Hace varios meses ya que había salido a la luz que él salía con Krystal y aprovechaba cada momento libre que tenía al máximo para estar con ella, aunque eso significara faltar a fiestas, reuniones o celebraciones de las que solíamos hacer cada vez que terminábamos una promoción y teníamos uno o dos días libres. Últimamente habíamos estado muy ocupados con conciertos y presentaciones y los escasos momentos libres que teníamos, él nunca estaba. Y a decir verdad, eso me hacía sentir solo y desanimado, aunque estuviera rodeado de todos nuestros miembros.
Llegamos al apartamento luego de un día de no muchas actividades. Lay, Chen y Xiumin habían viajado a Japón esta mañana para aparecer en un programa de variedades por lo que hoy había menos personas dando vuelta por toda la casa.
-Chicos ¿Qué hacemos? ¿Pedimos comida o salimos a comer? – preguntó el líder entrando a la habitación.
-¡Hyung, estoy cansado! Mejor pidamos algo para comer acá. –respondió Baekhyun.
-No se seas aguafiestas Baek . – Intervino Chanyeol. –Es nuestra primera noche libre en mucho tiempo. ¡Hay que salir a festejar, a llevarnos la ciudad por delante!
Como siempre el chico hiperactivo trataba de poner activos a todos los miembros sin importar lo cansados que pudieran estar.
-¡No quiero! – hizo un tierno puchero tratando de convencer al más alto.
-¡Vamos, vamos! – dijo abrazándolo y sacudiéndolo enérgicamente.
-¿Y yo que gano con eso? Solo estaré más cansado. –Vi a Chanyeol acercarse al oído del más bajo y susurrarle algo que no logré escuchar, pero vi que Baekhyun sonreía mientras bajaba la cabeza sonrojado, así que pude intuir de que se trataba. Y es que aunque la mayoría de los fans y medios de comunicación aún seguían pensando que entre Baekhyun y TaeYeon noona había algo, la realidad era muy diferente y solo aquí, de puertas para adentro se sabía lo que realmente pasaba. Y realmente los envidiaba.
JongIn es mi mejor amigo desde hace mucho tiempo y de verdad quiero que sea feliz, pero su felicidad me duele y mucho. Pasé mucho tiempo asustado de estos sentimientos pero luego de aceptarlo la vida tenía otro color. Me había enamorado de Kim JongIn. Y no fue algo que haya pasado de ser percibido por mí, sino que sabía perfectamente que desde la primera vez que lo vi bailar me había enamorado irremediablemente de él.
-¿Entonces vamos?- preguntó Yeol después de haberse separado de él.
Baek suspiró derrotado. –Estaba bien. – Pero aunque su tono de voz mostraba decepción, su cara mostraba todo lo contrario.
-Entonces decidido, iremos a comer afuera. ¿Los demás también vienen verdad? –preguntó Suho refiriéndose a Sehun y a mí que éramos los otros que estábamos en el lugar.
-Claro. – Contestó Sehun.
Suho me miro esperando mi respuesta.
-Iré a preguntarle a Kai si él también quiere ir. –Esa fue mi respuesta. Ni que sí, ni que no.
-Está bien.
Me dirigí hacia el cuarto que compartíamos. JongIn había ido a tomar una ducha en cuanto llegamos y ya no había vuelto a salir de la habitación.
Entré y me lo encontré acostado, escuchando música con los ojos cerrados. No me acordaba la última vez que lo había podido ver así, solo, sin Krystal a su lado.
-Kai…- lo toque a penas para llamar su atención. El moreno abrió los ojos y sonrió al verme.
-Hola.
-Hola.
Quedamos unos segundos mirándonos sin decir ni una palabra, me sorprendí mucho cuando vi su mano acercándose a mi mejilla y acariciándola tiernamente. Aunque sorprendido cerré mis ojos instintivamente para sentir más el contacto. Cualquier contacto físico entre nosotros que hacía gritar como locas a nuestras fans y las inspiraba para miles de fanfics y fanarts habían terminado inexplicablemente hace mucho tiempo y lo extrañaba.
De repente sentí un sobresalto por parte de JongIn que me hizo abrir los ojos. Lo vi sentado sobre la cama muy retirado de mí.
-Ah, lo siento. Creo que estaba medio dormido. –se excusó hablando con torpeza. –¿Querías decirme algo hyung?
-JongMyun quiere saber si tú también quieres ir a comer afuera. – No tenía derecho a reprocharle nada, debía de haberme dado cuenta desde un principio que él seguía medio dormido.
-Claro. – contestó sin basilar, levantándose rápido de la cama y adentrándose en el armario en busca de ropa. Se quitó la remera que traía puesta, su torso desnudo me está haciendo mal.
-Iré a avisarle a Suho que tú también vas. –debía salir de aquí, llevaba mucho tiempo admirándolo desde lejos, no podría dejar que una imprudencia del momento arruinara nuestra amistad y su oportunidad de ser feliz.
-Ok, pero primero – me detuvo – ¿cuál creo que me quedaría mejor para ir? –me preguntó mostrándome una remera negra y una camisa de igual color.
-Da lo mismo, solo vamos a ir a comer.
-Vamos hyung, ayúdame si?
Me acerqué resignado tomando ambas prendas y sosteniéndolas frente a él. Estaba disfrutando mucho este momento, era mi compañero de cuarto, pero nunca podíamos tener una conversación o interactuar más de un par de minutos solo nosotros dos. Y si lo más cerca que podía estar con él era de esta forma, pues desempeñaría mi papel de amigo y hyung lo mejor que pueda.
-La camisa se te ve mejor. –dije pasándosela.
-Genial, entonces me la pondré. ¿Qué tal me queda? –me preguntó luego de unos segundo.
No pude dejar de notar que había prendido mal los botones. Aunque no soy perfeccionista, esta era una de las pocas cosas que por instinto quería y debía arreglar. Me vi de pronto desprendiendo los botones de su camisa.
-¿Hyung que estás haciendo? –y fue recién con su pregunta que me di cuenta de toda la situación, pero sería más sospechoso y de pronto me retiro.
-Abrochaste mal los botones. – Contesté tratando de controlar mi respiración y mis latidos que de pronto se habían disparado marcando un muy acelerado ritmo.
-Hyung no tienes que hacerlo, yo puedo solo. –trató de alejarme.
-Déjame a mí, tú ya demostraste que no puedes.
Sentí a JongIn tensarse en cuanto desprendí el último botón restante. Podía percibir el aroma de su piel tan cerca de mí.
-¿Hyung? – su voz me hiso darme cuenta de estos interminables segundos donde había estado admirando el cuerpo del moreno olvidando el resto de la existencia.
-Veo que has estado haciendo ejercicio. – fue lo primero que se me ocurrió para zafar del incomodo momento.
-Sí, un poco. –lo vi esbozar su típica sonrisa que tanto me gusta.
-Pero aun así te vez un poco delgado. ¿Te estas alimentando bien?
-¿A que van todas estas preguntas hyung?
-Es normal que me preocupe por la salud de mi dongsaeng.
-Gracias hyung por preocuparte por mí. – me dijo abrazándome. De repente me vi abrumado por todo él, su calor su aroma, su todo. Cerré mis ojos y sonreí mientras hundía mi rostro en su cuello. – Gracias por preocuparte también por mi imagen, de seguro a Krystal también le va a gustar. Estaba pensando en que podría invitarla a ir con nosotros ahora.
Inesperadamente y sin previo aviso mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Por qué tenía que haber arruinado el momento nombrándola? Quizás solo fui yo el que se imaginó que este era un momento especial. ¿Por qué tenía que ser a ella y no a mí a quien se le permitiera abrasar siempre que quisiera a este cuerpo que por unos momentos sentí mío?
Muchos ¿por qué? Surgían a borbotones en mi cabeza y a la par caían mis lágrimas.
-¿Hyung? – me separó mirándome preocupado. -¿Por qué estas llorando?
Negué con la cabeza.
-¿Acaso dije algo malo? Discúlpame por favor. – Se estaba disculpando y yo me sentía de lo peor haciéndolo sentir culpable de algo en lo cual el único culpable era yo por haberme enamorado de él. – ¿Acaso fue… por Krystal? – susurró un poco sombrío sorprendiéndome, algo que el noto. –Creo que di en el clavo. Si a ti te gustaba Krystal debías habérmelo dicho antes y yo nunca… - le arrojé al rostro la remera negra que aún tenía en mis manos en un ataque de impotencia.
-A mí no me gusta tu novia. –haberme referido a ella como su novia me llenó de dolor.
-¿Entonces por qué te comportas así cuando la nombro? Parece como si estuvieras celoso.
Mi autocontrol y mis emociones rebosaron su límite.
-¿Sabes qué? ¡Sí, si estoy celoso! Tengo celos de ella porque siempre puede estar a tu lado cada vez que no debemos trabajar. Tengo celos de ella porque tú la miras como jamás me mirarás a mí. Tengo celos de ella porque le pertenece algo que yo siempre anhele… y que nunca podrá ser mío. Porque es imposible que tu corazón alguna vez sea mío…
-Hyung…
“¿Chicos van a ir a comer con nosotros o no?” Se escuchó por detrás de la puerta.
Me sequé las lágrimas con los puños de la campera que llevaba puesta. –Mejor vallamos antes que se preocupen por nosotros. –sentí a JongIn tomándome firmemente el brazo, impidiendo que diera otro paso.
-Suho, hyung nosotros no iremos. Pueden ir no más.
-¿Kai que haces? –le pregunté sorprendido.
-Eh esperado mucho tiempo para escuchar esas palabras y no pienso desaprovecharlas. –dijo entes de juntar sus labios con los míos. Era una sensación irreal. Sus labios eran tan suaves que no podía evitar perderme en ellos, sobre todo porque le pertenecían a él.
-Pero ¿Y Krystal? Pensé que la querías a ella.
-Solo fui con ella porque estaba asustado por haberme enamorado de ti… y que luego no quisieras volver a hablarme.
-Babbo.
-Mi corazón siempre te perteneció a ti y solo a ti KyungSoo. Así que ya puedes dejar de sentir celos.
Lo golpe en el hombro y agaché la cabeza por la vergüenza. Había explotado todos mis sentimientos frente a JongIn y aunque había tenido un final inesperadamente feliz, ahora que lo pienso me causaba mucha vergüenza.
-Te amo. Solo a ti.
-Yo también.
Volvimos a juntar nuestros labios en un profundo beso donde pude demostrar por fin todos los sentimientos que había estado guardando desde ese primer momento en que lo vi bailar. Por fin todo eso me pertenecía, era solo para mí.
~Fin~