Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Samurái y el Inquisidor. por Glyphis

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Otro capítulo mas, continúa la búsqueda y ocurre una sorpresa. Disfruten aunque no sepa si leen todo o no... Haha.

Capítulo 15: Aparecido con desgracia. “Sólo una pequeña huella y da la sorpresa como si de un fénix se tratara, pero aquí, tiende a ser un caos, un caos bastante peculiar.” Ibuki -Khira, vamos- Amanece y lo más pronto posible hemos salido de casa para encontrarlo, pasamos por su casa y realmente era tarde… “¡Pero si son las 6:00 am!” -No está en casa entonces. – Me dice Khira mientras yo cabizbajo y con mis manos en los bolsillos camino. – Debe estar tan ocupado que tuvo que despertar para eso. -No es bueno, si eso sigue así, no le va a ir muy bien en su vida. –Le respondo. -Él es capaz de pasar por situaciones por más desagradables que sean y sin importar el tiempo, la verdad es que me parece que ya no tiene mucho que hacer y por eso trata de mantenerse ocupado. –Me dice ella. -¿Y si es por evitarnos? –Pregunto levantando la mirada hacia ella. – Digo por el cómo ha estado actuando. – Seguimos caminando hasta el mediodía y tuvimos que regresar a casa. -No es así, con nosotros tiene esa actitud, pero no es por nada malo, es lo mismo. – Khira cuando llegamos a la puerta de entrada. -Es cuestión de tiempo antes de que aparezca. – Dije. *Más tarde, a eso de las 3:00 pm* -Muchachos, tenemos un gran problema. –Dice mi abuelo. -¿Qué pasa?- Preguntamos y vemos a Ming preparada para un combate, y al abuelo portar su antigua armadura y su Nodachi personal. -Una banda criminal bien grande está atacando al centro, ármense, los Nodachis y sus armas están listas. – Dice mi abuelo. -¿Combatirás con nosotros? – Pregunta Khira. -Sí, supliré en ausencia del joven, ni yo sé si está vivo.- Mi abuelo colocándose su casco. “Te ausentas y me dejas en un vacío inmenso”. -¡No perdamos el tiempo y larguémonos! – Exclamé. *En combate* Suenan muchos disparos, de varias armas, los guerreros dejan el vehículo lejos del lugar y ven a mucha gente corriendo y varios cuerpos policiales en el lugar. -Por aquí. –Mi abuelo delante de nosotros nos guía por un camino para nuestro sigilo. Nos desplazamos por un espacio y logramos escalar una pared rápidamente de un apartamento, vemos como cerca de 30 tiradores criminales disparan contra varias personas, hay muchos muertos y varios heridos, entre ellos policías y algunos criminales. “Tengo miedo, eso es terrible”. -Nos quedaremos incomunicados por un largo rato, sepárense y cierren la boca. – Nos ordena mi abuelo y nos dividimos, aunque no nos alejamos demasiado, el plan es: A- Dividirnos y azotar, B- Mantenernos a la vista mutuamente, C- Eliminar. Bajamos y yo saco mi Nodachi y decapito a varios, observo a Khira y con sus flechas acaba con varios de ellos, Ming usa cuchillas envenenadas, lo que los acaba rápidamente, mi abuelo con su Nodachi acaba con varios hostiles. “¡Los estamos machacando!”. Khira se acerca a mí y guardo el Nodachi y saco mi alabarda, pero no pude advertir antes de unos disparos, resulta que habían más que solo 30 enemigos, hay otro grupo en el tiroteo. “¿Pero qué diablos?”. Miro a Khira y ésta se nota sorprendida, ninguno de los dos esperábamos más. Miramos al Sensei y él nos indica que vayamos a una dirección, Ming va a otra, Yo abato a los que están a mi alcance mientras Khira acierta a los que están más lejos, en eso un disparo suena a mi lado y resulta que era un policía con una pistola intentando dispararme, en vez de herirlo le doy una patada en su cara para dejarlo inconsciente. ¡Pum! – Ahh... –Cae. “A dormir, tarado”. Khira se reía por la escena mientras corremos hacia la dirección, Ming de un salto acaba con un par de tiradores y mi abuelo se acerca y acabamos con los enemigos alrededor, Khira y Ming estaban al lado de un carro como cubierta, lanzando flechas y Shirukens, Nosotros acabamos con algunos que se acercaban con cuchillos y machetes, cosa inútil, pues nosotros fuimos mas rápidos, vimos como la policía retrocede. -Retroceden, algo pasa. – Dice mi abuelo. -¡Los superaron! – Ming. -¡Es cosa nuestra ahora! – Khira, y saca su Nodachi. -¿Vas a enfrentarlos? – Ming y hace lo mismo. “Si tienen valentía”. -¡Hay que hacerlo!- Ella responde pero se queda inmóvil, resulta que retrocedieron porque nos rodearon más hostiles, “y ésta vez ni saltando lo lograremos…” -¡Diablos! – El Sensei. Nos juntamos y nos ponemos a la defensiva. -¡No podrán salir, están atrapados! - Dice uno de ellos. -¡Nuestro pran estará feliz! – Otro. -¡Péguenles tiros que no los necesitamos! – Ordena un tipo con una pinta más desagradable e indescriptible. Justamente todos nos apuntan y nosotros nos preparamos para la situación a la cual estamos entrenados, bloqueamos las balas y nos separamos, ese es el plan, pero… -¡GRRRRAAAAAH!- Un grito muy fuerte y bestial proveniente de alguien y aterriza en frente de nosotros y acaba con varios criminales con sus espadas y a la vez los demás quedan atónitos y sorprendidos. “¿Qué? ¡Es Juan!”. -¡Vamos! – Grita mi abuelo y nos lanzamos al combate aprovechando la distracción, Khira y Ming acaban con los que están detrás mientras que acabamos con los del frente, Juan estaba entre nosotros dos, con ambas espadas personales acabando con cualquier enemigo que se acerque, suerte que quedaban pocos, uno de ellos disparó un fusil Galil y la bala no alcanzó a nadie, intentó disparar mas pero su munición se agotó y a su vez la tiró, sacando un cuchillo y corriendo hacia Juan intentó matarlo, pero una flecha se le clavó en la cabeza, matándolo inmediatamente. -¡Ese era el último! – Mi hermana. -¡Apareciste guerrero! -¡Vaya, por fin! – Ming emocionada. -¿¡Dónde demonios estabas!? – Mi abuelo. -¡Pensé lo peor! -Vienen fuerzas militares. – Advierte Juan. “Me vas a pagar por lo que tuve que pasar, ¡desgraciado!”. Y yo lo observo con enojo. -¡Al vehículo! – El Sensei. *En camino a casa* -Estamos cerca de la redoma, no nos siguen, ¿verdad? – Pregunta mi abuelo. Ming mira hacia atrás, pero no ve nada, Khira está de copiloto. –Nada. -No hay señal sospechosa. – Khira mirando el retrovisor derecho. -Excelente. No he dicho nada, estuve callado todo el rato, terminando de planear lo que le haré a él… Tampoco ha dicho nada. -Juan… -Hablo por fin. – Quítate el casco. El sin cuestionar, lo hizo, mostrando su cara, sin ningún rasguño, solo su rostro resaltando un poco con esa armadura blanca con figuras rojizas. “Eso es, perrito obediente”. Y cierro el puño derecho, aprentándolo con fuerza del enojo que me causó. En eso le doy un golpe en el rostro, tan fuerte que lo tumbó hacia la puerta. “Su mirada era indiferente, ¿Ahora cuál es su respuesta, su rostro, su mirada?”. Ming y Khira de la sorpresa se quedan viendo la escena mientras mi abuelo observa desde el retrovisor, Juan mantiene su mano en el rostro. “Veo sus ojos, su enfado, lo provoqué”. Bajo la mirada y no digo nada. “Lo eché a perder todo”. -Te lo merecías, no tienes ni idea de lo que he pasado. – Finalmente hablo, pero no responde. - ¿Desapareces así sin más? – Lo miro y lo agarro del cuello con mi mano izquierda y con la derecha lo amenazo con un puño hacia su rostro, el me mira, esta vez no con enfado, sino con impresión, como si fuese la primera vez que lo amenazan. “De hecho, es la primera vez que lo amenazo de verdad”. –Ahora, ¿Tienes algo que decir? – Le pregunto. -¡Ibuki, basta! – Exclama el sensei mientras estamos cerca de llegar, no lo suelto, me le quedo viendo a sus ojos y luego al Sensei, luego vuelvo a mirarle. “Ya los míos deben estar llenos de odio, su mirada no es la misma de siempre, algo ve en mí ahora”. Bajo un poco la mirada, veo que cae sangre, en efecto golpeé su nariz y boca, yo con una mirada algo triste agarro su muñeca y retiro su mano de su cara. “Efectivamente le di muy fuerte, ya su mirada es muy enojada, no pensé que el llegará a enojarse bastante conmigo, pero es mi culpa”. -¡Vaya brote de sangre! – Khira. “¡No digas más, no quiero sentirme fatal! -Le urge una limpieza. – Ming. -¿Por qué lo hiciste, hijo? no está bien. – Mi abuelo, yo miro a Khira con algo de enojo pero no tiene caso, agacho la mirada, arrepentido. “Estoy muy arrepentido, lo arruiné todo”. Juan solo voltea la mirada, no hace nada, tampoco duda en mostrar su enojo, pero igual, todo lo calla. -Perdóname. –Le digo y le doy un beso en sus labios, nos quedamos así unos segundos. “Es extraño… lo beso delante de todos, no me dicen nada, pero lo más extraño es que es con su sangre presente, es como si tuviese un sabor diferente, olor diferente, textura diferente”. Qué ridículo. Me separo, y él me mira con cierta impresión, pero luego desvía la mirada, no queriendo decir nada. Llegamos a mi casa, bajamos de la camioneta, es de noche, y es que, nos demoró toda la tarde entre matar a cada uno o varios y buscarlos en toda la calle. -Mañana sabremos que te pasó, solo deja tus cosas aquí y vete a casa. – Dice mi abuelo, Ming ya se había ido a su casa, Juan solo asintió y se retiró, no se despidió de nosotros ni nada. “Solo espero que me perdone”. -Hijo, no estuvo bien lo que le hiciste. – Me dice mi abuelo sentándose en el mueble. -Lo sé, pero me hizo pasar por malos ratos. –Hago lo mismo. – Pero a mí me dolió bastante haberle hecho eso, primero, no me gustó lastimarlo, y segundo, su cráneo es tan duro que me duelen los nudillos. – Digo sobándome la mano al recordar aquel dolor que por la ira no sentí. “A diferencia de él, no me cuesta expresarme, expresar mis sentimientos.” -Por algo jugaba con búfalos antes. –Bromea Khira. – Pero eso sí, no parece contento, y el beso no ayuda mucho, eso creo. -Mañana haré lo que él quiera con tal que me perdone. – Dije. -No funcionará. –Mi abuelo levantándose para irse a la cama. -¿Por qué? – Me levanto. -Él no va a pedirte nada, si lo conoces tan bien, te darás cuenta de que él no te pedirá nada, por más caridad que tengas por mostrar y/o insistas. (Charity’s irony). -Menudo bicho… -Entiendo cómo te sientes, pero a él, al poco tiempo se le pasa. – Dice mi abuelo. “Ojalá”. -De hecho, un día un jugador que estaba en la cancha hizo que se le cayeran los lentes, esa noche casi lo mata, pero al día siguiente estuvieron cooperando extrañamente…- Mi hermana tratando de alentarme. – Cosa muy rara en él. Nos acostamos a dormir, aunque no pude dormir sino hasta tarde porque me quedé pensando sin parar en miles de situaciones que sucederían con respecto a él, a Ming y el futuro. “Si tan solo el jamás desapareciera, o si jamás apareciera, ¿Cómo sería mi mundo si el no existiera, como sería el suyo si yo no existiera?”. (Como es ahora, la realidad). Amanece, y todos estamos reunidos en la sala, interrogando a Juan que se haya parado detrás de la puerta, en una posición de manos en la espalda, como un militar. -Dime Juan, ¿Dónde estabas? – Pregunta mi abuelo. -Estuve demasiado ocupado con varios asuntos, no se me permitió nada, quedé atrapado en un trabajo, aunque fue bueno. – Responde. -Bien, ahora, ¿Cómo accediste a tu armadura ultra? – Pregunta mi abuelo. -Entré con el permiso de Koida y Shiria, me dijeron de la situación y les dije que iría a por ustedes y tomé la armadura. – Responde mirándolos. Mi abuelo mira a mi madre y mi tío, ellos asienten, dejando en claro que dice la verdad. -Bien, te creemos, ¿no es así muchachos? – Pregunta el Sensei levantándose y mirándonos a todos, asienten, me mira a mí y yo con mi cabeza apoyada sobre mi mano derecha asiento, aunque no quise dirigir ninguna mirada a nadie, “no quiero nada”. – Entonces estarás tranquilo hijo, aunque generó mucha confusión tu desaparición, esto no volverá a suceder. -Entendido. – Dice Juan. -A propósito, ¿Qué traes en esa bolsa? – Le pregunta señalando una bolsa de cartón con algo grande. Lo saca y muestra el contenido. -La cabeza del pran, antes de salvarles, decapité al líder. – Responde indiferente, mostrando un cráneo con poca piel y un aspecto aberrante. -¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!- Gritan los tres adultos y nuevamente lo mismo, ésta vez mi madre y tío se esconden detrás del mueble, mi abuelo montado en la misma lámpara colgante y Juan lanza el cráneo al incinerador. -¡Ya van tres! ¿¡Por qué, padre, por queeeeee!? – Grita mi abuelo escandalizado e histérico. --¡NO DUERMO ESTA NOCHECITAAAA!- Mi tío gritando con la mirada hacia arriba y luego la baja y pone sus manos en su cara con esa histeria. -¡Hay más esqueletos en casa! – Mi madre al punto del llanto de rodillas. -Jejeje. –Juan se ríe y avanza hacia nosotros quedándose justo al lado derecho de Ming. Nosotros nos quedamos intrigados mirando la escena, extrañados de la inmadura conducta de ellos ante un cráneo. “Nosotros ni nos asustamos”. *Más tarde* -Muchachos. –Se dirige a Juan y a mí después de que entrenamos, le prestamos atención. – Anuncio la llegada de la prueba final, después de ahí concluye todo entrenamiento, no les diré cuándo, eso tiene que ser sorpresa, deben estar atentos. -Bien. –Juan. -Entendido. –Yo. -Más les vale, no va a salir muy bien. – Nos advierte, dejándonos con algo de impresión, Juan y yo nos miramos, pero no supimos qué decir. -Me voy, chao. –Rato después Juan se retira a su casa. – “Al menos me dirige la mirada y palabra, aunque el trato sigue igual para todos nosotros, algo malo le pasó”. -Cuídate. –Le digo. -igualmente. – Se despide con la mano. Lo veo irse, terminando toda su presencia en el lugar, excepto el recuerdo de todo lo sucedido. “Reconcilio, y cambio inexplicable”.

Notas finales:

¡Qué curioso! Los cráneos se han vuelto un elemento destacado o relevante en la trama porque siempre sucede lo mismo por un cráneo, así que espero que hayan mas cráneos...

 

Espero que lo hayan disfrutado, todavía queda un camino que recorrer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).