13-Enfrentamiento (P I)
El auto se aproximaba a baja velocidad bajando las ventanillas en una clara señal que el peligro podía ser inminente por lo que en medio del escándalo que armaban Seto y Hao nadie podía escuchar el gripo de advertencia del melado que inesperadamente se echó sobre Kaiba e Ikabe que estaban cerca el uno del otro y gritó ahora siendo oído claramente—¡Cuerpo a tierra!—todos los tipos instintivamente miraron alrededor mientras Joey y los otros dos caían estrepitosamente. Hao se la vio venir al enfocar el auto que se acercaba. Sacó su pistola y empezó a disparar antes de que este empezara su ráfaga y cuando este lo hizo un disparo le hizo ladearse y caer en el piso igual que al resto que estaba parado ante el grupo tirado en el suelo por lo que estos no fueron dañados.
Una vez el auto pasó, se paró, mientras Joey arrastraba con él a su jefe y a su amante dentro de las instalaciones. Estando dentro Ikabe sacó su arma y le preguntó a Joseph donde estaba la suya.
Yo no sé de eso—le contestó a Ikabe que le había ordenado desde el primer día llevar una y que aprendiera a usarla pero el otro le escurría el bulto.
¿En que clase de lío te has metido?—preguntó el castaño al rubio.
¿Crees que es hora de preguntar?—preguntó Joey también furioso.
¡Sabía que terminaría así!—dijo el ojos azules.
¡Nada termina hasta que termina!—contestó el ojos mieles.
Pueden seguir discutiendo o ponernos en marcha. Dentro debe estar la gente con la que venimos a hablar—dijo Ikabe.
¡Que bien! Mas Yakuzas—murmuró Seto.
¿Y Hao y los otros?—preguntó Wheeler.
Estarán bien y si no lo están de nada servirá que nos maten por salir a buscarlos.
La mirada que le dirigió Kaiba decía claramente cobarde.
¿Tiene una idea mejor Kaiba sama?—dijo con un tono algo sardónico y algo amenazante como si le retara a sacar un plan mejor pero Kaiba sabía como pensaba la gente esa por lo que calló.
De pronto se abrió una puerta mientras recorrían un pasillo del edificio de dos plantas y todos miraron inconscientemente en su dirección.
¡Y yo que les buscaba!—dijo el hombre y acto seguido les apuntó con un arma mientras otros 3 salían de la habitación que no era otra que las escaleras cerradas.
Joey había bajado la guardia pensando que era la persona con la que habían ido a encontrarse.
¡Uy y mira a quien tenemos aquí! ¿No es ese empresario emmm….? No recuerdo el nombre pero no importa creo que también nos lo llevaremos a usted—dijo el hombre con una cicatriz en la barbilla—Pero tú no nos importas—añadió.
Sin saber como Joseph se movió en el momento correcto haciendo que la bala dirigida a su cabeza pasara a milímetros de su sien y antes de que recobrara el sentido de sus acciones había derribado al tipo con una patada en la cara.
Seto que no era un novato en defensa personal había hecho caer a otro con una patada en la zona detrás de la rodilla mientras este se distraía al ver a su compañero caído mientras Ikabe sacaba su arma.