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MEMORIAS DE UN ASESINO por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Las manos se arrastraron hacia abajo por su vientre una y hacia arriba la otra mientras algo presionaba su trasero y otro cuerpo lo empujaba hacia la pared de la ducha con la cual chocó mientras el agua le caía en la nuca y se derramaba por sus hombros y pecho.

23-Sexo en la ducha

 

Las manos se arrastraron hacia abajo por su vientre una y hacia arriba la otra mientras algo presionaba su trasero y otro cuerpo lo empujaba hacia la pared de la ducha con la cual chocó mientras el agua le caía en la nuca y se derramaba por sus hombros y pecho.

 

¿Quién rayos eres?—preguntó el rubio con algo de pánico y enojo mezclados.

 

La voz sobre su oreja le hizo temblar—Parecías necesitado de más después que te besara—era la voz clara de Ikabe.

 

¿De que diablos estás hablando?—preguntó el otro mientras volteaba pero el otro topó sus labios con los del rubio cuando este terminó de rotar mientras su cuerpo aplastaba al melado de nuevo contra los azulejos del baño.

 

Wheeler le empujó un poco lo que era difícil porque el otro también le había levantado una pierna y se había apretado contra él—No hagas esto—dijo. La parte más presionada de la anatomía de Joseph era su pelvis.

 

Ikabe volvió a sus labios para luego alejarse de ellos—Tu cuerpo es más honesto que tu boca—dijo el pelinegro refiriéndose a la reacción que había tenido la parte baja del melado.

 

Es la estimulación. No es por ti—explicó entrecortadamente el ojos mieles.

 

El ojos grises sonrió casi divertido—Si es un problema podrías imaginarte a Kaiba. Al fin y al cabo él no podrá hacerte esto nunca más—dijo hablando de la falencia con que ahora contaba Seto.

 

Yo no…--dijo el rubio con la voz entrecortada antes de sentir los dedos penetrándolo. –Deten…ah…te esto no está bien…ah…tú no eras así…ah…a ti te gustan las mujeres—dijo el ojos mieles

 

 

Que cuerpo tan lujurioso tienes—afirmó Ikabe—Con apenas unos toques mira que lío se ha vuelto—la pierna levantada de Joey se había enredado involuntariamente en la cintura del otro mientras este se friccionaba contra él—Debo admitir que me provocas desde ese día en que te mamaron frente a mí.

 

Joseph no podía creer la reacción de su cuerpo a las palabras y acciones del yakuza, intentaba detenerse pero su aliento insistía en salir acompañado de sus gemidos.

 

Luego repentinamente volvió a cambiarlo a la posición anterior e introdujo de golpe toda su hombría en Joey haciendo que el rubio se estremeciera, entró completamente de un tirón para luego quedarse muy quieto—Te gusta. ¿No es cierto? ¿Es así como te la mete Kaiba? ¿Estás pensando en él ahora?—preguntó el otro para más sufrimiento de Joey quien ahora no pensaba en Seto en lo absoluto sino que estaba recordando visiones de un sueño. ¿Y si era verdad lo que se temía? ¿Si en un pasado distante, en la otra vida, él e Ikabe habían compartido algo y ese algo ahora pretendía reflejarse en el futuro como esas tramas de Shoujos bobos de los que siempre se había reído? Pero él mismo había comprobado ya hace tiempo por medio de Yugi que el lío de las vidas pasadas era cierto y que tanto él como sus amigos estaban conectados por otra vida. ¿Y si él e Ikabe pasaban por lo mismo?--¿Quieres que me mueva o permanezco quieto un rato?—fue la socarrona pregunta sobre su oído mientras el otro empujaba más su pelvis contra el trasero del melado apretando la pelvis de este contra los azulejos mojados. El otro sabía que Joey no podría aguantar esa cosa metida ahí por mucho tiempo. Ikabe estaba bien proporcionado, la molestia era evidente en la torcedura en la boca del rubio que de reojo el pelinegro pudo ver y disfrutar. Acercó más sus labios hacia la oreja y pronunció con toda la satisfacción del mundo—Dilo—

 

Mue…ve…te—dijo el melado casi odiándose a sí mismo por la necesidad que sentía--¡Ah!—fue su gemido cuando todo empezó dentro de él y sintió su punto g rozado por la extremidad del otro con una brutalidad que le hizo arquearse pero no del dolor. Los embates llegaron cada vez con más fuerza y con el tiempo se hicieron mucho más rápidos, sumiendo la mente de Wheeler en una niebla de sensaciones y sonidos de la que nadie hubiera podido apartarle ahora aunque quisiera.

 

Las manos de Joey fueron apresadas contra los azulejos de las que resbalaban y el agua barboteaba a veces por su boca abierta de par en par mientras sin aliento intentaba respirar. Con dos embates más potentes y secos esta vez, Ikabe terminó viniéndose en su interior.

Notas finales:

No esperaron tanto esta vez no?

mata ne

n.n


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