Jungkook se levantó de tiro del sofá en cuanto escuchó el sonido del timbre, repetidas veces, y corrió hasta la puerta, no sin antes pasar una mano por su cabello y arreglarlo un poco para así abrir. Absolutamente todos habían llegado y se veían algo ocupados por varias bolsas que en sus manos llevaban. Incluso Ken, Ravi, Hongbin y Hyuk habían llegado igual.
Sin esperar más, esbozó una amplia sonrisa y les dio paso, viendo como se hacían en una fila para ir saludándole, uno a uno y así iban entrando, entregando al menor de todos un regalo.
— ¡Kook! Feliz cumpleaños, idiota, espero que te guste. —Gritó Yoongi mientras me daba una bolsa de regalo, de color roja y algo pesada, caminando luego hacia el comedor para poner allí su mochila y descansar sus manos. Jungkook sólo miró su contenido y sonrió nuevamente, notando que era una muda de ropa junto con su marca de zapatos favorita, Timberland.
El siguiente fue Seokjin, que dejó un par de botellas de vino al lado del cumpleañero y sólo sonrió, entrando y sin decir nada. Así sucesivamente todos fueron entrando, dejando a Jungkook con las manos más que ocupadas, sin poder siquiera estrechar su mano con los demás.
—Feliz cumpleaños, amor. —Comentó Taehyung, siendo ya el último, con una caja bastante en sus manos y percatándose de que su novio estaba totalmente ocupado como para darle un abrazo. Le ayudó un poco, tomando dos bolsas y las botellas de vino para luego cerrar la puerta con su pie, caminando así hasta la mesa para dejar todo allí, junto con la caja que traía. Jungkook sólo se limitó a decir un pequeño "Gracias, Tae..." mientras sus mejillas se tornaban de un rojo carmesí.
Habían traído exactamente todo lo que dijeron que traerían y lo bueno era que sobraba hasta para otros días. Definitivamente sería una de las mejores noches que Jungkook pasaría y no sólo por ese simple hecho. Era de las primeras en las que podía estar reunido con todos sus amigos, sin tener que preocuparse de demás cosas.
Lo que había traído Taehyung en sus manos era un pastel, con un montón de galletas oreo a su alrededor. Precisamente ese tipo de pastel porque sabían que era el favorito de Jungkook y porque así podrían molestarle con el típico "Oh dios mío, eres un caníbal."
—Bueno y ahora que todos están aquí, nadie sale hasta que yo lo decida, manada de idiotas. —Añadió el menor de todos, corriendo con rapidez hasta la puerta y poniéndole los dos seguros que esta tenia para así luego volver con sus amigos mientras que en esas, Seokjin había tomado 11 cojines de los sillones y procedió a dejarlos en el suelo, formando una figura de un circulo en él.
Namjoon sólo llamó a todos para que se reunieran en el lugar que Seokjin había arreglado mientras que iba a poner algo de música en el equipo de sonido, bastante alta con el fin de joder a los vecinos y que ellos también "disfrutaran de ella" para luego así volver a su puesto y sentarse.
Taehyung y Jungkook se sentaron juntos, tomando sus manos y jugando con ellas a la par que esperaban a que los demás vinieran, Yoongi sólo tenía una bolsa llena de cervezas en lata y comenzó a repartirlas a todos a medida de que iban llegando. Jungkook realmente amaba estar así, no podía negarlo siquiera.
—Está bien, creo que iré mejor a cocinar algo para ustedes, mientras eso.. Jueguen verdad o reto con esto. —Comentó Seokjin, dejando una botella de vino en medio del círculo que el mismo formó antes. Yoongi pasó con sus manos dos latas de cerveza y preguntó si alguno quería, Jungkook la rechazó y Taehyung hizo todo lo contrario, tomando ambas y bebiéndolas al instante.
Ravi sin vacilar un solo segundo, tomo la botella de vino e hizo que girase, dando varias vueltas hasta que la boquilla se detuvo justo en el mismo.
—Carajo.
—Eso te pasa por adelantado, ¿Verdad o reto?
—Baboso, elijo verdad. —Ravi Respondió a la pregunta, frunciendo el ceño y esperando a que le dieran una verdad para responder mientras que Yoongi sólo reía a carcajadas y pensaba.
—Si Ken y tú hubieran terminado su relación, ¿Con quién probablemente estarías ahora, eh?
Yoongi sonrió ladino, obviamente buscando algo de problemas al poner aquella pregunta, Ken se encogió de hombros al escuchar y se limitó a callar.
—Pues, estaría solo y con mi soledad, ya que si no fuera únicamente por él, probablemente sería difícil para mí superarlo.
—Te odio.
—El sentimiento es mutuo y mucho más fuerte, querido.
Todos rieron en cuanto Ravi pronunció la última frase, notando como Yoongi entrecerraba sus ojos y fruncía el ceño, algo desanimado al no obtener lo que quería.
—Aish, sigues tú, Ravi..
—Ah vale. —Se encogió de hombros el mencionado, tomando la botella y haciendo que la misma girara, causando que la boquilla apuntara a Jimin pero estaba tan distraído que incluso Namjoon tuvo que darle un golpe en el hombro para que reaccionara.
—Eh, reto, escojo reto.
—Quitate la camisa.
—¿Qué?
—Que te quites la camisa.
Jimin miró algo extrañado a Ravi, notando como esta vez todos tenían su mirada sobre el mismo, sonriendo ladinamente y esperando a que cumpliera su reto. Era una tortura para él ya que hacía algo de frío pero, todo acto tiene su consecuencia, ¿Verdad?
—¿Qué esperas, Min? ¿Acaso quieres que te ponga algo peor?
—Ya cállate, idiota, lo haré. —Ravi rió a carcajadas al escuchar su respuesta, aplaudiendo y sin quitar su vista de Jimin. Este sólo se levantó, rodando sus ojos mientras iba desabrochando su camisa, botón por botón, hasta finalmente retirarla y lanzarla al sofá, dejando su pecho al descubierto.
Todos pusieron una cara para nada inocente y Yoongi decidió jalar el brazo de su novio, haciendo que se sentase nuevamente para así acercarse un poco más a él, dándole calor. Jimin sonrió en respuesta y giró la botella, de nuevo, dejando que se detuviera y finalmente apuntara a Namjoon.
—Reto.
—¿Ah sí? Pues, te reto a ir a ayudarle a tu querido novio en la cocina sin destruir algo. Si no lo haces, tendrás un castigo, baboso.
El líder sólo cubrió con ambas manos su rostro, lamentándose por su decisión y luego riendo bastante fuerte. Jimin y los demás sabían bien que una de las más grandes torturas para él era la cocina. Puso una cara de perrito regañado y se levantó de su puesto, mirando a todos de reojo mientras comenzaba a caminar rumbo a la cocina. Los demás sólo soltaron una carcajada al ver su reacción y prosiguieron con el juego.
—Bueno... ¿Y ahora quién la gira? —Preguntó Jungkook, añadiendo un tono de curiosidad mientras miraba la botella,Yoongi puso una mano sobre ella mientras que con la otra se señalaba a sí mismo, dando a entender que sería el próximo en girarla.
La giró un poco fuerte para que diera más vueltas, hasta que paró señalando a Tae. Este soltó la mano de su novio, mirando fijamente a Yoongi mientras pensaba en que escoger, Jungkook tomó una cerveza a la par que esperaba a que sucediese algo.
—Elijo reto.
—Te reto a que te encierres en el cuarto de limpieza con Jungkook por media hora.
—La que te parió, Yoongi.