Pasado
III
Ya en la casa de Kotomi, en el extremo este de la aldea, el Hokage estuvo parado contemplando la casa de una sola planta, con un dojo en la parte de atrás… seguramente donde la dueña y los niños pasan la mayoría del tiempo. Suspiró, debía controlar su ira antes que Kurama liberara toda esa energía contenida; miró al cielo, hace un par de horas que había obscurecido por completo, tanto por el fin del día como por causa de las nubes negras que se cernían sobre Konoha, pensó en darse prisa, si es una tormenta la que se avecina preferiría estar a al lado de Ed para cuando los rayos, truenos y relámpagos lo despierten. Escuchó que abrían la puerta de la casa, Kotomi lo miraba con aparente sorpresa y lo invitó a pasar… entró a casa pero se rehusó a tomar asiento.
Así sin más, tan sincero como suele ser, habló.
--A partir de ahora, Kotomi, te prohíbo cualquier contacto con mis hijos. –dijo firmemente, como cuando da una orden.
--No entiendo, Hokage-sama. –la alvina parecía confundida, parecía tener la impresión de haber escuchado mal.
Un relámpago, iluminando parte de la sala y sus cabelleras rubia y plateada respectivamente, desató una lluvia ligera. El Hokage, sin ganas de seguir con el juego de Kotomi decidió decir lo que debió haber dicho hace tiempo.
--Te lo advierto Kotomi, aléjate de mi familia. –dijo entre dientes.
--... Hokage-sama, yo...–con calma y confusión Kotomi intentó hablar más fue interrumpida por el Hokage.
--¿Acaso crees que no sé lo has hecho? –casi gritaba el rubio –¿A caso no sabes que mis hijos jamás están descuidados? –dijo para caminar de un lado a otro en un intento de controlar su enojo –Sé lo que haces con ellos, sé que te llevas el crédito de lo que Ed hace por su bien, sé que les implantas dudas, sé que tus venenosas palabras cubiertas por tiernas frases han calado más fuerte en dos de ellos… –se detuvo y su voz se escuchaba llena de preocupación –y como consecuencia un 'odio' irracional hacia Ed crece con cada día que transcurre.
>>Te lo advierto... déjalos en paz. –sentenció, se volvió hacia Kotomi para mirarla a los ojos directamente –Porque, si a causa de tus segundas intenciones Ed sale lastimado, si llega a abandonar la aldea y a sus hijos y a mí por la ilusión de que 'es lo correcto'... –inició a cortar la distancia entre ellos –te buscaré, donde quiera que estés, te encontraré y te causaré el mismo daño que el solo pensamiento de su partida me provoca; y, luego de haber terminado con tu existencia iré en busca de Ed, iré tras mi esposo con o sin el consentimiento de la aldea. –ya frente a ella, separados por pocos centímetros, continuó –Antes que Hokage soy el esposo de Edward Elric... incluso antes que mis niños, nuestros pequeños son fuertes, inteligentes y te aseguro que tienen bien claro lo mucho que amo a Ed.
Habló el Hokage, sin dudas, sin pisca de remordimiento en sus palabras. Ni siquiera la mencionar que antes que sus hijos primero estaba Ed. Kotomi no se le veía intimidada, permanecía parada donde estuvo desde el principio, no retrocedió ante la cercanía del Hokage.
--¿Por qué me dice esto, Hokage-sama? –preguntó con voz monótona.
--Sé la verdad acerca de ti, –dijo el rubio como revelando un gran secreto –a penas entraste a nuestras vidas bajo el pretexto de ayudar a los héroes de la guerra shinobi, el de vivir en la aldea de los héroes, el de echar raíces y otros tantos motivos que usaste para quedarte en Konoha. –le dio la espalda mientras se distanciaba de ella –¿Pensaste que no investigaríamos tu coartada?... ¿Pensaste que sería tan descuidado como para permitir la entrada de extraños a mi aldea?... –se volvió para mirar fijamente sus ojos –No soy idiota, Sasuke Uchiha.
Kotomi, mejor dicho ‘Sasuke Uchiha’ miró con sus ojos bien abiertos al rubio, a Naruto, nadie, nadie sabía del Jutsu prohibido que usó para cambiar de cuerpos, un Jutsu similar al que usaba Orochimaru… ¿Cómo se enteró Naruto?... Dijo saberlo desde el principio, entonces, ¿Por qué no hizo nada?
--...¿Lo sabías? –al fin pudo hablar el antiguo Uchiha, su voz era suave, distante de ‘su’ voz.
--Por supuesto. –corroboró el rubio –Al capitán Anbu no se le escapa nada. –siguió con algo de orgullo en su voz. –No te sorprendas. A este tiempo ya deberías estar al tanto de lo brillante que es mi esposo.
--... si lo sabías, si todo este tiempo lo supiste, –dijo Kotomi/Sasuke sin poder contener su frustración –¿Por qué no dijiste nada?
--Tontamente creímos que era “una segunda oportunidad” la que buscabas. –comentó cansado, con decepción –Pero con el mismo paso del tiempo vimos tus intensiones, las dejamos pasar confiando en que nuestros niños sabrían manejarlo... pero, hasta aquí llegaste. –Naruto adoptó su semblante serio, el demuestra que no habrá más oportunidades –Mi esposo ha derramado lágrimas a consecuencia de tus acciones y eso es algo que no permitiré. –volvió a acercarse a su interlocutor –Si te acercas a cualquiera de mis hijos, si te acercas a Ed, yo mismo te entregaré a las demás naciones, sigues siendo un criminal buscado después de todo.
Ante la mirada decidida de Naruto, Kotomi/Sasuke dejó la ‘apariencia’ de mujer bondadosa, adoptó ese aire orgulloso y arrogante que le caracterizaba desde la tragedia de su clan… esa actitud tan bien escondida bajo el rostro de ‘Kotomi’.
--No creí que llegaría el día en que hicieras amenazas. –dijo para luego poner una de esas sonrisas Uchiha que se miraba extraña en el rostro de ese cuerpo femenino sin genes del clan Uchiha.
--No es una amenaza, es una promesa –decretó Naruto –que no dudaré en cumplir.
No lo dudaba, Kotomi/Sasuke no dudaba jamás de las promesas de Naruto, por experiencia, sabe que lo que el rubio promete siempre lo cumple. Salvo una cosa, una que él mismo se encargó de destruir.
--... ¿No me preguntarás directamente mis motivos? ¿No preguntarás por qué estoy en el cuerpo de una mujer? ¿No me pedirás mi historia, mi punto de vista? –preguntó para cambiar el rumbo de sus pensamientos, también para tener la oportunidad de explicarse.
--No me interesan. –expresó Naruto con esa sinceridad peculiar, dejando de piedra al ‘Uchiha’ –Ahora me él está esperando, –dijo mirando la ventana y lluvia que aumentaba su fuerza –mi esposo espera mi regreso y no pienso demorar más, menos escuchando tus motivos.
Sin resignarse a quedarse así, desplazado una vez más, Kotomi/Sasuke reunió fuerzas para salir de su parálisis y hablar. Usaría lo que tiene a su favor: el pasado… su pasado juntos… su pasado antes de la Amnesia.
>>Continuará...