Capítulo 1: Origen
Personajes:
- Netero Momota, 13 de Marzo de 1945, el Sensei.
- Koida Momota, 04 de Abril de 1972. Hijo del Sensei y Tio de Ibuki y Khira.
- Shiria Momota, 20 de Diciembre de 1978, Hija del Sensei y madre de Ibuki y Khira.
- Khira Momota, 02 de Enero de 1998, Mujer Samurai, nieta del Sensei.
- Ibuki Momota, 14 de Abril de 2000, Joven Samurai, nieto del Sensei
- Juan Gutiérrez, 18 de Julio de 1998.
_ Apenas es solo el comienzo, habrán más seres existentes en un mundo tan extenso pero a su vez pequeño y complejo.
_ Okinawa, Japón, 2000, en lo lejos de la gente, se encuentra una casa de un anciano, de un aspecto antiguo y algo descuidado por el tiempo, Netero Momota, un anciano de aquel entonces 55 años, quien pasó toda su vida entrenando en artes marciales antiguas, practicadas por honorables samuráis, quienes con sus armas lograron grandes victorias, sus ancestros eran grandes guerreros pero a su vez desconocidos en la historia, por lo que es considerado un actual samurái para la era moderna – Demasiado antiguas para esta época – pensó, pero nunca le importó, sabía que su entrenamiento es para honrar a sus ancestros y para defenderse de maleantes, no para guerras sin honor, pues las armas modernas nunca tuvieron alma, solo se fabricaron en exceso destruyendo la paz.
Un plan en mente tenía el, Japón le brindó grandes beneficios a él, no tuvo problemas con nadie, o al menos con casi nadie…
- Me mudaré, siento que mi destino es en un lugar en América, más específicamente al sur, Venezuela, normalmente quienes se mudaban se quedaban en la Capital o las zonas más cercanas al mar, pero ni el mar ni la Capital me llaman la atención, es más al centro, en el Llano, siento que hay un destino allí -
Así pensó, pero todo sigue desde la perspectiva de él, al menos ahora mismo.
Suena un teléfono, esos aparatos son molestos pero la gente los ve necesarios, mi casa casi no tiene nada que use electricidad, solo un teléfono y luces, parece aburrido, pero soy conservador con respecto a estos temas, contesto y era Koida, mi hijo.
Netero: ¿Hola?
Koida: Padre, soy yo.
Netero: Hijo, ¿cómo estás? Tiempo sin saber de ti.
Koida: Estoy bien, quise saber si podía visitarte.
Netero: Hijo mío, no puedes ahora, tengo que irme de aquí.
Koida: ¿Por qué? ¿A dónde irás?
Netero: A Venezuela, hay un destino allí, adiós, dile a mi hija que la amo y que espero que sean felices.
Koida: No, espera… (Cuelga Koida).
Netero: ¿Hijo? ¿¿¿Ehh??? Cuelgo, no tiene caso.
¿En que estará pensando? Debió ser muy fuerte pero es mejor ser directo y cumplir las metas.
En eso tocan la puerta, me desobedeció, lo sé porque conozco esa forma de tocar la puerta, tan sutil pero a la vez ansiosa, abro la puerta y vaya gran sorpresa, de tener 90 años, de seguro estaría en el cardiólogo, sino, en la tumba, un infarto seguro.
-Koida, Shiria, ¿qué hacen aquí?- Shiria tiene… ¿una niña a su lado y un niño de tan solo meses de nacido? Mi mente, una visión, es extraño, espera… ¿por qué vi a Tokugawa? Solo hay una palabra para esto… Guerrero.
No soy tan conservador en cuanto a cultura, el placer sexual no tiene género, puedes estar con quien quieras sin importar su sexo o condición, puedes decidir procrear o no, eso va para todos por igual, lamentablemente mi siguiente destino sigue conservador, por lo que tratar con su gente es un deshonor, pero quiero saber por qué me siento enviado allí, no me resistiré al agua que fluye, su corriente me guía a un buen destino, o a mi muerte, todos deciden.
Shiria: Lamento no decirte esto, padre, pero soy madre, ella es Khira, de 2 años, el es Ibuki.
Me los presenta, percibo en ellos algo que en millones de humanos no, es nuestra sangre.
Netero: ¿Su padre?
Shiria: Nos dejó, el imbécil cree que seríamos un estorbo.
Koida: A mi hermana la apoyo y la ayudo, quiero que sean felices.
Koida y Shiria: Iremos contigo.
Netero: No puedo denegarles su petición, Venezuela es un País malo en esta actualidad, muchos criminales están sueltos, pero ustedes serán responsables de sus vidas.
Shiria: Entendido, protegeré a mis hijos.
Koida: Vamos, más pronto es mejor.
Netero: Si, hija, tus hijos son muy fuertes, sé que ustedes no tienen la costumbre guerrera, pero, ¿pueden permitirme entrenarlos para que hereden mi fortaleza? Nuestra sangre es de guerreros fuertes, se protegerán de criminales y serán lo que nuestra familia fue, samuráis.
Shiria: Padre…
Estoy arrodillado, creo que por evitar que sufran me denegará la petición, luego siento una mano, es ella… pero…
Shiria: Por favor, haz que sufran y se fortalezcan, honra a la familia, lo que no fuimos, lo serán ellos, pero por favor, permite que el destino de ellos fluya como mar.
No esperaba semejante aprobación, de ahora en adelante, se van a denominar Samuráis, pero creo que el destino no solo está lleno, sino que mi viaje va a satisfacerle la necesidad de enviarme.
Cae la noche, Netero va a dormir, pero tiene una visión…
¡Uhh von’mek shyunai merk’i, akhao ‘ra ni!
(En su visión vio a un ser extraño con una piel gruesa y rugosa con armadura rara de aspecto medieval).
¡TUCK! Se golpea contra la pared.
Ahh! A mis 56 ya es demasiado eso de golpearme la cabeza, voy a tener un derrame… Paciencia, solo es una visión, hay que dormir…
Así es como no empieza, es solo un grito del pasado, solo uno.
Estado de Portuguesa, Venezuela, año 2015:
Ya los muchachos recibieron su típico entrenamiento, ejercicios y técnicas de defensa y artes marciales, tienen una gran aptitud física y un buen físico, Khira, por ser mujer no quiere decir que no sea guerrera Samurai, ella goza de una gran habilidad en velocidad y sigilo, Ibuki por su parte es un combatiente táctico, pero generalmente usa solo la espada, aun así siente que él es solo una de tres piezas, Khira es otra pieza, la tercera debe ser alguien, el Sensei no es…
Ibuki
-Creo que debo seguir practicando, aunque me distrae el hecho de que falta alguien, ¿no faltará más fuerza?- ¡Tablazo! – ¡Ay!-.
-¡Concéntrate muchacho!-.
Bien, creo que es momento de hablar seriamente con él.
“Fin de una pieza”.