43-Saber de ti
Seto estaba ante sus ojos pero el rubio no podía creerlo en verdad. ¿Acaso sus ojos le engañaban? Se preguntó mirando al hombre de impecable traje blanco y con un bastón en su mano derecha.
Así que después de tantas vueltas venimos a encontrarnos aquí—dijo la aparición y Joseph, casi a su pesar, comprendió que se trataba de Kaiba.
No sé de que vueltas hablas pero es mejor que te vayas de aquí antes de que algo malo ocurra—dijo el ojos mieles tratando de ser grosero pero para su sorpresa solo obtuvo una mirada intrigada--¿Tú que me ves? Estoy planeando…--
Estás más flaco, perro—simplemente dijo el castaño, sorprendiendo mucho al rubio con semejante declaración.
Ah… de que…--dijo aturdido el rubio, el ojos azules aprovechó la ocasión veloz y lo agarró de la muñeca luego de acercarse el paso que los separaba y jalándolo hizo que sus cuerpos casi chocaran.
He estado buscándote—le dijo sin más Seto Kaiba. Algo agarrotó la garganta del rubio que no podía proferir una contestación, luego de semejante declaración--¿Has estado con ese tipo, cierto?—
La mención de Ikabe devolvió al melado a sus sentidos y con un ademán se soltó para luego decirle—No sé que planeas Kaiba pero estoy bien donde estoy…--pretendía seguir y zanjar el tema cuando el otro habló.
Dejaste la universidad—aclaró el empresario y al no obtener respuesta supuso que lo que pensaba era muy probablemente cierto.
Quiero que vengas conmigo y dejes a ese tipo. Buscaré la forma de que ya no te moleste. No sé que es lo que tiene para obligarte pero yo puedo…--
Mientras Seto decía esas cosas la cabeza de Joseph voló a la felicidad de saber que el otro se estaba preocupando por él, mezclada con la desesperación de saber que en cualquier momento volvería y los hallaría charlando, sabiendo cuanto odiaba siquiera que Joseph mencionara ese nombre y que había dejado ir a Seto la otra vez por conveniencia pero que si el castaño volvía a interferir con sus cosas muy probablemente le mataría.
Debes irte ya—le dijo a Seto interrumpiéndolo.
¿Qué es lo que tiene ese hombre para que te niegues a mi ayuda?—preguntó el castaño algo cabreado.
Eso no es asunto tuyo. Simplemente vete—le dijo con apuro el rubio.
Eso quiere decir que él está aquí también—concluyó el ojos azules y Joey pensó que estaba claro que el otro vería tras él. Seto era considerado uno de los hombres más inteligentes del mundo. ¿Cómo no se daría cuenta? Entonces se propuso salvarlo a costa de su dignidad.
¡Si te has dado cuenta entonces vete! Sabes que él no te aprecia—contestó Wheeler.
¿Te preocupas por mí? ¡Que tierno! Pero yo no creo que debas. Soy la persona que salió de un coma y pasó dos meses de rehabilitación sin tu ayuda. No soy el chico fresa que tu crees—declaró el ojos azules.
Eso pegó duro en la conciencia del rubio que trató de replicar pero no pudo.