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YO TAMBIEN LO AMO Y LO TENDRE PARA MI por Azusa Olimpia

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Notas del fanfic:

LOS PERSONAJES PERTENECEN A SHIORI TESHIROGI Y MASAMI KURUMADA.

¿QUE SERIAS CAPAZ DE HACER POR TENER AL AMOR DE TU VIDA?

ESTA VEZ NADA SERA FACIL, MAS RIVALES POR EL AMOR DE KARDIA IRAN APARECIENDO.

AL FINAL QUIEN SE QUEDARA CON EL CORAZON ARDIENTE DEL ESCORPION

Notas del capitulo:

SI LO SE, TENGO OTRO FANFIC, PERO NO QUISE DEJAR IR ESTA IDEA, SUBIRE CAPITULO TRAS CAPITULO, UNO NO EL OTRO SI, SOY TODO OIDOS. LO DICHO ANTES DISFRUTENLO Y ESPERO CONTAR CON SU APOYO.

CAPITULO I ¿POR QUÉ NO LO SUPE ANTES?

 

Era una tranquila tarde en el santuario, Degel decidió ver si Kardia se encontraba bien, ya no tenía las fiebres tan peligrosas, simple fiebres de humanos como las llama el escorpión, ya el templo vio a Kardia feliz, pensó que de seguro había hecho una travesura, dudo, si preguntaba terminaría por ser su cómplice, la curiosidad pudo más.

Degel: (tan serio y calmado) Kardia de Escorpio, ¿se puede saber que has hecho esta vez?

Kardia: (con sonrisa burlona) buenas tardes, Degel, y no, no puedes saber qué es lo que hecho, o mejor lo que voy a hacer…

Degel: (acercándose a Kardia) con más razón, si es necesario te encerrare en tu templo (tomando su brazo) ¿Qué es todo esto?...

Kardia: (bufando molesto) una canasta que más va a ser, Degel, no puedo quedarme más tiempo aquí contigo, me estará esperando y no quiero que se moleste.

Degel: (sorprendido y soltando su brazo) ¿Quién te espera?, ¿acaso no ibas a hacer una tontería? (volviendo a su habitual calma) no debe interesarme eso, me retiro y disfruta tu día de campo.

Kardia: (sonriendo inocentemente)  tan aburrido como siempre, bien me voy, no vayas a cambiar de opinión (saliendo de su templo) nos vemos después Degel (levanta una mano a modo de despedida)

Degel: (pensativo) si, nos vemos después… (Ve como desaparece de su vista) ¿Quién lo espera?, no debo concentrarme en cosas que si son importantes.

El santo de Acuario subió a su templo, y se dispuso a leer, a su mente volvía  Kardia y su día de campo, trato inútilmente concentrarse en las letras, no tuvo otra opción que ver quien era esa persona y que relación tenían.

Bajo al pueblo, pensaba que lugar podría ser el ideal para dicha actividad, fue al campo de flores, escondido entre los árboles y unas rocas enormes, el acceso era difícil, pero para un santo era fácil, a lo lejos diviso la cabellera azulada, se acercó sin hacer tanto ruido y sus cosmos apagado, vio como reía, el cuerpo de Kardia cubría al acompañante y en la posición en la que estaba Degel, no podía verlo o escuchar su voz, solo las sonoras carcajadas del escorpión.

Degel estuvo un rato, esperando a ver qué pasaba y nada, estaba por irse cuando Kardia se levantó y ayudo a su acompañante a ponerse de pie, al final pudo verlo, era nada más ni nada menos que Albafika de Piscis, ¿Qué hacían juntos? Fue la primera pregunta que se le venía a la mente, después más vendrían a taladrarle la cabeza. Solo los vio, casi se le sale el corazón al ver como Kardia se le acercaba y lo besaba, y lo peor de todo, Albafika no lo rechazaba, sino que ponían ambas manos en el cuello del escorpión y así profundizar su beso; Degel se quedó estático, algo dentro de él comenzaba a quemarlo y no entendía el por qué.

Se quedó ahí escondido esperando que ambos se fueran, una vez que ellos se retiraron se quedó un rato más, por si acaso volvían. Desanimado subió los templos, al llegar al templo de Escorpio volvió a su mente la escena del beso, fue sacado de sus pensamientos por el guardián.

Kardia: (recargado en una columna) pensé que estarías encerrado en tu templo con tus libritos.

Degel: (calmándose por la sorpresa) también puedo salir si se me da la gana, acaso necesitas algo.

Kardia: (sarcástico y burlón) yo iba a preguntarte eso, si lo olvidaste estas por cruzar mi templo y te quedaste como una estatua de hielo…

Degel: (mirada penetrante y fría) disculpe usted, lamento importunarlo, seguiré con mi camino. (Avanza al lado del escorpión)

Kardia: ¿Qué te sucede? (lo sujeta del brazo) dime que es lo que tienes, no te dejare ir hasta que me digas que te pasa (lo arrastra a su habitación) bien te escucho.

Degel: no tengo por qué decirte, me voy a mi templo (tratando de ocultar su nerviosismo) Kardia, déjame salir…

Kardia: no, dime que tienes, sino te quedaras conmigo hasta mañana (serio y luego se ríe) no confías en mi…

Degel: (sin pensar habla) el que no confía en mi eres tu (se calla) yo…

Kardia: (levantando una ceja) ¿a qué te refieres con eso? Yo confió en ti, no sé por qué dices eso…

Degel: (ocultando su nerviosismo) lo dije sin pensar, si en verdad confías en mí, dime con quien estuviste en la tarde. (Con aparente calma) no creo que te moleste decirme o sí.

Kardia: (sorprendido, esboza una sonrisa tierna) si te lo digo, me dirás que te pasa, si no, no lo diré.

Degel: (dudoso) lo hare primero (respirando profundo) siento que algo arde dentro de mí, no sé qué es y me preocupa…

Kardia: (cambiando su rostro a serio) ¡eeh! No entiendo, explícame bien, aunque digas que soy un tonto, así nadie te va entender.

Degel: (pensando en cómo explicarlo) vi a dos personas besándose, una de ellas la conozco y ver eso, me ocasiono ese ardor, ¿tú sabes qué es?...

Kardia: pero si dices eso, son celos (mas sorprendido) depende de quién sea esa persona, a quien viste…

Degel: (se quedó congelado al escuchar eso) celos, porque siento esto, debe ser una broma… imposible…

Kardia: (aguantándose la risa) ¿Quién lo diría?, estás enamorado y ¿Quién la afortunada o afortunado? (riéndose por la reacción del otro) eso es amor, o tal vez me equivoque…

Degel: espero que sea una maldita equivocación tuya (sonrojado por la vergüenza) bien, ya te dije, sigues tú, ¿con quién te fuiste de día de campo?... (Ve con cuidado sus gestos) vamos que esperas…

Kardia: (cruzándose de brazos) bien, no te impacientes, fui con Albafika, feliz

Degel: (mirada fría) con él, ¿Qué relación tienes con Piscis?

Kardia: tan interesado estas, creo que ya es momento que lo sepas, eres mi amigo o yo lo creo así (sonrojándose un poco) te lo diré, nadie debe saber por ahora, Albafika y yo somos amantes.

Degel: (sintiendo ese ardor de nuevo) ¿desde cuándo?, dime desde cuándo, Kardia (apretando sus puños) responde

Kardia: (vio el cambio de humor de Degel) desde antes de la guerra santa…

Degel: (abriendo sus ojos de la sorpresa) tanto tiempo, ¿por qué no me dijiste nada?, no que confiabas en mi… (Perdiendo el control) eres un mentiroso y un patán (quitándolo de la puerta) tonto…

Kardia: (enfadándose) ¿Qué sucede contigo?, siempre has tenido prioridad a tus libros, era difícil decírtelo y más cuando la guerra inicio, además Albafika no quería que nadie supiera lo nuestro, no quería que vieran eso como una oportunidad para acercársele (sujetando la mano de Degel) si te sientes solo, busca a ese amiguito tuyo de Siberia o como se llame ese lugar… (Soltándolo y suspirando) no sé porque te explico esto…

Degel: (respirando y volviendo a su semblante serio) lo siento, es solo que todo esto me sorprendió mucho (viendo a la cara a Kardia) ¿Cómo pudiste acercarte a él?, no dejaba o mejor dicho no deja que nadie se le acerque, su veneno le preocupa…

Kardia: (volviendo a reír) lo olvidas, también tengo veneno en mí, tengo mi aguijón (mostrando la aguja escarlata) a veces quiero saber que veneno es más mortal si la sangre de Albafika o mi aguja…

Degel: (observándolo) créeme, no quieres saberlo… en serio lo siento, me voy, pensare lo que me dijiste (alejándose de Kardia) hasta mañana.

Kardia: hasta mañana, Degel… (Ve como desaparece) ¿A quién habrá visto para ponerse celoso?... ya no debo ocultarle nada o se enojara como hace rato… (Cierra la puerta de su cuarto) estoy cansado… bien, mañana veré Albafika…

En el templo de Acuario se ve la mitad de su habitación congelada, Degel no soporta ese sentimiento, él ya sabía que era, pero su timidez y miedo al rechazo pudo más.

Degel: (tocando con ambas manos su cabeza) porque te amo, tú estás enamorado de alguien más y lo peor de todo te corresponde (dejando salir unas cuantas lagrimas) te voy a olvidar… te tengo que olvidar…

La noche cobijo al corazón roto de Acuario, la persona que amaba la había perdido, solo le deseaba felicidad, aunque no fuera con él. El amanecer fue demasiado pesado para Degel, no deseaba salir, pero siento la presencia de Kardia y se levantó para recibirlo, Kardia le sonrió.

Kardia: buenos días (viendo la apariencia de su amigo) te desvelaste por eso malditos libros, si sigues haciendo eso volverás a morir y dudo que Atena vaya a darte otra oportunidad (moviendo su cabeza de un lado a otro) descansa, en serio estas mal.

Degel: (alegrándose internamente) no lo hare de nuevo, ¿Qué haces aquí? (temió preguntar) y dime…

Fue interrumpido por una voz, se forzó a ser amable, ya que era su rival y no quería delatarse enfrente de esos dos.

Albafika: (una sonrisa tímida) buenos días Degel, pido permiso para pasar tu templo (ve a Kardia) buenos días Kardia…

Kardia: tan formal como siempre (se acerca a él y lo abraza) eso me gusta de ti…

Albafika: (apenándose por ver a Degel) no, aquí no Kardia…

Kardia: (sonriendo) no pasa nada, además Degel lo sabe, él es mi amigo y no pude ocultárselo más… (Viendo el gesto de Albafika) no te molesta o si

Albafika: (suspirando) lo hecho, hecho esta, siento mucho la molestia

Degel: (controlándose y ocultando su enojo) no importa, puedes pasar mi templo (mirando de reojo a Kardia) supongo que ibas a verlo, no es así Kardia… yo descansare más, no es que lo corra, pero necesito que se retiren…

Kardia: en parte si iba a verlo, pero también a ti, ¿quería preguntarte si necesitas ayuda con la persona que te gusta? (riéndose por  la cara de asombro de Degel) y bien…

Degel: (aun con sorpresa) no sé de qué me hablas (haciendo el desentendido) ignóralo Albafika, le gusta inventar historias…

Kardia: (ofendiéndose) ¡que!, no es verdad, anoche estuve pensando en ti y en tu problema, en verdad estás enamorado, o la mucho te gusta esa persona (guiñándole un ojo a su novio) Albafika también te ayudara…

Albafika: (sonrojándose) si, también ayudare, al aparecer me he perdido mucho… (Abrazando a Kardia por la espalda) y bien, ¿Quién es esa persona?

Degel: (sonriendo levemente) no es nadie importante, no se metan en mis asuntos (mirando a Albafika) no creo que te interesen los asuntos amorosos de lo demás o si…

Albafika: (lo observa con confianza) claro que sí, tú y yo tenemos gustos similares, hace tiempo que tuvimos una charla muy entretenida, acaso ya la olvidaste…

Degel: (retándolo con la mirada) como olvidarla, pero ahora que lo pienso bien, voy a conquistar a esa persona (apretando su puño) el será mío…

Kardia solo sentía que estaba en un campo de batalla, no entendía como su novio y amigo habían cambiado tanto, solo se quedó viendo a esos dos, también deseaba saber quién era esa persona que Degel amaba, para ayudarlo junto Albafika, tenía que preguntarle a solas, Degel no se lo diría.

Notas finales:

QUE PASO ENTRE ALBAFIKA Y DEGEL... KARDIA ESTA DESPISTADO, AL FINAL SE DARA CUENTA QUE ÉL ES LA PERSONA QUE DEGEL AMA

TODO EN EL SIGUIENTE CAPITULO 

ESPERO SUS COMENTARIOS.


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