Entonces sucedió "pum" te encontré
Y el tiempo muy veloz pasó
¿Cómo paso? ¿Cómo fue que conocí al amor de mi vida? Pues no creo que haya sido de la manera más convencional.
Recuerdo que ese día estaba ayudando a mi mejor amigo Niall a limpiar el salón. Aunque en realidad estaba admirando lo bonito de nuestro colegio. Todo el camino a la salida era decorado por árboles, dándole un aire mágico, mas nuestro instituto estaba un poco apartado de ellos tan solo cinco arboles rodeaban el mismo por esta razón había uno tan cerca de nuestro salón. Siendo un soñador me quede prendido observando la belleza de aquel ser vivo, mas nunca me espere ver una pequeña bolita acurrucada en una de las ramas más altas. En consecuencia de ello, me arme de valor y fui en su rescate, como siempre he sido un chico con alma de héroe, no vacile en mi hazaña. Más tonto no pude ser al no tomar medidas preventivas, Niall trato de advertirme pero tan terco como siempre me hice el desentendido. Cabe decir lo olvidadizo que soy, por eso no había recordado que en la mañana había llovido por lo tanto el tronco estaba mojado y resbaladizo. Debido a esto caí, no sin antes haber rescato al gatito, mas no supe si hice bien ya que de una u otra manera caeríamos. Aun así y sin importarme nada lo cubrí con mi cuerpo, "tal vez tan solo me rompa unos cuantos huesos, nada porque preocuparse" pensé sarcásticamente. Siempre he sido un irónico bromista de mierda y así me querían. Realmente agradezco a quien sea que se compadeció de mí y puso al suave de Harry como colchón debajo de mí. Después de tremenda caída inspeccione al posible herido –aun no reparaba en Harry–, chille emocionado al ver al gatito sano y salvo, hubiese muerto si le sucedía algo.
Más tarde me di cuenta que el herido era otro.
Luego durante casi media hora mi queridísimo amigo Niall me regaño como si no hubiese un mañana y me obligo a cuidar del herido, mientras, él se hacía cargo del animalito rescatado. El cuidar de Harry fue una faena a la cual no me opuse, tan solo debía esperar su despertar y como ya llegaba tarde a la última hora comprendí que era mucho mejor velar al bello durmiente. Quería agradecerle por hacer de colchoneta, y una muy suave cabe decir.
Finalmente supe que fui bendecido y había hecho bien al quedarme. El momento en que él despertó deslumbro mi vida con una hermosa sonrisa y sus adorables hoyuelos.
Desde ese momento, no sé cómo... No, en realidad si se pero suena tan cursi que me azoro de solo recordar. Supe que le amaba y le amo, tanto como él a mí. La vida me había sonreído y de qué manera.
En el preciso instante que nuestras miradas se encontraron lo supimos, y seguidamente de reír por mi relato heroico intercambiamos números, y ese tan solo fue el primer paso de nuestra vida juntos. Luego de aquella extraña manera de conocernos pasamos tanto tiempo juntos, tan así como si hubiésemos nacido para encontrarnos, ambos sabíamos que esta unión iba mucho más allá del solo querer. Si su sola ausencia dolía, reconocí que estaría perdido sin él.
Tú le diste cuerda a este viejo reloj
Recuerda...
Gracias Harry. Gracias por darle sentido y color a mi vida. Nuestra vida empezó desde aquel desastroso y gracioso momento, y aún continúa. Harry ¿Recuerdas cuando coincidimos incluso ese día tan importante para ambos?
— Lou, si estas enfermo debiste decirme –verte preocupado y tratar de lucir serio me provocaba gracia, sin embargo sentir tus cálidas manos en mis mejillas inspeccionando hasta el último detalle en mi rostro me calentaba más de lo que ya estaba, y el frio de Doncaster no ayudaba.
— ¡No, Harreh! –como he estado diciendo, un obstinado de primera. Pero por Harry esto ya escalaba a otro nivel, así estuviese muriendo hubiese ido. ¡Era nuestra primera cita! Bueno eso me decía yo–. Quería verte, y también... –cuanto costaba soltar aquello, aun así ya no podía seguir mirándote a los ojos y callar lo que mi alma te gritaba.
— ¿Si? –No sonrías.
— ¿Puedo abrazarte? –y lo hiciste, ¿porque lo haces? ¿No sabes que me enamoras más?
— Solo si lo hago yo también. ¿Lou estas seguro de estar bien? Estas rojo –realmente la gripe que no era tan grave ya me estaba pasando factura, pero Harry seamos sinceros esa vez fue por tu culpa. Tu sola presencia me daba fiebre. Si, fiebre. Insisto, Harry es como la gripe. Le ves y eres propenso a desmayarte, o creo que eso solo me pasaba a mí.
— ¡Harry! –no, no podía más. Lentamente me acerca a tus labios, sintiendo mi garganta cosquillear.
— Lou...
— ¡Me gustas! –y si, ambos habíamos soltado lo que nuestras almas clamaban.
— ¡Lou! / ¡Harry!
— Creo que no está funcionando.
— Lou acabas de...
— Si Harry, te quiero mucho –pronuncie soltando todo el aire que había contenido, ahora hasta me dejas sin aire. Lentamente me acerque a tus dulces labios, cuan bonitos se venían de cerca rojitos y carnosos, y si, me atreví a darte un pequeño y suave beso. "¡Tal como soñé! ¡Perfectos!" Aproveche tu sorpresa para prácticamente huir, todo el valor adquirido se esfumo tal como vino.
— ¡L-lou! Espera... –creo que no debí detenerme. Al impactarté conmigo casi me tiras, y digo casi por tu férreo abrazo.
— Harreh –esta vez sí me siento enfermo, pero tus brazos sosteniendo mí pequeño cuerpo me hicieron tan bien estremeciéndome de gusto–, esto ya es vergonzoso.
— Lo fue desde el principio –reíste enamorándome una vez más. Y aprovechando mi atontamiento me dio vuelta en sus brazos, para besarme ahora él.
Sintiéndome desvanecer correspondí tímidamente con el corazón en el cuello. ¿Louis que ha pasado contigo?
— Hazz aún nos falta algo..., pero creo que podemos coordinar aun –reí con ternura al ver tu intensa y hermosa mirada, es que no había nada más hermoso que tu persona.
— ¿Quieres ser mi novio?
Con un casto, tierno y lento beso tuvieron la respuesta más hermosa que hayan vivido aun.
Y estos pequeños e inocentes besos fueron los primeros de muchos más.