6-Mi nuevo trabajo
“Méndigo hijo de su madre”
Fueron las palabras que se le ocurrieron a Joseph Wheeler en ese momento pensando en cierto ojos azules.
Como estaba previsto llegó a la mansión Pegasus a la hora convenida, hallando raro que el lugar del encuentro para la entrevista de su nuevo trabajo, proporcionado por Kaiba, quien también le pidió consiguiera documentación coherente para el nombre que que estaba ingresado, fuera la mansión del millonario. Normalmente las entrevistas se hacían en la sede central del emporio Pegasus. Pero todos sabían que Maximiliam Pegasus era un hombre bastante excéntrico. En la fiesta él lo vio rodeado de un corro de gente que lo halagaba mientras él reía alegremente. Se veía como una estrella de cine pero los rumores sobre él eran cada uno más sombrío que el otro. Dando a entender que en el mundo de los tiburones Pegasus era el rey.
Llegó a la puerta e indico al portero eléctrico su nombre ficticio: Josephine Katsuya, a leguas una broma sobre el nombre de su “hermano”. La dejaron entrar y después de recibirla el mayordomo la llevó a una habitación en las dependencias de servicio. En una pared había varios lockers lo que le dio una extraña sensación a Wheeler.
Bien señorita, aquí se encuentran sus uniformes. Tiene dos de fajina y uno de gala. Espero se presente cada día a las seis de la mañana a partir de mañana. Yo y los otros empleados le guiaremos si tiene alguna pregunta. Ahora le mostraré el resto del edificio—dijo antes de proceder a caminar hacia la puerta y entonces comprendió que clase de trabajo le había conseguido Kaiba y es entonces que pensó en esas “delicadas” palabras.
Por suerte Kaiba estaba solo cuando una delegación entró a su oficina comprendida de su asistente y dos guardias de seguridad que seguían a cierta rubia furiosa.
Si entras así en mi oficina serás reconocida fácilmente y no podrás servirme—dijo el castaño al que bufaba casi en silencio—¡Ustedes tres pueden retirarse!—ordenó después a sus empleados.
Pero señor…--dijo Malcolm.
He dicho que pueden retirarse—dijo tajante el jefe y después de asentir los tres se fueron.
¡Así que pretendías que sea la sirvienta de Pegasus!—dijo la colérica “muchacha”.
¿Pretendía? ¿Significa que no aceptaste el puesto?—preguntó casi inocentemente el ojos azules.
¿Me estás tomando por…?—preguntó la muchacha pero fue sorprendida de nuevo por el otro que de inmediato se puso muy cerca y le susurró.
¿Por qué quieres que te tome?—
Salto hacia atrás del rubio y sonrisa ganadora del galán.
¡No juegues conmigo! Yo soy…--dijo el castaño.
…una chica seria—se rió Kaiba—No entiendo que problema tienes o… ¿Acaso no sabes como limpiar?—se burló dirigiéndose a su sillón ejecutivo en el cual se sentó—No pretenderías que te metiera donde la seguridad es tan alta. ¡Piensalo! En la casa de Pegasus tendrás acceso a mucha información personal y de trabajo. Tu hermano también puede salir ganando con esto. Piensa que para cuando termines él podría tener su gran historia y tu mucho dinero—
En todo caso él ganaba por ambos lados ya que el arriesgaba el cuello, se dijo el rubio.
Y tú podras saber por donde asestará su golpe—dijo el melado y vio como los ojos de Seto se ponían serios.
¿Entonces que contestas?—preguntó el CEO con tono seco.