30-Choque.
¡Hermanoooooooooooooo!—sintió de pronto que alguien gritaba con una voz que le era familiar. Por eso apartó la mirada de la pantalla y sin poder creer del todo que estaba viendo lo que veía se levantó de su silla para abrir los brazos a la persona que corriendo llegaba a sus brazos.
¿Serenity? ¿Qué estás haciendo aquí?—preguntó del todo sorprendido ya que hacía años que solo hablaban por teléfono debido a la férrea resolución de su madre de no llevar a su hija de vuelta a Japón desde que se divorciara.
¿No quieres verme?—preguntó ella haciendo puchero.
¡Por supuesto que no es eso!—exclamó él apenado.
¡No te preocupes! ¡Solo jugaba!—dijo ella ahora alegre—Vine a ver a mi hermano el gran periodista—exclamó ella con grandes ademanes.
¡Pues te vas a desilusionar!—dijo de pronto una voz desde el otro lado y ambos miraron para ver a un hombre pelinegro acodado en el mamparo de metro y medio que dividía ciertas secciones.
¡Nobushiro, deja de buscar pelea!—le gritó el ojos mieles.
El pelinegro soltó una carcajada mientras la muchacha pensaba que el amigo de su hermano era muy atractivo y simpático.
Ninguno de ellos se percató de la persona que los miraba desde la entrada a la sala con los puños apretados. Seto miraba con atención al rubio y al pelinegro. La camaradería entre ambos solo hacía mas evidente como ambos le tomaron el pelo. Era obvio que el otro le había mentido sobre ser el novio de la hermana de Joseph ya que la chica actuaba como si recién lo conociera y había estado hablando de los años en que no lo había visto. Así que su afrenta era aun mayor porque no solo el otro se había burlado de él en su cara sino que había hecho participe a su amigo de su broma.
Pensó en irse sin llamar su atención y luego enfrentarlo pero al doblar se chocó con alguien que traía una bandeja con masitas y café para la sala de conferencias donde se reunían los editores.
Las cosas cayeron con estruendo llamando la atención de todos ahí y entonces el melado pudo ver al ojos azules del otro lado del salón. Se sorprendió y atemorizó de verlo ahí mientras Sere estaba a su lado y pensó en esconderla. Es entonces que las palabras de su hermana congelaron su corazón.
¡Ah! Ese es tu amigo con el que vine en el ascensor, hermano—dijo ella con inocencia y en voz alta lanzando una piedra en el pecho de Joey.
La forma en que esos ojos azules lo miraban no dejaba dudas de que el otro lo había descubierto todo. Se sentía paralizado y dolido como si lo hubieran apaleado de repente. Su mano se alzo un poco como si fuera a llamarlo pero se detuvo y bajó. Ese odio puro cristalizado paralizaba todo intento de razonar y lo dejaba con un dolor profundo. Sin embargo halló las fuerzas para emprender su caminata hacia el impertérrito CEO.
¿Estas seguro de que es una buena idea? Se ve enfadado—dijo Tadasuki preocupado mirando al castaño.
¿Hermano?—preguntó la chica sintiendo que algo malo pasaba.
Es lo menos que debo hacer. Enfrentar las consecuencias de mis actos. ¿No crees?—preguntó el rubio volteando a mirarlo.
El pelinegro sabía que Wheeler era un tipo derecho y la decisión de pronto estaba en su mirada pero también podía sentir una infinita tristeza saliendo de esa mirada que le hacía pensar que en ese lugar estaba pasando algo más que no sabía.
Vé, yo acompañaré a tu hermana hasta que vuelvas—dijo el otro ojos azules.
¡Te lo agradezco!—dijo el otro.
¿Hermano?—preguntó la chica agarrando la manga de su traje.
¡Quedate! ¡Volveré en cuanto pueda!—dijo a su hermana quitando con cariño la mano que se posaba en su brazo mientras se agachaba para mirarla a los ojos—Y cuando vuelva iremos a comer juntos y me contarás todo lo que quieras y yo te contaré muchas cosas divertidas—dijo sonriente el melado.
Tadasuki pudo ver que detrás de la sonrisa del otro se escondía una gran pena lo que le desconcertaba.
Ambos llegaron en el ascensor al ultimo piso y salieron a la azotea sin decirse una sola palabra. Ni bien Wheeler cerró la puerta fue empujado con fuerza y terminó con la espalda en la pared.
¿Tú y él se han divertido mucho a mi costa, no es así?—preguntó el furioso Seto Kaiba.