Arjaim se miraba al espejo con el rostro escurriéndole agua, que descuidado se sentía, la noche se le estaba escapando entre los dedos, más importante aún la oportunidad de contactar a Shinya para su club Host, hace rato venia recorriendo bares, los mejores y no tanto… y menos mal que fue a los pequeños bares gay también, porque allí fue capaz de ver a Allen y su gran potencial como atracción para conseguir clientes, aunque claro, Allen no lo hacía profesionalmente sino que buscaba satisfacer sus propios instintos, eliminar el estrés del trabajo con una noche desbordada de placer desenfrenado con un desconocido y a la mañana siguiente seguir con su vida normal.
Sin embargo llevaba aun un poco más de tiempo persiguiendo a Shinya, su carismática personalidad lo tenía intrigado, tenía una naturaleza innata para ser buen acompañante, una persona que te prestaba su oído y lograba que con su sonrisa te sientas más a gusto, usualmente, una persona que busca servir a la otra en un contexto de trabajo haría eso, pero la diferencia era que Shinya no parecía estar fingiendo, sino que lo hacía genuinamente, una persona como esa le garantizaría mucha clientela feliz, estaba dispuesto a que solo sirviera tragos y escuchara a los clientes, ni siquiera tenía que tocar a nadie si no quería…
Shinya es un enigma “querría ser tocado por un hombre?” Se preguntaba, ya que era igualmente capaz de llevarse bien con hombres y con mujeres.
-Con Allen estaba claro, estaba en un bar para hombres, tratando de conquistar chicos bonitos - Arjaim sonreía - aunque no se negó a recibir mis labios, mi lengua, mi aliento… es un chico tan interesante – seco sus manos con un papel que arranco de la maquinilla en la pared del baño, después volvió por sus lentes a un lado del fregadero
El celular en su bolsillo comenzó vibrar después de que los lentes estuvieran en su sitio Arjaim lo pudo mirar – que sucede dulzura? … me extrañas… a ha… Creí que te había explicado que tenía una noche agitada cariño… si… si… no te prometo nada… pórtate bien – termino colgando la llamada y viendo el nombre en la pantalla se quedó pensativo por un momento y decidió regresar.
Allen y Shinya por su parte se habían dejado despacio, casi sin ganas de separarse, ninguno de los dos dijo nada.
El de ojos azules estaba un poco aturdido, para empezar por el beso, y después por la información que tenía que procesar, su cabeza había quedado en blanco por un momento y estaba aletargado tratando de recapitular lo que ese muchacho le había dicho.
Allen por su lado miraba divertido a su acompañante, no tenía idea pero ahora había comprobado que a esa persona que tenía delante no le molestaba para nada besar a otro hombre, asi que lo ponía ansioso la idea de volverlo a intentar, pero sus sentidos no estaban tan nublados para no darse cuenta de en qué lugar se encontraban y que era el trabajo de Shinya, por supuesto también, como olvidar a Arjaim rondando.
-Es posible que tu turno este cerca de terminar? – pregunto con voz ronca y seductora, estaba susurrando con la intención de no sobre saltar a su nuevo amiguito
- eh? Mi turno? – Shinya parpadeo y miro su reloj – es verdad! Ya debería salir! … - miro alpeligris y se sonrojo mientras una mirada de conflicto lo invadia sin saber que decir, que pensar que sentir tras lo que había pasado tan de repernte – por que….
- Vamos, salgamos de aquí, conozco un buen lugar donde los dos podríamos sentirnos mucho mejor
-disculpa? – dijo sintiendo la piel de pollo mientras la mano de Allen se posaba sobre la suya, que descuidadamente tenia apoyada en el respaldo del sillón
- se eriza tu piel? Te late fuete el corazón como a mi? Entonces hazme caso, estoy seduciéndote – susurro una vez mas acercándose a la cara de Shinya rompiendo la distancia entre ambos
Shinya se sonrojo y guiado por una fuerza desconocida busco de nuevo los labios del peligris, los beso y los lamio con un hambre contenido que se desataba Allen le acaricio la mejilla y su mano se delizo despacio hasta el cuello del de ojos celestes, por mucho que le gustara ese beso y el deseo con el que se lo estaban dando tubo que despegarse de Shinya, agarrándolo del cabello de la nuca, lo halo en dirección contrario, un sutil gemido se desprendió de los fogosos labios de Shin, por supuesto esto no hizo mas que sorprender a Allen que lo miro exhaustivamente… labios rosados mojados por el reciente beso, mejillas sonrojadas y una expresión suplicante por el tirón de pelo, sin lugar a dudas Shinya le regalaba una imagen formidable al peligris que de repente sintió como la sangre bombeaba mas fuerte y no precisamente en su pecho, sino que se hinchaba latentemente en su entrepierna haciéndolo reaccionar.
-Disculpen la demora, he tardado mucho? – El pelinegro se estaba ya ubicando para sentarse en el sofá individual
Allen atino a emitir un chillido y cruzar las piernas dolorosamente
Shinya recapacito y recupero la compostura a una velocidad sorprendente estaba de nuevo en su eje – señor Arjaim… yo, debo disculparme pero mi hora de salir ya llega – dijo un poco serio
-de verdad? Tan tarde se hizo… - pronuncio desilusionado – yo… quisiera esperarte, si me lo permites necesito hablar de algo importante contigo, por favor – dijo con su mirada suplicante
Shinya lo miro por unos segundos y de reojo también miro a Allen, cuando el peligris noto la mirada azulada sobre el apretó mas las piernas y sintió un peor dolor
-Bueno, creo que no tengo ningún problema – respondió al ver que Allen no decía nada
-Maravilloso! Muchas gracias Shinya – el azabache cambio su tuno a uno mas animado
- con permiso voy a cambiarme, pueden esperarme afuera, por la puerta de atrás – dijo levantándose después hizo una seña para que alguien limpiara la mesa y se dirigió a los vestidores
- De repente la linda sonrisa de Shinya no está, no le habrás hecho algo, verdad? – Arjaim miro demandante a Allen
- NO! Deja de molestarme, es tu culpa porque te pusiese a tomar tanto! – dijo sobresaltado
- … no tienes que enojarte así – murmuro mirando a un lado – simplemente me entusiasmé un poco de mas
Allen lo miro sorprendido ese tipo tan intimidante podía sentirse avergonzado también “Es un poco lindo” se rasco la mejilla
No te voy a pedir que me acompañes, pero si quieres – dijo levantándose el azabache toco su bolsillo y saco el celular de nuevo viendo que tenía la bandeja de mensajes bastante solicitada pero no hizo caso y lo volvió a guardar
-No… no, me quedare aquí un momento más, no he… terminado mi bebida y me gusto…? – Dijo inventando y para su asombro el pelinegro se daba la vuelta y empezaba a caminar – tienes mi numero verdad? No te emborraches demasiado, y si lo haces llámame y vendré a buscarte – hablo son mirarlo a la cara y comenzó a alejarse
- … gracias – Allen suspiro y pudo por fin liberar la erección que lo estaba matando –como pude descuidarme tanto, con ese tipo tan cerca – se preguntó mirando su pantalón y presionando su bulto, miro alrededor con sigilo – no tengo otra opción, no…?
A Shinya le pareció sorpresivo que cuando salió solo encontró al pelinegro miro con disimulo alrededor pero no encontró a Allen, no le pareció prudente preguntarle eso al azabache
-Shinya, por favor acompáñame a un bar más tranquilo y sin música, para que hablemos
El de ojos azules asintió, sentía seguridad si estaba con Arjaim.
Allen corrió lo más que pudo pero cuando salió no encontró a nadie, suspiro decepcionado. Tanto le había tomado descargarse? Se recargo en la pared de la parte trasera del club, era un sucio callejón con una luz tenue que venia del alumbrado público de la calle más el moribundo foco que estaba encima de la puerta de emergencia que solo se abría hacia afuera, de modo que era imposible volver entrar
-Que frustrado me siento, no tengo cigarrillos? – se ponía molesto mientras buscaba en sus bolsillos sin éxito – ah… Arjaim me hubiera regalado uno y encendido la lumbre para mi… - agacho la cabeza en signo de derrota y la movió pesadamente, se despegó de la pared caminando vagamente para volver por donde había llegado
- Allen? – escucho una voz casi melodioso en sus oídos su cuerpo se estremeció pues le parecía conocida – Allen! Eres tu verdad?
Con una intención muy poco definida se volteo lentamente como si quisiera dilatar ese momento de encontrarse cara a cara con el portador de esa voz
-Que grosero Allen! No has cambiado nada – la voz se le acerco, mucho antes de que el lograra darse la vuelta, paralizado por la impresión
- …Ezarel? – pronuncio el de cabellos grises teniendo ya la cara del pequeño frente a la suya y esos tiernos ojos mirándole fijamente.