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Harry iba caminando con Scorpius ya más tranquilo con el juguete que le había dado Pansy para morder, por lo que decidió recorrer el palacio más que nada para pensar.
-Oh Cédric, nadie como tú para hablar –pensó melancólico.
Entonces vio a lo lejos a Ron, dándole indicaciones a un guardia cuando cambiaba de turno.
-Majestad –dijeron ambos.
-Ron espera –exclamó cuando su amigo se dio la vuelta.
-¿Sí majestad?
-No seas tonto, no es necesario que seas formal… si es por lo de hace rato, bien sabes que no lo puedes tocar.
Ron exhaló un suave suspiro mientras miraba a otro lado y después de nuevo a Harry.
-Sí… yo lo siento, no debí tocarlo –dijo después de unos segundos.
-¿Sigues molesto?
-No, está bien, yo rompí las reglas –respondio un tanto serio.
-Sí, pero aun así hay algo que te molesta… ya suéltalo.
Ron lo medito unos segundos y después se decidió a hablar.
-De acuerdo… oye, todos se dieron cuenta de lo que paso y no hablo de que me llamaras la atención, después de todo tenías razón… pero él anda poniéndote en vergüenza, todos le vieron el rostro y ya está casado, eso es una falta de respeto hacia ti, solo imagina lo que los soldados dicen de eso… debes mantener su respeto Harry, él te ha pisado la sombra amigo y tú bailas a su son.
Harry no dijo nada, sabía que Ron tenía razón y debía aclarar eso con Draco sin caer en una nueva discusión.
-Me voy amigo, empieza mi ronda –dijo el pelirrojo tocándole la mejilla al pequeño- tu hijo es hermoso Harry, tiene la realeza en la sangre.
-Gracias.
Harry continuó su paseo por el palacio hasta que el niño se durmió, entonces regreso a la habitación encontrando a Draco durmiendo en la cama, así que colocó a Scorpius en su cuna y se recostó junto al rubio.
-Eres un maldito dolor de cabeza –pensó sonriendo viendo a un palmo de distancia el rostro de Draco; miró sus largas pestañas y sus labios entreabiertos que respiraban acompasadamente y deseó besarlos, pero no lo hizo… ahora el que no estaba preparado era él… porque se sentía dividido, amaba a Draco pero también a sus concubinas, con un amor diferente si, pero un amor que le impedía lastimarlas- ¿Qué harías tú, Cédric?
Pensó en el atractivo y valiente soldado que había dado la vida por su país, recordó sus hermosos ojos azules y supo entonces que habría hecho él en su lugar.
Entonces sonrió… sonrió mirando el rostro del doncel que se había dormido llorando hacía tan solo un rato, explotando y gritando algo que ni su orgullo pudo callar.
-Me amas… -susurró sonriendo- mi fénix me ama…
Acomodo un mechón de cabello tras su oreja y entonces se levantó para darle un beso en los labios.
-Mmm… -se quejó Draco moviéndose.
-Hey… despierta dormilón –susurró en su oreja.
Draco abrió los ojos y miró a Harry sobre él, entonces recordó la escena que había armado y se dio la vuelta avergonzado.
-¿Qué pasa? –pregunto Harry viendo su espalda.
-Nada.
-¿Como nada?
-Nada.
-Oye –insistió tocándole un hombro- háblame, no soy adivino ¿Cómo puedo saber lo que piensas si no me lo dices?
-Nada… ya hablé demasiado.
-¿Lo dices por lo de hace rato?
-Sí –respondio con pesar- olvídalo ¿sí? has de cuenta que no dije nada.
-Pues no, no puedo olvidar aquello que me ha hecho muy feliz –respondio jugueteando con su cabello.
Draco resopló e hizo a un lado su cabeza para soltar su cabello de entre sus dedos.
-Draco, me hiciste tan feliz al decir que me amabas –dijo acercándose más- es lo que necesitaba para sentirme completo.
-Ah… ¿y?
-Querido mío… -dijo Harry empujándolo de un hombro instándolo a ponerse boca arriba- yo te amo, te amo tanto que siento que me estalla el pecho, dime ¿no te lo he demostrado?
Draco miró los intensos ojos verdes mirarlo con tanto amor, que no pudo evitar sonreír.
-Sí… si, lo has hecho… por eso olvida lo que dije hace rato –respondió tocándole una mejilla- es lo que me ha tocado vivir y ni modo.
-¿Cómo que “ni modo”?... esa situación pone tu carita triste, lo puedo ver –respondio tocándole la punta de la nariz- y déjame decirte que yo estoy dispuesto a hacerlo.
-¿A hacer qué?
-A renunciar a ellas… es decir, no las repudiaré, sabes que eso sería un gran deshonor que no merecen en lo absoluto, pero no volveré a convivir con ellas como concubinas.
-¿En serio? –pregunto viéndolo sorprendido
-Si… tú me bastas y me sobras, te quiero solo a ti –respondio besándole la mejilla- Oh Draco, deseo tanto hacerte el amor… -Draco sintió escalofrió cuando los labios de Harry atraparon el lóbulo de su oreja- dime… ¿tú no me deseas?
Draco trago saliva y cerró los ojos cuando Harry lamio su cuello.
-Respóndeme… ¿no deseas que te haga el amor?
Draco jadeó cuando Harry volvió a besarle el cuello y a chuparlo haciéndolo sentir un cosquilleo en su entrepierna.
-Harry… -musitó ladeando su cabeza.
-Dímelo… anda, dímelo…
-Harry… yo… yo…
-Dímelo –exclamó Harry con firmeza.
-Harry… yo quiero… hazme el amor, Harry… házmelo…
Harry sonrió sin que Draco lo viera, entonces metió su mano bajo la ropa de su hombro para descubrirlo.
-Pero Scorpius…
-Esta dormido… -respondio lamiéndole el hombro desnudo.
Lo había extrañado tanto, que ahora que su concubino se le entregaba por propia voluntad, solo deseaba cubrirlo a besos y tocar todo su cuerpo.
-Me encantas… -susurró desatando su túnica para descubrirle el pecho.
-Ah… -jadeo cuando el moreno atrapó uno de sus pezones.
Harry lo chupo con fuerza, haciéndole sentir dolor y placer al mismo tiempo; luego lo lamio y mordisqueó para hacer lo mismo con el otro hasta dejarlos irritados y erectos.
-Oh Harry… -mascullo hundiendo sus dedos en la rebelde cabellera negra.
Harry se enderezó entonces y comenzó a desabrochar su cinto mientras lo miraba con evidente lascivia provocando que el rubio se sonrojara.
-Eres una delicia –dijo Harry viendo sus mejillas sonrojadas- un soldado de mundo pero tímido en la cama, un tímido soldado que me entregó su virginidad.
-Solo tuviste suerte –respondio riendo e intentando con eso disipar su rubor- además yo no te entregué nada, me la quitaste como un vil salvaje.
-¿Qué puedo decir? Era mi derecho.
Harry quedó desnudo de la cintura para arriba para después ayudarlo a quitarse la ropa.
-Deja, yo lo hago –dijo tomando su pantalón de la pretina y comenzando a bajarlo estando Draco acostado.
Cuando le bajó los pantalones hasta los muslos, pudo ver su pene comenzando a despertar dentro de su ropa interior oscura y eso le complació, pues eso demostraba más que con palabras, que Draco estaba más que dispuesto.
-Oye, pero no quiero bebés –dijo Draco encogiendo las piernas- Scorpius es muy pequeño aun.
-Bien, entonces terminaré afuera –respondio quitándole por completo el pantalón.
-No te creo, cuando estás por terminar me penetras lo mas que puedes y terminas dentro.
-Bueno si… -dijo pasando sus manos por debajo de su cuerpo para sentir en plenitud su piel- me gusta eyacular dentro de ti.
-Harry es en serio –exclamó haciendo un movimiento para que Harry lo mirara.
-De acuerdo… -dijo sonriendo- cuando esté por terminar, saldré de ti.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo –dijo volviendo a lo suyo.
Entonces el moreno se giró llevándose en los brazos a Draco haciéndolo quedar encima.
-¡Oye! –exclamó sorprendido.
Harry solo rio y bajo sus manos para estrujarle las nalgas, después metió sus manos bajo sus calzoncillos para sentirlas directamente.
-Me encantan… -susurró sobre sus labios- tus nalgas me encantan…
Draco sonrió y abrió sus labios en una clara invitación que Harry no dejó pasar, hundió su lengua y sujetó su cabeza con una mano impidiendo que el rubio se separara.
-mmm… -gimio Draco dentro del demandante beso.
Harry abrió las piernas dejándolo en medio, aun con el pantalón puesto.
-¿No te lo vas a quitar? –pregunto sintiendo la fría tela contra su piel.
-En un momento, me gusta sentirte desnudo completamente dispuesto para mí.
Draco sonrió y volvió a besarlo mientras Harry se daba vuelo con su espalda desnuda… besaba sus hombros, lamía su cuello mientras aspiraba el aroma de su piel.
-Draco… te amo tanto…
-Y yo a ti –respondio sonriendo mientras sus mejillas volvían a encenderse.
-¿Qué es esto?... ¿te da pena también decirme cuanto me amas? –pregunto Harry sonriendo feliz- pero soy tu marido, puedes decirme lo que sientes con total libertad.
-Sí, pero… esto es nuevo para mí, no estoy acostumbrado a abrirme ante nadie.
-Pero ya lo hiciste para mí –respondio riendo mientras le hacía cosquillas en el cuello con sus besos.
-¡Así no, tarado! –Dijo levantándose- estoy hablando en serio.
-Yo también –exclamó sin dejar de sonreír viéndolo sentarse sobre sus talones sobre la cama y acomodarse el cabello tras la oreja- anda, deja de ser tan estirado y ven.
-Pero no te rías de mí.
-Me río, si… pero no me burlo.
-¿Entonces?
-Es que eres todo un atrevido tratándose de otras cosas, pero en la cama apenas comienzas a tomar confianza y eso me gusta… dentro de poco no tendrás vergüenza de nada y eso está bien, porque soy tu marido, yo puedo verte como sea, no se te olvide.
Draco sonrió agachando la cabeza… se sentía feliz por haberse enamorado y ser correspondido, y Harry tenía razón, no debía sentir vergüenza por eso.
-Bueno, pero de todos modos no te rías de mi.
-Ten por seguro que lo que menos quiero hacer es reírme de ti.
-¿Ah sí? ¿Y qué quieres hacerme entonces? –preguntó juguetón.
Harry sonrió y comenzó a sobarse el bulto por sobre el pantalón.
-Me debes muchas masturbadas…
Draco volvió a reír pareciéndole eso a Harry el sonido más dichoso que había escuchado en mucho tiempo; por lo que levanto la cadera y se quitó el pantalón con todo y ropa interior y lo aventó con los pies al suelo; el rubio sonrió mientras se quitaba también el calzoncillo quedando ambos completamente desnudos.
-Ven aquí –dijo Harry extendiéndole los brazos.
Draco se le monto sintiendo al momento el pene entre sus nalgas; se agachó y beso a Harry, luego se enderezo y puso sus manos en la cadera del moreno, las subió y bajo varias veces tocándole el pecho y el vientre… maravillándose él mismo de tocar así a un hombre por primera vez.
-Me gusta… -dijo el rubio sintiendo los huesillos de la cadera- tu cuerpo me gusta…
Harry sonrió en respuesta mientras le acariciaba los muslos, entonces el rubio se inclino y puso sus labios sobre un pezón mientras cerraba los ojos… con la punta de la lengua comenzó a hacer círculos alrededor de la areola haciendo a Harry suspirar, luego pego los labios al pezón y comenzó a chupar.
-Oh joder… -gimio Harry poniéndole las manos en los hombros.
Draco no tenía experiencia, así que solo hacia lo que su cuerpo y sus sentidos le pedían hacer y eso era probar esa piel y embeberse en su aroma.
Lamio y beso su pecho, suspirando sobre la piel húmeda provocando que el pene que tenía entre sus nalgas fuera cada vez mas creciendo de tamaño.
-Chúpamelo… -dijo Harry de pronto.
-¿Qué?
-Mámalo… eso quiero –susurró en su oreja.
Draco se enderezó sintiendo la cara caliente.
-¿Quieres? –preguntó Harry mientras le tocaba el pene.
El rubio asintió en silencio para después levantarse y quitarse de encima de Harry, miro su vientre plano y luego su vello púbico… y más abajo su pene semi erecto; sintiendo emoción por tocar otro pene que no fuera el suyo, lo tomo con una mano sintiendo la piel caliente y venosa.
Rio nervioso viendo a Harry y luego lo fricciono un poco, viendo absorto como la piel del glande se estiraba con cada movimiento de su mano.
Deseaba hacerlo… deseaba meterlo a su boca y probar su sabor, así que se acercó y lamio la punta de la cabeza para probar las gotas cristalinas que ya empapaban la cabeza del pene.
Harry miraba absorto… lo veía atreverse a experimentar, a satisfacer su propia curiosidad y deseo.
-Sabe un poco salado… -dijo viendo a Harry, quien solo rió por las ocurrencias del rubio.
Y entonces abrió la boca de nuevo y metió el pene de Harry hasta la cabeza mientras sus manos tocaban los testículos.
Harry jadeó al sentir la boca chupar la punta de su pene y deseo empujar su cadera contra ella para aumentar el movimiento, pero solo quedó quieto dejando que Draco hiciera lo suyo.
Draco siguió chupando hasta sentir el pene de Harry completamente hinchado, entonces se detuvo y miró el venoso miembro en su mano.
-Esta enorme… con razón me partiste el culo la primera vez.
-Oh sí, lo lamento.
-No se ve –respondio viendo el pene levantarse muy orgulloso en su mano.
Harry comenzó a reír por toda respuesta.
-¿Ya te vas a correr? –preguntó mientras lo sostenía en su mano.
-No… -musito con los ojos cerrados, usando todo su auto control para no dejarse ir y terminar con la diversión en un segundo.
-¿Y entonces?
-Shhh…
Draco sonrió al verlo tan excitado gracias a sus caricias, así que sintiéndose más atrevido y aventurero se le encimó para pasarse el pene erecto entre las nalgas.
-Pequeño travieso… -mascullo sonriendo al verlo provocarlo tan abiertamente.
Entonces se levanto tan de repente que sobresalto a Draco; lo tomó de la cintura y lo giró quedando sobre él.
-¡Me sorprendiste! –exclamó riendo el rubio.
Harry sonrió y luego atacó su cuello, lamiendo y besándolo, lo mismo con sus hombros mientras sus manos acariciaban la cadera y nalgas del rubio, apretándolas y abriéndolas.
Se besaron de nuevo, con ímpetu posesivo, dejándose los labios adoloridos.
Entonces Harry le tomó el pene y comenzó a masturbarlo viendo con deleite los gestos que hacia Draco, así que lo recostó a su lado para dejarlo explayarse a gusto.
-Mmm…
Sin dejar de friccionar su pene, Harry le tocó los testículos y luego el perineo con la punta de un dedo.
-Eso se siente bien…
Harry vio el pene erecto de Draco, muestra más que palpable de que estaba disfrutando aquello; entonces se giro para sacar el lubricante del cajón y se embadurno los dedos.
-Abre las piernas.
Draco encogió las piernas y separó las rodillas para sentir enseguida el dedo de Harry entre sus nalgas, después de pasar su yema por la fruncida entrada comenzó a hundirlo.
El rubio abrió los ojos y se encontró con Harry mirándolo fijamente, atento a la menor señal de molestia.
-¿Te duele?... no quiero lastimarte como la primera vez.
-Hace mucho que lo hicimos, de todos modos me dolerá.
-Pero valdrá la pena –dijo sonriendo mientras sacaba su dedo y metía dos.
-Oye, con calma, apenas metiste uno.
-Lo siento, creo que estoy un poco impaciente.
Draco sonrió mientras Harry lo preparaba y finalmente después de un rato, se untó lubricante en su pene y se acomodo entre sus piernas.
El moreno disfruto enormemente el solo hecho de estar ahí, con su concubino dispuesto a ser tomado por él, deseándolo y disfrutándolo, tan dispuesto a ser montado por su marido… miró hacia abajo y vio el pene erecto de Draco, y su cuerpo en espera.
-¿Qué tanto piensas? –pregunto Draco viéndolo quedarse quieto.
-Oh Draco… hace tanto que te deseo que voy a montarte duro… lo siento pero te sueño hace tanto…
Draco sonrió embelesado, viendo el amor reflejarse en los ojos verdes, no solo el deseo.
-Hazlo Harry… yo también te deseo…
Sin necesidad de decir más, Harry apunto su pene y comenzó a empujar.
-Oh… -gimio cerrando los ojos, sintiendo la molestia inicial de ser penetrado.
Harry vio su pene ser tragado poco a poco por el culo de Draco, quien fue tensándose a medida que iba entrando en él.
-Relájate…
-Ah…
El tierno anillo de músculos fue estirándose al máximo para recibir el hinchado pene de Harry, quien miraba como su pene iba desapareciendo poco a poco en el interior de Draco hasta pegar su pubis con sus nalgas.
-¿Estás bien? –preguntó viéndolo hacer muecas.
-Yo… solo no te muevas aun… -respondio mojando sus labios.
Harry suspiro sintiéndose al tope, con su pene atrapado en esa caliente y húmeda estreches; entonces se inclino para besar a Draco y al poco rato movió su cadera hacia afuera.
Draco sintió alivio al instante, pero sabía que Harry había salido para volverse a meter, así que planto bien los talones en la cama y puso sus manos en sus hombros preparándose para ser embestido.
Harry ya no espero mas y comenzó un mete y saca con ritmo lento, luego fue haciéndolo más fuerte hasta hacer jadear a Draco con cada embestida.
-Harry… no tan fuerte…
Harry escucho e intento disminuir la fuerza de su cadera clavándose pero en realidad fue casi nada, por lo que Draco cerró los ojos con fuerza dispuesto a aguantar mientras le rodeaba el cuello con los brazos.
Y después de un rato se detuvo y con respiración entre cortada le susurro al oído.
-Voltéate…
Nunca le había pedido cambiar de posición pero ahora tenía la suficiente confianza de pedirle lo que fuera; así que Draco lo soltó y se dio la vuelta para quedar boca abajo, entonces le tomo la cadera instándolo a ponerse en cuatro y de nuevo apunto su pene y comenzó a penetrarlo.
-Oh si… tan caliente… -mascullo viendo claramente como su pene entraba en Draco, que a pesar de sentir con agrado como era invadido por Harry en su interior, aun sentía dolor; así que recargo su frente en sus antebrazos quedando empinado en la cama.
Harry le levantó el culo y siguió en lo suyo, hasta que Draco le hizo una seña para que se detuviera.
-¿Molesta mucho? –pregunto dejándolo enderezarse.
Draco sonrió y negó con la cabeza sin decir nada, pero Harry le hizo darse vuelta y lo abrazo quedando hincados en la cama, paso su mano por su espalda hasta llegar a sus nalgas pasando su dedo medio por en medio de ellas hasta llegar a su orificio lastimado.
-Es curioso –dijo el rubio sonriendo.
-¿Qué cosa?
-Te preocupas si me lastimas, pero siempre acabas dándome duro… eres un hipócrita.
-Oh Draco, es que me excitas tanto que me olvido de todo y solo quiero entrar en ti una y otra vez... no es mi intención expresa el lastimarte.
-Pero me gusta… -dijo ocultando su rostro en su cuello- me gusta saber que eres tu quien me toma… Harry yo te amo… y confío en ti… además ya empiezo a sentir eso que me hace desear más…
Harry sonrió y se sentó recargado en la cabecera, haciendo que se le sentara a horcajadas encima.
-Hazlo tú, a tu ritmo.
Draco guio el pene de Harry hacia su entrada y fue sentándose despacio sobre él hasta quedar completamente lleno, luego puso las manos en los hombros de Harry y comenzó a moverse, un tanto torpe y lento pero disfrutando ser quien llevaba el control, de penetrarse lento y a su ritmo.
Pero cuando se cansó se quitó y se acostó para descansar, luego abrió las piernas y extendió los brazos invitando a Harry.
El rey se le encimo de nuevo y después de besar su cuello y clavículas, le tomo las piernas y se las puso en los hombros para penetrarlo de golpe y con fuerza; comenzó embestirlo haciendo que un sonido húmedo fuera lo que se escuchara en la habitación además de los jadeos y gemidos de ambos.
-Oh Harry… no te detengas…
Harry no pensaba hacerlo, de hecho comenzó a penetrarlo con más fuerza haciéndolo temblar.
-¡Sí!... ¡así Harry!... –jadeo encajándole las uñas en la espalda.
Harry estaba al límite, por lo que le mordió el hombro mientras estallaba en el clímax corriéndose dentro a la vez que Draco le mojaba el vientre.
-¡Ah!...
Harry quedó inmóvil dentro de Draco, sin respirar por unos segundos hasta que soltó un jadeo y su cadera comenzó a moverse de nuevo, esta vez lento y un tanto errático, después se desplomo encima del rubio, quien también había quedado laxo en la cama, con las piernas aun en los hombros de su marido.
Unos momentos después Harry las bajo y salió de él para acostarse a un lado.
-Dijiste… que eyacularías fuera de mí… -dijo Draco, aun con los ojos cerrados- mentiste…
-No mentí, esa era mi intención… pero se me olvido… perdón…
Lo que menos quería Draco ahora era discutir, estaba demasiado embebido en esa sensación post orgásmica, que solo cerró los ojos y se durmió; Harry le beso en la mejilla e hizo lo mismo.
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Cuando despertó miró a un lado y encontró a Harry dormido, sonrió al verlo así y se quedó mirándolo por un rato, observando sus cejas pobladas y sus largas pestañas negras, su cabello negro alborotado, incapaz de ser domado por un peine, sus labios delgados y su barbilla varonil… suspiro lleno de amor, sintiéndose feliz por ser poseído por ese hombre… lo que le recordó que Harry había terminado dentro, lo que le borró la sonrisa, así que se levanto sintiéndose pegajoso de entre las piernas y sintiendo también como el semen de su marido salía y escurría entre sus muslos.
Haciendo un gesto de asco, se metió al baño y se baño saliendo fresco para atender a Scorpius que comenzaba a lloriquear.
-Ya, no llores, vas a despertar a tu papá –dijo tomándolo en brazos y arrullándolo.
Cuando anocheció un par de horas después, Harry se levantó descansado y feliz.
-Ahora ya no tengo sueño, no podre dormir en la noche –dijo viendo a Draco sentado en la mecedora viendo hacia el jardín con el ventanal abierto en la habitación de Scorpius, que mordisqueaba un juguete en el regazo de su papá- pero podríamos usar ese tiempo de mejor manera –añadió sentándose en una silla junto a Draco.
-Ni lo sueñes, aunque me gusto aun estoy adolorido, tal como dijiste me montaste duro…además no hiciste lo que habíamos acordado.
-¿Qué cosa?
-Acabaste dentro.
-Ah eso –exclamó con un gesto despectivo- no importa Draco, me encantan los niños, más si son tus hijos.
-Pero Harry, no quiero hijos ahora, ya te lo dije.
-De acuerdo, de acuerdo… la próxima vez si cumpliré.
-No, la próxima vez haremos algo al respecto o no haremos nada.
-Está bien, ya no te enojes ¿ya cenaste?
-No, te estaba esperando.
-Bien, vamos –dijo levantándose y dándole la mano para salir e ir al comedor.
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