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Estocolmo por DraNarOne

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Notas del capitulo:

Este capitulo lo corte en dos partes, lo cual no es bonito, pero en fin, no me gusta los capitulos TAN largos

Posiblmente cambioe a 16 años a 18 años la lectura próxima actualización, será mejor avisar ahorita, en fin se me olvidó mencionar algo en el capítulo uno:

La historia tendrá mpreg, sé que a muchos nos les gusta esto, por lo que, realmente lamento mucho haberlo olvidado, creo que lo demás esta de mas (?)

En fin disfruten de la lectura, un capitulo bastante ligero a mi opinión.

Capítulo 2 – Ignorancia: El desencadénate perfecto.

El día con Mana había pasado muy rápido para su propio gusto, entre la caminata que fue de la escuela hasta la casa de la chica, se le había ido volando, no era porque a él le gustara caminar demasiado, pero ese hecho le daba más tiempo para pasar con la rubia y eso ya era un gran consuelo y con ganas de sonreír al recordarle, lástima que no pueden hacerlo por más tiempo esa tarde, debido que el sol ya estaba por ocultarse y no quería arriesgar la seguridad de su novia, eso sería lo último que el haría.

– ¡Pero Atem! ¡Apenas acabamos de salir de la escuela! ¿Por qué no vamos al café que me prometiste? – la rubia quería parecer firme en su decisión de hacer lo que su amado novio le había prometido hace tres días atrás.

– Sabes que no es mi culpa Mana, además que le prometí a Mahad que te traería antes de las 6 de la tarde, no es mi culpa que te castigaran, Mana

– ¡Oh príncipe! ¿Sera otro día? – Halakti quería recuperar ese día ya perdido con Atem y si para eso tenía que portarse como buena aprendiz tendría que hacerlo

– Te lo prometo Mana.

 

 

No pudo evitar soltar una sonrisa al recordar aquellos recuerdos que pasaron hace unos minutos en la entrada de la casa de Mana y Mahad, este último se sorprendió demasiado de verlos mucho más temprano de la hora indicada, pero no sería la primera vez que pasa y por experiencia propia de aquellas llegada temprano de la feliz pareja, sabía que Mana había pasado sentada recibiendo un sermón de uno de sus maestros o de los mismos directivos, que estar en la cita ya planeada de Yami, en ocasiones la rubia no sabía controlarse y eso parecía ser especial cuando ella o su Mutou ya tenían planeado pasar el día juntos.

Llego a su casa, en donde casi de inmediato fue receptado por Yugi, el cual pareciera que estaba más interesado que había pasado en su cita que jugar videojuegos, lo cual ya era muy alarmante, debido que al pequeño oji-amatista todo lo que tuviera que ver con videojuegos o juegos de mesa, era el primero que probarlos en jugarlos y dar una larga opinión de más de tres horas en dar reseña de lo que le pareció dicho juego, desde sus reglas hasta la ejecución de eso y podría hablar y hablar y nunca cansarse de ello, cien por ciento comprobado.

El pequeño Mutou parecía un poco desilusionado por la historia contada por su hermano mayor, pero esa cara caída se cayó de pronto y una sonrisa poso en sus labios cuando su hermano de la nada propuso jugar videojuegos, no había nada pendiente, era viernes por la tarde y simplemente estaban ellos dos solos, Yugi no desperdicio dicha oportunidad y tomando a su hermano del brazo comenzó a jalarlo a donde estaba su habitación, escogiendo el juego más nuevo, pensando que así tendría un poco más de ventaja de su hermano y ganarle aunque fuera solo una vez en un juego.

El fin de semana paso demasiado rápido para gusto de ambos hermanos Mutou, pero no se podía hacer mucho que digamos, solo seguir con sus vidas de estudiantes. Yami como todas las mañanas salió de la casa de su abuelo para ir temprano a la preparatoria, no era ese tipo de chico que iba a estudiar o algo parecido, pero simplemente, era una forma de matar el tiempo, después de todo, el pequeño Yugi, iba un poco más tarde a la secundaria, por lo que no tenía caso despertarlo, él era que iba temprano a clases debido a su horario.

La trayectoria de la casa de su abuelo y la escuela no era muy lejos, podía irse caminando tranquilamente sin esfuerzos y corriendo si por alguna fuerza del destino quisiera que llegara tarde, pero este último, de nuevo lo dudaba. Una vez que llego, se dispuso a entrar a su salón y sentarse en su asiento, por lo normal, no había casi nadie en dicho lugar por lo que podía estar tranquilo leyendo un libro antes de que las clases empezara, pero siempre había otra persona en el salón, que para Atem, pasaba desapercibida porque no le daba mucha importancia.

Por supuesto a Kaiba Seto, cuando Atem llegaba al salón de clases, su presencia no era menor, es más, era todo lo contrario, sus ojos posaban en la figura del tricolor que por la inercia de este, iba directo a sentarse a su asiento ya sea para leer o admirar algo que Mana le hubiera obsequiado, regalos que a su vista era basura a lo que Yami realmente merecía, pero todos los obsequios que la rubia le había regalo al oji-rubí era un collar que este no se quitaba nunca, uno donde estaba el nombre de Atem en jeroglíficos de plata.

 

 

Conforme pasaba el tiempo, el salón comenzaba a llenarse, los demás compañeros tomaban sus asientos, el grupo de compañeras se ponían en un rincón para hablar de cosas de las cuales el castaño no estaba interesado en saber, siempre eran inútiles intentos para hacer que se interesara en algunas de ellas o en todo caso hacer que Atem mirara alguna de ellas para hacerse saber que existían y eso, ya sacaba más de un suspiro y era un verdadero dolor de cabeza, la paciencia no era su virtud y tenía que hacer usarla en momentos así para no perder la cabeza.

Cuando el maestro llego, de manera automática todos se sentaron a sus lugares, Atem había dejado su lectura para poner atención a las palabras del profesor, Kaiba también prestaba atención y más al ver lo que el maestro estaba escribiendo en la pizarra que estaba en medio del salón de clases, era como si el mismo destino estuviera de acuerdo en algo y era que Yami, notara aún más su presencia y no como un simple compañero o rival, algo mucho más allá de ello, realmente aquello iba a ser interesante y digno de prestarle atención al maestro por unos segundos.

– Escuchen con atención – el maestro se volteo, mirando como los pocos alumnos que estaban en otras cosas, dejaban aquellas actividades menores para prestarle atención – se acerca los exámenes finales y por lo tanto, a un mes para que acabe el curso, empezaran con un "pequeño" proyecto, el cual será la mitad de su calificación final…

Los reclamos de algunos compañeros de clase no se hicieron esperar, por lo que el maestro, al callarles, por fin pudo decir lo demás que le había faltado, un trabajo que ellos podrían escoger cualquier método visto en clases, aparte de que se harían en parejas, por lo que antes de que los alumnos se mostraran salvados al escuchar esas palabras, su profesor saltara otra bomba de que será él quien conformaría los equipos y seria completamente al azar, a pesar de las quejas de la mayoría de los chicos, el maestro simplemente agarro su lista y comenzó a juntaros.

– …Mutou Atem, Kaiba Seto…

Dos nombres, cuatro palabras, diecinueve letras, fue aquellas palabras que salieron en boca del profesor, que pusieron al castaño de ojos azules feliz, muy, muy por dentro, sintió la mirada de Yami sobre él, realmente las cosas estaban jugando a su favor, una estrategia que le había dado el inútil de su profesor y estaba más que claro, que no la iba a desperdiciar, una vez que Atem quito su mirada para seguir observando al maestro, su retorcida cabeza comenzó a ideas un plan, si él que tenía ya antes era un plan maestro, este sin duda sería mucho mejor.

La ultima campanada de la escuela sonó por la misma, el maestro les deseaba linda tarde, mientras que la gran mayoría de ellos se levantaba de una manera rápida, guardando sus cosas de manera rápida para ir a sus cosas o esperarse con otros compañeros para pasar aquella tarde con sus amistades, Kaiba Seto, miraba como el maestro de aquella asignatura, borraba el pizarrón y después se retiraba para irse seguramente a su cubículo o a la sala de maestros, aunque era más seguro que iría al primer lugar y no precisamente a trabajar conociendo sus antecedentes y de obsérvalo.

El tricolor de ojos carmesí estaba guardando sus cosas con calma, pensando que era el último que estaba en aquel salón, una vez que termino con aquello, se levantó para retirarse con paso tranquilo a la salida, de seguro, Mana ya lo estaba esperando y si ya llevaba mucho tiempo en dicha situación, era muy posible que ahora, el que recibiría un sermón, seria él de parte de ella, sobre todo por lo que había pasado el día anterior que la cita se canceló debido al castigo de la rubia, una gran pena, pero simplemente, aquello no lo controlaba él.

– Espera, Mutou

La voz de Seto Kaiba, lo saco de sus pensamientos, por segunda vez en él día, Kaiba pudo contemplar aquellos ojos carmesí sobre los suyos zafiros, al parecer, que hicieran trabajo juntos, era la única forma para que ambos pudieran hablar de manera civilizada sin tener que recurrir a su ya existente rivalidad y sin tener muchos pájaros mirando lo que ambos hacían. Al mirar a Atem, pudo observar que tenía prisa, tal vez, yendo donde estaría Halakti, pero era muy claro para el castaño que eso no pasaría, al menos no en los próximos días que duraría el dichoso proyecto.

– Tenemos que ponernos de acuerdo sobre el proyecto de Hiryū – de nuevo, la voz de Kaiba resonó por el salón y este a su vez, no pudo evitar sonreír al ver que Atem le prestaba atención.

– ¿Qué propones Kaiba? – la voz del tricolor acompaño al silencio que se había hecho presente y una vez, la sonrisa interna de Seto se hacía cada vez más grande

 

Notas finales:

¿Alguien vio los spoilers de la película y vio el manga one-shot? ;3; ¡YO SI Y LOS AME! Realmente pensaba que me estaba saliendo Ooc Kaiba, pero al ver el spoiler y el one, realmente pensaba que lo estaba haciendo minúsculo xD

En fin, nos leemos cuando la musa quiera o que la universidad me deje tranquila de una vez ;3; esperemos que sea lo primer


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