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Nuevo Exorcista Nuevas Experiencias por Sakura Taisho

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Notas del capitulo:

Holaa!

Primero: gracias a todos aquellos que leyeron mi primer historia, ojala les haya gustado.

Segundo: me gusta el suspenso XD así que van a sufrir un poquis jeje

Eemm prontro tendran noticias del nuev@ exorcistas sean pacientes. Ah, y perdón! releí el cap dsp d subirlo y vi que habia un par d errores ortograficos y falta d letras XD y perdón de nuevo porq eso seguro volverá a pasar en un futuro próximo.

(voy a intentar actualizar cada 5 dias maso, tngo cap adelantados peeeero no siempre consigo buen internet)

Luego de haber presenciado aquella escena, los sentimientos de Allen se agolparon en su pecho. Sentía demasiado dolor propio para seguir observando el dolor del General Tiedoll, así que opto por volver a su habitación.

Caminó por los pasillos de manera automática, como si estuviera seguro de sus pasos. En realidad, él solo buscaba la manera de alejar de los llantos y gritos de la sala de cirugía. Al alcanzar una distancia segura, abrió una puerta a su lado y se adentró a ella sin saber de qué cuarto se tratase, se sentó en el frio suelo sujetando sus rodillas y comenzó a llorar.

Luego de unos minutos en aquella posición, alguien entro al cuarto.

-¿Allen? ¿Qué haces aquí? –dijo al abrir la puerta.

-¿Lavi?-dijo entre sollozos- ¿Qué haces tú aquí?

-Es mi cuarto. Ahora respóndeme que haces aquí, te ves horrible ¿Qué te sucedió?

-Creí que estabas en una misión con Bookman.-dijo mientras limpiaba sus lágrimas con el dorso de las manos.- Además, no tenía idea que este fuera tu habitación.

Lavi se acercó al albino, que aún se encontraba sentado contra una pared para poder hablar con él y descubrir porque se encontraba en ese estado.

-Acabamos de volver. Panda está entregándole el informe a Komui-san. ¿Cómo no notaste que esta es mi habitación? Está repleta de libro por doquier.

-No los noté. Perdón.

-¿No encontraste tu cuarto, verdad? Aunque dudo que sea por eso que estés llorando.

-En realidad, no tenía intenciones de encontrar mi habitación. Solo quería escapar.

Allen tomo aire, calmo su llanto, aclaro su garganta y comenzó a relatar a Lavi todo lo ocurrido desde el momento en que el General Cross irrumpió su sueño. El joven futuro Bookman escucho con una especial atención a todo lo relatado por su amigo, intento decir algunas bromas cuando oía sobre el pedido del maestro de su amigo pero no pudo evitar tensarse cuando Allen relataba lo sucedido en la sala de cirugía. La idea de que el General Tiedoll estuviera llorando también lo inquietaba, sabía que dejar solo al albino no era buena idea pero el estar ahí sentado sin saber si alguien había muerto en la enfermería tampoco le agradaba. Por eso, decidió hablar.

-Allen, ¿realmente no tienes una idea de quién puede tratarse?

-No. No podía entender a nadie, solo...hui.-dijo mientras agachaba su cabeza, ocultando su cara de la mirada de Lavi.

-Bueno, sé que no es agradable enterarse de estas cosas. Pero, deberás oír la noticia en algún momento. Te propongo algo, vayamos a la cafetería a desayunar y luego, si quieres, hablaremos tranquilamente con Komui-san. Prometo acompañarte.-tomó por los hombros a su amigo intentando calmarlo y darle confianza.

Allen lo medito unos segundos y asintió con la cabeza. Ambos amigos se pusieron de pie y salieron de la habitación del pelirrojo. El pobre albino aún tenía su piyama puesta así que Lavi le prestó un abrigo negro y unas pantuflas azules para protegerlo un poco de la fría mañana, después de todo llevarlo a su propio cuarto por ropa no era opción, debido a que era posible que se cruzaran a alguien de la enfermería en el camino. Lavi creyó que mientras menos tardaran en llegar a la cafetería mejor sería para su amigo.

Una vez allí, Allen solo pidió un café y unas tostadas para desayunar. Muy raro para todos, en especial Jerry-san, excepto para Lavi quien sabía el estado en que se encontraban sus ánimos. Pasados unos minutos, el aprendiz de bookman había terminado con su desayuno, mientras que Allen aun tenía media taza de café y ambas tostadas frente a sí.

Sin saber cómo iniciar una conversación decente el pelirrojo permanecía en silencio buscando palabras para alentar o consolar; ni siquiera estaba seguro que era lo correcto. Aunque también creía que si alguien había muerto ya deberían de haberlo anunciado, aunque esa hipótesis podía ser errada y no quería darle falsas esperanzas al menor. En medio de sus cavilaciones una voz las interrumpió bruscamente.

-Quien lo diría. Jamás creí vivir lo suficiente para ver a los dos exorcistas más ruidosos de la Orden en completo silencio. ¿Qué ocurrió? ¿Ya no hay comida para satisfacer tu estomago...“Moyashi”?

Ese apodo. Ese tono de voz. Esa soberbia. No había duda alguna. Era...

-¡YU!

-¡KANDA!-gritaron ambos al mismo tiempo por la sorpresa. Y en ese instante, las lágrimas se agolparon en los ojos del albino.

-¿Cuál es la sorpresa? Sí, soy yo.-contesto fríamente como era su costumbre.

-Chaoji.

Fue lo último que Allen articuló de manera audible para luego comenzar a llorar desconsoladamente. Si no era Kanda. Era muy obvia la respuesta. Chaoji era quien ingreso a la sala de cirugías.

Todos los presentes al oír el llanto del exorcista se asustaron y sorprendieron por tal acto. Incluso Jerry-san dejo su puesto en la cocina para ir a ayudar a su mejor comensal. Kanda que no comprendía lo que sucedía solo se limitaba a preguntarle a Lavi el porqué de esa reacción, después de todo no era la primera vez que él insultaba al menor. Al recibir la versión corta de la noticia Kanda comprendió el porqué del llanto, aunque eso no significaba que se apiadaría e intentara calmarlo. Después de todo, estaban en una guerra. Las bajas eran normales para él.

Mientras Allen seguía llorando sujeto de las ropas de Jerry-san, que hacia su mejor esfuerzo para calmarlo, se pudo oír una voz en los altavoces diciendo que todos los exorcistas presentes debían presentarse a la sala de descanso inmediatamente. El mensaje se repitió tres veces y luego todo volvió a estar en silencio, solo se podían oír los sollozos del menor. Al parecer la hipótesis de Lavi se volvía realidad. Anunciarían otra baja.

.....

Kanda, Lavi, Bookman, Krory, Lenalee y Allen.  Solo ellos se encontraban en la Orden Oscura.

Lenalee y Krory no entendían nada porque habían estado en la Orden Asiática ayudando a reconstruirla. Después de todo podían cruzar con ayuda del arca sin ningún problema.

Lavi, Bookman y Kanda, a pesar de estar ligeramente enterados, aun mantenían sus uniformes puestos porque no hacía mucho de su llegada.

Y Allen, Allen solo podía intentar mantener la calma. Después de todo, él daba por hecho cual era el anuncio.

Reever y Komui llegaron a la sala y se pararon frente a todos llamando su atención. Reever-san parecía confundido leyendo unos papeles mientras que Komui tonteaba un poco con sus lentes como si buscara la manera de hablar. Por suerte, Lenalee le pidió a su hermano que se dejara de bromas y hablara, cosa que tenso a Allen, él no quería oírlo. Rogaba que todo eso fuese un sueño.

-Bueno, verán. ¿Cómo decirlo? – comenzó hablando Reever.

-Supongo que es bastante difícil de creer, ni hablar de contarlo.-secundó Komui.

-Solo díganlo de una vez- dijo Kanda- por si no lo notaron estoy cubierto de sangre y quiero darme una ducha.

-Yu tiene razón. Mientras más rápido lo digan menos dolerá.- dijo Lavi sorprendiendo a todos, excepto a quienes suponían a que se debía la reunión.

El ambiente se volvió algo tenso y todos se inquietaron, en especial Lenalee. Komui no comprendía porque la agitación así que se decidió hablar.

 -Chicos, chicos. No sé porque se alteran, aún no he dado la noticia. Verán, esta mañana llegó el General Tiedoll de su misión y bueno...no vino solo.-hizo una pausa Komui, mientras acomodaba sus lentes.

-¿A qué te refieres nii-san?

-Sonaron las alarmas. Llegaron heridos a la Orden.- soltó sorpresivamente Allen asustando a Lenalee.

-Ah, veo que las oíste Allen-kun. Efectivamente, tres buscadores ingresaron a la enfermería pero gracias a  dios se encuentran estables en este momento. Pero esa no es la noticia. La noticia es...

Komui decidió hacer una pequeña pausa para causar suspenso, ignorando el sufrimiento en la cara de algunos. Allen y Lavi en aquel momento se encontraban tomados de la mano, el pelirrojo la tomo en cuanto vio como el menor tiritaba tratando de ocultar el llanto que se acercaba.

-¡Reever-san! Redobles por favor.-bromeo Komui.

-¡Solo dilo Komui!-grito Kanda muy enojado desenfundando a Mugen.

-Tiedoll trajo a un nuevo exorcista con él.- esas fueron las palabras de Reever.

Todos en la sala quedaron estupefactos. En especial Allen y Lavi, a excepción de Komui que hacia pucheros por no poder ser él quien diera la noticia. ¿Nuevo exorcista? ¿Cómo era posible? Entonces, las lágrimas de Tiedoll ¿para quienes eran?

Aunque Komui no pudo dar la noticia principal, se desquito de Reever contando con detalles lo ocurrido. Al parecer, el General había encontrado a un chico compatible con una de las inocencias que Tiedoll cargaba y al momento de tratar de convencerlo de ir a la Orden Oscura el chico se escapó, y en el camino fue atacado por akumas nivel 3 dejándolo gravemente herido. De muerte, en realidad. Pero de alguna manera junto a los buscadores que aun poseían fuerzas ayudaron al General a llevar a los cuatro hasta la Orden para salvar sus vidas. Cuando estaban por dar la hora de muerte del chico nuevo, este mostro señales de vida y fue ahí cuando todos se alertaron.

Ahora todo cobraba sentido. Tiedoll había hallado a otro “hijo” por el cual velar. Pero antes de siquiera conocer su nombre creyó que había muerto, cargando con su cuerpo inerte hasta la Orden para descubrir que aun luchaba contra la muerte.

Las caras de todos, bueno...todos menos Kanda, demostraba asombro y algo de angustia. Al oír la noticia preguntaron si podían conocerlo, a lo cual Komui se negó rotundamente insistiendo en que debía descansar al menos hasta la mañana siguiente.

Luego de contar la noticia cada quien se retiró de la sala a hacer sus cosas mientras hablaban sobre el chico misterioso. Excepto por Allen y Lavi que seguían sentados.

-Bueno, no me esperaba eso.-dijo Lavi, rompiendo el incómodo silencio.

-Estoy feliz- susurro Allen- de que no haya muerto nadie. Espero se recupere pronto.-esbozando un ligera sonrisa mientras una lagrima recorría su mejilla.

-Es bueno verte sonreír de nuevo... “Moyashi-chan”- bromeo Lavi.

-¡Es Allen!- se quejó el albino, para luego comenzar a reír como tonto.-Gracias, Lavi.

Notas finales:

¿Y...Bien? ¿Qué les parece? jeje espero les guste.

Perdón por hacer llorar a Alleeeeen! no me gusta verlo triste tmpoco pero...bueno, suele estarlo mucho y seguido.

Allen: -N...No es verdad!

YO: -Si lo es. Pequeño martir!

bueno me despido, espero lo hayan disfrutado (acepto reviews) nos vemos en unos días.

Ya se acerca mi liiindo niño!


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