[Minho]
Entramos a su departamento, no habia mentido cuando me habia dicho que era un lugar pequeño, el espacio era suficiente para que el subsistiera en ese lugar, podia ver un sofa grande, una mesa pequeña en el centro, no muy lejos un comedor apenas con dos sillas, por un lado una pequeña estufa de apenas dos hornillas, un frigobar y un pequeño microondas, podia ver tambien al fondo dos puertas, queria suponer que una era el baño y otra su recamara, escuche como se cerraba la puerta detras de mi, acomode un poco a Wendy para poder avanzar.
- Te dije que el lugar era pequeño espero y no te moleste.
- No me tiene porque molestar, este es tu espacio yo solo vengo a interrumpir. - El sonrio levemente y avanzo un poco frente a mi dirigiendose a una de las puertas.
- Ven esta es mi recamara, aqui vas a poder acostar a Wendy.
Asenti y camine hacia la recamara, una cama individual estaba enmedio de esta, perfectamente tendida deberia mencionar, por un costado de esta una mesa pequeña donde habia una foto y una lampara, cerca de la ventana habia una mesa mas grande con muchos libros ensima, una silla para nada comoda y otra pequeña lampara de mesa.
Me acerque a la cama y recoste a Wendy en ella. acomode su cabello de manera que no cubriera sus ojos y le molestara, tome las almohadas que habia y las puse a su alrrededor, aunque ya no era una bebe, tendia a rodar por la cama y queria evitar que se cayera de esta, sonrei por la bella imagen de mi hija durmiendo, su suave respiracion, su cara llena de paz y tranquilidad, sin duda alguna era la luz de mis ojos.
Cuando me levante de la cama pude notar que me encontraba solo, no habia escuchado el momento en que Taemin habia salido, me habia quedado embellezado con wendy, sali de la recamara con cuidado de no hacer ruido alguno, busque con mi mirada en donde se encontraba Taemin encontrandolo en la cocina, me acerque a el con cuidado.
- ¿Estas preparando algo? - Dije mientras me abrazaba a su cintura y recargaba mi barbilla en su hombro, pude sentir como brincaba de la impresion. - Perdon no queria asustarte, no note cuando saliste de la recamara.
- No te preocupes, pude ver que estabas admirando a tu hija, no hacia falta que me quedara en la recamara, estoy haciendo cafe, solo que es de holla porque no cuento con cafetera espero y sea de tu agrado.
- Esta bien, muchas gracias. - Dije para despues dejar un beso en su mejilla y dirigirme a la sala. - Entonces retomando lo que te dije en el restaurant, ¿Esta bien que me quede por un tiempo?
- Por mi no hay problema, solo espero que no te incomode el lugar, normalmente estoy solo.
- Mientras tenga un techo y a la persona que quiero estoy bien. - Pude ver como mordia su labio inferior, haciendome reir un poco. - ¿Porque no vienes y conversamos un poco?
Pude ver como servia el cafe en dos tazas y me estiro la mano entregandome una, para despues tomar asiento a mi lado, tome un sorbo y pude sentir el sabor del cafe en mis papilas gustativas, sacandome una sonrisa instantania.
- Este es el cafe mas delicioso que he porobado. - Él bajo su mirada a su taza y pude ver una pequeña sonrisa en sus labios. - Dime Taemin, ¿Porque no vives con tus padres? ¿Eres de otra ciudad?
- No exactamente, no me gusta hablar del tema, solo te puedo decir que la persona que considero mi familia me viene a visitar de vez en cuando.
- Oh entiendo, espero que no le vaya a molestar que me este alojando aqui. - Parecia que no tenia una buena relacion con sus padres, queria saber un poco mas, pero la sola mencion de lo que le habia dicho habia provocado que todo se sintiera mas tenso.
- Tu familia... - Su voz hizo que volteara a verlo, el seguia viendo su cafe, como si eso fuera la cosa mas interesante del mundo, tome un sorbo de mi cafe y alce mi vista hacia el techo, soltando un pequeño suspiro.
- No les he mencionado nada aun, no se como lo vayan a tomar, pero eso no importa mucho ya no soy un adolecente que necesite de su aprovacion para hacer las cosas, soy un adulto que toma sus propias deciones y ellos deben respetarlas.
- Aun asi, no creo que tomen muy bien el que hallas dejado a tu hermosa esposa, por un niño como yo. - Lo mire y baje mi cafe a la mesa, para tomar sus manos y hacer lo mismo con su cafe, dirigi una de sus manos a mi pecho justo donde se podia sentir el latir de mi corazón.
- Tu haces que mi corazón lata, me haces feliz con tu sola presencia, como te dije hace unos instantes, lo que ellos opinen no afectara la desicion que he tomado, ellos deberan aceptarla o vivir con ella, porque yo permanecere a tu lado. - Acaricie su mejilla y le deje un beso en la frente. - Ya te dije que no te sientas mal por mis acciones, es lo que queria hacer, me haces pensar que en realidad no quieres estar conmigo. - Hice algo parecido a un puchero.
- No es que no quiera que permanescas a mi lado, es que no lo logro entender por completo, no me conoces tanto, soy un simple joven mas, y has dejado tu perfecta vida para estar conmigo.
- Mi vida no era perfecta, te puedo decir que no creo en la perfeccion, todos somos inperfectos, tampoco te voy a mentir diciendote que mi matrimonio era un fiasgo, por que no era asi, pero cuando te conoci me di cuenta que en relidad mi vida con Yuri no me hacia tan feliz como siempre lo pense, si ella es hermosa, es una gran mujer. - Pude ver como bajaba su mirada ante mis palabras, tome su barbilla para que me mirara. - Pero tu reviviste un sentimiento en mi, no se de que manera explicarlo, talvez es como te dije la primera vez, fue amor a primera vista.
- Minho...
Tome sus mejillas para poder acercarme a sus labios y dejar un beso lento sobre ellos, parecia que el tiempo no pasaba cuando ambos uniamos nuestros labios, me separe de él y pude ver como mantenia sus ojos cerrados para despues abrirlos lentamente y regalarme la vista mas hermosa que pude haber visto, lo abrace fuertemente.
- Te quiero Taemin.
- Yo creo que tambien te quiero Minho. - Se acerco a mi siendo él el que iniciara esta vez el beso. - Tus cosas...
- Estan en la camineta, mas tarde las traigo ahorita quiero disfrutar de tu compañia.
Estuvimos hablando un poco y de vez en cuando podia robarle unos cuantos besos, me sentia como un adolecente, pero ante todo me sentia verdaderamente feliz.
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[Yuri]
Llegar al hogar que antes te recivia con luces encendidas y con risas por doquier, con una televicion encendida con algun partido de futbol en ella, para despues sentir unos fuertes brazos rodearte seguidos de un tierno beso, me hacian sentir un poco melancolica, un recuerdo de cuando habiamos llegado por primera vez a la casa inundo mi mente.
*Flashback*
- ¿Te gusta la casa?
- Me encanta, es justo lo que siempre habia soñado - Me abrace a Minho sintiendo sus brazos roderame para despues dejar un beso sobre mi cabello.
- Aqui viviremos el resto de nuestra vida y veremos a nuestros futuros hijos crecer. - Sonrei por su comentario.
- No crees que es muy pronto para pensar en hijos. - Pude ver como ponia su cara de estar pensando las cosas.
- mmm, no creo que sea asi, es mas creo que deberiamos apurarnos ha hacer uno. - Dijo alzando mis piernas para cargarme estilo princesa e ingresar a la casa. Ambos estabamos riendo por lo que acababa de decir.
*Fin del Flashback*
El ahora ser recibida con nada mas que la obscuridad hacia que sintiera una punzada en el corazon.
- Me tendre que empezar a acostumbrar... - Dije suspirando para despues dirigirme a mi recamara.
Al entrar parecia que el destino me odiaba, pues miles de recuerdos mas inundaron mi mente, sin darme cuenta las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, me inque justo enfrente de la cama y me solte a llorar como si no hubiera un mañana.
- La vida no es tan justa como lo aparenta... - Dije para mi misma levantandome y limpiado el rastro de lagrimas que tenia en mi rostro, comenzando a ponerme algo mas comodo sabia que mi hermano llegaria en cualquier insatante y no queria que se percatara de mi estado de animo.
Estaba sentada en la sala con una taza de cafe entre mis manos, escuche el timbre parandome de inmediato sabiendo que se trataba de Yixing.
- Brujita. - Dijo dejando un beso en mi mejilla, me hice a un lado para que pudiera pasar, cerre la puerta y lo mire seria.
- ¿Y mis galletas? - El estiro su mano mostrandome lo que en esta traia, aquello no eran las galletas que yo le habia pedido.
- Pense que para tu estado de animo nos vendria mejor una buena copa de vino, asi podemos conversar mas a gusto. - Lo mire sorprendida.
- Xing, como...
- Venga soy tu hermano, se cuando algo anda mal, aunque me lo quieras ocultar. - Sin poderlo retener, me solte a llorar corriendo a sus brazos. - ¿Que ha pasado?
- Minho me dejo Xing, Minho se ha ido - Dije con un hilo de voz enmedio de mi llanto, el solo me abrazo fuerte y se mantuvo sobandome la espalda, haciendo que llorara aun mas fuerte.