Capítulo 3: Lazo imperecedero
“Yo escribiré, y ustedes leerán”.
Ya en casa, Netero e Ibuki tienen una discusión, al menos agradecen que solo Khira y no Koida y Shiria, esté allí, Khira contempla la escena.
-¡Te he dicho muchas veces que no te juntaras con gente ajena a nosotros!- dice Netero
-¡Pero, él no es cómo crees, a él si le he agradado, yo lo vi!- Exclama Ibuki, indignado de que su abuelo no observara bien.
-No es bueno, podría hacerte daño- resalta Netero queriendo convencerlo de lo peligroso que es un humano de mente primitiva.
-Si el realmente quisiera hacerme daño, lo habría matado.
-Y el daño emocional por un fracaso de una relación, ¿también lo soportarías?
-No era esa la intención suya.
-Y, ¿SI solo quería jugar contigo?, ¿Con tus sentimientos?
-Insisto, no era la intención de él, el realmente nunca tuvo contacto y es igual que yo, es…- Ibuki notó que Netero lo iba a abofetear y cerró los ojos.
-No tiene caso, aléjate de él.- al final, no lo abofeteó.
Días después, Ibuki jamás se arrepintió, él sabe cómo lograrlo todo.
-Abuelo, voy a salir
-Está bien, recuerda lo que te he dicho…
-Está bien.- Y se marchó.
-Khira, ven aca.
-¿Si?- Preguntó algo confundida, creyendo haber hecho mal.
-No me gusta hacer esto, pero, ¿puedes seguir a Ibuki en secreto?- Ella se ha vuelto experta en el sigilo, por lo que nadie la nota. –Si lo ves acercarse al muchacho, llámame, no importa qué, no te muevas de tu escondite.
-Ok.
Ibuki cree saber dónde está, siempre sigue las huellas a pesar de ser invisibles, así que va caminando en la calle y ve al muchacho, en una casa típica del conjunto, amarilla y de un solo piso, lo ve en un jardín simple, pero adornado de varias plantas y un suelo con grava, se encontraba regando las plantas.
“Parece que ama las plantas, se nota que tienen mucha vida”. Pensó, pues nota que se dedica mucho a ellas. “No se ve tan malo”, y nota que tiene un machete, lo usó para podar unas hojas de palmera y vio como podó las que estaban caídas, las podó de tal forma como si matara a alguien, Khira todo este tiempo lo ha seguido de manera disimulada, por todos los rincones como escondites perfectos, y vio la escena, de hecho está tan cerca de Ibuki e informó a su abuelo sin que él le oyera, y el salió de su casa con una rapidez que ningún humano nota, Ibuki jamás se percató de que Khira estaba cerca hasta que apareció Netero y todos en voz baja empezaron, Juan jamás se percató de nada.
-De nuevo, Ibuki, ¿por qué?
-¡Ahh! ¿Abuelo?
-No deberías juntarte con él, ¿y aun así insistes?
-¡Me agrada ese tipo, solo déjame!
-¡No!
Mientras tanto, Khira contempla como podó la última hoja de la palmera con tal precisión como si de una Katana se tratara, y Juan notó que alguien le observaba y lo puso nervioso, sintió escalofríos, podría tratarse de delincuentes aludiendo a la mayor frecuencia de descerebrados parásitos en la Nación, miró entre unas plantas de Agave y vio un poco su rostro y ojos bien claro, consideró una amenaza y…
-¡WOOOooOOOAAAAH!- Atacó a Khira casi acertándole con el machete, su única intención era matarla, su grito fue sonoro y demostraba agresividad extrema.
-¡Ahh!
-¡Khira, no!
-Estoy bien, abuelo
-¡Demonios! Exclama Juan
-¡Es mi hermana!- Dice Ibuki.
-Mier… ¿Vinieron a asesinarme?- Se enfureció más. – ¿Que? ¿Toda una familia de Samuráis? Se percató, Khira tenía su armadura.
-No nos interesas, nos vamos.- Netero dijo esto y quiso marcharse con sus nietos, pero Juan se retiró.
-Bien.- Dijo al retirarse.
Pero Netero quedó sorprendido, impresionado, tuvo el valor de enfrentar a una amenaza desconocida, vio que estaba dispuesto a luchar y tuvo una visión con los mismos seres, esta vez los vio mejor, estaban en fila diciendo algo en un idioma inexistente para la humanidad.
“Gwort! Wort shu’va, chu shiven’sen akurmu slemhn”.
-Uhh…- “De nuevo visiones” pensó.
-¿Qué pasa, Sensei?- Preguntó Ibuki
-¿Estás enfadado?- Khira no se quedó muda a pesar de la sorpresa.
“Estoy equivocado, él es causante de mis visiones, él es el indicado por el destino, aunque no lo fuera, debo incluirlo, él tiene aires de guerrero” Pensó Netero, tiene mucho en que reflexionar.
-¿Qué hacía antes de que llegara yo?- Netero pregunta, curioso
-Solo regaba las plantas- Dijo Ibuki.
-Cortaba unas hojas de palmera, con ese machete, lo hizo como si atacara- Dijo Khira, impresionada.
Normalmente estos samuráis nunca se impresionarían, pues este tipo de cosas no tienen fondo que analizar, no son playas a las que explorar su fondo marino.
-Vengan- Ordenó el Sensei.
-Ok
-Bien
Notan que Juan cierra la puerta y Netero los carga con mucha fuerza, él es tan fuerte incluso si sus nietos son más altos que él, no pudieron reaccionar por la sorpresa y Juan nota que pasa algo y antes de reaccionar, Netero los lanza hacia el (Vaya abuelito).
¡PÚM!
-¡Ay!
-Huh…
-Grrrrrh… ¿Qué te pasa?
-¡Abuelo!- Ibuki se queja.
-¡Duele mucho!- Khira
-¡No lo dejen huir, es una orden!- Netero ordenó.
-No te haré daño- Ibuki comentó
-Solo no hagas nada- Khira sacó un Kaiken, amenazándolo.
Netero entra y Juan retrocede, sorprendido y enfurecido, hacia una puerta que da al patio, Netero se le acerca inexpresivo a él…
“Demonios, sí que vinieron a asesinarme” Pensó Juan, a la defensiva. “Mi acuario, el mira mi tanque” Pensó, notando que Netero está en dirección a su acuario que está en el patio, provisto de plantas y peces pequeños, nota que Juan intenta protegerlo con una furia indomable. “¡Si ese maldito anciano le hace algo a mi acuario arremeto en su contra!, nadie ve mi acuario sin que lo permita, mucho menos les hace daño a mis queridos seres, todo a costa de mi vida” Al menos agradece que su familia no esté, no querrá verlos morir si pasa.
-Ibuki, ven acá- Ordenó –Khira, baja el Kaiken. – Ella obedece, nunca quiso usarlo así que no lo hizo.
Ibuki se acerca y Netero ordena:
-Ponte a su lado; no cuestione.
Ibuki obedeció y Juan tenía el machete en su mano izquierda, si algo pasa, matará a Ibuki aunque le cueste porque realmente siente algo hacia él, solo costaba admitirlo.
-Dale la mano- Ordenó al chico, Juan quedó perplejo a tal orden, esas circunstancias son anormales en la realidad, Ibuki le tomó la mano y lo sujetó para que Juan no suelte, si era una trampa, esperaba que Khira, quien mira con una leve sonrisa la escena, hiciera lo mismo, pero no, se quedó ahí. –Mi nieto lo quiere, usted es muy débil y aun así el insiste, ¿qué harás?
-No pienso tener relaciones de amor con personas, no pienso enamorarme. – En cierto modo no era acto de celibato, solo que no pretendía salir enamorándose de manera suelta como lo hace la juventud actual, piensa en sus estudios como prioridad.
-Sin embargo, tu sientes algo por él, no es necesario noviazgos, es necesario lo íntimo. – Netero, el comprende como es todo, por eso no se le hace difícil adivinar.
“Ay qué bien, ¿Cómo es que viene una familia japonesa a asesinarte solo para que luego sea un matrimonio, que un anciano ordene a su nieto juntarse contigo mientras iban a matarte? ¡Qué vergüenza!” Pensó y se sintió avergonzado Juan, tanto que desvió la mirada e Ibuki sonrió, pues al fin logró su determinación. –Gracias por no tocar mi acuario…
-Son hermosos, ¿por qué los cuidas y proteges con fervor?
-¿No será porque es mi propiedad?
-Bueno, en este caso, te quedas con Ibuki, y con Khira, si deseas- Y khira sonríe dando un saludo algo coqueto, sin duda también quiere algo con alguien digno y tiene suerte de que en la familia no hay tabúes por lo que Juan se puede permitir la libertad con los 2, eso sí, atendiendo a Ibuki, quien importa, pero nadie sabe que eso se desarrollará pronto. –Por una condición, atiende a Ibuki en todas sus necesidades y a Khira también, no sé si exigen mucho, pero tú puedes. – Menciona sobre los jóvenes como si fuese una obligación de un esclavo.
-Comprendido.
-Y sé mi aprendiz, entrena con los 2 y conviértete en un Samurai.
-No, Sensei
“¿Que que queeee?” Ibuki confundido
“¿Que vampiro le comió el cerebro?” Khira con algo de drama.
“Necio, ¿Cómo puedes rechazar una obligación?” Netero
-Hpm, ¿sorprendidos?, el código de honor es el mismo que el Bushido, no seré Samurai, seré algo diferente
-¿Cómo qué?
-Un guerrero Élite, un Inquisidor Sangheili- Dijo Juan confundiendo a todos.
-¿Aplica la misma cosa, cierto? Pero, ¿cuál es la diferencia?
-Simple, la espada no es una hoja delgada, es una hoja ancha, o mejor dicho, son 2 hojas de luz azul y ámbar, la espada de energía.
“Como en mis visiones, ¿así que ellos son Sangheilis? ¿Él es esas cosas?, como el guste” Pensó Netero –Como gustes, hijo mío. –Ay Jesucristo…
-El diseño de armadura es distinto, no te va a gustar, es anti tradicional.
-No importa, cualquier forma es bienvenida, solo ilústralo y mis aliados te iluminarán.
-Gracias abuelo, no lo dejaré morir- Mencionó Ibuki.
-¡Deje algo para mí!- Khira en voz alzada, con cierta emoción como si fuese a pedir que le guardaran un dulce.
-Bien, bien, solo deja que decida y los 2 disfrutamos- Ibuki riéndose.
-Vaya que ahora veo… ¿Me drogaron o el agua tenía alcohol?- Juan sorprendido.
-¿Bebes alcohol?- Netero pregunta curioso.
-Solo en momentos especiales familiares, no me gusta mucho- Confesó Juan, realmente no ve nada malo mientras sea especial.
-El Sake será necesario para ti de vez en cuando, conmigo no hay problema- Netero ofrece, es tradición familiar, por eso sus mujeres ríen mejor.
“Con mis padres si” –jeje bien-Algo nervioso, Juan detesta que personas ajenas a su familia le ofrezcan algo que tiene encima problemas legales, pues la Ley según él, solo dice mucho como si fuera relevante mientras se queda sin regular al menos un poco.
-No hay beso, ¿es solo amiguitos y ya?- Khira mencionó e Ibuki hizo algo al respecto, besó a Juan en los labios y finalmente sellaron una unión de amistad más íntima.
“¿¿¿Pero qué???” Pensó conmocionado pero a la vez disfrutando del suceso efímero.
-Vamos a casa, a preparar la cena, tú, ven a esta casa, toma el papel de la dirección, te gustará verla y todo el estilo japonés que tiene como si fuera un baúl- Dijo Netero, realmente se siente orgulloso de todo, realmente está feliz de que por fin el destino quede satisfecho, ahora a alimentar a un nuevo guerrero, con entrenamientos forzados y especiales.
-Hasta luego, Juan- se despidió Ibuki dándole un beso, Khira hizo lo mismo, pero el beso fue a distancia.
-Chao- Juan se despide.
Días después:
-Juan, ya de por si has entrenado físicamente desde hace un año, perfecto, entonces directo al entrenamiento de artes marciales- Dijo Netero
-Bien- el otro responde.
Y así comenzó el entrenamiento, Ibuki y Khira los observa desde una ventana, su casa tiene mucha decoración rescatada de Japón y 2 pisos, por lo que los chicos observan desde la ventana del segundo piso.
-Ojalá no muera, no hay reemplazo- Khira dijo divertida
-Me lo llevaré a ver si logro algo con el- Ibuki quiere llevarse lo mejor.
“Así es como concluye este capítulo, pero, esto apenas es solo el comienzo, apenas inicia la historia, del beso en adelante, es cuando los 2 van a lo más profundo de sus actos hasta el sexo, solo hay que, con paciencia, esperar.”