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MEMORIAS DE UN ASESINO por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Seto estaba aun parado en frente suyo lo que hacía difícil al rubio pensar mientras sacaba el sonoro aparato de su bolsillo.

44—La decisión de Kaiba.

 

Seto estaba aun parado en frente suyo lo que hacía difícil al rubio pensar mientras sacaba el sonoro aparato de su bolsillo.

 

Es mejor que te desaparezcas—dijo Joey tratando de sacarlo de su campo visual, dándole la espalda para ver la pantalla del aparato aunque sabía a ciencia cierta que le diría esta. En finas palabras grabadas en esta decía Nii-san.

 

¿Es él, cierto?—dijo la voz a sus espaldas.

 

Creo haberte dicho que te largaras Kaiba—dijo el ojos melados colérico. Quería a toda costa evitar que ambos se encontraran y el castaño parecía empecinado en hacérselo difícil aunque fuera en su propio beneficio.

 

No recuerdo que este edificio fuera tuyo. ¿Quieres que pregunte por acá?—lo desafió el otro con sus azulados ojos mirándolo directo lo que lo puso del todo nervioso.

 

No quiero nada de ti—dijo Wheeler dándole la espalda nuevamente mientras comenzaba a caminar por el pasillo para alejarse y responder rápido mientras caminaba—Hola—dijo.

 

Vete de ahí y ve por el auto—ordenó la voz desde el otro lado con tono tajante—Todo salió mal y la policía me anda persiguiendo por dentro del hospital. Vete antes de que cierren las salidas y pon el auto por la parte de emergencias, yo veré como llego ahí enseguida—le explicó mientras el ojos mieles ponía gesto adusto. No tenía consigo ningún arma porque en un sitio así eso sería claramente visible y atraería la atención de la seguridad pero estaba bien visto que podía llegar a necesitarla aunque esperaba incurrir en un error.

 

¿Qué es lo que él te ordena ahora?—fue la impertinente pregunta que llegó de pronto a sus oídos mientras la mano que sostenía el aparato era agarrada con fuerza por otra.

 

Joseph tiró con fuerza de ella pues tenía apuro y estaba nervioso y sin querer a la vez tiró del cuerpo del magnate que se desplomó sobre él pues su pierna derecha no había restablecido totalmente su fuerza del todo.

 

El ojos azules quedó con su cara directamente sobre la de Joey, cada mano a un lado del torso de este, apoyadas en la pared y los ojos de ambos encandilados mutuamente. Joey sintió que sus fuerzas le fallaban. ¿Cuánto había pasado desde el último beso entre ambos?

 

Podría besarte ahora—dijo Seto como leyendo sus pensamientos.

 

No podría…--el rubio se contuvo de seguir lo que pretendía y de un fuerte empujón dejó al empresario de nuevo en desbalance—¡No vuelvas a seguirme!—le dijo por su propio bien.

 

Lo último que vio del castaño fue como lo miraba cuando trataba de erguirse derecho nuevamente. En sus ojos vio algo que lo cautivaba y lo atemorizaba al mismo tiempo. Decisión.

 

 

 

 

 

 

 

Estaba en la entrada de emergencias, a un lado del auto que él, Ikabe y dos de sus hombres habían conducido hacia allí cuando el “enfermero” salió del hospital y entró rápidamente al coche.

 

Cuando iban rumbo al apartamento de Ikabe este le mencionó lo acontecido.

 

Todo fue un fiasco. Teri ha hablado. Aparentemente ese idiota cree que la policía podrá protegerlo de nosotros. No sé que idiota le ha metido eso en la cabeza—decía cuando se dio cuenta de la ausencia de mente de uno de sus acompañantes y miró directamente a este que miraba por la ventanilla del vehículo—¿En serio intentas cabrearme en este momento, Wheeler?—preguntó.

 

El mencionado salió rápidamente de su ensoñación y le miró ásperamente como acostumbraba, había un brillo frío en sus ojos de miel—He escuchado cada una de tus palabras. ¿Por qué iba a crisparte eso, mein freund?—Había ocasiones en que los ojos del otro se tornaban tan fríos como el hielo y su mirada distante provocaba dos cosas, miedo y curiosidad en Ikabe. Definitivamente Wheeler tenía algo raro. Debería haberse deshecho de él tiempo ha, pero algo se lo obstaculizaba, el qué no estaba muy claro para él todavía.

 

En la mente del ojos melados persistían esos ojos azules que lo miraban decididos. Que gritaban:  “¡Te cazaré, eres mi presa!”; con un lenguaje inequívoco.

 

Deprimentemente le recordaban otros ojos, unos ojos más jóvenes pero igual de decididos.

 

De repente se dio cuenta de las cosas en que estaba pensando y diciendo y sintió ese escalofrío nuevamente escalar por su espalda.

 

 

 

 

 

Hermano—dijo el joven Mokuba entrando en el estudio de su hermano mientras este se disponía a sentarse tras el escritorio de vidrio y metal de su casa—¡Ya volviste!—

 

Eso es evidente—contestó con rudeza el mayor.

 

Poniendo una cara menos relajada el menor prosiguió--¿Qué dijo el doctor Kaplan?—

 

Que estoy bien. ¡Ahora déjame que tengo cosas que hacer!—dijo Seto con evidente enojo mientras abría su laptop ceñudo.

 

Hermano—dijo el otro con cierta vocesita.

 

El otro lo miró a los ojos y preguntó--¿Necesitas algo más?—

 

No hermano—contestó y cerró la puerta que había abierto anteriormente.

 

Al quedar solo en la habitación los ojos de Seto se suavizaron, no quería ser así de rudo con su hermano pero conocía muy bien las cosas que diría si sabía de su decisión de recuperar a Wheeler y quería evitar esa pelea por cuanto tiempo fuera posible. Mokuba había puesto mucho de si para que él se recuperara y lo agradecía pero estaba harto de las continuas peleas por el rubio así que decidió dejarlo fuera de todo aquello.

Notas finales:

Espero esto en verdad les guste

mata ne y gracias Fleir y Ahsayuni por todo su apoyo

mata ne

n.n


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