba lo peor. Pero Seung Hyun seguía siendo el mismo niño encantador y bingu de siempre…

 

-¿Por qué te has hecho pasar por una mujer, Jiyong?- frunce el ceño, aunque no podía dejar de mirar el torso desnudo del pelirrosa, sintiéndose nervioso.

 

-Porque necesitaba que alguien me consolara. Soy hombre, sí. Pero también carezco de afecto como cualquier ser humano- baja su mirada, comenzando a llorar.

 

Seung al notar lo frágil que se veía Jiyong en ese momento, sintió su corazón oprimirse. Por un momento pensó en su niñez. Cuando fue abandonado por la persona que amó…

Suspiró, negando con la cabeza. No quería recordarlo. No en este momento. Miró decidido al pelirrosa, acortando la poca distancia que había entre ellos y lo abrazó.

Jiyong se sorprendió ante la reacción del menor. Creería que se marcharía.

No lo dudó y apoyó su rostro contra el pecho del castaño, llorando cada vez más. No solamente era por el estrés del trabajo, en ese momento, sentía que la calidez en el abrazo de Seung, lo hacía sentirse querido. Como aquella vez…

 

-Tranquilo, Ji. No me iré- susurra calmado, acariciando los rosados cabellos del mayor. Por alguna extraña razón, sentía la necesidad de protegerlo y no alejarse de él.

 

-¿N-no te irás?- alza su mirada, encontrándose con los profundos y bellos ojos de Seung. Con una de sus manos, intentó limpiarse su rostro con lágrimas pero la mano del castaño lo detuvo.

 

-No. Quiero ser tu Ikemeso. No diré nada a la compañía de que eres hombre- sonríe quitando con su pulgar, cualquier rastro de lágrimas del rostro de Jiyong.

 

-¿Por qué quieres serlo?- cierra sus ojos al sentir el rostro de Seung acercarse más a él.

 

-Porque mi corazón ordena que debo protegerte y quitar todo rastro de tristeza en ti, Ji- besa su frente, logrando que el pelirrosa se ruborice.

 

-Gracias, Seung Hyun- sonríe aliviado, abrazándolo por el cuello. No pudo evitar inhalar el aroma varonil que desprendía el castaño.

 

 

“Has madurado tanto”

 

Piensa Jiyong con una sonrisa.

 

Seung no dijo nada, sólo capturó con delicadeza la cadera de Jiyong para atraerlo más a su cuerpo y fundirse mejor en el cálido abrazo…

 

 

**

 

 

Dos semanas han pasado desde que Seung decidió ser el Ikemeso pura y exclusivamente de Jiyong. Ha ignorado a muchas jóvenes que han pedido por él, sólo para estar con el pelirrosa.

Pensó que iba a tener problemas con su jefe ya que, al trabajar sólo para una persona, recaudaría poco dinero. Pero Jiyong al tener en cuenta ese detalle, decidió pagar el triple por sus servicios. El castaño se negó ya que era demasiado dinero, pero ante la insistencia del mayor y su poder monetario, lo convenció.

 

Ahora ambos se acostumbraron a una especie de rutina. Jiyong terminaba de trabajar y el castaño lo esperaba afuera del edificio para acompañarlo hacia su departamento. Se quedaba un par de horas con Jiyong, quien hablaba sobre su trabajo y se desahogaba si algo le salía mal. Obviamente Seung Hyun, lo consolaba y abrazaba diciéndole que todo saldrá bien.

Pero Jiyong al acostumbrarse a la calidez del menor y más sabiendo quién era, comenzaba a aflorar nuevamente sus sentimientos hacia él. Por lo que quería más que sólo abrazos y palabras animadoras...

 

 

 

Era día sábado y para felicidad del pelirrosa, no trabajaba y al día siguiente, tampoco.

Había quedado con Seung para que fuera a cenar a su departamento y pasar la noche con él. Beberían, comerían palomitas y mirarían películas…

 

 

“Realmente esto parece más un encuentro de pareja”

 

 

Sonríe Jiyong mientras salía de tomar un relajante baño. Caminó hacia su dormitorio, secó mejor su cuerpo y comenzó a debatir qué vestir. Quería verse lindo para Seung pero no ser tan notorio en provocarlo.

 

“-Me gusta tu estilo. Te hace ver adorable-”

 

Recuerda en sus pensamientos al pequeño Seung Hyun parado frente a él, serio pero con un leve sonrojo en sus mejillas que lograban verse adorable.

 

-Me vestiré como te agradaba verme, Hyunnie- susurra y escoge de su armario, un short y camiseta con mangas color negro, una camisa larga y grande de jean con unos detalles en color negro en su cuello y dibujos de estrellas, medias hasta la altura de sus rodillas color blanco con dos líneas rojas en la zona superior, zapatos oscuros al igual que su gorra, del cual estaba colocada con la visera hacia atrás. Logrando verse juvenil y a la moda.

Se observó en su amplio espejo que tenía en la puerta de su armario y sonrió convencido.

-Me veo hermoso- acomoda sus rosados cabellos y se dispone a preparar todo para cuando llegara Seung.

 

 

**

 

 

Eran las ocho de la noche cuando el timbre sonó. Jiyong sintió algo de nervios, por lo que primeramente inhaló y exhaló un par de veces para calmar a su acelerado corazón.

Una vez que se sintió más relajado, caminó hacia la puerta para abrirle a su tan ansiado invitado.

 

-Buenas noches, Ji-

 

El pelirrosa abrió sus ojos ante lo precioso que se veía Seung Hyun. En su mano traía un abrigo ya que recordaba que dentro del departamento del pelirrosa, estaba ambientado por la calefacción. Él solía estar vestido formal, pero esta vez llevaba puesto una camiseta gris sin mangas, debajo de ella, una de mangas larga color negro, un jean oscuro y zapatillas. Sumando que su cabello se veía arreglado al natural, su look se veía completamente casual y atractivo.

 

-Buenas noches, Seung. Pasa- sonríe intentando disimular lo más que podía su sonrojo y el brillo en sus ojos ante la belleza del castaño.

 

El menor sonrió e ingresó al departamento. No sin antes entregarle una caja color rojo al pelirrosa.

 

-¿Qué es?- al cerrar la puerta, camina junto a Seung hacia el living.

 

-Son bombones. ¿No te gusta el chocolate?- lo mira preocupado.

 

-No, al contrario. Amo el chocolate. ¡Gracias T.O.P!- sonríe con un leve sonrojo en sus mejillas, logrando que Seung lo mirara de pies a cabeza.

-¿Q-qué sucede?- pregunta tímido.

 

-Me gusta tu estilo. Te hace ver adorable- dice con su gruesa voz, sonriendo coqueto.

 

Ante esas mismas palabras que hace unos años, Ji sintió que su corazón se le saldría de su pecho. No pudo evitar sonrojarse aún más y morder su labio inferior. Por acto reflejo, hasta desvió su mirada de los oscuros a atrayentes ojos de Seung.

-G-gracias- Fue lo único que pudo decir en ese momento. Se sentía feliz por volver a vivir el mismo sentimiento pero a la vez, culpable.

Intentó calmarse pero unas lágrimas traicioneras recorrían su rostro. El castaño lo notó y lo abrazó.

 

-¿Qué sucede Ji? ¿Por qué lloras?- susurra acariciando su espalda suavemente sintiendo el cuerpo del pelirrosa temblar en sus brazos.

 

 

“¿Cómo puedo decirle quién soy y que me perdone? Se enojará conmigo y me dejará. Eso es algo que no deseo. Menos ahora que lo encontré… por casualidad”

 

 

Ji suspira sobre el hombro del menor, relajando su cuerpo ante las suaves caricias de Seung Hyun.

Levanta su rostro y lo mira. El castaño también lo estaba mirando pero en su mirada reflejaba dulzura. Jiyong no pudo evitarlo y besó su mejilla.

 

-Gracias, Seung. Me siento mejor ahora- sonríe y se separa de él.

 

-Me alegra que estés bien. Sonríe, Ji. Tu sonrisa es hermosa y brillante- acaricia sus rosados cabellos.

 

-Lo haré, por ti-

 

Volvieron a mirarse por unos segundos, sintiendo un agradable y cálido clima entre ellos.

 

-¿Vamos a cenar?- pregunta Ji sin dejar de sonreír.

 

-¿Has cocinado tú?-

 

-Sí- miente.

 

-Mentiroso. En sólo dos semanas que te conozco, sé que no cocinas- sonríe de lado.

 

-Es que no sé cocinar y tampoco suelo tener tiempo para aprender, por eso siempre pido comida por teléfono- hace un adorable puchero.

 

-Lo sé. Pero algún día vendré aquí y te enseñaré-

 

-¿Tú sabes cocinar?- lo mira curioso.

 

-Por supuesto. Si vives solo, de alguna forma debes de aprender. Por eso, deseo enseñarte a ti también, Ji-

 

-Tienes razón. Gracias por ofrecerte, Seung-

 

Sonrieron y el pelirrosa dejó la caja de bombones sobre uno de sus muebles para comerlos más tarde con el menor.

 

-Ahora vamos a cenar- camina hacia el comedor, seguido de Seung.

 

-¡Muero de hambre!- comenta en tono gracioso el castaño, logrando hacer reír a Ji.

Pese a su aspecto serio, Seung Hyun tenía su lado dulce y gracioso.

 

 

**

 

 

-¡Estuvo delicioso!- suspira satisfecho Seung Hyun mientras bebe su segunda copa de vino.

 

-Realmente sí- sonríe el pelirrosa, sonrojado ante el efecto del alcohol.

 

-¿Dónde encargas la comida? Tiene un gusto casero especial, como si una madre lo preparara con toda su dedicación y amor- pregunta el castaño.

 

-En realidad, hay una señora que vive en frente de este departamento que es muy amiga de mi madre. Y como sabe que vivo solo, cocina para mí sin aceptar que le pague. Por eso, suelo comprarle los ingredientes que necesite u alguna otra cosa para ella. Es muy amable y su comida sabe tan deliciosa-  

 

-Oh, entiendo. Tienes suerte, Ji. De lo contrario, estarías comiendo pura comida chatarra-

 

-¿Cómo lo sabes?- hace un puchero.

 

-Siento que te conozco de hace años- bromea sonriendo, terminando de beber.

 

Jiyong no pudo evitar sentir nuevamente esa sensación cálida pero amarga. Por lo que, intentó disimular su expresión.

-Iré por otra botella- comenta y se fue hacia la cocina.

 

-De acuerdo- Seung tomó su celular para corroborar que no tuviera ninguna llamada, principalmente de su madre.

 

En menos de cinco minutos, Jiyong volvió a aparecer pero con un pack de latas de cerveza y un recipiente con palomitas.

 

-¿Te gusta la cerveza?-

 

-Sí, no suelo beber cerveza pero cuando la ocasión lo requiere, lo hago-

 

-Muy bien. Entonces vamos al living a mirar una película mientras bebemos y comemos palomitas-

 

-Excelente idea. ¿Quieres que levante la mesa para limpiar un poco?- propone amable Seung.

 

-No te preocupes. Mañana que tengo el día libre lo limpiaré. Ahora pasemos la noche juntos- ronronea mientras se tambaleaba un poco debido a que cuando fue hacia la cocina, bebió un trago de Vodka que escondía en una de las alacenas del caul recurría cuando se sentía mal.

 

-Bueno. ¿Estás bien?- Seung lo toma de sus hombros al notarlo con poca estabilidad.

 

-Más que bien. ¿Qué película quieres ver, mi Ikemeso?- sonríe el pelirrosa mientras que ambos ingresaban al living y se sentaban en el amplio sofá.

 

Seung Hyun sonrió de lado al notar lo mimoso que Ji estaba siendo ya que una vez sentados, el mayor apoyó su mentón sobre su hombro. El pelirrosa sonrió más, una vez que logró capturar la mano del menor para acariciarla suavemente.

Decidió dejar que Ji haga lo que quisiera. No respondió a la pregunta, simplemente escogió una película buscando en los canales de televisión.

Encontró una de acción, como a él le gustaban. Se acomodó mejor en el sofá, bebiendo una lata de cerveza que el mismo pelirrosa se encargó de entregarle.

 

 

Terminaron de beber entre los dos, cinco latas cada uno. Seung aún seguía viendo la película, comiendo las pocas palomitas que quedaban ya que en un principio, Ji se adueñó del recipiente.

 

Una vez acabada la película, el castaño notó que Jiyong no se movía. Volteó su rostro y no pudo evitar sonreír al verlo durmiendo apoyado en su hombro.

Lo movió delicadamente para que se despertara, pero sólo lograba que de sus rosados labios, salieran palabras sin sentido.

Como pudo ya que él se sentía un poco mareado, sigilosamente se levantó y cargó en sus brazos al pelirrosa para llevarlo a su habitación.

Jiyong al sentir en sueños una bella calidez, no pudo evitar aferrarse al cuello del menor.

Sigilosamente y con mucho cuidado, Seung Hyun logró entrar a la habitación y depositarlo sobre la amplia cama.

Cuando comenzó a separarse del delgado cuerpo de Ji, éste se aferró a su cuello logrando que el castaño cayera sobre él.

 

-¿Jiyong?- colocó sus brazos alrededor de los hombros del mayor, flexionándolos debido a que el cuerpo debajo de él, hacía presión para acercarlo más.

 

-Mmmh Seung- jadea abriendo lentamente sus ojos.

 

-¿Q-Qué tienes, Ji?- no pudo evitar sentirse nervioso al notar los bellos ojos almendra del pelirrosa.

 

-Tengo un problema- susurra cada vez más cerca del rostro del menor.

 

-¿Cuál? Puedes decirme-

 

Ambos podían sentir sus respiraciones muy cerca siendo fusionadas.

 

-Deseo tanto poder besarte. ¿Puedo?- lo mira suplicante.

 

Seung Hyun se sentía hipnotizado. Jamás había sentido esta clase de sensación, ni cuando trabajaba consolando mujeres antes de ser sólo el Ikemeso de Ji. Solamente lo experimentó cuando era niño…

 

No podía responder, sólo miraba sin parpadear al pelirrosa quien se acercaba cada vez más a sus labios.

 

-¿Me dejarás? Por favor- susurra rozando su nariz con la de Seung.

 

-Está bien- asiente levemente y Ji sonrió feliz acortando los escasos milímetros de distancia, besando finalmente al castaño.

 

El beso fue tímido, sus labios hacían contacto muy delicadamente. Como si temieran romperse.

Pero Jiyong quería más, lo necesitaba. Por lo que con su lengua, tanteaba los labios del menor para que abriera su boca.

Al principio, Seung dudó un instante. Hasta que sintió la cálida mano del mayor acariciar sus cabellos logrando así, dejar que Ji lo besara a su antojo.

Ahora ambos ladeaban sus rostros, de un lado hacia el otro, sintiendo sus lenguas conocerse por primera vez.

Por instinto, Ji abrió sus piernas para que el menor se acomodara mejor entre ellas.

Pero lamentablemente por falta de aire, debieron separarse.

Seung apoyó su frente contra la del pelirrosa quien respiraba con algo de dificultad pero a la vez, elevó un poco su pelvis para incitarlo, logrando un jadeo ronco por parte del menor.

 

-Mmh Ji-

 

-Seung mmh- vuelve a elevar su pelvis, logrando que ambas pelvis hiciera un excitante contacto.

 

-Jiyong no creo que…-

 

No pudo terminar de hablar debido a que  Ji atacó sus labios mientras aprovechó la oportunidad para cambiar de posición y quedar sobre el castaño.

 

-No digas nada. Déjate llevar, Seung Hyun- acaricia el rostro de un dudoso menor, mientras movía su cadera sobre la entrepierna del castaño.

 

Como si un click hiciera en la mente de Seung, miró a Jiyong de una manera tan hambrienta y felina, logrando que el pelirrosa gimiera ante esa mirada y ahora las amplias manos del menor capturaron su cintura de manera posesiva, quemando su interior ante el deseo de estar con Seung Hyun...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     

Notas finales:

¿Qué les pareció? o:

Para incentivar su imaginación, les dejo dos fotos de cómo estaban vestidos el GTOP:

Jiyong / Seung

 

Pido disculpas si hay faltas de ortografía ~

 

¡Espero les haya gustado! ^^

 

Gracias por leer ~


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