Aquel tiempo, junto a mí envejeciendo.
Tal vez el hecho de que sea obcecado era la razón por la cual siempre terminaba metiendo la pata. ¡Pero ya estaba harto y con mayúscula! Si me dormí en la clase de francés fue por la culpa del aburrido del profesor. Sé más francés de lo que él cree saber, por eso prefiero dormir a tratar de corregirlo, es que ni siquiera aceptaba opiniones y eso que decía ser yo tozudo, pues él se gana el premio. Yo al menos tenía buenas razones. Pero que me castigue por eso es el colmo. ¡Y en mi hora de almuerzo! Todo menos eso, no la comida. Demonios.
— Lou mientras más rápido lo hagamos podremos ir a almorzar.
— ¡Pero son muchos libros! ¿¡Me ayudaras!?
— No grites. Y si, lo haré. Es mi trabajo después de todo.
— Solo pon estos últimos arriba pero no uses la escalera, espera ya voy a ver otra.
— No jodas Niall, ¿esperar yo? Que tengo hambre hombre.
— ¡Lou que carajos te dije!
— ¿¡Que hace Harry aquí!? ¡Harry, cuidado! –supe que no fue a tiempo, al prácticamente haber caído de nuevo encima tuyo, pero esta vez estaba en tus brazos. Estúpido Niall y sus estúpidos deberes de presidente escolar.
— ¡Lou! Realmente estoy pensando que no eres humano. Ya dime la verdad, eres un ángel ¿verdad?
— Q-que dices –tú y tus encantadores comentarios que me ponían idiota.
— Lo digo por tu manera de aparecer, siempre caes en mis brazos, bueno esa vez casi me desnucas pero bueno –no creo que sea posible enamorarse de alguien diariamente, bueno sí. Me pasó, y en mi defensa fue todo culpa de Harry. ¿Siempre tenía que ser así de adorable y risueño? ¡Harry no es de este mundo!
— Lou deja de coquetear, aún tenemos que arreglar los libros y por favor esta vez hazme caso y no te subas a esa escalera, te dije que esta defectuosa.
— NIALL –no estaba coqueteando, eran culpa de los brazos de Harry que no me bajaban y desgraciadamente por culpa de la rubia lo hicieron–, ya lo comprobé gracias.
— Pues siempre haces lo mismo, tu cuerpo actúa antes que tu cerebro.
— ¡Niall!
— Lou también puede enojarse –no sonrías así. Deberían arrestarle por alterar mi orden. ¡Digo, el orden! En general. Harry pondría a todo el mundo así.
— Ob-viamente...
— ¿Quién eres tú y que hiciste con mi Lou? –y tú nunca cambiaste. Mi estúpida y querida rubia.
Debió haber sido todo un espectáculo el ver mi cara pasar todos los rojos existentes desde el más suave terminando en el más intenso, Niall y Harry rompieron en carcajadas mientras yo moría de vergüenza.
— Idiotas.
— Lou pero si así te ves adorable –claro lo dice quien no tiene la cara a punto de estallar por lo caliente que la sentía.
— Harry... –ninguna persona con sano juicio podría evitar enardecerse por semejante ser. Sin poder evitarlo me fundí en sus brazos y él no lo impidió, estrechándome más contra sí. Beneficiándome de aquella posición apoyo mi mentón en tu pecho solo para verte mordiendo tu labio inferior, sabía lo que querías y trague pesado por ello. Cuantas ganas me daban de comerle la boca y que lo hiciera con la mía. En serio querida rubia tú presencia en ese momento me importaba poco. Harry, ¿porque eras un príncipe tan recatado?
Ya te enseñaría y cuanto te gustaría. Nos encantaría.
— Ey tortolitos que las clases continúan –hablando de la reina y de pensar cuantas maneras podría hacer para desaparecerla.
— Yo solo vine a ver un libro para la clase de historia, no es mi culpa que el cielo me quiera regalar un pedacito de sí –claro, faltaba el príncipe encantador de pequeños Louis Tomlinson, que bueno que solo existo yo.
— Hazza ya cállate.
— Concuerdo contigo Boo Bear tu novio es muy cursi –burlo sacándome de mi ensueño para matarle con la mirada. Nadie, y digo nadie, a excepción de mi terca madre me seguía diciendo así, a veces la rubia pero se atenía a las consecuencias. Tratar de matarle a punta de cosquillas creo que no ha sido suficiente castigo. Y Dios mío Harry lo había escuchado. Al menos tú último comentario lo mejoro un tantito. "Mi novio".
— No me digas así –susurre tan bajito que seguramente no me oyeron.
— ¿Lou? –sabía que te habías quedado con la duda. No podía reclamar tu intento de burla querido amigo, ¿y porque lo haría? Harry es mi novio, mío.
— Boo, te queda Lou –perecería de amor. Y atribúyanselo al perfecto de Harry Styles.
— No Harry, tu no.
Pensar que el futuro era algo incierto.
Pero fuimos muy
Felices...
Al inicio tan solo fueron fabulosos días juntos, después semanas, luego meses, años y siendo amigos aun. Ya al formalizar nuestro noviazgo era difícil separarnos. Muchos maravillosos años a tu lado. ¿Cuantos tenemos ahora? Y aun así después de todo eso, no es suficiente. De ti nunca tenía suficiente. Siempre serias una de las personas más importantes en mi vida. Gracias a ti todo tomo color, sentido y un orden fabuloso. Lo que realmente costaba era pensar el perderte algún día, eso ni siquiera quería pensarlo.
Sin lugar a dudas, la magnífica vida a tu lado continua tan preciosa al igual como inicio y de eso nos encargábamos ambos. Mas ese día lo decidiste tú, y tú bonita moto azul. Menos mal ese día mama estaba de buen humor y nos dio permiso de salir.
El parque, si ahí estábamos. ¡Una cita por su puesto! El Walker's Nurseries and Garden Centre fue una de las ocasiones más bonitas que pase a tu lado. ¡Y la comida Harry, la comida! Me conoces tanto amor. Francamente mi Hazza es uno en un millón. Sea, donde sea que fuese a tu lado sería lo más increíble que podría pasarme. Así fuera a un bosque embrujado, estoy seguro que hubiese sido maravilloso y eso que soy un miedica. Aunque también un romántico y eso te lo debo a ti.
— ¿Que ves Lou? –eres tan atento que incluso notaste mi tristeza entre tantas sonrisas que te regalaba. Ya te dije que el solo hecho de verte me hace feliz, ¿verdad?
— Nada –aun así no quería dañar nuestra bonita atmósfera. El haber visto a una pareja de ancianos compartir un momento tan bello como el nuestro me hizo pensar dolorosamente en el futuro incierto–, ¿seguimos?
— Lou...
— No sé cómo decirlo –y tampoco podría negarte nada–, ya es casi normal que pase pero...
— ¿Pero...? –repetiste ayudándome a continuar.
— Me sorprende que ahora casi no haya parejas que lleguen hasta ser viejitos –tan rápido lo solté por miedo a llorar–. Harry. ¿No crees que sería bonito llegar con alguien hasta tus últimos días?
— Yo estaré hasta tus últimos días Lou –asegúrate ciñéndome en tu cálido cuerpo.
— Eso tú no lo sabes –musite tratando de fundirme en ti.
— Lo cumpliré –aseveraste seguro–. Te amo Lou –con un profundo suspiro de ambos soltamos una pequeña risita. Mas ya no reí al sentir como tomabas mis mejillas fijando tu hermosa y abrasadora mirada en mi–, nada me haría más feliz.
— Harry...–tratar de huir ya no era opción, ni siquiera pude apartar la mirada–, siempre tan cursi.
— ¿Esa es tu manera de decir que me amas? –sabias mi punto débil, lo sabía al verte sonreír mostrando tus hermosos hoyuelos. Siempre me convences y me haces sentir seguro así.
— No, amor –al igual que yo conozco el tuyo–. Es esta –besando tus labios y con una gran sonrisa te susurre una dulce promesa–. Te amo mi Hazz, y sé que lo hare hasta el final.
— ¡Entonces si son novios! –grito la teñida de Niall y yo sin saber cómo carajos estaba allí.
— No interrumpas rubia –soltó la negra de Zayn, y ya tenía mis sospechas.
— Son lindos –al oír a nuestro querido y metido padre Liam lo supe. Pinches padres sobreprotectores. Y tonto de mí por confiar en Liam, debía suponer que se preocuparía e intentaría cuidarnos.
— Y exhibicionistas, nos han visto y les da igual –el chillido poco varonil de Zayn nos hizo reír en medio del beso. Harry esa vez murió de vergüenza por ello mas no se separó. Como dije le enseñaría y que buen pupilo resulto ser. Además siempre me dio igual tener espectadores, entretanto no fueran mis hermanas y las madres ninjas de ambos, todo bien.
— Es el amor Zayn, es el amor –cuan buen padre podía ser Liam, exceptuando claro sus berridos si llegásemos a meternos mano. Ya lo dije... ¡protectores de..., como los amo!