Hasta ahora las cosas están bien…..o eso creo.
Ha pasado un mes desde ese noche en la heladería, un recuerdo muy bueno por cierto, el día siguiente le comente a hariibel de mis avances con él, primero me dio un abrazo y luego me noqueo con su puño por ser un pederasta, a medida que paso el mes las cosas en entre Ichigo y yo cambiaron un poco, cada vez que estamos solos lo empiezo a besar, en casa solo lo hacemos aunque a veces me arriesgo y lo hago en el instituto, Ichigo con pena y sonrojos los acepta, ja, Cómo rechazar besos de su novio sexi, digamos que Ichigo me propuso ser su novio aunque la manera que lo hizo da ganas de reírse.
Flash back
Ichigo me dijo que viniera elegante porque tenía una propuesta que según él no podría rechazar, ojala sea sexo sin descanso, ok eso sonó enfermo, pero se vale soñar en esta vida.
Cuanta envidia tengo de kaien, cada noche se tira con mi tío en mi casa, tal parece que aún no saben que los espió y grabo, ¿Por qué?, los muy malditos lo hacen por toda la casa, incluso en mi habitación, ¿Cómo lo sé?, encontré mis sabanas manchadas de semen, esos idiotas ni se dignaron en lavarlas, y bueno, los grabo follando como conejos y vendo los videos en el más bajo mundo, además que sería buen material para chantajear a kaien en algún futuro.
Volviendo al presente, estoy tocando la puerta de la casa de ichi, cuando llegamos hoy del instituto su tío me encargo cuidarlo porque se presentó un inconveniente en la clínica, stark se fue a la universidad a dar clases hasta tarde.
-quiero que salgas-dice el pequeño.
-¿me estas echando?-levante la ceja.
-no, quiero hacer algo, pero es una sorpresa-me dice inocente y juguetón
-¿y?-
-no puedes ver-me dice tapándose la boca con sus manitas suprimiendo sus risas.
-¿Qué se supone que yo haga mientras haces “eso”?-
-ponte ropa elegante-me dice entrando a su casa.
Mi closet tiene de todo, incluso hasta drogas, menos algo elegante.
-¿para qué?-pregunto intrigado.
El solo ríe y cierra la puerta de su casa con seguro.
-¿Quién es?-pregunta desde el otro lado de la puerta.
-grimmjow-.
Rápidamente quita el seguro y abre la puerta, lo miro, tiene una camisa un poco mal abotonada de color morado, unos jeans y zapatos negros, su cabello de nota que se lo peino, aunque inútilmente porque sigue rebelde, su carita no puede ser más adorable, sus ojos fijos en los míos emocionados y su sonrisa acompañada con sonrojo en las mejillas.
-te ves bien- me halaga.
Eso me hace sonreír arrogante, aunque no espero mucho de ichi sea lo que sea que esté haciendo, al menos quise complacerlo, camisa negra con los tres primero botones desabrochados, mostrando mi pecho, pantalón blanco con botas negras, me veo endemoniadamente sexi, en camino a su casa varias me miraron con deseo, me sube el ego pero no les hago caso, con este pequeño no mirare a nadie más.
-pasa-me invita a pasar a dentro.
Lo que veo me hace reír, en el comedor hay prendida unas velas pequeñas, unos vasos de plástico y cubiertos.
-¿Qué tienes en mente pequeño?-
-una cena-me dice apenado, podría morir ahora mismo por la ternura que tiene todo esto.
¿a quién no le gustaría que le hicieran esto?
-siéntate grimmjow-san-me ordeno Ichigo que me sentara en las sillas del comedor.
Veo cómo se siente a mi lado sonriente, apenas sus pies pueden tocar el suelo por lo alta que es la silla.
-caballeros-anuncia para mi asombro la apostadora al salir por la puerta de la cocina, vestida con esmoquin y con un mal pintado bigote en la cara con una bandeja tapada.
Miro a Ichigo alzando la ceja, mientras el me la devuelve nervioso.
-de parte del chef toushiro-anuncia la mini-kuchiki mientras destapa la bandeja para mostrar unos sándwiches sencillos.
-¿ok?-digo divertido ante todo esto.
-¿Qué más le sirvo caballeros?-dijo graciosa.
-leche achocolatada-dice Ichigo sonriente.
-una cerveza-digo bromeando, me esta divirtiendo todo esto.
Desaparece por la puerta de la cocina la niña, miro como Ichigo mira alternadamente el emparedado y a mí, esperando a que yo lo coma, bueno, tengo hambre.
-volví- anuncia la enana con un vaso de leche achocolatada y una botella de cerveza, esperen, ¿de dónde la saco?
Pero la verdad me da igual, la destapo y me la tomo tranquilamente, esa niña si quisiera podría incluso chantajear hasta el jodido gobernador, que traiga cerveza me da igual ahora mismo.
-grimmjow-san…..tengo algo que decirte-me dice Ichigo con mirada seria, pero toda la seriedad se le va al caño cuando tiene migajas de pan en su cara y bigote de leche, pero contengo la risa.
-¿Qué es?-pregunto.
Se levanta de su asiento a mí y jala de mi brazo para que me pare, obediente lo hago y me lleva hacia la sala.
-rukia ¿podrías dármelo?-pregunta.
-ya voy- dice tocándose el traje pero no saca nada.
-¿Qué pasa rukia?- pregunta nervioso.
-no lo tengo-susurro apenada.
-yo lo tengo-dijo una tercera voz que me hace brincar de donde estoy, miro hacia la puerta de la cocina que sale un niño de la misma edad que ichi, con un inusual cabello blanco, aunque yo no soy nadie para decirlo, ojos aguamarina que parece como si fuera el hielo mismo, mirada seria, pero se le va al caño la seriedad al tropezar y caer al piso de forma cómica.
Se vuele a levantar y me mira por primera vez, se ve muy sorprendido, ¿tengo monos en la cara?.
-¿es el?- dice serio.
Ichigo asiente, el albino le entrega una cajita terciopelada y retrocede hacia la cocina.
Inesperadamente ichigo se arrodilla ante mí mirándome determinado, pero de nuevo todo se le va porque comienza a temblar de nervios.
-grimm……Grimmjow-san….-tartamudeaba.
Esto no puede ser más cómico, y cliché también, ¿Quién lo diría?
-¿si?-le digo siguiendo el juego, pero por dentro me muero de risa y de ternura.
-cásate de conmigo-lo dice rápido mientras trata de abrir la cajita torpemente y me muestra un anillo que sorprendetemente es de plata bien pulido, me huele a que es de kuchiki.
Dios….no puedo más
Y rompo a reír hay mismo, mientras ichigo me mira confundido y decepcionado.
-¿no quieres?....-dice triste.
Paro de reír y me agacho en el suelo mientras entrelazo mi mano con la suya.
-si quiero-le responde, inmediatamente me mira y sonríe de felicidad. –Pero- digo mientras me mira serio por esa palabra. –Aun eres un niño, no podemos casarnos todavía- le informo mientras baja la cara un poco decepcionada.
-entonces…..¿si crezco hasta ser adulto, podre hacerlo?-me mira un poco serio.
-pues…..aquí en karakura para casarse se necesita como mínimo de edad 16 años, así que creo que tendrás que esperar-le digo mientras le revuelo el pelo.
-¿entonces que somos?-pregunta confundido.
Cojo el anillo y me lo pongo en mi dedo anular, kuchiki tiene demasiado dinero, no creo que le importe si tiene un anillo menos.
-novios- le respondo sonriente mientras lo tomo del mentón para que me mire.
Nos miramos fijamente, creo que jamás me cansare de esos ojos, y le doy un pequeño beso en sus labios, con mi lengua lamo la parte superior de su labio y lamer el bigote de leche que tenía.
-¡SI!-celebra rukia con el niño albino que nos han estado espiando.
Me paso la mano por mi cara, más problemas a mi lista, ojala y se queden callados.
Fin del flash back.
Regresando a la actualidad.
Me encuentro en mi habitación.
Estoy sentado en mi cama sin camisa, mientras ichigo está sentado en mi regazo rodeando mi torso con sus pequeñas piernas, ¿Qué hacíamos?, yo lo besaba lentamente, no con lujuria, si no con cariño, estoy consciente que ichigo aún es muy pequeño para ir más lejos, por ahora me conformo con esto, de todas maneras me hace feliz, lamo con mi lengua sus labios como si fuera labial, sacándole un sonrojo, hago presión en medio de sus labios lo cual capta y con vergüenza los abre para dar paso y saborear su boca, acaricio la pequeña lengua de ichigo que con timidez la enrolla junto con la mía de manera torpe tratando de corresponder, mientras aprieta sus manos nervioso en mis hombros desnudos mientras yo las tengo en sus caderas, por la falta de aire me separo de él dejando un hijo de saliva, con cariño reparto pequeño besos por la comisura de su boca.
-estas muy tenso……relájate-le digo mientras lo beso de nuevo de manera profunda.
Minutos antes me había preguntado que hacían los novios aparte de salir juntos, lo cual deseoso le estoy enseñando como dar besos, sí..lo sé, soy un aprovechado de mierda, pero la tentación pudo conmigo.
Ichigo parece atacar la orden y noto como empieza a relajarse en medio de la danza de candente de nuestras lenguas, aunque tiene pequeños espasmo debido a la vergüenza.
Nos separamos y cojo su mano y la pongo en mi pecho, el nervioso me mira sin entender.
-te amo Ichigo, mira como mi corazón está contento- le susurro para que sienta mis pulsaciones que están al 100.
-yo…también te amo-me dice tímidamente mientras hace los mismo con mi mano, sintiendo su pequeño corazón latir a mil.
Miro mi mano que tiene su pecho y sonríe al ver el anillo en mi dedo.
-aun no lo tienes…-susurra.
-claro, estoy comprometido ¿no?-dije con sonrisa.
El muestra una cara de felicidad que da ganas hasta de tomarle una foto y enmarcarla, de hecho tengo una de fondo de pantalla.
-gracias..-dice mientras entrelaza sus manos con las mias.
-te esperare Ichigo....-le sonrió.
Este niño me está cambiando, ahora soy un maldito cursi, que pacientemente esperara a ichigo hasta sus 16.
Ok….sé que no actualizo desde hace full rato, pero retomare la historia, comenten si la continuo.