Era un día lluvioso y las calles estaban completamente solas, no había ni una sola persona… a excepción de una pequeña niña que caminaba entre la tormenta, parecía buscar algo. Con toda su ropa empapada y marcas de lodo en sus rodillas mientras lentamente se acercaba a una banca de un lugar que parecía ser una pequeña plaza y entonces tomó un mapache de peluche que también estaba bastante sucio.
-Aquí estabas… Creí que no te vería de nuevo- Abrazó al muñeco y luego miró a su alrededor- ¿Eh? ¿Preguntas donde estamos?, La verdad no sé…- Calló de nuevo fingiendo escuchar al muñeco- No te preocupes, Me caí mientras venía caminando pero casi no me duele… Talvez debamos esperar a que deje de llover para regresar a casa…
Se sentó en la banca y puso al peluche a un lado de ella. Esperó bastante tiempo pero al parecer cada vez la tormenta se volvía más fuerte y entonces se escuchó un trueno bastante fuerte.
-¡Ah!- La niña dio un grito y cerró fuertemente los ojos mientras abrazaba nuevamente a el muñeco.
-Oye niña, es peligroso que estés aquí…
…
Abrí los ojos y… me encuentro en el aula de siempre ¿Era un sueño? El suelo está bastante cómodo.
-¿Está despierta?- Susurran a mi oído
-Eso creo- Me abrazo a la almohada que está a mi lado y… ¿Desde cuando las almohadas respiran y hablan? Abrí un ojo de nuevo y es la profeso…- ¡¿Qué está haciendo aquí?!
-¿Por qué?- Me abrazó fuertemente evitando que me alejara… está bastante calmada así que decido dejar de golpearl… ¿Cuándo empecé a golpearla?
-Lo siento- Ella asiente con una sonrisa y nos quedamos en silencio de nuevo…
-Andrea…-Me mira seriamente
-¿Qué?- Apartó la mirada y hizo una pequeña sonrisa
-Nada…- Se alejó de mi y se levantó- Ya es algo tarde…- Miré la hora
-Es cierto, tengo que irme a casa- Me levanté rápidamente mientras recogía mis cosas y ella también las suyas
-Entonces vámonos- Salió del aula y yo la seguí
Mientras Caminábamos hacia mi casa extrañamente ella estuvo en silencio, Hoy la había notado un poco… rara.
-Profesora… ¿Se siente bien?- Iba tan pensativa que ni siquiera pareció escucharme así que decidí no molestarla más
Como de costumbre nos quedamos algunas casas antes de la mía.
-Nos vemos mañana- No esperó mi respuesta, se dio la vuelta y empezó a caminar de nuevo
¿Qué? Esto no podía ser más raro… bueno, quizás solo esté cansada… debe ser eso.
Decidí no tomarle tanta importancia y fui directamente a casa, entré y dejé la mochila tirada en el piso.
-No dejes tus cosas tiradas, tienes que ser un poco más ordenada- Recogí la mochila pesadamente
-No soy desordenada- Empecé a subir las escaleras pero inmediatamente bajé de nuevo
-¿Qué?- Mi madre sigue parada en la misma posición
-Nada, me pareció raro verla por aquí- Empecé a subir de nuevo las escaleras
-¡No tardes mucho! ¡Tu padre quiere hablar contigo!-Gritó desde abajo
Puse mis cosas en la cama y me cambié de ropa para estar más cómoda, en cuanto estuve lista decidí bajar e ir directo al comedor en donde mi madre y mi padre me esperaban sentados.
-Hola- Ambos me miraban serios
-Tu comida se va a enfriar… aunque creo que ya lo está- Dijo mi madre
-¿No salías más temprano de clases?- Dice mi padre con su fría mirada clavada en mi
-Ajá- Otra vez me miran serios- Digo…Si, salgo más temprano
-Siéntate recta- Dice molesta mi madre- Pareciera que se te han olvidado los modales- Negó con la cabeza
-Lo siento- Cogí la cuchara y… se me cayó, la recogí rápidamente
¿Por qué me está saliendo todo mal?
-Y entonces, ¿De qué querían hablar?- Cambié de tema rápidamente
-Últimamente tus calificaciones están bajando- Ay…
-Bueno…- Reí nerviosamente
-Sabes perfectamente que no me gusta esto, ¿Qué te está pasando?- Dice seriamente mi padre
-Lo siento, me aseguraré de que no pase de nuevo…
-Eso espero- Se paró y mi madre también- Tenemos que irnos al trabajo
-Que les vaya bien…-Salieron del comedor
-¡Y una cosa más!- Gritó – De nuevo un chofer irá por ti y te llevará, no es bueno que una señorita como tu venga a éstas horas sola
¿Enserio? ¡Ni siquiera es tan tarde!
-Bien- Era inútil protestar, suspiré y terminé de comer para subir a mi habitación.
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En la mañana siguiente al llegar me bajo del lujoso auto y el chofer me avisa que me vendrá a recoger en la tarde, empiezo a caminar sin intentar ésta vez pasar desapercibida como siempre, era inútil ya que de nuevo las miradas estaban sobre mi.
Había estado descuidando mis estudios por todo este tiempo, obviamente no podía decirle a mi padre que “Había estado ocupada compitiendo contra mi prima por ver quien enamoraba antes a la profesora” o que “Llegaba tarde a casa por quedarme más tiempo junto a la profesora luego de clases” Así que no me queda de otra más que obedecer.
-¡Andrea!- No de nuevo…
-Buenos días Adrián…- Está con una gran sonrisa parado frente a mi
-Oye, ¿Saldrías conmigo luego de clases?
-No puedo, mi chofer vendrá por mi luego de clases- Gracias papá
-Oh, que mal… ¡Será otro día!- Sonrió y empezó a alejarse
Seguí caminando pero entonces empezaron a acercarse unos chicoss a mi… ¿Ahora qué? ¿Todo el puto colegio empezará a acercarse a mi? ¿Acaso nadie tiene algo mejor que hacer?
-¡Miren! ¡Es Andrea!- Gritó uno de los chicos
-¡Andrea te amo!- Por favor mátenme… son los mismos de la vez pasada, empiezo a caminar más rápido ignorándolos
Enserio, solo quiero llegar a mi clase.
Abrí la puerta y entré al aula que todavía estaba vacía… casi vacía.
-Buenos días profe- Me senté en mi lugar y la profesora Karen continuó observándome
-Buenos días…- Respondió y luego siguió leyendo quien sabe que cosa. Me paré de nuevo y me acerqué a ella en silencio- ¿Ocurre algo señorita?- Dijo sin mirarme
-¿Eh?- La miré confundida y ella sonrió
-Por favor tome asiento mientras sus demás compañeros vienen- Devolvió su mirada hacia el libro
-¿Profesora?- Se levantó y se acercó a mi
-No podemos seguir juntándonos- Dijo mirándome fijamente a los ojos
-¿Eh?- ¿Qué?
-Esto… es peligroso
-¿A qué se refiere?- Hizo una pequeña sonrisa
-No puedo decirlo aquí, se lo explicaré luego- Se alejó de nuevo y siguió leyendo esta vez ignorándome por completo.
Me senté en mi lugar de nuevo y poco después empezaron a entrar rápidamente antes que el timbre sonara y las clases empezaran pero en toda la clase por más que intentara poner atención no podía dejar de pensar en lo que ella había dicho.