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El Samurái y el Inquisidor. por Glyphis

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Notas del capitulo:

Espero que lo disfruten, el Capítulo 11, estuvo bueno para mi porque lo escribí con dedicación y bueno, los detalles que me gustaron colocar.

Capítulo 11: Proselitismo.

“Incluso las mismas autoridades gubernamentales son criminales”.

*Amanecer en el clan Maru*

-¡Nos atacan! – Un vigilante quien inmediatamente se agacha al oír un disparo.

Se ve el escenario del muro siendo escalado por algunos militantes enemigos.

-Muchachos, prepárense, sabemos lo que harán.- Netero ordena a sus nietos y al resto del clan Maru.

-¡Guerreros, defiendan nuestro hogar!- Keiko Maru lidera su clan. -¡Por la victoria! – Se desplaza para defender una zona específica.

-¡Algunos lograron pasar el muro!- Otro militante del clan, a su vez milicias disparan a los intrusos y guardias Samuráis acribillan al enemigo.

-¡AAAAAAARRRRRGGHHHH! – Grito de Juan.

¡Shaack! - Destripa a un enemigo y al otro lo atraviesa con una técnica de combate que consiste en saltar y girar hacia la derecha para destrozar con la espada.

Ibuki:

“No puede ser verdad.” El enemigo nos ataca de esa forma mientras nosotros estábamos tranquilos.

-Que ninguno de los nuestros muera, ¡somos superiores a los invasores!- Dice uno de los más altos rangos del clan.

Veo unos soldados enemigos en el lugar, me encargaré de ellos. “Si les digo a los milicianos que se alejen”.

-¡Aléjense, yo abatiré a estos!- Dije y se retiran, me lanzo al combate mientras los tres hostiles se ponen en posición defensiva, sin embargo debido a mi rapidez no se dieron cuenta de que estaba detrás de ellos.

-¡Maldita ma-rata!- Grita el primero.

-¿Cómo es posible?- Sorprendido el segundo

-¡Diablos!- Último, después de el en un segundo antes de que se posicionaran, los acabe con mi Naginata doble.

-Ugghh gnn mmph. – Gimen los tres, me quedo complacido pero un instante después…

-¡Pagarás tu insolencia, azul! – Grita un enemigo detrás de mí, antes de ponerme en defensiva éste recibe un disparo en el hombro y luego extrañamente cae, no fue la bala que quedó en su hombrera aturdiéndolo, una flecha peculiar, fue Khira.

-¡Pude hacerlo rápido! – Le grito. -¡Pero nadie le gana a mi halcón! Jajaja.

-¡Pues elógiame más y verás que están débiles, son pocos! – Me grita e informa Khira.

Veo todo el escenario de batalla, algunos aliados en el suelo y la gran parte de los enemigos con disparos y flechas, algunos incluso tienen sus propias Katanas y Nihontous clavados en sus cuerpos, el muro sigue siendo escalado por los que quedan, yo me quedo en un rincón esperando a un hostil y noto a Juan con su misma pose de guerrero alineado a su arma y atacando a todo enemigo que se le acerque.

-¡Por los… Ayahh! Paff.- Golpea con su mano izquierda haciendo un Dimmak a su oponente rompiéndole el cuello y éste en shock fue asesinado por un disparo, cayendo inmediatamente al suelo.

“Todo es sangre y cadáveres.” Pienso y me ocupo de unos 5 más mientras Khira me cubre de otros que estaban detrás de mí. “Siempre me cubrirás, hermana”.

Juan:

-¡Por los… Ayahh! Paff. –Le acierto un buen golpe mortífero en el cuello, curiosa forma de esos cascos, te protegen la nuca pero no el cuello de frente.

¡Bang! – Un disparo y el enemigo cae inmediatamente.

-¡Arigatou! – Le agradezco y decapito a tres enemigos más con mis dos espadas.

-¡Caerás sabandija del infierno alienígena! – Me insulta uno que estaba detrás de mí y antes de poder atacarme me giro a 180 grados cortándole el torso, haciendo que salgan algunos órganos y sangre.

“¿Me llamó alien?” Pensé y me mantuve en movimiento constante buscando presas.

“El abuelito y el Maestro luchan bien” Pienso a la vez que observo a Netero y Keiko combatir contra unos hostiles usando Nodachis y ahí no se salvan los enemigos, Khira e Ibuki los ataca.

-¡Hey! ¿Esa cosa negra no es muy vieja para usar un disfraz raro? – Grita un enemigo Samurái.

-¿¡Esos pantalones marrones no son para disimular la cagada tuya!? – Le grito y corro hacia él, pero antes recibo un disparo en el cuello, que por cierto, no hizo nada más que molestar. -¡A-WOH! – Gruño quejándome de lo fastidioso que es recibir semejante disparo. -¡Ya verás! – Y justo encima del cagado lo decapito, se me abalanza otro enemigo y lo mato, tomo una pistola que tenía y le disparo en la cabeza al tirador.

¡Bang! – Le acierta a su cara y muere.

“Un charco de sangre más que limpiar, ¡Bah!”. Pienso a la vez que veo la escena de batalla. “Nos pagarán caro por esa trampa.”

El shotica, si mal no recuerdo se llama Hiroyuki, se enfrenta a tres soldados, a sus trece ya debe saber valerse pero está rodeado. “Diablos, si a esa edad casi me pegan un tiro a él lo van a matar sin amor…”

-¡Agáchate Hiro!- Le grito y obedece, yo mato a un sujeto, el otro intenta acribillarme y el que está al lado mío dejó caer su arma de la sorpresa e intenta golpearme, evado con una rodada frontal y con Thel ‘Vadamai acribillo al segundo sujeto, el tercero es asesinado por Khira con una Katana. – Gracias Khira.

-Ése era el último. – Me responde ella.

-¡Todos enemigos abatidos, batalla breve, ningún aliado muerto, solo heridos de cierta gravedad! – Keiko anunciando victoria. -¡Victoria para el clan Maru, bajas para el clan Ren Mokari!

-¡VICTORIA! – Gritan todos los miembros.

-Pfff si no me fueses salvado ya serían 5 bajas hechas por mí. –“¡Coñuelamadre resulta que rodeado mata más… Ese Hiroyuki me va a dar problemas!”.

*Más tarde*

-Todos los heridos están siendo atendidos rápidamente, afortunadamente solo representan el 12% del clan por lo que el resto luchará. – Keiko Maru con una ligera sonrisa pero a la vez preocupado por sus guerreros.

-Hasta la cocinera se cobró más de una víctima. –Netero mencionando a la que nos sirvió el té, de hecho, estamos en la cocina reunidos. –No deben enviar a sus hombres al clan Mokari, solo mira la sangre en las armas de mis nietos, ellos sin ningún rasguño, los enviaré. – Dice mientras estamos sentados tomando un té para relajarnos de tal ansiedad provocada por aquel ataque.

-Prepárelos, muchachos, ¿Estarán listos? – Dice Keiko después de darle un sorbo a su té y asentimos los tres.

“Hoy mismo, sin interrupción”. Pienso a la vez que termino mi té.

*Al mediodía*

Narrador:

-No es necesario aclarar eso, tenemos todo. –Ibuki al recibir más instrucciones.

-Pues debes saber que uno de ustedes debe lanzar una bengala para dar por terminada su tarea. – El Comandante Tao, de alto rango en la milicia entregándole una bengala a cada uno.

“Prefiero que me aplaste una gandola” Piensa Juan deseando ser aplastado por un enorme camión.

“Es un suicidio, siempre lo es”. Khira.

En minutos llegan a la ubicación del lugar.

-Cómo sabemos de su localización ni me pregunten, ¿Ok? – Netero a todos, ellos asienten.

“Cómoda pequeñeza de lugar, a Ionesco no le gustará”. Pensó Juan.

-Ya saben cuál es la misión, no redundaré.- Netero.

“¡Al fin alguien que no redunda!” Juan hastiado de las constantes redundancias. “O cae redondo…”.

Los tres en modo sigilo se infiltran en el lugar, Juan encuentra a un guardia en la entrada de madera abierta.

“Casi soy visto, mi armadura Ultra me puede delatar”. Piensa a su vez que busca acribillarlo.

Ibuki nota la escena y lanza una piedra a su alcance distrayendo al sujeto, Juan aprovecha y rápidamente le acierta una daga de muñeca de su armadura. “El que es ahuevoneado es ahuevoneado”. Piensa con una frase típica de su padre.

El tipo cae y es lanzado por un precipicio.

Juan da la señal a Ibuki de que entren, los tres toman distintos lugares.

Khira:

“Aquí no sabrán nada”. Me desplazo lentamente sobre el muro de piedra que es en realidad una atalaya con pasillos, típicos en las fortalezas.

“Ibuki toma la delantera”. Observo a mi hermano y asesina a un sujeto con un Tantou por detrás. “Bien hecho”.

Veo a otro sujeto subir y está a punto de descubrir a Ibuki, así que lo apunto con mi Yumi y le acierto justo cuando entró. “Solo duerme, no sufras”.

No veo a Juan en ningún lado. “¡Demonios! Así no lo cubro”. Miro hacia otro lado y había un sujeto. “Mierrr” Empuño mi Kankei, pero Juan lo asesina golpeándolo por detrás parra aturdirlo, le clava una daga en su pulmón izquierdo y otra en su yugular derecha y lo lanza al suelo.

-Mi asesinato preferido. – Susurra orgulloso.

-Se nota y muy cruel. – “Solo por la sangre que derrama”.

Juan:

-Es hora del golpe.- Le digo a Khira, Ibuki nos mira y hago una señal de golpe con mi puño a mi palma y asiente.

“No me falles”. Escalo el borde del muro de atalaya y me lanzo en un golpe al suelo y derribo a un Samurái.

-¡Atacantes sin identificación! – Uno de los guardias.

-Son enemigos, ¡mátenlos! – Otro.

“Son presa fácil” Del templo salen algunos a defender el área, Khira mata a distancia con su Yumi a los que nos rodean, Ibuki con un Wakizashi acaba con los que tiene de frente.

Yo elimino con mis dos espadas a los demás.

-A la entrada, ¡YA! – Grito a la vez que Khira baja del muro y saca una Katana, guardo a Thel ‘Vadamai para usar solo a Sydonai, subimos las largas escaleras del templo y abatimos a los guardias.

-Hostil abatido. – Menciono tras clavarle la espada en su pecho.

-¡Vas a caer cabeza de mariposa! – “¿Qué?”

-¡Prueba una dosis de Shiran kre’ei! – Aplico mi técnica de salto-giro-corte y literalmente se hizo cebo de Orcas. –Sobredosis quise decir…

“Otro sangrero mas, a éste paso el Diosito me va a mandar a purificar de sangre, por mí que se descomponga”.

-Entremos. – Ibuki agitando su mano izquierda hacia adentro para que vayamos.

Narrador:

(Into the belly of the beast, Halo 2A).

Los muchachos se encontraron con una enorme sala llena de lujos y joyas.

“Vender todo esto ya habría alimentado a una nación entera”. Juan impresionado.

Ibuki y Khira están delante de él observando a los lados del pasillo de la sala extenso y ancho, podría salir un enemigo.

-¡Muere bastarda!- Sale uno hacia Khira y ésta le acierta inmediatamente una flecha y muere.

-¡Ibuki detrás de ti!” – Ella avisa de otro sujeto.

-¿Huh? Se voltea y con su Wakizashi lo rebana.

“Genial, cuánto me gustan las zancadas sobre escaleras…” Juan sarcástico.

-Premio para el que las suba corriendo.

-¿Qué dices Juan?

-Khira, hablo de esa escalera larga y fea.

-Ok.

-¡Es él!- Ibuki grita, no es nadie más que  Ren Mokari, el líder del clan criminal.

-Así que vinieron a por mí, ¿Cierto? ¡Qué equivocación!- Dice a su vez bajando las escaleras, los tres se ponen en posición mientras el empuña su Nodachi.

-Tu ataque fue una cobardía, ¡no te presentaste! – Ibuki tras notar los hechos cobardes al mandar a los suyos a atacar la fortaleza Maru.

-¡Caerás como es debido!- Salta e intenta matar a Ibuki, éste le esquiva y contraataca hiriendo su brazo izquierdo. -¡Diablos!

Sale huyendo por las escaleras subiendo y llegan más guardias.

-¡Son una distracción! – Khira.

“Otro suicidio”. Juan sin palabras que formular.

-Muchachos, yo me encargo, ¡suban!- Ordena Juan a la vez que empuña ambas espadas.

“Rápido fue ese sujeto, aun no salgo de mi impresión”. Juan no para de pensar en la idea de que pudo morir Ibuki.

“Cada vez más demente”. Ibuki reprochando la idea de que se encargue.

“Para morir, ni loco”. Khira no queriendo abandonarlo.

-No Juan, te ayudaremos. – Ibuki dispuesto a abatir a los guardias.

-Es cosa mía, vayan por el bachaquero. – En tono humorista.

-¿El qué? Olvidalo, no queremos ver tu sangre. – Khira.

-¿Desde cuándo soy tan fácil de matar? ¡VAYAN! – Grita Juan exasperado mientras los guardias se acercan a rebanar a los tres. ¡Agáchense!  - Obedecen, da un giro y con sus dos espadas corta a los sujetos a su alrededor. – Son comida de bacteria, ¡Sick him! – Los hermanos asienten y corren mientras ven a Juan combatir al resto.

“Mi blanco”. En un instante oportuno Khira usa su Yumi y acierta a un enemigo  y deja en shock al resto dando una oportunidad a Juan de matarlos y solo dejar sangre y carne y huesos tirados en el suelo.

Ellos entran en una habitación grande y se encuentran con el mismo y directamente lo enfrentan.

-¿¡QUE DEMONIOS!?- Se queda sorprendido pero a su vez defendiéndose de los ataques, esta vez ambos usan espadas y dejan al sujeto con heridas tras no poder esquivar bien los ataques y de una patada tumba a Ibuki al suelo y a Khira le acierta con la espada, ésta lo bloquea y casi choca contra la pared por la fuerza del sujeto y su arma.

-Ughh ¡Diablos! – Ibuki emite un quejido de dolor.

-Por lo menos la linda pared no se reventó. – Soltó Khira con ironía.

-Ironía de caridad, hermanita. –Ibuki tratando de ver el lado divertido.

-¡Cállense bastardos, morirán! – El “Bachaquero”.

-Si me pagaran por cada amenaza de muerte… - Ibuki, pero es interrumpido cuando ve que Ren intenta matarlo con el Nodachi, éste gira y esquiva.

(Charity’s Irony) – Escúchenla.

-¡Toma ya! – Ibuki le lanza un Tantou en su abdomen y éste queda paralizado por el dolor.

-¡AAAAAAAGH! – Grita adolorido. -¡Insoportable dolor punzante!

-¡Muere tú!  - Khira corre hacia Ren y lo mata clavándole su espada en el cuello y lo mata rápido. –Sujeto difícil pero débil.

Juan:

“Debo entrar por esa puerta y mirar”

-¡AAAAAAAAAAAGH! – Grito de Ren.

-Esa puerta…- La patearé y veré que hay tras la pura madera con remaches de oro.

-¡AJAAAAA!- La pateé y… -¿¡Pero qué!? Grito.

“Esto ni Sánchez lo creerá”- Lo que veo es más gracioso que irónico.

-¿Por qué de todas las cosas, tiene que ser un puerco? – En efecto, es un corral con un cerdito, o mejor dicho, un gran cerdo en el corral, lo saco para evacuarlo. –Ni sé qué haces aquí ni me interesa.

Noto que los muchachos bajan de esas escaleras detestables. “¡Que envidia, quería subirlas!”. Ellos tienen una  sonrisa, buena señal. “Excepto por esa sangre en sus caras”. En efecto, ellos tenían una cara de Psicópata sonriente con esa sangre manchándolos.

-¿Se dan cuenta de sus sonrisas Psicópatas y ensangrentadas?- Les informo.

-Lo sentimos. –Khira guardando su máscara que tenía en la mano.

-Pero nuestras máscaras no nos ayudaba en la tensión jeje, misión cumplida.

-Perfecto. – En eso disparo la bengala hacia la salida haciendo que rebote al suelo y dé la señal.

-¿Un cerdo? Pero… - Ibuki, le interrumpo.

-Ni me preguntes.

-¿Mascota? – Khira.

-May it be.

-Si. –Una mujer con dos niñas aparece de repente. –No soy enemigo, nos libraron de éste mal, gracias, síganme. – No le cuestionamos, seguimos.

¡Bang bang bang! Decenas de disparos continuos.

-Son sus aliados, el campamento de los rojos está siendo asediado, lo sé porque puedo oírlos. – Asiento, fue a mi causa el ataque, yo di la señal.

Entramos a un sótano, el cerdo se quedó en el umbral, deben haber muertos en el lugar.

-Sabía que el Clan Maru haría ajustes de cuentas, así que… - Descubre un cofre de tesoro que tenía una sábana. –Les entrego aquello que les fue robado hace años, y el cerdo debe irse, éste animal no puede vivir en un encierro.

-¿Ren fue…? – Yo.

-Un autoritario, un élite de las fuerzas proselitistas, aún siguen convencidos de que es un auténtico líder, pero yo soy la verdad y sé que él es un traidor, nos llevó a la muerte con engaños y mentiras.

“Como los entes gubernamentales de ahora” Pensando en la actualidad.

-¿Ellos son enemigos? – Khira pregunta, a lo que ella con una sonrisa calmada responde.

-Fueron encerrados siendo culpados por algo que no cometieron y que sí cometió el, cuando los libere, serán guardias de aquí y nos volveremos a reestablecer como justos.- Asentimos, no me interesa responderle.

Los tres cargamos el cofre y Netero con unos soldados y unos últimos disparos que ya cesaron estaban en la entrada, sorprendidos de aquella mujer y niñas.

-¿Una doncella, pequeñas, cerdo y tesoro? – Netero.

-¡EL TESORO!- Un miliciano.

-¡NUESTRO ORO ROBADO ESTÁ EN NUESTRAS MANOS, HURRA! –Un Samurái Arquero.

-¡HURRAH!- Celebran los restantes y Keiko Maru presente habla.

-Misato Migune, ya su clan fue derribado, ¿ahora que le espera?

-Un restablecimiento más justo, los proselitistas que ustedes tienen arrodillados son mis guardias, ahora que la violencia de Ren acabó gracias a ustedes, nosotros vamos a mantener nuestra fortaleza en son de paz, lo robado será entregado y las piezas vendidas para hacer de nuestras vidas algo productivo y con mucho trabajo. – Con dulces palabras… ella… “No puede ser”.

-Bien dicho, ¿Quién lidera? – Keiko impresionado por ese optimismo presente en ella.

-Yo, ahora reino.

-Excelente. – Keiko.

-Gracias soldados. – Ella les agradece. – Gracias a estos tres guerreros por su valentía. – Nos agradece.

-No hay de qué. –Ibuki con una leve sonrisa, Khira igual.

Liberan a los prisioneros juntándose con ella.

“Fueron víctimas de un líder abusivo, de una autoridad negativa.” Indignado yo por todo eso. “¿Cuánto tiempo llevarán así?”

-Su alteza, hemos esperado mucho para este día, agradecemos a estos guerreros por liberarnos.- Dice uno de ellos casi llorando.

-No se preocupen, son libres, ahora cuentan con mi nueva orden; Restablecernos.

-Keyotei, Zazo, lleven el cofre a la camioneta. – Obedecen los dos Samuráis Capitán. -¿Un cerdo, qué hacemos con uno, dónde irá?-

-En una granja, estará bien ahí. – Dice un miliciano-

-Excelente.

“Por lo menos la vida del cerdo estará bien.

-Mujer, estaremos en contacto, vendremos cada semana a ayudarles, si me necesitan, solo háganmelo saber. –Keiko ofreciendo una mano.

-Entendido, gracias. – Da la vuelta y dos guardias cierran las puertas.

-¡Nos largamos victoriosos! – Grita en celebración levantando un puño, el resto hace lo mismo y sus armas y todos nos marchamos a la fortaleza de Maru.

*Noche*

-Buen trabajo muchachos, mañana regresaremos a casa, descansen. – Asentimos mientras Netero se marcha, estamos solo Ibuki y yo en la misma habitación,  Khira quiso un lugar para ella sola. – Por cierto, el cerdito está con otros cerdos en un buen refugio. –El abuelito consolador. –Bueno, no cerdito, si casi que no cupo en el cajón de esa gran camioneta, buenas noches. –okno.

-Ya finalmente estaremos bajo mi techo pronto. – Dijo Ibuki.

-Sólo duerme. – Noto que me toca mi pene, picaróncito. – Eres muy picarón. – Me besa.

-Tomé la iniciativa.

Continuamos besándonos y nos desnudamos, empezamos a acariciarnos y besarnos.

-Ahh ahí. – Me dice mientras lamo su cuello y lo masturbo. – Ya me tienes.

“¿Quién lo diría? las relaciones sexuales son lo esencial de nuestra relación”. Mientras lo manoseo de espalda a su trasero y empiezo a lamerle su ano, suerte que nos bañamos antes de “dormir”. “Y suerte que nadie se dará cuenta”.

-Ahh ya métemela por favor.- Suplica Ibuki.

-Chúpalo primero- Le contesto y ordeno.

Él obedece y me lo lame y lo chupa hasta que salió bastante líquido pre-seminal, debido a que el si lo hace bien.

-Uhh ya, prepárate. –Le digo después de un rato de sexo oral.

-Por favor. – Suplicante, se nota su morbo, su deseo de placer.

Se lo meto y suavemente empiezo a moverme y con lentitud para que se adapte.

-AHHH. –Ibuki se aferra a las sábanas como si fuera a volar o algo así, y arquea su espalda hacia atrás. – Más intensidad, por favor. – Y acelero el ritmo, ya está listo para más velocidad.

Pasamos un rato y varias posiciones, esta vez él está en cuatro y de repente se tumba a la cama.

-Ahh no aguanto más… ahh aahh diablos. – Debe tener los ojos bien volteados, mientras sigo penetrándolo de esa forma. – De esta forma no me contengo más. – En efecto su culo me aprieta y me produce un intenso placer que me hizo gemir y eyaculamos los dos.

-Ahh coh… -Caigo rendido sobre él y nos quedamos así un rato, fue placentero el sexo, intenso placer.

-Solo una cosa, te amo, amo tenerte dentro de mí.

-Igual yo, Ibuki. – No expreso mucho, pero eso basta.

Saco mi pene de su interior y nos arropamos, suerte que pusimos el seguro por la calentura, y así termina la jornada.

Al final el abuso del poder por parte de las autoridades termina trayendo consecuencias graves”.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, hubo bastante accion sangrienta y sexual hahaha, bueno, lo último fue breve porque no soy muy bueno, pero en serio, el combate fue realista y nada de invencibles ni nada, simplemente una suerte que las armas de fuego fueran plomo viejo y armaduras resistentes, y combate cuerpo a cuerpo a pesar de que no mostré cada momento porque era contado desde la perspectiva de los personajes principales, aun así creo que se pueden imaginar una batalla entre tiradores milicianos, samurais de ropa azul y samurais de ropa roja, disparos y espadas clavandose en los enemigos.

 

Saludos.


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