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(Re) Enamorarse por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Titulo: "(Re) Enamorarse"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

Ranting NC17

∞ N/A Haikyuu no me pertenece. Todo es de su gran autor, Haruichi Furadate

∞ Resumen: El volleyball siempre formara parte de sus vidas con tazas rellenas de café, y videos de viejos campeonatos. Compañeros de preparatoria, finales de relaciones y con amores que jamás pudieron ser.

 

Kenma siempre le ha seguido con la mirada, desde la primera vez que se encontraron por accidente en Miyagi, en una de las tantas calles estrechas que usaba el Karasuno en sus rutinas para correr. Fue como el destello de un rayo de luz que da de pronto entre las sombras, sus ojos se encontraron y entonces el mundo se detuvo, el videojuego dejo de tener su atractivo inicial y su atención entera se concentró en el chico pelirrojo y ojos chocolate. Kenma lo supo en ese momento, que Hinata era el tipo de persona que hacía crecer las flores en el asfalto y podía mantener vivo a los peces dorados hasta su vejez.

Que era de esas cosas casi imposibles, extraordinarias, que encendía el mundo con su sonrisa y lo sacudía a base de determinación, de retos, de batallas en el aire, con sus alas de cuervo, siempre resistiendo, persistente, con mucho coraje, y terquedad. Queriendo más y más, a cada paso.

Dos años juntos, llegando a las nacionales, teniendo la batalla del basurero. Enfrentándose, sudor, multitud, manos ardiendo. Hinata no sabe rendirse, pero reconoce la derrota cuando la tiene enfrente, la llora, se sacude y continua.

Kenma lo mira ahora, como una llamita débil a punto de extinguirse, se pregunta si las luciérnagas se ven de esa forma cuando están por morir, tintineantes y desorbitadas.

Y él que nunca ha sabido manejar las situaciones sentimentales, solo se ha mantenido tan cerca cómo puede, sin las palabras correctas, pero siendo un gato guardián, sus ojos fijos sobre cada uno de los movimientos, de ese sol, que está por apagarse, rodeado del mundo entero, pero sumido en su interior.

Kenma trata de no asustarse, pero entre más pasan las horas y la noche llega, es un espectador en primera fila, viendo morir a Hinata Shouyo, consumido por el desconsuelo, una boda a medias, y un traje blanco que huele a sake.

Separ (los)

No sería difícil explicar cómo todo se había convertido de pronto en una reunión de ex alumnos de preparatoria, metidos en una casita campirana a las afueras de Miyagi, con té verde en tacitas de porcelanas y mochi de colores repartidos en cajitas de gatitos en cada una de las superficies de la diminuta salita.

Yachí había regresado, justo después de que dejara instaladas a la madre de Shoyo y a Natsu, ambas llevadas hasta el hotel más cercano, para mayor comodidad, todos necesitaban descansar, Kyoko se haría cargo de ambas, y las llevaría hasta su casa al día siguiente en una camioneta rentada.

La rubia se acomoda el vestido entre las piernas, pequeña como es, toma el taburete justo al lado de Kuroo, que no ha dejado de mensajear por su celular con una sola mano. La otra la tiene ocupada, posicionada sobre la espalda de Hinata, que se mantiene recto viendo cómo Suga despide a Yui y a Daichi desde la puerta. Esta tan lejos, pero puede notarlo, la irritación de su sempai por alguien que considera un extraño dentro del territorio que está acostumbrado a poseer, Hinata casi puede entender el sentimiento de ligero descontrol que ambos sienten por no estar en los lugares donde se supone, él casado, Suga junto a Daichi.

—Sigo pensando que es mejor que nos quedemos con Hinata —. Dice el ex capitán. Suga vuelve a negar.

—Eso no ayudaría en nada además… — Suga no quiere sonar grosero, pero Yui realmente es alguien externo a todos ellos, y no quiere exponer a Hinata a ella. No es parte de la familia aun y puede que nunca lo sea, no al grado compenetrado que todos tienen. Daichi parece entender la pequeña duda brillándole al final de los ojos, así que solo asiente.

—Además sería bueno que todos le diéramos un respiro a Hinata —, Daichi dice, complementándole la oración, para que suene todo lo cortes que Suga es pero que en ese momento le cuesta un poco más —, no creo que sea bueno que lo atosiguen en este instante. Dejare a Yui en la casa de mis padres y regresare. Mientras tanto dile a Kuroo que no sea extremadamente amable en territorio neutro.

Suga frunce el ceño sin entender, gira un poco su cabeza para ver cómo el ex jugador del Nekoma está inclinado, invadiéndole el espacio vital no solo a Hinata sino a Oikawa también. Pone sus manos sobre la cintura y asiente.

—Se lo diré para que lo tenga en cuenta, ciertamente las amabilidades pueden ser malinterpretadas cuando se tiene el corazón roto.

Daichi asiente, con esa sonrisa que usa solo cuando ambos parecen adivinar el pensamiento del otro, y que le ha costado un par de discusiones con Yui, que tuerce el gesto solo de verle.

La puerta se cierra y el murmullo de Yamaguchi y Tsukishima se cuela desde la cocina, ambos están trasportando aperitivos para tener lugar en el refrigerador y frigorífico que han conseguido para guardar toda la comida. Por su parte los de Nekoma forman un semi circulo con las sillitas del comedor, todos cerca de Yaku y Kenma, que parece por primera vez, más al pendiente del rostro de Hinata que de la consola que tiene en la mano.

Suga da un suspiro, y toma fuerzas, junta ambas palmas de sus manos en un aplauso que calla todo sonido.

Todos los rostros giran a verle al mismo tiempo. Suga sonríe hacia sus adentros como si de pronto pudiera plantar bien los pies sobre la tierra y la angustia de sentirse ligeramente perdido se desplazará lejos de su corazón y mente.

—Debido a las circunstancias en las que hemos terminado y con la absoluta confianza en que ninguno de los presentes quiere alejarse demasiado de Hinata, sería bueno decidir cómo nos vamos a repartir dentro de la casita y quienes volverán a los hoteles, ya que las reservaciones no pueden ser simplemente canceladas y no quiero, igual que muchos de ustedes, que eso se vuelva un desperdicio de dinero. Así que por favor pónganse de acuerdo e informen sus decisiones a Yamaguchi y Tsukishima —. Suga les mira, sus ojos grises viajando por entre todos ellos, esperando alguna clase de replica que nunca llega. Asiente satisfecho y pasa esta vez hacia el ojo del huracán —. Oikawa, he escuchado que te quedaras.

—Yo no…

—Lo he invitado yo —. Dice Hinata, impidiendo que pueda negarse a nada más. Suga asiente.

—Es obvio entonces que permanecerás aquí, así que por favor considera una habitación menos a tomar en cuanta Tsukishima —. Suga dice, caminando hasta el centro de la sala. El rubio hace un sonido con su garganta que le ha escuchado y Yamaguchi asiente para darle convicción —. Bien, lo siguiente es decirles, que esto no se volverá en ninguna clase de circo, y que se tomara el ritmo adecuado durante la semana, no queremos Hinata atosigarte de ninguna forma, ni provocar que sientas que tu vida es ahora de conocimiento público. Lo que pretendemos en solamente permanecer a tu lado, a la posibilidad en que nos lo permitas. Es por eso que Kenma y yo hemos pensado que sería bueno que dejaras tu apartamento en Tokio. Cancela la renta si así lo quieres y usa nuestro almacén en el edifico para guardar tus pertenencias. Me pondré en contacto con Kageyama para que haga lo mismo con las suyas.

—Creo que estas yendo un poco lejos Sugawara —. Dice Kuroo cuando Hinata se hunde sobre su asiento en el banquito, para su molestia —. No puedes simplemente tomar ese tipo de decisiones, Kageyama y Hinata deben de arreglar sus cosas por sí mismos.

—La situación Kuroo, es que no hay nada que arreglar aquí. Simplemente estamos pensando en la seguridad tanto económica como emocional de él.

—Sigo creyendo que están cruzando una línea.

—Kuroo-san —. Hinata se gira hacia él y niega. — Tu no entiendes.

Y es como un golpe en seco, las palabras le hacen echarse hacia atrás. Su pecho encogiéndose y su mandíbula apretándose. Oikawa asiente, como si él también pudiese ver algo que es invisible ante los ojos de Kuroo.

—Como decía —. Retoma Suga, con el mentón elevado para no provocar una pelea con la situación tan tensa —. Puedes mudarte conmigo. Daichi ha decidido irse con su novia de todas formas, así que esto solo adelantara sus planes.

—Shoyo debería pedir una explicación —. Dice Nishinoya, interrumpiendo a Suga, con los brazos cruzados y el ceño fruncido —. No estoy de acuerdo que simplemente se retire como si fuera un perdedor. Porque esto no es un juego, Kageyama cometió traición, lo menos que debería de hacer es dar la cara y explicar sus razones a la persona afectada. Su egoísmo simplemente no puede ser pasado por alto.

—Y eso sí que es algo que no nos corresponde —. Dice Tsukishima, acomodándose las gafas —. El rey es libre de huir como un cobarde si así lo quiere. Él tiene que tomar la responsabilidad de sus acciones, pero no existe nada que lo obligue a hacerlo, ni siquiera Hinata, cuando es obvio que lo ha abandonado.

—Tsukki —. Reprende Yamaguchi.

—No, es cierto. He sido abandonado. No hay porque buscarle otros nombres a lo que me ha pasado —Dice Hinata, encogiéndose de hombros, porque de todos, el rubio siempre ha sido directo y honesto y aunque duele, sabe que tiene razón.

—Tsukishima —Advierte Suga, cuando lo mira abrir la boca, el rubio solo se encoge de hombros.

—Hinata no es un desvalido, ni necesita de ningún tipo de lastima. Él ha demostrado ser más fuerte de lo que ninguno de nosotros imagina, y siento que lo estamos olvidando —. Dice el rubio y Kuroo asiente como si por fin alguien estuviese hablando en el mismo idioma.

—Nadie le está teniendo lastima a Shouyo — Replica Noya, manos en la cintura y ceño fruncido.

—Bien, entonces demuéstrenlo. Déjenlo regresar por su cuenta a Tokio y déjenlo enfrentarse a Kageyama por sí solo.

Hinata mira a Tsukishima, como si fuera la primera vez, tan alto y con su gesto aburrido, como si solo estuviese diciendo lo obvio a demasiadas personas que quieren mantenerle, dentro y seguro, no lo necesita. No necesita que nadie le esconda y que luche sus batallas por él, porque, aunque Hinata se sienta agradecido ante el gesto de profunda protección que todos están teniendo, también quisiera que entendieran una sola cosa.

—Él tiene que regresar, ha firmado un contrato con la nacional, Iwaizumi-san debe de saberlo, así que no va a permitir que Kageyama tenga algún tipo de problema legal solo para permanecer en donde sea que estén. Y cuando ellos lo hagan, Kageyama querrá verme y yo voy a permitirlo, porque esto tiene que acabar para bien o para mal —. Hinata lo dice, su rostro hacia Oikawa —. La Golden week apenas esta por empezar, así que creo que me dará el tiempo suficiente para saber que es lo que quiero —. Trata de que no le tiemble la voz, demasiados ojos puestos sobre él, invisible presión empujándole hacia abajo, Kuroo le sostiene de la cintura y Hinata se sorprende de no sentirse invadido ni atosigado por el alto hombre a su lado.

La mirada de Kenma y Suga destellan, peligrosa y en reconocimiento.

Noya aprueba sus palabras con un alarido, y Tsukki bufa, rodando los ojos pero satisfecho con haber logrado lo que nadie más podría. Empujar a Hinata a su límite, ahora solo tiene que hacer una cosa más.

Alejar a Kuroo del pelirrojo, su intervención podría ser peligrosa. Y no es el único que piensa de esa forma dentro de la salita.

つづく


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