Capítulo 13: Ninjutsu.
“La práctica de las técnicas siempre debe ser algo valioso para el aprendizaje de la coordinación Mente-cuerpo”.
Amanece en la casa de la familia Momota, choques de espadas suenan, son los jóvenes entrenando.
Juan porta réplicas de sus espadas, el resto igual, con la diferencia de que son Katanas, cada uno utiliza sus propias habilidades con tal de forjarlas aún más.
Khira hace un giro hacia la izquierda y aturde a Ming y le acierta con su katana. “Por fin lo hice más rápido”. Luego asiente en forma victoriosa mientras mira a Ming.
-¡Diablos! Khira, eso duele… - Ming.
-Lo sé, si supieras que una vez Juan casi se cae encima de mí. – Responde Khira.
-“Si ese loco me mata aplastándome, no sé cómo será la cosa… Pero es obvio que no es nada lindo, mi padre puede no demandarlo, sino degollarlo.” – Ming.
Ibuki casi le acierta con la Katana a Juan pero éste le evade con un salto del tigre y éste último acierta con la punta de su espada en la nuca, dando fin al mini duelo.
-Vaya vaya vaya… tú lograste eso con facilidad. – Ibuki halaga su táctica pero a quien le dirigió la palabra no responde. “Bien creo que debo mejorar…”
Al finalizar el entrenamiento, Juan se larga a su casa, Ibuki sale con Netero a hacer unas cosas en su local de artes marciales, Khira y Ming se quedan solas en casa, los dos adultos en sus trabajos.
-Veo que coleccionan muchas antigüedades, Khira. – Ming señalando cada detallado objeto valioso de porte antiguo, con telas rojas a carmesí y kanjis plateados o dorados con líneas finas y negras, algunas decían palabras de aquellos antiguos guerreros como ‘Sangre guerrera’ o ‘Honor y Bushi’, no cubren todas las paredes enteras pero si hay algunas paredes repletas.
-Sí, la familia colecciona demasiadas piezas, las heredaremos en el futuro. – Khira responde y van a su habitación.
-Vaya orden… - Ming sobre el buen orden que tiene a su habitación, dicho lugar posee algunas cosas que son necesarias y otras simplemente entretenimiento, como una pelota de basket sobre una biblioteca llena de libros de educación e historias, e incluso varios de Japón. – Sin dudas nosotras dos tenemos eso en común.
-Sí, me gusta mantener mi lugar acomodado, prácticamente estoy fuera de aquí por lo que casi nada sucede. – Responde Khira. – Por si te lo preguntas, sí, Ibuki también hace lo mismo, siempre nos han enseñado a mantener el orden.
-Igual yo.
Ambas se sientan sobre la cama y sin ideas, al menos a Ming no se le ocurre ninguna idea, pero a Khira si y lleva la iniciativa.
-¿Tienes algo en mente, Ninja?- Pregunta con una sonrisa algo pícara.
-No, ¿y tú, Samurái?- Ming, algo confundida por la expresión de su aliada… su amiga.
-Llevas ya un mes con nosotros, quiero saber de ti. – Khira.
-Aja, ¿Qué desea saber? – Ming.
-Bueno… ¿Eres virgen? – Pregunta un poco cohibida. “Nunca he sido así”.
-“¿QUEEEE? ¿Esa maldita loca me pregunta eso? Bueno, nadie de su familia lo es…” - Bueno, ya he tenido relaciones con un par de compañeros hace mucho tiempo.- Responde Ming con la mayor sinceridad.
-Bueno… ¿Con otra? – Pregunta Khira seria. “La tendre…”
-No, ¿A qué viene eso? – Ming, nuevamente confundida.
-A que…- “Si será posible”. – A que quiero experimentar contigo, ¿te gustaría?- Nuevamente Khira.
(Como que redundo demasiado… ¡Cuack…!)
-Ammm. – Su expresión es demasiado sorprendida, por algo tan inesperado. “Ok ahí va”. – Está bien… pero… ¿Huh? – Ming siente una mano tocando su entrepierna y resulta ser Khira quien está frotando sus dedos a su parte fuera de la ropa. – ¡Amhh… Khira!
-Deseo hacer eso, pero si te arrepientes, dímelo. – Khira tratando de mostrar algo de compasión por su presa. “Ya es mía, no me quedaré atrás”.
-Sigue… se… siente tan bien. – No puede contenerse y en eso Khira le mete su mano dentro de sus pantalones haciendo que Ming gimiera del placer y ambas se desnudan.
Dos cuerpos femeninos desnudos en una cama, un escenario erótico presente.
-No pararé, Ming, vas a tener que seguir también. – Khira entre jadeos y con un gran morbo por el momento placentero presente.
-No dije nada, sigamos, nena. – Ming responde con una sonrisa.
Ambas cegadas por el placer, por la calentura del momento, dándose caricias y besos, ninguna de las dos dice nada en todo el transcurso del acto sexual, solo gemidos, jadeos y fuertes respiraciones y movimientos debido al placer recibido, sin duda una escena muy divertida para ambas, masturbándose mutuamente, luego se posicionan para hacer sexo oral, Primero Khira le practica sexo oral a Ming, haciendo que ésta jadeara, sumergida en un mar de placer, hasta casi llegar al punto, en eso detiene a Khira e intercambian el puesto y sigue lo mismo.
Después se posicionan para hacer un 69, en la cual ambas hacen movimientos con la lengua y labios, y no excluyen los dedos, en eso ambas terminan en intensos orgasmos y éstas terminan acostadas juntas, desnudas, un rato mientras terminan de jadear y se reparten mutuamente besos, nunca les debía faltar nada de eso, sin dudas.
-Estuvo bien, Khira, pero vaya que no me esperaba eso. – Ming.
-Lo sé, por eso tomé la iniciativa, al final nos gustó, ¿O no?- Khira-
-Pues sí, pero no soy lesbiana. – Ming, aunque no niega que el placer es bueno mientras se comparta mutuamente sin arrepentimiento.
-No tienes por qué serlo, es bueno experimentar.
-Ya estás, vistámonos, quiero salir contigo afuera. –Propone Ming.
-Debemos limpiarnos antes de salir. – La Samurái aludiendo a los restos de saliva, sudor y flujos que hay, hicieron todo y salieron al exterior hasta el anochecer, de ahí termina esto.
*En el local de artes marciales de Netero.*
-Abuelo, ¿qué es eso? – Ibuki señalando una caja.
-Ah, esa caja tiene vestimentas necesarias para los que entrenan, por favor, colóquelas en el ropero. – Le responde el Sensei.
-Bien. – Obedece. “¿Qué ha pasado con ese tipo? Juan está más agresivo y distante, ¿Le hemos hecho algo? Espero que no haya sido por Ming”.
*En la calle de la urbanización.*
“Pesa bastante ese tobo, al otro brazo pues…”. Juan cargando una cubeta llena de mangos a su casa, el por qué de su conducta no se sabe con certeza, pero no es Ming, es algo mas.
“Fuera lo que fuera, hay algo detrás de una misteriosa conducta de uno, se debe averiguar.”