-¿No te gusta la caja Kookie? Puedo bajar a cambiarla, quizá preferías la azul en vez de la roja… Soy un novio patético- Dijo Jimin con una voz algo enfadada -.
-Jimin, habla más bajo -Dijo Jungkook con la voz entrecortada-.
-¿Todavía no quieres que nadie se entere de lo nuestro? No me lo puedo creer -Jimin miró aún más enfadado a su novio - 6 meses juntos y sigues igual.
Jimin se acercó a la camilla de Jungkook, primero miró a su novio, luego al regalo que le había comprado, y después de nuevo a Jungkook.
-Jungkook ¿Por qué no me miras cuando te hablo? ¿Te pasa algo conmigo? ¡Mirame!- Gritó finalmente Jimin-.
-Jim… Jimin, yo…
-Ni Jimin ni nada, mirame a los ojos.
Al ver que Jungkook no le respondía ni le miraba, agarró la cabeza del joven.
Cuando Jimin estaba dispuesto a besarlo, el doctor y los padres de Jungkook entraron a la habitación. El doctor daba explicaciones a la madre ya desesperada, el padre simplemente asentía.
-Jeon Jungkook podrá recuperar la visión en unos 6 meses -Dijo el doctor convencido-.
-¿Recuperar qué? -Preguntó Jimin algo confuso-.
-Si, al parecer en la operación se tocó un nervio ocular, y ahora el señorito Jeon Jungkook no es capaz de ver -Explicó el doctor a Jimin-.
Jimin volvió a mirar a Jungkook. El joven no sabía donde poner la mirada. Ahora mismo se sentía fatal por haber tratado de esa manera a su Kookie.
-Yo… Jungkook, Señor y Señora Jeon, lo siento, de verdad -Una pequeña lágrima recorría los sonrosados mofletes de Jimin-.
-No pasa nada Jimin- La madre de Jungkook se acercó a él y lo abrazó -No tienes la culpa de nada-.
-Puedes venir a visitar a nuestro hijo cuando quieras- Comentó el padre-.
-Por supuesto que lo haré -Dijo Jimin sin dejar de mirar a Jungkook-
-Park Jimin, debes cuidar bien de nuestro hijo, siempre has estado con él y creemos que le harás buena compañía -
Jimin miró a la madre de Jungkook, ella de verdad se veía cansada de tanto médico y tanto susto, sin embargo esta sería de las últimas veces que Jungkook pasaría por un hospital, según el doctor.
-Lo haré, seré los ojos de Jungkook de ahora en adelante -.
-Gracias -Dijeron los padres de Jungkook mientras que el pequeño ciego intentaba buscar la mano de Jimin-.
-Kookie, lo siento de verdad.
Jungkook finalmente encontró la mano de Jimin, y sonrió con los ojos encharcados. Envolvió la mano de Jimin en las suyas, y las acercó a su pecho. Jimin, algo miedoso por si le hacía daño, echó su mano hacia atrás, volvió a mirar a Jungkook y le susurró.
-Estaré contigo, para siempre.
Jungkook se llevó el brazo a los ojos, para disimular su llanto. Fue un día duro, desde la ventana se escuchaba la brisa otoñal, pero a pesar del día tan precioso que hacía, se respiraba un aire agobiante en la habitación del paciente.
Sin casi darse cuenta, estaban los dos solos en la habitación, sin hablar apenas. Jungkook miraba a Jimin algo desesperado, él simplemente veía todo muy oscuro. Estaba frustrado, por mucho que quisiera no era capaz de ver el rostro de su querido.
-Jungkook, yo de verdad siento el comportamiento de antes, he sido muy estúpido -.
-Jimin -Sonó una voz ronca -No, no te preocupes…
Jungkook escuchó a Jimin tragar saliva, por mucho que hubiera perdido la vista, era capaz de descifrar los sentimientos de Jimin. No podía hacer nada más que perdonarle, ya estaba acostumbrado al comportamiento del mayor.
-Te prometo que vendré todos los días a cuidarte ¿Si? - Jimin se acercó a la frente del joven para besarlo, pero Jungkook agarró el cuello de su camisa para acercarlo y llevar ese beso a sus labios- ¿Ha recuperado ya la visión este pervertido?- Preguntó Jimin juguetón, sacándole una sonrisa al pequeño-.
-Jimin, te prometo que -
-¿Que comerás bien para salir cuanto antes de aquí?
-Sí, eso y que -
-¿No mirarás a otros chicos? -Jimin hizo el chiste pero Jungkook no se rió-.
-No, inepto.
-Yo solo quería hacerte reír, lo siento -Jimin agachó la cabeza algo avergonzado, miró el reloj y vió que ya era hora de irse - Bueno Kookie, creo que ya es hora de irme a casa, es algo tarde-.
-Está bien - Dijo Jungkook sacando su aegyo, aún estando en camilla con miles de cables, se veía adorable-.
-Nos vemos -.
Jungkook sacudió su mano sin saber la posición en la que Jimin estaba. Jimin hizo lo mismo y abandonó el cuarto algo preocupado. Miles de cosas pasaron por su cabeza en el viaje de vuelta a casa. ¿Cómo conseguiría ir bien este curso Jungkook, tendiendo esa discapacidad? ¿Quién lo ayudaría en clase? ¿Quién lo traería de vuelta a casa? y ¿Quién lo llevaría? ¿Cómo iría en tren solo? ¿Y en bus? Los señores Jeon estaban demasiado ocupados, y el hermano mayor de Jungkook vivía en Japón. ¿Quizá la familia contrataría a alguien para hacerse cargo de él? Jimin lo dudaba. Al parecer ellos dos pasarían más tiempo juntos, algo que a Jimin le gustaba. Él dormiría en casa de Kookie, y las noches que se hicieran tarde, Kookie se quedaría en casa de Jimin a dormir. El joven Park Jimin se montaba sus propias películas en la cabeza sin tener en cuenta el estado físico de su novio.