Wolfram estaba metido en su cuarto sin querer salir, estaba bastante desanimado pues la presencia de Fabrio lo tenía en esas condiciones.
No se explicaba porque su hermano le había puesto a alguien para que lo protegiera.
Acaso soy tan débil; pensaba
Es verdad, que las veces importantes en las que Yuuri estaba en peligro, Wolfram no había podido ayudarle como él hubiera querido ya que Conrad se anteponía.
Pero la verdad es que el rubio no iba a aceptar tan fácilmente aquel intruso que se había interpuesto en su vida y menos si miraba con esos ojos a Yuuri.
…….
- Necesitas tener paciencia; Conrad le estaba dando ánimos a Fabrio ya que este no se sentía capaz de poder realizar la misión que se le había impuesto.
- Sera difícil su hermano no va a querer ni que me le acerque
- Tiempo al tiempo mi querido Fabrio, él es así al principio, pero luego es muy buen niño; Conrad le guiño un ojo a lo que le froto el cabello dulcemente.
Fabrio suspiraba pues pensaba que al final no podría llevar a cabo sus prácticas como escudero y si no era así, no podría servirle a su majestad.
Camino por el castillo observando los alrededores, pensaba que era hermoso vivir en esas condiciones y en aquel lugar, él había tenido una infancia demasiado dolorosa la cual le hizo madurar antes que sus compañeros, por eso Conrad le tenía tanta fe para la misión que le había otorgado.
- Qué bonito lugar; pensó en voz alta
- La verdad es que se respira un aire familiar; Fabrio se giró viendo la figura de una mujer de melena rojiza sonreírle; - Veo que eres nuevo en el castillo, ¿Tienes poderes mazokus?; la sonrisa de la mujer ahora se podía apreciar más peligrosa.
- No, soy humano solo estoy aquí como finalización de mis clases en la academia militar, me llamo Fabrio.
- Qué pena que no tengas poderes lo hubieras pasado muy bien ambos; la mujer de cabellera rojizas volvió a sonreír con esa sonrisa maligna; - Perdón, donde queda mi educación, soy Anissina Von Karbelnikoff.
Se estrecharon las manos y ambos continuaron sus caminos.
Cuando Fabrio llego a una parte del castillo donde se podía admirar unos grandes cuadros se paró y pudo apreciar que en uno de ellos se encontraba en gran Shinou el primer rey y su más aliado estratega el gran sabio.
Algún día me gustaría ser como el gran sabio y servirle de esa manera a alguien; pensó
Cuando se detuvo en mirar más de cerca el cuadro de su majestad Shinou este encontró grandes semejanzas con Wolfram se sorprendió, pero no le dio importancia.
……..
- No te preocupes Conrad hemos hecho lo correcto; animaba Gunter al pelimoreno ya que no estaba seguro si había cometido la mejor decisión
- Al principio estaba convencido que era lo correcto, pero al ver a Wolfram de aquella manera; suspiro a lo que Gunter le dio unas palmaditas en la espalda.
- ¿Por qué estáis tan deprimidos?; preguntaba ahora Yuuri que acababa de entrar a la habitación
- No es nada su majestad, Conrad cree haber hecho mal en poner a Fabrio al cuidado de Wolfram; explicaba el peliblanco
- Creo que haz echo bien Conrad, puede que así Wolfram se habrá más a las personas; Yuuri mostro una sonrisa y acto seguido se fue de la sala.
- Su majestad tiene razón, puede que así Wolfram aprecie más a los humanos, desde que su majestad llego Wolfram ha cambiado; Gunter tenía una mirada de nostalgia cuando hablaba de la evolución como persona de Wolfram
- Eso es cierto, pero me preocupa una cosa Gunter es el hecho de que Wolfram sufra con respecto a Yuuri.
- Eso es cierto, aunque su majestad crea que los sentimientos de Wolfram sean verdaderos, este si lo siente así y puede que la presencia del joven Fabrio altere a Wolfram
Esta vez ambos suspiraron mirándose el uno al otro como si asa supieran en lo que pensaba el otro.
- Que no voy a salir de mi cuarto; gritaba Wolfram
Greta le había ido a buscar, pues esta se sentía preocupada por el rubio, ya que hace más de una semana que Wolfram no dormía en la misma cama de Yuuri.
- Wolfram, vamos a jugar además Effel a preparado unos dulces que están buenisimooooooo; Greta alargo la o de buenísimo para así incitar a que el rubio saliera de su cuarto, pero fue inútil.
- Greta enserio no quiero enfadarme no me apetece y no voy a salir; gruño Wolfram conteniendo las ganas de chillarle a la pequeña cosa que no se perdonaría si lo hiciera.
Greta rendida alejo sus pasos de la habitación del rubio a lo que por el camino se encontró con otro chico de pelo rubio, pero más dorado.
- Hola pequeña, esto quiero preguntarte por donde se va a la habitación de Von Bielefelt; Greta miro de arriba hacia abajo el individuo que estaba enfrente de ella.
- La habitación de Wolfram está al fondo a la derecha, pero Greta no ha conseguido que salga; Fabrio le sonrió a la chiquilla y luego le froto la cabeza dándole un gracias.
Greta se quedó pensativa no sabiendo quien era aquel chico, pero algo le decía que este rubio iba provocar demasiadas cosas en ese castillo.
Por otro lado, ignorando todo lo que estaba pasando en el castillo en esos momentos se encontraba Murata hablando con Ururike.
- Ururike, dime la verdad
- No se me es permitido decírsela su alteza; Murata chasqueo la lengua en protesta, quería saber cuál era esa verdad y si lo que si intuía era cierto.
- No sé qué puedo hacer para que me la digas
- Lo siento mis más sinceras disculpas; Ururike ladeo su cabeza de un lado hacia otro y de nuevo se marchó a su retiro.
Maldita sea; rechistaba Murata en su interior.
Sabía perfectamente que algo no andaba bien con su majestad Shinou pero ni Ururike ni el mismo Shinou querían decirle nada, por ese motivo Murata llevaba unos días decaído hasta el punto de no querer regresar a la tierra hasta que supiera aquella verdad que el posiblemente ya supiera.
Sin más remedio tuvo que marcharse del templo y dirigirse al castillo tenía muchas cosas que conversar con Yuuri.
- Shibuya querido amigo; Murata se abalanzo hacia Yuuri en el momento que lo vio.
- Murata me ahogas suéltame; decía el pelinegro a lo que Murata lo miro y empezó a rascarse la nuca.
- Perdón, perdón; empezó a reírse.
- Bueno cuéntame algo que haya pasado en mi ausencia
- Pues si hay algo, resulta que Conrad ha traído al castillo a un soldado de la academia para que cumpla con tu misión final cuidando a Wolfram; los dos iban caminado por el jardín mientras Murata escúchame atentamente a Yuuri dándose cuenta de una cosa.
- Shibuya; lo llamo en un tono serio para captar su total atención; - ¿No es peligroso?; Yuuri arqueo una ceja no entendiendo a lo que su amigo se refería
- No sé porque sería peligroso
- Bueno puede que Wolfram; pero antes de terminar la frase medito; - Nada mejor lo dejamos así, ya lo sabrás.
- Murata dímelo
- No
- Dímelo
- Que no te digo; de repente Murata empezó a correr mientras Yuuri le gritaba que se lo dijera, pero la verdad no se lo diría pues el mismo debería de darse cuenta que tiene al enemigo en casa.
Luego de andar corriendo como dos niños, ambos se sentaron en una de las mesas del jardín junto a Greta y Cheri-sama a tomar unos dulces que Effel había preparado.
- ¿Wolfram?; pregunto Cheri-sama asombrándose que su hijo no estuviera
- No quería salir de su cuarto Greta lo fue a buscar, pero no quiso venir; dijo la pequeña con tristeza.
- No te preocupes Greta solo está enfadado ya sabes cómo es; Yuuri consoló a su hija pasándole una mano por su cabeza.
- Quiero que Wolfram vuelva a dormir con nosotros; el pelimoreno la miro sorprendido ante la petición de su hija y aunque no lo admitiera la verdad era que extrañaba que Wolfram se metiera a escondida en su cama.
Mientras los demás estaban en el patio disfrutando de su merienda Fabrio golpeaba la puerta de la habitación de Wolfram en señal de aprobación para que lo dejara pasar, aunque no había conseguido nada en los quince minutos que llevaba allí.
- Von Bielefelt sé que le molesta mi presencia, pero debo cumplir con lo ordenado; de nuevo no había respuesta.
Fabrio suspiraba cada vez más y viendo que no podía hacer nada para que el rubio le abriera se sentó en la puerta de este hasta que le diera paso de continuar.
……
- Oye tú, no duermas en mi puerta; al final Wolfram había salido de su habitación y se encontró a Fabrio dormido en su puerta.
- ¡Oh! Von Bielefelt ha salido de su habitación; Fabrio le sonrió a lo que el rubio giro la cabeza avergonzada
- Obviamente, no iba a estar metido en la habitación todo el día; Wolfram le indico a Fabrio que lo siguiera.
Una vez llegado al patio trasero ambos se sentaron en una de las mesas que se encontraban.
- Quiero dejar claro que no necesito la ayuda de nadie
- Sé que es usted muy fuerte, pero de todas maneras aquí estoy para lo me necesite; Fabrio le volvió a sonreír a lo que Wolfram sin saber porque se avergonzaba.
- Por cierto, Yuuri es mi prometido más te vale no acercarte demasiado; Wolfram cuando se trataba de Yuuri no había quien lo detuviera.
- No se preocupe Von Bielefelt no tengo otros sentimientos que no sean de admiración por su majestad Yuuri; Wolfram parecía sentirse más aliviado con estas últimas palabras del rubio.
- Más vale que así sea y, por cierto; el rubio desvió la mirada; - Puedes llamarme Wolfram, pero no te confundas y pienses que por eso te aceptare; dijo tajante.
- A sus órdenes Wolfram; al escuchar su nombre de la boca de Fabrio, Wolfram se puso colorado.
Fabrio al ver la reacción que tenía el chico pensó que tal vez esos rumores que había escuchado fue en la ciudad podrían no ser cierto, pero también podía apreciar que el rubio gastaba de buen carácter y que más vale obedecerle a sufrir.
- Bueno pues me retito a mi habitación de nuevo; decía Wolfram mientras se levantaba de su asiento, pero en ese momento Yuuri entro al patio donde se encontraban.
- Wolfram, podemos hablar un momento; Fabrio cuando escucho eso entendió que se tenía que marchar, pero algo no lo dejo ir.
- No tienes por qué irte vas hacer mi mano derecha así que tienes que estar aquí; Wolfram por primera vez le sonrió a Fabrio lo que cogió por sorpresa a Yuuri; - Dime Yuuri de que quieres que hablemos.
- Bueno veras, Greta a estado insistiendo en que vuelvas a dormir con nosotros; se notaba como Yuuri estaba nervioso pues no mano no se alejaba de su nunca y sus ojos no dejaban de mirar al nuevo rubio.
- Me da lástima por nuestra hija, pero he decidido que a partir de este momento dormir en mi habitación; Fabrio se dio cuenta de que el rubio estaba apretando sus puños mientras le decía a su majestad esas cosas.
- Bueno creo que Greta puede entenderlo, no obstante, puedes volver cuando quiera
Una vez dicho todo Yuuri volvió a irse de donde el rubio y el nuevo rubio estaban.
- ¿Estás bien?; preguntaba Fabrio al ver que una lagrima se escapaba de los ojos del orgulloso mazoku.
- Perfectamente, simplemente déjame solo por favor; esta última palabra sonó muy bajita pero lo suficientemente alta para que Fabrio la pudiera escuchar.
- No puedo señor; a Wolfram le tomó por sorpresa la contestación de Fabrio; - Me disculpo, pero es mi deber estar a su lado cuando me necesite y creo que ahora mismo me necesita.
Y sin saber porque y como Wolfram cogió uno de los picos de la camisa de Fabrio y sujetándolo con muchísima fuerza comenzó a sollozar.
……
Ains mi amigo Shibuya creo que se te avecina una tormenta muy grande; pensó Murata al ver la escena que estaba contemplando en esos momentos.
Aunque Yuuri no viera o mejor dicho no quería ver la realidad todos a su manera estaban intuyendo que algo grande iba a suceder en el castillo Pacto de sangre y la verdad es que no estaban muy equivocados.