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CUANDO EL TIEMPO QUEMA por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Es tiempo de revelaciones... las historias cruzadas de amores clandestinos, de hermanos incestuosos se enredan todavía más... pero todo gira en torno a un solo eje: Loki

¿Qué culpas lleva en su memoria? ¿Qué elecciones debe hacer?

 

Býleistr se deslizó hasta el alféizar de la ventana procurando no hacer ruido, sintiendo que sudaba en frío y que la boca se le secaba, la excitación lo ponía a temblar, junto a las ganas de volver a verlo. No era la primera vez que a hurtadillas espiaba el baño de Loki... su deseable hermanito tenía la insana costumbre de llenar una enorme tina con hielo, gastar cantidades absurdas de energía para derretirlo y dejarlo como agua templada, para entrar y darse largos baños con aceites perfumados.

 

Claro que eso lo hacía oler tan bien al día siguiente...

 

Maldecía a cada segundo que Laufey le ordenara seducirlo, enamorarlo y no simplemente ir y tomarlo por la fuerza. Pero era también que Býleistr quería lograrlo, se había impuesto el reto de lograr que Loki se entregara por su voluntad... debía ser inmensamente placentero verlo a sus pies y suplicarle amor.

 

Comenzó a masturbarse aún antes de verlo, con el aroma a maderas, el vapor tibio, los sonidos de un cuerpo chapoteando dentro del fragante líquido, su imaginación corrió y comenzó a endurecerlo... metió su mano bajo sus ropas para tomar su instrumento y comenzar a acariciarse a sí mismo...

 

Cuando miró a través de las cortinas de seda que separaban su escondite del cuarto de baño, el espectáculo superó todos sus sueños... Loki estaba ahí, metido en el agua hasta la cintura, dándole la espalda y dejando que sus largos cabellos de azabache cayeran desordenados y mojados sobre sus sensuales hombros... su rostro estaba ligeramente girado hacia su derecha, así que podía claramente ver su gesto de éxtasis... tenía los ojos cerrados, los labios entreabiertos y jadeaba suavemente... era su voz una tortura a sus oídos, porque Loki estaba haciendo claros ruidos de placer sexual... finamente ruborizado, subía y bajaba lentamente dentro del agua... Býleistr ahogó una exclamación de excitación y sacó su miembro para halarlo más duramente...

 

Casi estaba seguro que había sido descubierto, que Loki conocía cuando lo espiaba y aún así, los dos jugaban a no darse cuenta de nada...y era cuando no estaba tan seguro de resistir, lo deseaba tanto... y ahí estaba, como otras noches… solo, desnudo… autocomplaciéndose con un juguete que no necesitaba porque si Loki quería un macho simplemente ahí estaba él, erecto, ansioso... listo para poseerlo y partirlo en dos… ¡Con que gusto tomaría a su pequeño, descarado y sensual hermano! ¡Con cuánto placer lo haría gritar hasta que pidiera piedad! Lo tomaría cada noche hasta el amanecer, aunque al día siguiente ninguno de los dos tuviese fuerza para levantarse... y solo era cuestión de decidirse... ¿Quién se lo impedía? ¿La órden de Laufey? ¿Desde cuando le importaba una indicación del Rey?

 

Pero no lo hacía... Býleistr no se daba cuenta de como estaba comiendo de la mano del pelinegro, igual que un manso cordero...

 

Loki aumentó el volumen y la cadencia de sus jadeos… sin dejar de subir y bajar... sin dejar de hacer ruidos con el agua y por supuesto... sin ocultar su rostro de su hermano mayor... Býleistr explotó caliente y abundante entre sus propias manos… empapado de sudor, deseoso de hacerse presente y recriminándose como una vez más, no tuvo el valor de al menos hacerse presente y decirle que dejara en paz el juguete sexual… que él lo complacería como y cuantas veces quisiera… que estaba totalmente loco por su amor y que lo único que deseaba en el universo era que lo aceptara como su amante...

 

-Se fue...- dijo una voz en un susurro.

 

-¡No sé si puedo seguir haciendo esto por más tiempo!- murmuró Loki también en voz muy baja, cayendo entre los brazos de su verdadero amante.

 

-Bueno... darle este espectáculo fue tu idea y a mí me parece que te diviertes haciéndolo...

 

-¿Y… no te diviertes tú?- replicó, sonriendo de medio lado con picardía.

 

En respuesta, Thor encajó su miembro de golpe y hasta el tope, haciendo que el gesto de Loki se transformara. Comenzó a embestirlo con fuerza, esta vez sujetando sus hombros para permitir que su cópula fuese placentera para los dos... No importaba que hacía ya varios minutos el agua se quedara fría, con sus movimientos bastaba para ponerla a hervir si era necesario. El rubio prácticamente se montó sobre el menor para poder devorarle el cuello, morder las orejas ligeramente puntiagudas y seguir acariciando el propio centro de su adoración.

 

-Encuentro un cierto placer pervertido al verle masturbarse por ti... – gruñó, dejando de entrar y salir para quedarse encajado y comenzar a moverse en suaves círculos- Pensar que gracias a tus trucos el pobre Býleistr no puede verme y ni siquiera se imagina que no es un juguete el que usas, sino mi cuerpo...

 

-Admite que es un gran truco...- jadeó el pelinegro, sonriente.

 

-Lo es... pero es peligroso, querido mío... muy peligroso...

 

-¿Y cómo crees que me siento al leer en sus ojos asquerosos la lujuria que despierta cuando lo tengo cerca? Cada noche me insinúa que le gusto y que quiere acostarse conmigo, dice que solo le basta desearlo para obtener de mí todo, que para eso es que me mantengo con vida y comodidades en Jötunheim... ¿Cuándo nos vamos, Thor? ¡Dime cuando! Ya no quiero seguir soportándolo un día más.

 

-Heimdall solo tendrá una oportunidad de abrir el portal en la media noche de la luna nueva... Y debemos estar ahí a tiempo… al pié de la montaña hendida.

 

Loki estiró el cuello para besar a Thor en los labios… lengua a lengua recomenzaron el vaivén hasta llegar juntos al orgasmo. Terminaron a tiempo para que el agua no se convirtiera en hielo, secarse y vestirse. Estaban juntos, llevando a cabo su arriesgado plan.

 

Y enamorados.

 

-¿Por qué te me quedas viendo tanto? ¿Tiene algo malo mi cuerpo?

 

-Te amo con tu nuevo cuerpo tanto como te amo con el anterior... y no comiences a decir que eres un monstruo de piel azul... te lo juro por lo eterno, Loki... adoro y venero cada milímetro de ti, cada tatuaje, cada pliegue y cada uno de tus cabellos...

 

-Eso es porque eres un rubio tonto y desabrido, yo soy más interesante.

 

-Tal vez... pero este rubio tonto y desabrido te va a sacar de este cubo de hielo muy pronto...

 

-¡No me pongas esa carita, cariño! Sabes que juego cuando te lo digo. Imagínate si no correspondiera a tu amor... no estaría aquí arriesgándome a ser el concubino de un Jötunn violento e irracional mientras preparamos el gran escape...

 

***

 

No era lo mismo llegar de incógnito, viajar escondido en caravanas errantes, permanecer invisible frente a los propios ojos de los Jötnar gracias a la magia de su compañero y jugar con los instintos lascivos de Býleistr que intentar salir de Jötunheim llevándose consigo a Loki, a Balder, a Helblindi y a Lander… eran una multitud de personas que además, eran prácticamente toda la familia real del mundo de hielo… su desaparición sin que nadie se diera cuenta era prácticamente imposible. Pero Thor estaba dispuesto a llevar a cabo tal empresa… Había roto con su padre y arriesgado todo para salvar a Loki, pero después de encontrarse a Helblindi y hablar con él, lo pensó mejor y propuso al hijo de Laufey que escaparan con ellos.

 

Helblindi no deseaba, bajo ningún concepto, abandonar a su padre y su mundo... solo una enorme razón podía motivarlo a escapar. Y por supuesto, la promesa de que en Asgard tal vez pudieran ayudar a Lander era suficiente. Su cuñado entonces y su hijo... estaban practicamente a bordo. Balder no era tan sencillo de convencer… escapar de Jötunheim significaba, entre otras cosas, renunciar a ser el Príncipe consorte del futuro Rey.

 

-Te amo, cariño...- murmuró Loki, cambiando de posición para seguir durmiendo recostando su cabeza sobre el poderoso pecho.

 

Thor se derritió de amor al verlo, al escucharlo, al sentirlo completamente abandonado entre sus brazos... pasó amorosamente su mano entre la sedosa y negra cabellera y dibujó con la punta del dedo el delicado perfil… la recta nariz, los delgados y altivos labios, los párpados cerrados y temblorosos… ¡Cielos dorados de Asgard! No podía arriesgarse a perderlo… solo tendrían una oportunidad, tenía que asegurarse que todo saliera a la perfección... porque entonces, cuando estuvieran al otro lado de la frontera, libres y a salvo, podría decirle a Loki que cumpliría con toda alegría la parte del pacto que Laufey había traicionado...

 

-“Como Rey de Asgard y Padre de Todo, hago público y conocido, que la relación que existe entre Thor Odinson y Loki Laufeyson jamás ha sido incesto. Que los dos descienden de sangres reales diferentes entre sí, siendo Loki el vástago del noble Rey Laufey Ymirson de Jötunheim y por quien ahora, exento de toda sombra de falta, de castigo y de sospecha al amor que los ha unido. Es mi voluntad que Loki Laufeyson regrese a la casa de su padre, siempre y cuando, al cumplir el cometido para el cual es requerido, quede estipulado el término del plazo de compromiso y pueda entonces contraer nupcias legales y bendecidas con mi heredero, mi primer nacido, Thor. Y así quede legalizada y santificada su descendencia, Donnar Thorson Lokison, primer príncipe de la estirpe de Thor…”

 

Loki lloró mucho cuando Thor le mostró aquel manifiesto... esa había sido la condición de Odín para permitir su regreso a Gastropnir... formalizar con aquel a quien amaba. Al final, su padre adoptivo sí tuvo una buena razón para enviarlo con los gigantes de hielo, aunque en sus modos soberbios no se tomara la molestia de explicarle. Odín deseaba que se unieran y por eso, su reacción no fue devastadora cuando supo que estaban enamorados... el problema residía en que el Padre de Todo creía que Donnar era el hijo sanguíneo de Thor.

 

-“¿Qué va a pasar cuando Odín se entere que tú no eres el padre de Donnar?”

 

-“No tiene por qué enterarse, Donnar es mi hijo y lo amo como tal, seré feliz si él se convierte en mi descendencia legal...”

 

-“Su verdadero padre puede reclamarlo y romper su tranquilidad, el hermoso futuro que le ofreces. Los sueños del Rey de Asgard cambiarían radicalmente si se entera que yo... he tenido a ese hijo con otro.”

 

-“Entonces primero nos aseguraremos que ese cobarde no hable... Loki, si tu confiaste en el amor de alguien más y te traicionó, si piensas que en el futuro puede regresar y chantajearte de alguna forma. Entonces dime el nombre de él y yo veré la forma de obligarlo a callar.”

 

Y a pesar de haberle dado pié para que confesara, para que Loki revelara el nombre del padre de su hijo… el pelinegro prefirió seguir guardando silencio… no por lealtad, sino por la más absoluta de las vergüenzas; era realmente complicado, no iba a ser sencillo obligarlo a callar y definitivamente, ese no era el momento para confrontar a los hermanos por su mera culpa.

 

Thor no quería facilitarle la confesión, a pesar de que conocía al culpable, prefería que su nombre brotara voluntariamente de los labios de Loki, que su amado tuviese la confianza de que al enterarlo, buscarían juntos una solución. Pero el de cabellos azabache prefirió darle la espalda y cerrar los ojos para ya no hablar… No estaba exento de celos su malestar al no lograr que hablara, pensó que en un lugar de su corazón, Loki todavía guardaba alguna clase de sentimientos por Balder y eso laceraba su corazón.

 

-Descansa amor mío- le respondió el rubio, besando su frente.

 

-Thor…

 

-Dime...

 

-Helblindi te pidió que solo rescatáramos a Lander ¿Verdad? Te pidió ayuda para su pequeño hijo... Por eso no escapamos aquella noche... quizá siendo solo nosotros dos, con tu martillo y tu fuerza, con mi magia, hubiésemos llegado a la frontera y pedido ayuda... pero quedarnos... fue por otro motivo...

 

-Helblindi solo desea que nos llevemos a Lander, tienes razón, solo quiere salvar al niño... pero eso significa de alguna forma dictar una sentencia de muerte sobre él y mi hermano, quedando acusados de alta traición. Quizá sea débil y enfermizo... pero Lander es toda la descendencia legal de Laufey, el único que puede asegurar la sucesión.

 

-Cariño, te dijo algo más... ¿No es verdad?

 

-No... no me dijo nada más. Por el contrario, lo convencí de no abandonar a Lander y de huir con nosotros.

 

-No me mientas... Yo soy el mentiroso aquí, Thor Odinson no sabe decir mentiras...

 

-Si me conoces tan bien, dime tú entonces que otra cosa podía decirme Helblindi. ¿Algo sobre su matrimonio con Balder? ¿Otra cosa?

 

Loki tenía el temor de que Helblindi supiera algo sobre la paternidad de Donnar, pero arrepintiéndose de volver a atraer el tema, cortó abruptamente la conversación.

 

-No veo la maldita hora de abandonar este lugar... no soporto vivir más aquí, ni andar semidesnudo, ni comer carne cruda y congelada... ¡Duérmete ya y no me molestes!

 

Thor se rió de buena gana. Loki se salía por la tangente.

 

***

 

-¿Escuchaste?- susurró Loki, sobresaltado, despertando de golpe a mitad de la noche.

 

Thor abrió los ojos y se alertó, creyó que alguien había entrado en la alcoba y que estaban a punto de ser descubiertos. Al ver a su compañero levantarse y vestirse a toda prisa, pero sin que nadie estuviese abriendo las puertas, arrugó el ceño y se preguntó a qué se refería Loki.

 

-¿Son ruidos allá afuera?

 

-Son voces... son voces alteradas...- agregó el menor, abriendo su ventana con cuidado.

 

-Yo no escucho nada...

 

-Lo percibo... es una discusión violenta... ¡Es Balder, cariño! ¡Balder está sufriendo!

 

-¿Balder? ¿Cómo es que tú te enteras de eso?- cuestionó el rubio, un poco regresando a sus celos.

 

-Debemos ir... debemos acudir o será asesinado... ¡Por favor, Thor, por favor!

 

Thor aceptó, siempre cedía a lo que su adoración quería hacer... y la verdad, que estuviera tan pendiente de Balder no le sentaba nada cómodo, pero era su hermano también. Y Loki percibía que se encontraba en riesgo, así que no podía darse el lujo de resistirse por celos tontos. Antes de salir, el Dios del Trueno se puso la túnica parda que distinguía a la servidumbre de la familia real y su apariencia física cambió... la magia le daba el aspecto de un habitante selvático, de piel morena y cabellos negros y crespos.

 

Corrieron por los helados pasillos hasta llegar a las habitaciones de los Príncipes. Ahí encontraron una inesperada escena: Býleistr y Balder se estaban enfrentando debido a que el primero había sido sorprendido mientras sostenía relaciones sexuales con Helblindi.

 

La llegada sorpresiva de Balder descubrió la infidelidad y el incesto. Helblindi se resistía con poco éxito, pero de alguna manera tampoco estaba gritando por ayuda, lo que de inmediato desató la furia del esposo engañado. Sin embargo, Býleistr tuvo el cinismo de retarlo y de burlarse de su matrimonio, asegurando que no era la primera vez que saciaba sus deseos con su propio hermano.

 

El orgullo, el honor y el amor de Balder estaban salvajemente heridos y aunque el Jötunn intentó retirarse tranquilo, como si no hubiese cometido falta alguna, el ofendido no se lo permitió, iniciando una discusión acalorada que estaba a punto de terminar en pelea... y en tragedia...

 

Thor impidió que Loki se entrometiera, comprendió que era una cuestión de honor que solo su hermano podía solucionar. Así que detuvo al pelinegro atenazando su brazo.

 

-Estás arriesgando tu vida, Asgardiano... en esta casa mi voluntad manda y mi deseo se cumple…- amenazó Býleistr, empuñando una daga de hielo para evitar que Balder volviera a tocarlo, pues lo detuvo por el hombro para evitar que se fuera- Si decido tomar a mis hermanos para mi placer, lo haré... a cualquiera de los dos en adelante, y nadie puede oponerse...

 

-Te atreves a someter a mi esposo, lo difamas... debes responder por el honor de mi casa, maldito degenerado...

 

-Yo no he difamado a nadie... Helblindi ha sido mío desde años atrás, antes que lo desposaras y después también…- se mofó el Jötunn, con una mueca de satisfacción- Solo pregúntale con quién ha engendrado a sus hijos...

 

Helblindi hizo un gesto de desmayo al escucharlo... su gran secreto, la vergüenza con la que vivía y por la que era sometido a los ataques de su hermano mayor, había sido revelado. Todos quedaron paralizados al escuchar al hijo de Laufey, que se echó a reir al notar la conmoción que había creado.

 

Balder negó con un movimiento de cabeza ¿Hasta dónde era capaz de llegar aquella mentira? ¿Hasta dónde la prepotencia y el cinismo de aquel infeliz podía destrozar el honor de su matrimonio?

 

-Retráctate de lo que has dicho… ¡retráctate!

 

-No voy a hacerlo... Se me ha prohibido tener hijos legales, bueno... Yo encontré la forma de tenerlos en la clandestinidad. Y con el heredero he procreado… ¿Puedes ahora ahogar a esa débil criatura que has salvado de la muerte varias veces? No es tu hijo… ES MÍO… igual que el otro, el que murió al nacer...

 

-¡Mientes!- exclamó Balder, atacando a su cuñado.

 

Los dos se trenzaron en una dura pelea, Balder se sintió herido, traicionado por su esposo y dolido ante el descubrimiento de que sus hijos no le pertenecían. Atacaba con toda su habilidad y eso compensaba un poco la enorme fuerza del gigante de hielo, que se defendía a manotazos y lanzando de cuando el cuando, terribles cuchilladas en espera de acertar a su ágil adversario.

 

Loki tenía el rostro descompuesto, observaba la pelea con evidente angustia, mientras vigilaba cada uno de los gestos y las reacciones de Helblindi. ¿Qué podía estar sucediendo en su corazón? ¿Qué sentimientos estaban presentes ante las terribles noticias de esa medianoche? Thor también observaba con el corazón sangrando... Las continuas confesiones de su amor hacia Loki al parecer, no terminaban de extinguir lo que el menor sentía… le daba rabia, celos... impotencia… Al parecer ni siquiera se había dado cuenta que cuando el gigante mencionó su deseo de tomar a sus dos hermanos, Balder solo defendió a su esposo y no hizo la menor referencia a Loki.

 

Finalmente Býleistr hirió a Balder. Su tamaño y fuerza se imponían a pesar que el guerrero también era fuerte y hábil, sin embargo, tenía la visión nublada por el dolor y eso lo hizo vulnerable ante los ataques del Jötunn. La daga helada se enterró varias veces en el abdomen y el pecho del asgardiano, provocando un abundante sangrado.

 

-¡Ya basta! ¡Basta!- gritó Helblindi, arrojándose sobre el cuerpo de su esposo y recibiendo también una herida en el costado.

 

Thor ya no pudo sujetar a Loki, que se retorcía intentando escapar desde varios minutos antes. Finalmente se liberó del agarre del supuesto servidor para ir y colocarse también entre Býleistr y los heridos, colocando una barrera mágica que los puso a salvo de momento.

 

-¡Quítate!- gruñó el Jötunn, golpeando y haciendo cimbrar la barrera que Loki había interpuesto- ¡Quítate he dicho! ¡No te atrevas a estorbarme!

 

-Piensa lo que haces, hermano... no puedes seguir comprometiéndote de esta forma…- le dijo, intentando sonar suave y conciliador, pero solo logrando que Býleistr se mostrara más irritado.

 

-¡Tú, guarda silencio!- exclamó el otro, golpeando con más furia- ¿Crees que provocarme no tiene consecuencias? ¡Tú tienes la culpa! ¡Descarado! ¡Exhibicionista! ¡Tú eres el culpable de que buscara desquitar mi calor con alguien más! ¡Debí tomarte a ti! ¡A ti que eres mi juguete nuevo!

 

Sosteniendo lo más que podía la barrera de energía, Loki se volvió a ver lo que su supuesto sirviente hacía para revisar a los heridos.

 

-¿Cómo están?

 

-Muy graves... deben ser atendidos con urgencia...- respondió Thor, bajo su disfraz de sirviente, preocupado, pero con voz tranquila… si su hermano moría, al menos había sido defendiendo su honor. Helblindi en cambio, le causó una sensación entre asco y compasión.

 

Justo en ese instante, Thor recibió la ayuda de algunos guardias que se acercaron al escuchar el estruendo de la pelea. Entre todos se dispusieron a trasladar a Balder y su esposo hasta el área de los curanderos.

 

-Está bien, Loki... si eliges salvarlos… entonces puedo disponer de la vida de mi cachorro- espetó Býleistr, hablando entre dientes y dirigiéndose sin dudarlo hacia la alcoba donde Lander lloraba desconsoladamente, parado en la puerta, atestiguando la terrible escena.

 

-¡No! ¡No lo hagas! ¡Detente!

 

Las suplicas de Loki fueron inútiles, Býleistr tomó al niño por el cuello, como si fuera una frágil hoja de papel y silenció su llanto, apretando para que dejara de respirar... si usaba solo un poco más de fuerza, sin duda le rompería el cuello como a un polluelo recién nacido.

 

Thor abandonó a Helblindi en manos de los guardias cuando vió lo que el Jötunn se disponía a hacer… corrió hacia el gigante y lo derribó de un impulso, provocando que soltara al niño, el cual fue rápidamente protegido por Loki y colocado de nuevo tras la barrera de magia.

 

-¿Cómo te atreves, infame esclavo?- gritó el agresivo Jötunn, levantándose a toda prisa y lanzándose hacia el supuesto sirviente, menospreciando su ataque al no tener idea de quien se trataba en realidad. Intentó asestarle las mismas heridas que a los otros, con la daga manchada de sangre, pero Thor no era ciertamente lento en sus reacciones, al ver el arma golpeó el antebrazo con tanta fuerza que fracturó la mano que la empuñaba. Býleistr aulló de dolor.

 

-¿Te sientes todavía invencible?- lo desafió, fingiendo la voz- Enfréntame a mí y no a un indefenso niño...

 

La nueva pelea inició, de verdad el gigante era difícil de controlar una vez que se desataban sus instintos. Y en esta ocasión, no contaba con la destreza del sirviente, que no solo había inutilizado su mano derecha, sino que esquivaba los golpes, las cargas y hasta las mordidas que el Jötunn le lanzaba, lleno de furiosa desesperación. El sirviente era varias veces más hábil y fuerte que Balder, y tenía tanto rencor hacia Býleistr que fácilmente pudo hacer con él, lo que pretendía hacerle a Lander... es decir, romperle el cuello, tras dejarlo embestirlo un par de veces, se lanzó hacia él enroscando sus fuertes piernas precisamente en el cuello de bilgsnipe del otro, obligándolo a tocar suelo con la espalda y cortándole la respiración.

 

-¡Suficiente!

 

La voz majestuosa e imperante del Rey Laufey, que por fin aparecía, cimbró a todos. Loki cesó de colocar su magia como barrera y corrió hacia su sirviente, rogándole que no se arriesgara a ser descubierto. Thor soltó a Býleistr y recibió un par de golpes de desquite furioso antes que el soberano detuviera la mano de su vástago y le impusiera orden tan solo con una mirada.

 

La obediencia del Jötunn puso de manifiesto hasta que grado era dominado por su padre.

 

-Helblindi… y Balder... Majestad… Padre mío...- suplicó Loki, arrojándose a los pies del Rey- ¡Que reciban ayuda, por favor! ¡Por favor!

 

***

 

El Rey Laufey animó a su vástago más joven a que siguiera adelante... lo empujó ligeramente y Loki entró a la oscura, helada y húmeda mazmorra. El aroma a encierro era indescriptible, jamás había estado en una prisión de Jötunheim, se sintió profundamente impresionado por las pobres criaturas que yacían muertos en vida en aquella podredumbre, famélicos, desesperanzados...

 

-¿Por qué Býleistr fue arrastrado a un lugar tan indigno como este?- preguntó en un susurro, escuchando la risita burlona de su padre.

 

-Era la única forma de contenerlo... Generalmente un par de días acá abajo lo calman, pero ahora sigue como un loco, si desatamos sus cadenas, de inmediato intenta hacerse daño o hacérselo a los guardias...

 

-¿Y yo seré su siguiente bocado?

 

-Tú lo vas a calmar, mi querido hechicero... y bastante bien sabes como hacerlo...

 

Laufey no ignoraba el deseo que su primogénito sentía por su hermano menor, y al parecer no sentía tampoco el mínimo remordimiento por utilizarlo como su último recurso para calmar su carácter ingobernable y psicótico.

 

-Por cosas como esta Býleistr no puede ser el Rey...- murmuró Loki, preparando sus mejores argumentos para enfrentar al Jötunn- Ahora comprendo tantas cosas...

 

El enorme y descontrolado gigante de hielo permanecía quieto, sentado sobre el suelo de la celda, sujetado de las muñecas y los tobillos a enormes y brillantes cadenas que Loki supuso estaban elaboradas con uru, el único metal tan resistente como para lograr contener el enfado del Jötunn. Býleistr tenía cuatro días sin tomar alimentos, las heridas de los golpes propinados por su pelea con Balder y después con Thor, disfrazado de sirviente ni siquiera habían sido limpiadas… además, mostraba nuevas heridas en la piel que tocaba sus grilletes, demostrando con cuanta fuerza había intentado liberarse sin lograrlo.

 

Loki se acercó lentamente, llevando entre las manos un cuenco de líquido antiséptico, lienzos secos y limpios, un envase de analgésico y agua para beber.

 

-¡Lárgate!- gruñó el gigante, sin levantar la mirada- Lárgate de mi vista...

 

-Hermano... Solo quiero ayudarte... Me preocupas...

 

-¡Largo!- volvió a gritar Býleistr, volviendo a moverse en forma tan violenta que sus heridas comenzaron a sangrar- Te odio, te odio a ti, a mi padre, a mi perfecto hermano… ¡No son ustedes la mala semilla! ¡No son ustedes los malditos que tienen prohibido ser felices!

 

Loki lo miró con compasión... su hermano sufría... se daba cuenta que por muy endurecido que fuera el corazón de cualquiera, todos llevaban una herida sin sanar que los obligaba a actuar así. Y la de Býleistr no era menos dolorosa que la suya… también era un hijo menospreciado... atado y subyugado a su Rey y progenitor... sin esperanzas de ser libre, de poder llevar las riendas de su vida como mejor le apeteciera...

 

-Te comprendo más de lo que crees... recuerda que Odín me engañó, toda mi vida me hizo creer que era su hijo y que yo valía menos que los otros dos...

 

-Ahora que conoces mi miseria, deberías despreciarme.

 

-Pero no lo hago... todo lo contrario- murmuró Loki, tomándolo de la mano sin dudarlo. Tembló esperando una reacción violenta, pero Býleistr permitió que lo tocara y que comenzara a humedecer sus heridas para limpiarlas- Yo sé que las llagas de tu cuerpo duelen menos que las de tu alma... somos parecidos, muy parecidos, pero tú tienes que decidir tu vida, tienes valor, tienes motivos... hazlo sin remordimientos.

 

-Helblindi me amaba... ¡Me amaba, Loki! El era mi motivo... Por eso aceptó casarse con ese asgardiano y fingir, así podríamos intentar tener un hijo y comprobar que la maldición lanzada por las Nornas no era correcta, pero con el tiempo todo cambió... ahora está enamorado de su esposo, aunque se lleven mal, aunque lo maltrate…

 

-¡Oh, hermano! Las Nornas no lanzan maldiciones, solo te permiten atisbar con el oráculo parte de tu futuro… y no siempre es inevitable, te permiten verlo para que lo cambies a tu favor.

 

-Eso quise hacer... probar que puedo ser Rey y tener descendencia legítima...

 

-¿Y los hijos... en verdad son tuyos?

 

-Lander lo es... y el cachorro que murió al nacer… la hembra no es mía, Helblindi la engendró con el otro, para demostrarme que no le interesaba más mi compañía, ni mi amor... Aún así, volvió a embarazarse de mí, en un arrebato de celos... y el niño murió...

 

-Pero la niña, Talvi... ella también enfermó y murió... ¿No es cierto?

 

-Talvi es hermosa como la nieve, de cabello blanco y ojos de fuego... heredó el color de la piel de Helblindi y la belleza de los Aesir... pero yo creo que no ha muerto. Eso es lo que Laufey quiere hacerles creer a todos, pienso que la esconde en algún sitio... Nadie vió su cuerpo, nadie pudo decir la causa de su muerte... Esa niña puede estar viva en estos momentos y será usada sin duda en algo que beneficie a la corona.

 

Afuera, Laufey esperaba que se escuchara estruendo y quizá gritos... pero después de una hora de espera, ordenó a uno de los guardias que entrara y se informara de lo que estaba sucediendo. El guardia salió casi de inmediato y comunicó al soberano que “el Príncipe Loki solicitaba los alimentos de inmediato para su hermano”

 

Cuando se decidió a ver con sus propios ojos lo que realmente sucedía, encontró una escena a la que no terminaba de dar crédito: Loki y Býleistr compartían un largo beso labio a labio, el mayor de sus hijos rodeaba como podía la cintura del menor, arrobado por el sabor de sus labios y el aroma de su cuerpo. Un cierto placer recorrió al soberano de pies a cabeza, finalmente, su plan de que ambos se unieran sin violencia parecía dar resultado… pero ¿Por qué el repentino cambio de Loki? ¿Había olvidado ya al hijo de Odín, al que supuestamente amaba?

 

***

 

Fueron los siguientes días muy duros para todos los involucrados... Balder se estabilizaba, pero su vida todavía seguía comprometida por las graves heridas recibidas en el tórax. Los Curanderos hacían todo lo que estaba a su alcance para que no muriera. Su fuerza y sus deseos de recuperarse sin duda ayudaban mucho, el Príncipe consorte se negaba a rendirse y libraba su propia batalla para sobrevivir.

 

Helblindi estaba a salvo, la herida no fue de cuidado y su recuperación era un hecho… a pesar de todas las recomendaciones, el Jötunn no se separaba de su esposo. Quería cuidarlo, quería hacerse perdonar, porque su grave pecado estaba ya expuesto y quizá marcaría el fin de su relación... y si así era, lo aceptaría, pero cumpliría con su deber de pareja y su deber de amor, cuidaría del valeroso guerrero hasta que pudiera decidir por sí mismo.

 

Laufey estaba satisfecho de lo que veía: Býleistr recobraba la calma y por vez primera, parecía tener un compañero que lo comprendía y que lograba amansar su carácter voluntarioso y explosivo. Incluso, el soberano llegó a pensar que sí, que podía burlar al oráculo e intentar que su primer nacido y su hijo antes despreciado tuvieran juntos un hijo… Loki podía darle uno sano y fuerte, uno que asegurara la sucesión y que por fin, su trono estuviese retenido para su familia. Porque Loki y Býleistr caminaban juntos, se veían contentos y al parecer, el amor estaba brotando entre ellos.

 

Además, Loki cuidaba a Lander tan bien… que el niño parecía otro, se le veía más activo, mas inquieto… comía mejor, dormía sin interrupciones y además, se estaba encariñando mucho con los cuidados de su verdadero padre y de su tío... sin saberlo, de nuevo la sangre llamaba a la sangre. Cuando Lander tuviera edad suficiente, entonces le sería revelado su origen y podría ¿Por qué no soñarlo? Ser coronado como el futuro Rey, saltándose el tedioso deber de elevar a Helblindi o a Býleistr, sin disputas ya que el niño era hijo de ambos, aceptarían su voluntad y un nuevo Rey abriría un glorioso capítulo para el mundo de los hielos eternos… eso o por supuesto... un hijo nacido del hechicero y el primogénito...

 

-¡Tantas cartas para jugar!- exclamaba Laufey frotándose las manos con orgullo- Y todas a mi favor...

 

Býleistr y Loki reían mientras hablaban en voz muy baja, el pelinegro caminaba tomado del brazo del mayor, dedicándole la mejor y más hermosa de sus sonrisas. Ante la complacencia de todos, la pareja parecía obtener la aceptación de los aristócratas, de la realeza y muy pronto, de los nueve reinos… porque el compromiso merecía celebrarse por todo lo alto.

 

-Hasta mañana, hermano...- dijo Loki, besando ligeramente la mejilla de Býleistr.

 

-¿Cuándo me permitirás dormir a tu lado?- gruñó el mayor, apretándolo con ambas manos entrelazadas en su cintura- Me vuelves loco... hasta olvido la fractura de mi muñeca, si puedo abrazarte así...

 

-Que tonto eres...- rió Loki, escabulléndose y entrando en su alcoba, cerrando la puerta tras de sí.

 

-Vendré por ti al amanecer... debemos ir al río, te enseñaré a pescar con lanzas de hielo… los peces que logremos pescar harán la comida más exquisita… solo se pueden conseguir unos pocos días en el año y vale la pena acudir muy temprano para obtenerlos- anunció el Jötunn, pegándose a la puerta.

 

-¡Te esperaré listo y a tiempo!- exclamó Loki, al otro lado.

 

Býleistr suspiró, sin poder ocultar la sonrisa en su rostro... permaneció frente a la puerta de Loki por algunos instantes y después se encaminó a sus propias alcobas.

 

Pero Loki no estaba del todo tranquilo...

 

Apenas cerró la puerta, la sonrisa se borró de su rostro y miró con cautela al sirviente... la magia cesó su efecto, dejando ver a un gruñón Thor, cruzado de brazos, esperándole y contando los minutos que pasaba al lado del hijo de Laufey.

 

-¿Lander está dormido?- preguntó, cambiando su apariencia también por la de siempre, por la del pálido Aesir de cabellos negros y ojos hermosamente esmeraldas- ¿Te molesta algo, cariño?

 

-Me molesta que ese te toque...

 

-No le he permitido sino un par castas caricias... pero no me reproches, acordamos que era necesario mientras el tiempo de marcharnos llegaba.

 

-Pues entonces, me alegro que hoy sea noche de luna nueva. Partiremos dentro de dos horas...

 

Loki asintió, mientras un escalofrío lo recorría de pies a cabeza. Preparó a Lander para el viaje... mientras despertaba al pequeño y lo arropaba lo mejor que podía, pensaba en todos los oscuros secretos que en tan poco tiempo le habían cambiado la forma de ver la vida... pensaba en el dolor de Helblindi al desprenderse de su amado hijo, dolor que él mismo ya conocía... pensaba en la rabia y la humillación de Balder, pensaba en la arrogancia de Laufey y en el dolor de Býleistr... pero en lo que más pensaba era en el amor de Thor…

 

El rubio lo era todo en su vida… su corazón, su amor, su alma entera... detestaba lo que estaba a punto de suceder, pero todas sus decisiones ya estaban tomadas.

 

La noche no estaba tan helada como pensaba, de hecho, la luz que se filtraba por las nubes de hielo la hacía una de las más hermosas y luminosas que recordaba. No era bueno que hubiese tal resplandor, pero ya no había opción... Lander preguntaba incesantemente por sus padres y por su tío Býleistr, Loki terminó por decirle una mentira: “Ellos nos están esperando, pero necesitamos salir temprano para llegar y tener mas tiempo para pasear...”

 

Aquello pareció consolarle un poco... Lander dijo que estaba contento de que sus padres ya no estuviesen con los Curanderos, quería volver a verlos y quería pasear con ellos. “¿Quieres volver a ver a Donnar? Quizá lo veas muy pronto…” Lander exclamó emocionado… por supuesto que quería volver a ver a su primo, con él se había sentido contento y fuerte la última vez, y jugaron muchas horas bajo un tibio, desconocido y delicioso sol... “Cuando lo veas… dile que lo amo… con todo mi corazón…”

 

La nieve comenzó a caer, la temperatura bajó y los cristales de hielo laceraban el rostro, así que Loki se embozó en su capa de pieles y cubrió al niño para evitar que se lastimara. Thor se puso al frente, llevaban casi la mitad del camino hasta el pié de la montaña hendida.

 

-Hace mucho frío...- dijo Lander, con voz débil.

 

-Ya casi llegamos, pequeño... ya casi… sé fuerte...

 

-Dame a Lander... creo que le daré más calor dentro de mi capa...

 

Loki obedeció, pegándose a las espaldas del rubio para evitar que el viento helado le diera de lleno en la cara. Con su forma Aesir, el ojiverde era mucho más sensible al frío que como un gigante de hielo.

 

Caminaron durante tres horas… llegando al punto establecido con solo unos pocos minutos de adelanto. Solo era cuestión de esperar y se largarían de Jötunheim para siempre.

 

-Todo este embrollo me tiene mal... ¿Qué se supone que diré a Padre cuando se entere que Balder casi muere? ¿Cómo justificaremos el secuestro de Lander?

 

-Yo tomaré la culpa de todo... al final, nos llevamos al niño casi por mi insistencia, y si algún mal cae sobre ti... es algo que no me perdonaría...

 

-Bueno, querido… padre no está precisamente feliz conmigo, cualquier mal momento lo afrontaremos juntos. Además ¿Qué nos impediría dar por concluido el plazo de compromiso? Si Laufey rompió sus propios acuerdos, bien podemos nosotros romper los que otros impusieron en nuestra ausencia.

 

Loki miró a Thor con orgullo... realmente había mucho amor en su corazón y era absolutamente correspondido.

 

-Thor... ¿Me amas?

 

-¿A qué viene esa pregunta? Mira todo lo que hago por ti... entregaría la vida por ti... ¿Tienes alguna duda de que eres mi adoración, lo que más amo y amaré?

 

-Solo quise escucharlo... me gusta tu voz cuando me lo repites... y escucharte me hace decirte que te amo también... Y que nunca, nada cambiará el sentimiento de mi corazón. Gracias por amarme, Thor… gracias por confiar en mí...

 

-Loki, no debes agradecer eso... estamos juntos, como debe ser...

 

Ambos sonrieron, quizá quedaba tiempo para darse un último beso antes de viajar, pero el sonido de un trueno retumbó en los cielos, y un destello de luz los cegó momentáneamente.

 

-¡El portal!- exclamó Loki, llenando sus ojos de angustia- Thor... el portal se abre... toma a Lander…

 

-Vamos, entra ahora- dijo el rubio, tomando al niño y halando de la mano al menor- ¡Casi estamos a salvo!

 

Thor se estremeció al sentir la resistencia del ojiverde... se volvió a mirarlo con angustia y vió su rostro transfigurado. En un instante, Loki pasó del más profundo amor a un inexpresivo y gélido gesto.

 

-Yo no te acompañaré- declaró, volviendo a tomar la forma Jötunn- Mi deber está aquí... con mi familia...

 

-Loki, no juegues...- rabió Thor, urgiéndolo a entrar- Es demasiado riesgo que hagas eso ahora.

 

Pero Loki retrocedió un par de pasos, y cuando Thor intentó ir y regresarlo por la fuerza dentro del área del portal, se detuvo en seco... tras Loki apareció no uno, sino al menos una docena de gigantes, rodeando al hijo menor de Laufey y amenazando a Odinson.

 

-Tienes una opción, marcharte o quedarte y enfrentar mi ira- exclamó entonces Býleistr, apareciendo tras Loki y rodeándolo con el brazo sobre los hombros, con un gesto posesivo.

 

-¡Loki! ¿Qué sucede?

 

-¿No puedes verlo?¿No puedes?- dijo Loki, iniciando con voz firme, pero con un ligero matiz de emoción al final, que sin duda le impidió- Es lo que hay...

 

-Ahora dame a mi hijo- agregó el Jötunn, extendiendo el brazo en forma decidida para alcanzar a Lander- Es mío, no es de nadie más que mío... me pertenece por derecho...

 

Loki abrió los ojos enormes y suplicantes, esperando que el rubio comprendiera que más allá de todo lo que estaba sucediendo, Lander debía abandonar Jötunheim y una muerte segura.

 

Thor entró al haz de luz, sin darle oportunidad a Býelistr de tomarlo y sin dejar de mirar a Loki. Un lastimero “ahora, Heimdall” salió de sus labios, firme, potente... pero una lágrima traicionó su mirada de zafiro cuando el haz de luz lo elevó fuera del mundo helado… no hubo un solo reproche hacia Loki, ni tampoco una palabra de amor o desamor. Sencillamente, Thor se había ido... con Lander... y sin él...

 

La luz desapareció, dejando el tatuaje rúnico pintado en el suelo deshielado, y Loki entonces se quebró totalmente, doblándose sobre sí mismo como si acabara de recibir la más cruel de las puñaladas. Cayó de rodillas y apretó los párpados para procurar no llorar...

 

Býleistr hizo una señal a sus guardias, quienes comenzaron a caminar de regreso a Gastropnir.

 

-Vamos... lo hiciste bien- le dijo a Loki, comenzando a caminar también y sin quedarse a consolarlo o darle una mano para que se levantara. Tras breves instantes, cuando los otros Jötnar se alejaron lo suficiente, Loki se levantó y lentamente echó a caminar tras ellos...

 

-Todos mis errores... se pagan tarde o temprano...

 

Notas finales:

Bueno, pues les dejo el siguiente capítulo.

Muchas gracias por leerlo, también por sus reviews... hay algunas a las que les debo muchas explicaciones!

Pero sin más, feliz lectura!!!


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