Al pronunciar esas palabras me di cuenta que algo raro pasaba a mi alrededor se veía distorsionado, sin mucho detalle, ¿qué pasa aquí?, ¡No Mierda es un sueño!, Me levante asustado y estaba cobijado vestido y acostado en el sofá de la sala, empecé a llorar por saber que era un sueño torpe, al parecer lloré tan fuerte que Jael estaba dormido en su habitación y se levanto a ver qué sucedía, salió de su habitación y se dirijo hacía mí
-¿Qué pasa Carlos, estás bien?
Negué con la cabeza, no podía hablar, y cuando lo miré vi que estaba en bóxer porque el siempre duerme así, pero curiosamente eran los del sueño, los rosas Weekend, una simple coincidencia.
-¿Qué pasó?
-Estoy… perturbado al soñar cont…
“Toc toc” sonó la puerta de la entrada
-¿Quién?- preguntó con cara de extrañado Jael.
-Yo, traigo a tu hermana- era la voz de la abuela de Jael, que traía a su hermana.
-Yo estoy en bóxer tu abre por favor- me pidió Jael y se fue a su habitación.
Yo me levanté y fui a abrir.
-Hola mijo, que ¿no estaba Jael?
-No, era yo quien contestó- me aproveche que nuestras voces se suelen confundir- él está dormido.
-Este bien, solo dile que vine y por favor despiértalo.
-Está bien yo le digo, adiós- cerré la puerta, y invité a Renata a entrar.
-¿Estás bien Carlos? te noto triste que estabas llorando.
-Ahh si, tuve una pesadilla- que le podía decir tiene solo 9.
-Bueno no importa solo son pesadillas.
-Gracias- después se fue a su cuarto y yo me fui a la habitación de Jael.
Por accidente entré sin pedir permiso o tocar y al entrar Jael se estaba cambiando, pero en ese momento estaba desnudo, volteé mi cabeza y tape mis ojos con mis manos.
-Perdón, no pensé que estuvieras…
-No te preocupes abre los ojos, no importa, no hay nada que ocultar- agarró mis manos y las bajo de mi rostro, después se alejo un poco para seguirse cambiando- Carajo su pene era más hermoso y grande que como lo vi en mi sueño, me encanta, quiero tocarlo, besarlo, chuparlo, y muchas cosas más.
Mierda, ¿por qué él hacía esto? Sabe que me gusta y me tortura dejándome con las ganas, el se termino de vestir
-Vamos afuera, ¿va?- me dijo naturalmente como si no lo hubiera visto desnudo.
-Si está bien.
Agarró su skate y se fue primero, yo antes de salir vi su bóxer rosa, y sin arrepentirme lo tomé y lo guardé en mi mochila rápido para que nadie supiera.
Al llegar a los jardines el estaba en la cancha de bascketball patinando, cuando me vio se bajo del skate y fue hacía mí.
-¿Ahora si me vas a decir que tienes?
-Bueno mi sueño… fue contigo y sabes que para mí eso es muy triste, el saber que no puede ser verdad mis sueños- susurré apenas el me pueda escuchar.
-Hay Carlos pues no puedo hacer nada, pero por favor no llores por eso tienes a Misael, el tal vez te quiere- casi nunca menciona a Misael porque a él le cae mal pero él es mi otro mejor amigo, el cual también me gusta y los dos saben eso.
-Tienes razón pero, quiero a los dos por igual- me tiré sentado en el césped a un lado de la cancha.
-Bueno y que puedo hacer yo para no verte sufrir.
Acostarte conmigo y hacerme tuyo- pensé.
-Solamente… trata de no hacer esas cosas…
-¿Qué cosas?
-Ya sabes las cosas que haces para hacerme sufrir dejándome con las ganas, como ahora cuando te vestías.
-¿Qué?, pero no lo hago por eso, si no que te tengo confianza, ¿acaso no lo ves así tú?
-Si, y aprecio que tengas confianza en mi sabiendo que te me puedo lanzar y violarte- reí.
-Si como no, pero hablando de confianza ¿tú no me tienes confianza? o ¿por qué jamás te he visto el bóxer o algo más intimo?
-Es que me da pena el estar desnudo frente a ti, siento que no me contendré las ganas de hacerte algo.
-Pero confió en que no lo harás, por qué la amistad vale más que eso.
En la tarde llegué a mi casa un poco cansado de caminar y fui a mi cuarto para meditar cada cosas que había pasado, al parecer me quede dormido jugando videojuegos y él me cobijo, es el mejor amigo que puedo desear.
[Cambio de personaje/ Jael]
Ayer lo invité a mi casa y se quedó dormido, era mejor que lo cobijara y yo me fuera a dormir, llegué a mi cuarto y me quité el pantalón y la playera para acostarme, pero hoy me sorprendieron sus palabras en el parque, siempre que lo veo sufrir por mí me siento mal, no quiero que se sienta así por eso lo dejo verme de esa manera, desnudo, o semi-denudo así él se complacería un poco, pero tal vez es lo contrario solo lo dejo con las ganas, pero lo seguiré haciendo para que no me tenga desconfianza de mis palabras.
Estaba en la cancha de bascketball patinando y no dejaba de pensar qué haría para ver feliz a mi mejor amigo, en verdad no tolero verlo sufrir quiero hacer lo posible con él pero ¿cómo? si no soy gay como él.
Pero puedo convencer a Misael que esté con él, así estará más feliz.
Agarre mi teléfono y marque a Misael…
-Bueno, Misael soy Jael.
-Ah hola Jael.
-We necesito un favor muy grande, es sobre Carlos.
-¿Qué cosa?, dime.
-Mira hoy estaba llorando por mi culpa, al parecer en verdad quiere una relación conmigo pero yo no puedo, tú has tu mayor esfuerzo y sal con él por favor, no quiero verlo sufrir, ¿crees qué podrás?
-Esta bien, a penas a cabo de cortar con mi novia, me engaño con uno de la secundaria, así que creo que si podré si él me quiere como a ti.
-Obvio que si siempre que sale contigo llega maravillado de la vida, al parecer tú lo tratas como yo no lo hago.
-No te preocupes, en este momento voy a invitarlo al cine a ver qué puedo hacer, adiós.
-Adiós- colgué.
Creo que saldrá bien todo esto mientras tanto a hacer trucos…
[Cambio de personaje/ Carlos]
Estaba pensando justo cuando se escucho la puerta de mi casa tocar, me levanté a abrir sin saber quien era, al fin y al cabo era mi madre, nadie más venía.
-Carlos, que alegría verte, ¿puedo pasar?
No lo puedo creer era Misael, en mi casa awww la última vez que estuvo aquí hicimos cosas un tanto traviesas, nada grave solo un poquito indiscreto, me gusta estar con él, él al parecer si me quiere.
-Me da felicidad verte y tenerte aquí me hacías falta para reír en estos momentos tristes, pero ¿qué haces aquí?
-Vengo a invitarte a salir al cine, te dará gusto saber que ya corté con mi novia.
-¿Si?, que felicidad- Ahora lo tendré todo para mí.
-Bueno vámonos.
Llegamos al cine entramos a la sala y empezó la película, ni si quiera podría decir de que se trataba estuve todo el rato abrazándolo y sentirme seguro con él que también me abrazaba y me besaba la frente, era… tan tierno, como siempre. Salimos de ver la película y me llevó a un bosque a solas él y yo
-Carlos… bueno te traje hasta aquí para decirte que tu… tu… me… me… gustas, pero no estoy tan seguro, no sé qué hacer, tal vez tú sabrás que hacer para ayudarme, siempre lo haces.
-Me gustas y lo sabes así que te ayudare a saber- lo agarré fuertemente de la nuca y lo traje hasta que mis labios rocen con los suyos, empecé a besar sus cálidos y tiernos labios, hasta qué le se separó un poco.
-Creo que no necesito nada más, me gustas sin duda y quiero ser tu novio, ¿quieres ser mi novio?
-Claro… claro… que si- lo abrace y lo volví a besar esta vez más apasionadamente y él tomando control de la situación me desnudo rápido y solamente me deje llevar por sus manos el me tomaba de la cintura y me cargaba pero cuando quería metérmela no pudo, no estábamos lubricados, el me acostó en una banca y me abrió las piernas y dejo derramar su baba para que callera en mi ano y así empezó a meter su baba con sus dedos y aprovechó para tocarme, sentía muy dulce lo disfrutaba, pero de pronto erguí mi columna y solté un gemido fuerte, el maldito toco mi punto más débil y no dejaba de tocarlo hasta que tomo mis rodillas, se puso en posición y empezó a penetrarme de forma lenta pero con fuerza, luego bajaba la fuerza y aumentaba la velocidad, también era más fuerte y más rápido, era muy cambiante, probó de todo conmigo, después de una hora se empezaba a debilitar, en ese momento estaba de pie cargándome y penetrándome
-Me voy a venir, lo haré dentro de ti.
Lo besaba yo y de pronto me soltó en la banca y me golpeé un poco la espalda pero valió la pena sentir su semen en mi, nos besábamos y yo empecé a chupársela y ahora le lamí el ano para lubricarlo, después me puse en pose y se la empecé a meter, empezó a gemir como niña cuando se la metí toda, en verdad deseaba ese momento cuando lo tuviera para mí lo amo como a Jael y ese momento fue el mejor yo me vine en tan solo 15 minutos y para vengarme de él lo hice dentro de él, el gimió y yo también, caí al suelo y me quede dormido.
Amanecía en su cama atado y desnudo, no veía nada pero su olor y comodidad lo delataba, al parecer estaba jugando conmigo
-¡Misael!, ¿estás ahí?
-Si, aquí estoy- escuche su dulce voz.
-¿Por qué me tienes así aquí?
-Porque quiero jugar e invité a Jael, él solo vera.
-Hola- escuche la voz de Jael y de inmediato contraje mis piernas y torso para no mostrarme desnudo ante él, tenía mucha pena que me viera así, ¿Qué pensaría de mí?
-¿Está aquí?, pero ¿por qué?, no quiero que me vea desnudo.
-No te preocupes tienes un bóxer mío- me dijo Misael, y me di cuenta que era cierto, pensé que estaba desnudo.
-Oye Misael yo me voy a ir a casa a andar en skate, adiós y gracias por invitarme, adiós Carlos que disfrutes.
Más de lo que tu crees, aunque si fueran los dos me encantaría, ahh algún día…
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