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La profesora ¿Me gusta? por River415

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Notas del capitulo:

Holo~ ^^' 

 

Bueno... Pues he revivido. (?)

 

Les dejo con el capítulo... Que no recuerdo el número por cierto :'v.

 

-c va huyendo- 

 

 

 

 

 

 

La fresca y tranquila brisa de la mañana movía con suavidad las ramas de los árboles, era tanta la tranquilidad que se percibía, al igual a la que lograba irradiar una joven que se encontraba sentada en una banca situada en la parte trasera de un colegio que se encontraba casi vacío debido a la hora.
Era demasiado temprano, razón por la cual no había absolutamente ningún alma rondando por ese lugar, claro, a excepción de la chica antes mencionada.


Ella miraba con total concentración una pequeña libreta color lila, adornada con varias pegatinas con variadas figuras de animales; mantenía sujetada con delicadeza entre su mano izquierda un lapicero de color rosa. Parecía estar tatareando algo, sin duda no había mayor descripción gráfica de la palabra "tranquilidad". Sin embargo, toda ésta se vio interrumpida cuando la chica repentinamente soltó un leve gruñido, seguido de esto la expresión que había mantenido hasta hace unos segundos atrás desapareció, dando paso a una expresión de completa molestia.

 

–Sabes que tus esfuerzos son en vano... ¿verdad?.– Cerró la libreta que se encontraba entre sus manos con mucha violencia.

 

Cuando terminó de pronunciar aquellas palabras, inmediatamente el sonido de pasos acercándose que la chica de cabello azabache había notado desde unos pocos minutos atrás se detuvo, un silencio incómodo se hizo presente en el lugar.


Se escuchó la voz de otra chica maldecir entre dientes, luego de eso desde atrás de unos arbustos se asomó una chica que parecía mayor que la chica que estaba poniéndose de pie finalmente. La menor giró su cuerpo hacia la chica que había sido descubierta.

 

–Te he dicho muchas veces que por más que lo intentes no conseguirás quitármelo. – Pronunció de manera cortante, mientras veía a la chica frente suya con una mirada fría.– Vete de aquí, me estorbas.

 

–Mira niñita, si fuese por mi ni siquiera me acercaría a alguien tan molesta y manipuladora como tú. – Hizo una pequeña pausa. La menor la observaba con desprecio, aunque parecía que ese sentimiento era más que mutuo. – Si me entregas lo que tú tomaste sin mi consentimiento, te aseguro que no vuelvo a siquiera acercarme a ti.

 

–Ni loca.– Respondió al instante como si la otra hubiese dicho el mayor disparate jamás antes escuchado. – Además, ¿qué ganaría yo con eso?.

 

–No me interesa si sales beneficiada o no, sabes muy bien que eso me pertenece.

 

–Te pertenecía. – Corrigió la otra. – Tú lo tiraste por ahí... yo únicamente lo encontré y decidí tomarlo.– Habló esta vez con tranquilidad.

 

–Cínica.– Ésta ya estaba más que furiosa, cosa que parecía divertirle a la menor.

 

–Sabes... puede que decida regresartélo.– La chica se acercó a la mayor unos pasos. –Pero tendrás que ganártelo.

 

–...– La miró por unos segundos con completa desconfianza. – ¿Qué quieres?.

 

La chica de cabello azabache mostró una sonrisa triunfal al ver que la de ojos azules empezaba a ceder.

 

–Sólo... necesito un poco de tu ayuda.– La menor sin borrar la sonrisa de su rostro le guiñó un ojo a su prima.

 


*Narra Andrea*.

 


–¡No puedo creerlo!, ¡¿Cómo pude haber creído en la palabra de estas dos idiotas?! ¡¡Argh!!.

 

Era la hora del receso y yo me paseaba de un lado a otro gritando de rabia y frustración mientras dos idiotas me observaban sin saber que decir o hacer.
Estábamos en el aula en el cual recibíamos clase, no había nadie más que nosotras tres ahí. Verónica miraba a Alexandra con cara de culpabilidad, mientras que Alexandra sólo estaba sentada con una expresión despreocupada.

 

–¡¡Si no podían hacerlo sólo debieron haberlo dicho!!, ¡Incluso ayer les pregunté si estaba todo bien con respecto al trabajo!.– Grité sujetando mi cabeza con ambas manos.

 

–Tranquila Andrea, ni que ese trabajo fuese la gran cosa...– En ese mismo instante estuve a punto de abalanzarme sobre Alexandra, no lo hice sólo porque Verónica me lo impidió.

 

–C-Calma Andre. – Vero me sujetaba con fuerza y yo miraba a Alexandra con inmensas ganas de obtener un súper poder que me permitiera asesinar sólo con la mirada.

 

La situación era la siguiente: Teníamos que entregar este día un trabajo de Ciencias Naturales, cierto trabajo valía el 60% del período, y como el trabajo era en trío la dos inútiles frente a mi me pidieron que hiciese el trabajo junto a ellas y que prometían dar lo mejor de ellas. Yo por mi parte hubiese preferido hacerlo por mi cuenta, pero decidí darles una oportunidad.
Sin embargo, como seguramente habrán notado... ¡Ninguna de las dos hizo su parte del trabajo!.

 

–¡Ahahaha!.

 

–Oh, se está riendo. – Mencionó sorprendida Alex.

 

–Es un sonido de sufrimiento, no una risa, idiota.– Habló seria Vero.– Ya, ya... Tranquila Andre...– Verónica intentaba consolarme.

 

–¡¿Eh?!, ¿Por qué ambas se enojan conmigo? Vero tampoco hizo su parte y nadie le reclama nada a ella.– Dicho esto, Alex y yo dirigimos nuestras miradas hacia Verónica quien sólo miró hacia otra parte incómoda.

 

–P-Pero... yo ya me disculpé.– Se excusó con nerviosismo.

 

–Tranquilas, de igual forma es la profe Karen... ¡Seguro nos da permiso de entregarlo mañana!.– Habló animosamente Alexandra.

 


*~*~*~*~*

 


–Lo siento, pero no puedo hacer eso.– Respondió de manera cortante Karen.

 

–Pero-...

 

–Sin nada de peros, señorita Reyes.–Karen me dirigía una mirada seria. – Fui bastante clara al decir que hoy sería el único día que podría entregarse la actividad, tuvieron tiempo de sobra para completarlo ya que lo dejé con anticipación. Me sorprende que usted sea la que me esté pidiendo tal cosa cuando sabe perfectamente que no puedo permitir dejar pasar esto. Yo realmente esperaba mucho más de usted, señorita.– Esto último me lo dijo con un tono de decepción mientras me miraba fijamente.

 

Todos en el salón guardaban silencio, al parecer a todos les había sorprendido que yo fuera la que estuviera frente a Karen rogándole que nos dejara presentar la actividad al día siguiente, pero al parecer les sorprendió aún más ver a Karen demasiado seria, pues era la primera vez que ella reaccionaba de esa manera con alguien, es cierto que solía mostrarse seria en situaciones como estas; pero esta vez estaba siendo más dura de lo normal.

Yo bajé la mirada con vergüenza y desánimo, era la primera vez que me encontraba en esta situación y que ocurriera con Karen me afectó aún más, ella seguramente ahora estaba muy decepcionada de mí, incluso tal vez molesta.

 

–E-Está bien... gracias profesora...– Sin siquiera mirarla me dirigí rápidamente hacia mi asiento, Alex y Vero me pidieron disculpas con cara de culpabilidad, yo sólo les dije que lo olvidaran.

 


*~*~*~*

 


En los siguientes recesos evité todo el tiempo cruzarme con Karen, tenía mucho miedo. Me la pasé todo el tiempo con Alex y Vero, aunque estuve todo el tiempo sin nada de ánimos, por primera vez lo único que deseaba era no toparme con Karen y poder irme del colegio rápido, incluso se me ocurrió fingir estar enferma para poder saltarme las clases, pero me di cuenta de que eso sólo empeoraría más la situación.
Tenía muchas ganas de ver a Karen, pero el temor me impedía admitirlo.

Ahora me pongo a analizarlo y... últimamente he tenido demasiada mala suerte, incluso más de lo habitual.

 

–Olvidalo, por más que le hables ahora no te prestará atención.– Escuché un susurro de parte de Vero.

 

–De igual manera no me presta atención usualmente.

 

–Bueno, eso es culpa tuya por tener falta de presencia.

 

–No, es culpa de ella por ser tan distraída.

 

Mientras Verónica y Alexandra debatían ignorando por completo que yo aún seguía aquí y que podía escuchar su conversación, empecé a revisar mi celular en un intento de ignorarlas, ni siquiera estaba revisándolo verdaderamente.
En algún momento sentí como alguien me zamarreaba sin cesar, volviendo en mí misma finalmente.

 

–¡An-dre-a!.– Pronunciaba las sílabas de mi nombre una por una alguna de las dos que se encuentran a mi lado.

 

–...¿Eh?.– Levanté mi mirada poco a poco, dejando a un lado automáticamente aquél aparato que se encontraba entre mis manos, finalmente logré también dejar mis pensamientos de lado empezando a despabilar.


Escuché un sonido de carraspeo.
Grande fue mi sorpresa al toparse mi mirada con unos hermosos ojos verdes bastante familiares.

 

–Señorita Reyes... ¿Me permite unos minutos?. – Escuché aquella voz tan delicada pero segura de parte de la profesora a la que más odiaba en estos momentos.

 

–Ehm... bueno....– Instantáneamente miré al dúo culpable de la actual situación, si ellas también son parte del grupo... ¿Por qué las mayores señales de desaprobación me las llevo yo?.

 

Asentí desganada, me puse de pie con mucha pereza y caminé con Karen sólo unos pocos metros. Ella me miró a los ojos y me susurró: "Tranquila". Tal vez haya sido un gesto muy simple, no obstante fue más que suficiente para calmarme un poco.


Se mostraba seria, pero no parecía estar molesta. Yo miraba hacia los lados con mucha incomodidad, ¿Cómo se debe actuar cuando tu profesora a la que le fallaste en una actividad importante te dice que quiere hablar contigo pocas horas después de ser sermoneada por ella?, peor aún... ¿Cómo se debe actuar en la situación descrita anteriormente, sumándole que esa profesora es seria en muy pocas situaciones y actúa la mayoría de las veces como una completa idiota frente a ti, está justo parada a tu lado con una mirada súper fría; y encima, esa misma profesora y tú son amantes?.

 

No sabría decir si es una situación peculiar o no, pero yo en lo personal nunca había escuchado algo similar y mucho menos había vivido algo parecido. Simplemente no sabía que debía decir o de que manera.

 

–Andrea...– Después de un largo silencio incómodo, ella pronunció mi nombre lentamente.

 

– ...Diga. – Respondí cortante aún sin mirarla. Escuché un suspiro proveniente de ella, luego noté como giraba su cuerpo en dirección hacia mí.

 

Ella posó su mano en uno de mis hombros, sujetándolo con firmeza pero a la vez procurando mantener un tacto gentil. Yo le miraba de reojo mientras estaba cruzada de brazos, realmente no soportaría escucharla otra vez hablar del mismo tema, porque probablemente terminaría enfadándome... ¿A quién engaño?, ya lo estoy. Además, es más que seguro que me ha buscado para hablar de ello, ¿Pero no puede sólo olvidar el asunto y ya?.

 

–No podemos sólo olvidar el asunto y dejarlo pasar, debemos hablar acerca de esto.– Pronunció finalmente luego de un largo silencio.

 

–Uff, no sabes que tan emocionada estoy por tener el honor de hablar contigo de semejante asunto tan importante. – Solté de forma irónica.
Ella frunció el seño ligeramente.

 

– Andrea...

 

–Lo sé, lo sé...– Interrumpo de golpe. Sabía que ella en esta ocasión quería hablar seriamente. – Adelante, di lo que tengas que decir.

 

Ella hizo una mueca de molestia, a la vez que apartaba su mano de mi hombro.

 

–Esta vez quiero hablar contigo de profesora a alumna...

 

–Bueno, pues hable usted.

 

–Me encantaría hacerlo, pero usted siempre me interrumpe.– Que mal oculta sus ganas de reírse.

 

–Es que usted da muchos rodeos, profesora. Hable de una vez.

 

–Quería pedirle disculpas, por haber sido un poco dura contigo. – Dijo mientras desviaba su mirada.

 

–Me confundes, ¿qué no era que querías hablar de profesora a alumna?.

 

–Uh, cierto... Perdón, no es muy fácil esto... –Soltó una leve risa. – Supongo que ya me he acostumbrado a no hablarte con formalismo fuera de clase.

 

–Eso parece... – Respondí un poco cortante. Ella dirigió su mirada hacia mi de nuevo.

 

–En verdad te quiero pedir disculpas, pero a la vez no estoy arrepentida de haberte reñido antes. Porque no sólo me preocupo por ti como tu profesora, también me preocupo por ti como tu pareja...

 

Inconscientemente una sonrisa se dibujó en mi rostro, ¿realmente... ella me considera como su "pareja"?. A partir de eso no seguí escuchando lo que sea que estaba diciendo, sólo permanecí viendo hacia el frente en silencio, analizando una y otra vez la última frase que ella había dicho desde que dejé de ponerle atención.

 

–... Aunque estoy consciente de que eres una excelente alumna y por esa razón me sorprendió que no hayas presentado esa actividad, entonces en ese momento pensé que tal vez si aceptaba que luego presentaras la actividad iba a permitir que luego crearas malos hábitos o algo parecido y bueno, sé que he exagerado demasiado pero fue porque realmente me importas y no quiero que-...

 

–Si, ya me ha quedado claro. – La interrumpí al notar que si no la detenía nunca iba a dejar de hablar. Di unos pasos hacia ella acortando la distancia entre ambas, seguidamente rodeé su cintura con mis brazos abrazándola.– Gracias por haberte preocupado por mí.

 


*~*~*~*

 


Recostada sobre las ramas de un árbol se encontraba una joven mirando aquella escena en silencio. Repentinamente su celular comenzó a vibrar, por lo cual la chica se bajó del árbol y con rapidez se alejó del lugar con sigilo para no ser descubierta.
Entonces contestó la llamada entrante en su celular.

 

–Si... ya he ido. – Guardó silencio un momento. – No, no logré ver nada extraño... claro, está bien.

 

Cortó la llamada y soltó un fuerte suspiro. Guardando su celular en su bolsillo y empezando a caminar rumbo a los pasillos.

 

–¿En qué lío me he metido ahora?...

 

 

 

Notas finales:

Y bueno... Muchas gracias por leer, haría miles de preguntas pero ya ni siquiera sé si alguien me leerá alv xdxdxd. Bueno, pido disculpas por la enorme espera y espero que nadie mande sicarios a mi kaza.

:'v 

 

afagdrfh ya no sé que decir, sólo pido muchas disculpas.

 

Saludos.^^ 


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