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CUANDO EL TIEMPO QUEMA por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Motivos inesperados comienzan a influir para reunir a la familia nuevamente.

Balder y Helblindi... como padres de Donnar y Lander, tendrán que enfrentar el amor de Thor y de Loki para encontrar una solución. Las nuevas generaciones se abren paso...

 

Thor sabía que cuando llegara a su hogar, Loki estaría esperándolo en la puerta... llevaría puesto el mejor de sus trajes, con toda probabilidad llevaría su capa negra, quizá la verde musgo… su pectoral de oro, regalo de aniversario que no quería quitarse, ni se quitaría en muchos años más… amaba ese obsequio de su esposo y lo lucía con orgullo... Sus hermosos ojos de esmeralda brillarían llenos de amor conforme el galopar de su caballo resonara en sus oídos, su sonrisa luminosa opacaría cualquier astro solar... y abriría los brazos cuando él desmontara y corriera hasta apretarlo contra su pecho y apoderarse de sus labios frescos, mientras los dos se decían con caricias lo mucho que se extrañaban y lo felices que se sentían de estar nuevamente reunidos.

Thor tenía casi cuatro meses ausente... sus responsabilidades como heredero de la ciudad dorada lo llevaban en comisiones diplomáticas, batallas lejanas o misiones que lo obligaban a estar fuera días, semanas y meses. Por eso cada regreso al hogar era celebrado con una fiesta que comenzaba en el dintel de la puerta, seguía en el banquete correspondiente, con amigos, con sus padres o con algunos dignatarios según fuera el caso y terminaba (y esa era la mejor parte) enredado en el cabello negro y la piel nívea de su consorte... con Loki debajo de su cuerpo, con las largas piernas abrazándolo y los dos danzando la melodía del amor...

También y eso era un obsequio divino, Thor podía abrazar, besar y jugar con su primogénito... Thorlief cumplía siete años en pocas semanas y sus amorosos padres le preparaban una gran celebración. La llegada del rubio los hacía felices a los tres.

Pero... existía un detalle que Thor no podía ignorar...

Se detuvo en aquella mansión solariega en la entrada sur de Asgard, muy cerca de las fronteras... Ordenó al resto de su escuadrón de Einherjar que prosiguiesen hasta los cuarteles o a sus casas, y solamente sus buenos amigos Hogunn y Volstagg desmontaron también para acompañarlo. Fandral se siguió porque ansiaba llegar a su hogar y disfrutar de las mieles del amor en brazos de su joven segunda esposa. (Antes que el romance terminara con el inevitable divorcio, decía él)

Fandral era un conquistador empedernido.

-No te abrirá la puerta. Es un necio...- dijo Hogunn, dispuesto a botar la cerradura con la punta de su espada

-Esperen un poco... estoy seguro que nos atenderá...

Y como si las palabras del rubio fueran proféticas, el portón chirrió con el ruido de los candados abriéndose y los cerrojos descorriéndose. Apareció Engla... la fiel nana y servidora, que era la encargada de manejar el hogar de Balder. Después de un saludo lleno de cariño por parte del heredero de Asgard, la dama los hizo entrar hasta la terraza, lugar favorito del guerrero… donde se dedicaba por horas enteras a pintar, a leer o a admirar los atardeceres rojizos del final del estío.

Balder se había transformado en una especie de ermitaño... rara vez acudía a lugares públicos, fiestas o banquetes. En escasas ocasiones atendía a las visitas, y por nada del mundo variaba sus órdenes acerca de los derechos de visita de Loki para su hijo Donnar.

-Si vienes a pedirme que permita al muchacho ir a quedarse en Bilskirnir por más días de los negociados, la respuesta de antemano es NO.

Thor no se afectó por la dura bienvenida... sabía lo mucho que su medio hermano necesitaba compañía y se esforzaba por no abandonarlo, por no perder el contacto y hasta se había jurado perdonar sus errores e intentar hacerlo entrar en razón. Pero Balder era un hueso duro de roer.

-Puedes ir con él y quedarte unos días en casa... celebraremos fiestas en honor a Thorlief y estoy seguro que será muy bueno que su hermano mayor esté cerca, ya que los dos se aman y se extrañan.

-¿Yo? ¿Yo en tu Castillo?- se burló Balder, dando vuelta en su inseparable silla- ¿No tienes miedo que intente, por diez mil demonios de fuego, seducir a tu adorable esposo?

Thor sonrió comprensivo, sin darse por ofendido.

-Te invito de todo corazón, hermano… y estoy seguro que Loki estará también encantado de tenerte como huésped. Después de todo, eres el padre de Donnar...

-¡No seas idiota, Thor!- gruñó el guerrero- ¡Deja tu estúpida nobleza en el camino! ¡Te estoy diciendo que seduciría a Loki… pero claro… no me crees! ¿Quién iba a dejarse seducir por un inválido? ¿Me invitas por hacer caridad… por pura piedad? ¿Me extiendes la mano para que yo ceda en mis permisos y te puedas robar el cariño de mi hijo? ¡Donnar está en la Academia! Y ahí se quedará… si Loki quiere verlo, que espere dentro de dos semanas, que es su tiempo. Ni una hora extra, ni un segundo más...

-Puedo suplicarte entonces...

-No, demonios… no… ¿En que idioma me puedes entender, hermano? No quiero tu lástima, no acudiré a tu hogar… y retendré a mi hijo hasta el último de los segundos que yo tenga potestad sobre él. ¡Ahora lárgate… lárgate y no regreses nunca! ¡Engla, muéstrales a los señores la salida!

***

Fandral los alcanzó mientras atravesaban la plaza... Thor compraba el más hermoso ramo de flores, algunos dulces para su hijo y no se decidía por un anillo de oro o una funda de piel grabada para la daga de uru que Loki atesoraba... al final compró todo y puso atención a la charla y al regreso del espadachín.

-No… mi mujer es más necia que Balder, te lo aseguro... me dejó hablando solo, enfadada porque no le llevé una joya como obsequio de regreso. ¡Imagina si cada vez que vuelvo tengo que comprarle oro o diamantes! ¿Quién hace eso?

-Yo lo hago- dijo Thor, montando mientras el vendedor le entregaba las flores y el resto de sus compras primorosamente presentadas y adornadas- Halagar al dueño de mi corazón, verlo usar las joyas que le obsequio y verlo sonreír a mi regreso es la mejor recompensa después de todos estos meses fuera.

-¡Pero tu estás enamorado como un bruto, amigo mío! Claro, Loki te corresponde ese amor... y siempre lo tienes en la mente antes de cualquier cosa en tu existencia. Me resulta increíble ver que cumples con tus obligaciones a cabalidad, cuando por ti no te separarías de los brazos de tu adorado...

-Cierto, Fandral… ni de los besos de Loki, ni de los de mis hijos… ellos son mi vida.

-Pero Balder no te dejó ver a Donnar, ni le dio permiso de ir contigo...

Thor rió con complicidad... tampoco era extraño que Donnar se apareciera de improviso en Bilskirnir, escapando de la Academia y engañando a Balder, que lo creía recluído en su habitación del Colegio. El muchacho amaba a su padre Loki, a su medio hermano Thorlief y también a Thor, en quien seguía viendo un ejemplo y cuyos consejos siempre escuchaba, además que el rubio le celebraba sus escapatorias como una travesura inocente… y como verlo hacía feliz a Loki, entonces lo apoyaba aún más.

Porque podía llegar con flores, joyas, obsequios y mimos para su amado esposo, porque podía correr hacia él, estrecharlo, besarlo y acariciarlo con amor, porque podían juntos llegar a las constelaciones del Valhalla en orgasmos únicos llenos de placer... pero Thor sabía que detrás de cada sonrisa, escondida tras las gemas de su mirada... Loki escondía su llanto y su tristeza… la ausencia de su hijo era una herida que no terminaba de sanar y procuraba no dejar ver por nadie su sufrimiento. Odiaba que le preguntaran como se sentía al respecto, y ante nadie mostraba su debilidad… ni siquiera ante Thor.

No era cosa que pudiera esconderse tampoco, Thor era capaz de leer el más mínimo de sus parpadeos. Pero preferían callar y engañarse los dos mutuamente, uno creyendo que escondía los párpados enrojecidos y el otro creyendo que disimulaba bien el no darse cuenta de su dolor. Evitaban hablar sobre Donnar en términos tristes...

-Hogunn... ¿Por qué no vas a tu hogar en Vanaheim? Seguro tendremos un mes descansado antes de que Padre nos asigne alguna otra misión… una semana en tu casa, al amor de un buen fuego, comiendo un gran asado y entre tus hijos… te vendría bien...

El guerrero agradeció a Thor aquel permiso. También ansiaba ver a su familia, tenía dos hijos pequeños y los extrañaba… Hogunn se fue contento, Volstagg en cambio, hizo una mueca de disgusto. Él, como Fandral, estaban separados de sus esposas y suspiraban esperando que Thor los invitara a quedarse en su castillo… si eso no ocurría, los dos se irían a algún hostal a beber hasta perder la razón en brazos de alguna damisela o, para Fandral, un joven de pequeño, redondo y firme traserito.

-Seguramente Loki ha preparado suficiente carne y cerveza para el banquete de bienvenida... mis padres no podrán ir, ya que vacacionan algo lejos por estas fechas, Balder ha declinado asistir, Hogunn tampoco acudirá... ¿No se atreverán a dejarnos con tanta comida desperdiciada, verdad amigos?

-Todo sea por no desilusionar a Loki- sentenció el voluminoso Volstagg, deseando gritar de felicidad ante la perspectiva de celebrar, comer y luego descansar entre las comodidades de la casa de Thor.

Charlando en voz alta traspasaron las rejas adornadas del frente, llenas de enredaderas y rosales, el camino de arena cernida se extendía hasta el pié de la escalera principal. Los mozos corrieron para recibir las bridas de los caballos de su amo y de sus invitados, y la voz fuerte y feliz de Thorlief corriendo hasta saltar a los brazos de su padre, llenaron la tarde de color.

Loki se sonrojó al escuchar las risas de su hijo y de su marido festejando su regreso, cerró el libro de magia que repasaba y salió de prisa por los pasillos. Se detuvo con un dejo de vanidad frente a un enorme espejo, checando que todos los pliegues de su atuendo cayeran con gracia, que su cabello negro estuviese bien peinado y de paso, redobló el color en sus mejillas de durazno al notar la expresión de enamoramiento que llevaba… ansiaba ver a Thor, tocarle, olerlo… besarlo...

-¿Me extrañaste, Padre?- preguntaba Thorlief, montado sobre la espalda del rubio, alborotando la solar melena y cerrando su abrazo alrededor del recio cuello.

-¡Claro que te extrañé! ¡A cada minuto! Mañana muy temprano iremos a montar y a navegar el mar eterno… necesitamos pasar tiempo de padre e hijo...

Thor dejó de hablar y de reír al descubrir a Loki parado en el dintel de la puerta, atento y discreto… esperando que se dieran cuenta que estaba ahí y que no tenía la intención de ser excluído de aquella ruidosa bienvenida. Thorlief se bajó de los brazos de su progenitor, porque cuando los dos se veían, el resto del mundo parecía desaparecer... y todos comprendían eso.

-¿Y a mí… me extrañaste, cariño?- dijo Loki, con un tono de voz suave y cargado de sensualidad, que dejó a Thor sin aliento y a los dos guerreros les hizo latir de prisa el corazón… el Dios del Caos seguía siendo tan atractivo y seductor como siempre.

-Con cada átomo de mi cuerpo te extrañé...- respondió Thor, atrapándolo por la breve cintura y sellando sus labios con los propios…

Lo besó con calidez, con lentitud… saboreándolo, permitiendo que el reencuentro los envolviera y los llenara de su inagotable amor... todo Loki respondió a la caricia con entrega total… sus manos se colgaron de la rubia cabellera, dejó escapar un leve suspiro y un gemido mitad tierno, mitad devastadoramente sexual… era la promesa anticipada de una noche solo para ellos dos.

-Te trajimos flores, Loki…- exclamó Volstagg, rompiendo el encanto y acercando el aromado ramo casi hasta entrometerlo entre los dos enamorados- Y muchas joyas…

-¿Muchas joyas?- preguntó el travieso, que no era ajeno al gusto por el oro y los diamantes.

-Son muy indiscretos- dijo Thor, tomando la mano izquierda de Loki y deslizando en su dedo anular una alianza de oro con dos chispas de piedra preciosa incrustadas: una esmeralda y un zafiro- ¿Te gusta? En cuanto lo vi pensé que nos simboliza a los dos, y también que tenemos dos hijos maravillosos...

-Dos hijos...- repitió Loki, pasando de sonrojado a rojo como una granada.

-Y bueno, mis amigos vienen al banquete de bienvenida… creo que es demasiado temprano, porque no veo el alboroto de los sirvientes colocando mesas y todo eso...

Loki hizo un ademán nervioso y se metió al castillo sin agregar nada, los dos guerreros se encogieron de hombros y animaron a Thor para que fuera tras él y se enterara si ocurría algo grave. Luego se fueron directo a las cocinas… con banquete o sin él, seguro el Dios del Trueno no negaría la hospitalidad de su hogar y no le importaría que consiguiesen alimentos y bebidas por su cuenta.

Seguro de que sus amigos se atenderían solos, Thor caminó tras Loki y no lo alcanzó sino hasta que los dos entraron en su alcoba. Loki se dirigió al balcón, lo abrió de par en par y se cruzó de brazos, algo cabizbajo, como si buscara las palabras adecuadas para hablar con el rubio.

-No quiero que te enojes conmigo... pero no organicé ninguna comida en tu honor esta vez... lamento que trajeses invitados, si lo hubiese sabido antes...

-No te disculpes… mis amigos encontrarán la forma de alimentarse con abundancia… a menos que tampoco encuentren nada en las cocinas...

-Seguro hay algo.

-Y ahora dime ¿Qué sucede?

-Solo eso… que no sabía que tendríamos invitados… y yo pensé que para variar… podríamos tener una cena familiar íntima, sin tanta gente gritando, comiendo y bebiendo…

Thor lo escuchaba, cruzado de brazos y sin creer una sola de sus palabras, con el tiempo, había aprendido a reconocer cuando Loki mentía y esa era una ocasión, sin duda alguna.

-Ahora dime la verdad... ¿Qué sucede? ¿Acaso ya no confías en tu esposo?- Loki iba a agregar algo, pero ningún sonido salió de su boca… suspiró cortamente, tenía ciertamente algo que comunicarle a su amado- Solo dilo, querido… Él está aquí contigo ¿No es eso? Donnar escapó de nuevo y vino a verte, eso ya no me asombra, desde hace años el muchacho siempre encuentra la forma de burlar a su padre y venir a verte.

-Prométeme no enfadarte...

-¿Por qué? ¿Acaso raptó a su novia o algo parecido?- rió Thor, intentando relajar algo los nervios del menor.

Loki hizo una mueca más que una sonrisa, alzó su mirada de esmeralda e indicó con un gesto a dos jóvenes que esperaban en la misma terraza, sabían que su presencia en Bilskirnir era un desafío muy serio a dos casas poderosas, una la del propio Balder y la otra...

-Buenas tardes, padre Thor- dijo Donnar, adelantándose y haciendo una zalema de saludo y humildad- Mi corazón se siente feliz de volver a verlo...

Thor alzó las cejas con sorpresa e incredulidad… Donnar estaba ahí, si… un poco más alto, ya era prácticamente tan alto como Loki, rubio y atractivo, con los ojos acerados de Balder, pero con la nobleza de los ademanes inculcados por el elegante y pelinegro progenitor.

Y el muchacho no estaba solo, junto a él apareció otro adolescente, alto, flacucho aunque de construcción maciza, podía ciertamente ser más joven que el vástago de Loki, pero el inconfundible tono celeste de su piel, los hermosos ojos de fuego y el cabello largo y tejido con una cadena enjoyada, así como su altura, le hicieron fácilmente reconocible... era un Jötunn, y no uno cualquiera, era un joven gigante de hielo de facciones tan armoniosas, tan serenas, que de inmediato Thor pensó en Loki cuando era un niño.

-¿Qué demo…? ¿Lander?

***

Thor disfrutó el día de descanso al lado de su familia... su esposo, su hijo, el hijo adoptado que amaba tanto como al propio, su sobrino y sus amigos… no podía pedir más a la vida… estuvieron toda la mañana nadando en el estanque, chapoteando y tomando el sol… todos excepto Loki que prefirió mirarlos de lejos, bien protegido bajo una fresca sombra.

Los dos guerreros que los acompañaban, Fandral y Volstagg, tuvieron la atención de mostrar a los jóvenes y al niño sus habilidades con la espada y el hacha, Donnar se midió con el espadachín y fue derrotado en tres ocasiones consecutivas “No te sientas mal, joven Thorson… a la fecha resulta que soy invencible, pero si practicas lo suficiente, tal vez me hagas cansarme un poco dentro de algunos años” Thorlief también levantó su florete con botón, arma de práctica con la que comenzaba a estudiar el arte del esgrima y encaró al rubio… Fandral jugueteó un poco con el hijo de su amigo y al final, fingió que el pequeño lograba tocarlo en un brazo “Por todo lo eterno, menos mal que solo es una práctica ¡Imagino lo que serás cuando tengas la edad de tu hermano!”

Thorlief alzó la mirada con orgullo y todos le felicitaron, era bueno darle confianza al futuro heredero.

Al anochecer, todavía los mas jóvenes disfrutaban de la inagotable fuente de historias heroicas de los dos amigos, sus andanzas por los mundos, las batallas libradas y las cicatrices que mostraban sus honrosas heridas de guerra, eran del absoluto interés de los tres... incluso de Lander, quien se había negado a luchar y ni siquiera quiso tirar con arco a una diana fija.

-El Rey Laufey debe estar desesperado por despertar el espíritu guerrero de Lander- dijo Thor, tomando la copa de vino que Loki sostenía en su mano para darle un sorbo, al mismo tiempo que se acomodaba a espaldas del pelinegro para abrazarle y cubrirlo con una capa ligera… la noche y la lluvia, habían bajado un poco la temperatura.

-Creo que Lander no ha renacido con esas cualidades, cariño...- respondió el menor, sonriendo al ver como la animada conversación era interrumpida por las gruesas gotas que parecían formar una tormenta en breves minutos.

-¡No corran!- exclamó el rubio, riendo a carcajadas- ¿Acaso los hijos del trueno temen a un poco de agua de los cielos?- hizo un ademán y la lluvia se convirtió en un abundante torrente que empapó casi de inmediato a los desprevenidos comensales. Thorlief llegó el primero, veloz como un gamo, a refugiarse en los brazos de su padre Loki, quien le abrió la capa para cubrirlo y animarlo a que se quitara la camisa que escurría y lo hacía temblar de frío.

-Enciende la fogata, querido… no querrás que todos enfermen...

Al amor del fuego, reunidos ahora en una enorme y cómoda estancia, la charla parecía cobrar fuerza… Volstagg presumía de cuantas pieles de oso tenía en su casa, de cuantos buenos abrigos y capas podía fabricarse si quería y de lo bien que se vendían los dientes en el mercado… ya que era trofeos preciados y grandes amuletos para otros cazadores.

Lander parecía quedarse dormido reclinando su hermosa cabeza en el regazo de Donnar, el muchacho comenzó a acariciar los largos, enjoyados y negros cabellos, mientras ambos seguían escuchando las aventuras de los mayores, silenciosos, más disfrutando la cercanía mutua y aquel detalle no pasó desapercibido para los príncipes de Asgard.

-¿Qué crees tú, amor? Tenemos acaso frente a nosotros a una nueva futura alianza entre las casas reales de Asgard y de Jotunheim o solo estoy alucinando...

-Son demasiado jóvenes, Thor... y son primos, se entienden, se apoyan… no van más allá de eso.

-Si eso quieres creer...

***

Una de las más agradables cosas de su matrimonio era poder hacer el amor de la manera que más se les antojaba... disponían de toda un ala para sus habitaciones privadas, los pasillos, las habitaciones, todo era tan enorme y variado, que su privacidad estaba siempre bien resguardada. Los guardias no subían nunca del piso inferior, se mantenían alertas cuidando de sus señores, pero no traspasaban las enormes puertas que marcaban el inicio de sus alcobas y cuartos personales.

Thorlief descansaba cuidado por sus nanas, Donnar dormía en su alcoba, a un lado de la de su hermano y Lander en una de las habitaciones para los invitados de sus hijos, dentro del mismo lado del extraordinario castillo, pero muy lejos de los Príncipes.

Así que, confiados en que no serían descubiertos, mientras caminaban a su alcoba a descansar, Thor comenzó a juguetear dejando que su esposo se adelantara un par de pasos para él acercarse por su espalda y posar sus manos abiertas sobre sus redondeces traseras. Loki se quitó con rapidez, poniendo gesto serio.

-Déjame en paz… estoy cansado...

Thor no hizo caso, simplemente volvió a dejarlo que caminara un poco para repetir la caricia y provocar en el menor su risa cristalina. Siguieron así mientras avanzaban por el pasillo, felices y enamorados, dejando escuchar tan solo sus pasos, sus besos y los sonidos apagados de los dos cuerpos enlazándose y devolviéndose caricias, abrazos y besos.

-Voy a hacerte el amor aquí mismo...- le dijo Thor, sujetándolo por la muñeca para detenerlo y obligarlo a colocar su espalda contra una de las enormes columnas.

-No te atrevas- retó Loki, deseando por supuesto, que el otro cumpliera su amenaza- Estamos muy cerca de las escaleras y los guardias nos pueden escuchar.

-Eso se remedia si no hicieras tanto ruido… ruidoso...- replicó el Dios, besando los labios que se entreabrieron invitándolo a apoderarse de ellos.

De la boca fresca y húmeda, Thor se paseó gustoso por las mejillas, el cuello y los hombros de su esposo, deslizando la camisola de su traje de casa, lamer y besar la piel de alabastro, firme y suave, era uno de sus mayores placeres… y para Loki, dejarse adorar por aquel magnífico ejemplar lo llenaba de satisfacción.

-Yo no haría ruido si me hicieras el amor con cuidado… no como un lobo hambriento que ha pescado un tierno corderillo...

-¿Ves como ni siquiera puedes guardar silencio?- rió el rubio, dejándose caer de rodillas y girándolo de cara a la pared… era la hora de comenzar a devorar aquello con lo que había soñado todos esos meses fuera de su hogar- Hablas y discutes, siempre quieres tener la razón... Cuando todo lo que este esclavo que tienes a tus pies desea es adorarte, amarte… repetirte hasta el cansancio que significas todo para mí… ¡Oh, Loki! Mi pobre corazón solo late porque tu imagen lo mantiene vivo...

Loki estaba en la quinta nube, no solo endulzaban sus oídos las protestas de amor y fidelidad del hijo de Odín, sino que su lengua prodigiosa se paseaba por senderos íntimos y peligrosos… un caudal de ternura desbordada que despertó con la voz grave de Thor, fue sustituído por un calor gozoso que se le trepaba por las venas, recorriéndolo hasta el último rincón de su cuerpo cuando lo sintió, pegado a sus nalgas, intentando hacer llegar el músculo mojado de su boca lo más adentro que pudiera de aquella estrecha y cálida vereda.

-¡Oh, Thor… estás loco! – jadeó, lleno de placer- Vamos al menos a la cama...

-Aquí...- gruñó el otro, incapaz ya de detener sus besos, su lengua degustando a su amado, sus manos separando las blancas carnes y abriendo ante sus ojos la más gloriosa vista que de inmediato provocó que su miembro comenzara a endurecerse y a humedecerse- Aquí te quiero poseer...

-Estás divinamente loco…- declaró Loki entonces, cerrando los ojos y estirando el cuello, arqueando su espalda y levantando un poco sus caderas para que pudieran ser comidas al entero gusto del invasor.

-¿Y sientes algo lindo por mí?

-¡Que eres tonto, mi rubio! Si eres el motivo de mi existencia...

Listo para enfilar su miembro dentro de su adoración, Thor dejó su posición para ahora colocarse de pié, liberando su instrumento con movimientos ansiosos, buscando de inmediato la entrada y embistiendo con furia y poca delicadeza… realmente estaba hambriento y necesitado tras meses de abstinencia.

Pero Loki se lo impidió, “espera” le solicitó, quedándose momentáneamente quieto y después, con rapidez, acomodando sus ropas y ordenando, con una sola mirada a Thor, que guardara silencio.

-Dime que demonios pasa- susurró el rubio, evidentemente frustrado.

-Cállate… haré un hechizo de invisibilidad, pero no de silencio… así que cállate ahora...

Loki recitó algunas frases en runas, y ambos se desvanecieron… entre ellos sí podían verse, igual que tenues sombras translúcidas, pero nadie más podía darse cuenta de su presencia. Thor no entendía a qué venía aquel truco en ese instante, recordó que una vez lo usaron como travesura para entrar a una de las reuniones de su Padre Odín, y enterarse antes que nadie sobre las decisiones tomadas.

Divagó un poco sobre aquellos tiempos en que se consideraban hermanos, pero él secretamente amaba a su pequeño cómplice de travesuras… Loki no se daba por enterado de todo lo que despertaba en Thor, y el pobre rubio se conformaba con estar cerca, cubrirle sus faltas mientras el pelinegro cubría las suyas, aspirar su aroma cuando podía tener el pretexto para arrimársele y soñar… ahora todo esa que había imaginado, era una realidad, Loki le pertencía y correspondía a su amor. Estaban como si nada, casados y compartían una estupenda intimidad… solo que en ocasiones, tenía que someterse a sus caprichos sin cuestionarlo, como en aquella ocasión… Thor pensó que podía darle algo malo en el pene por no haber permitido que su,  carne pudiera desahogar su necesidad, necesitaba eyacular al menos a mano.

Pero podría perdonarlo si la invisibilidad era parte de un juego erótico que solo estaba postergando el placer… aunque Loki no se veía mas interesado en el sexo, todo podía suceder con él a su lado.

El ruido apagado de pasos lo obligó a ponerse alerta… ¿Quién se atrevía a irrumpir en sus habitaciones privadas? La única autorizada era la nana de su hijo y el Capitán de los guardias en turno, pero a ninguno de ellos correspondía la esbelta y casi infantil figura que de pronto apareció.

-¡Es Lander!

-Y alguien más, cariño… espera un poco…

Ambos siguieron al joven Jötunn, quien caminaba con algo de indecisión por el pasillo. Un par de metros antes de llegar ante la puerta de la alcoba principal, Lander fue alcanzado por otro joven que, según la deducción de Thor, entró por la ventana de la terraza más grande.

-¡Donnar!- murmuró Lander, iluminando sus grandes ojos de fuego al ver al hijo de Loki.

-¡Aceptaste venir!- exclamó el otro, elevando la voz y abrazando a su primo- ¡Me das una gran felicidad!

-Baja la voz... tus padres pueden escucharnos...

-A esta hora, mis padres están demasiado ocupados en su cama, no te preocupes por ellos- rió Donnar, provocando un sonrojo en Loki y que Thor arqueara la ceja con sorpresa- Puede invadirnos una legión de eternos y apenas escucharían...

Ambos jovencitos rieron ante la ocurrencia y después, tomaron asiento en el alféizar de la misma ventana por la que entrara el mayor de ellos.

-Vine porque es importante hablar antes de regresar al colegio... lo que me propusiste esta mañana...

Donnar buscó mirar al menor a los ojos directamente, con el corazón en la garganta, las palabras de Lander eran lo más importante en ese momento.

-Prosigue... mira que me tienes ansioso esperando tu respuesta...

-Es que... sabes... yo nunca he tenido antes un novio...

Previniendo la reacción de Loki, Thor se apresuró a cubrirle la boca… y justo a tiempo, el pelinegro estaba a punto de descubrirse lanzando una exclamación ante lo que estaba escuchando.

-¿Y no te agrada que yo te lo pida? ¿No quieres ser mi novio? Me gustas, Lander… me gustas mucho. Desde que éramos niños me parecías un chico lindo y tierno, cuando casi moriste ahogado en el estanque de los peces de colores… yo sentía mi corazón romperse y cuando supe que habías recibido una nueva oportunidad, cuando fuiste curado de las enfermedades de tu cuerpo… solo soñaba con el momento de volver a verte… y eso pasó finalmente al ingresar a la Academia. ¿Crees que si el destino no quisiera que sintiéramos amor, nos hubiese puesto juntos nuevamente?

-Pero que lengua de plata tiene ese niño…- susurró Thor, sin soltar a su consorte.

-¿Crees que con todo lo que ha sucedido entre nuestras familias… tus padres quieran que su hijo sea mi novio?

-¿Y por qué no?  He planeado escuchar tu respuesta justo en este lugar, donde el amor de mis padres es lo más fuerte y sagrado que he conocido… Te quiero... ¿No me quieres tú a mí?

-¡Sabes que sí!- respondió Lander, con emoción.

-¿Y entonces?- prosiguió Donnar, tomando ambas manos del hijo de Helblindi, mientras en su rostro armonioso, suave y suplicante, se dibujaba una sonrisa y una mirada de convincente seguridad- ¿Cuál es tu respuesta? Lander... ¿Quieres ser mi novio?

Decididamente, Donnar poseía el encanto y la suavidad de Loki, más la férrea determinación de Thor… quizá no por herencia de sangre, pero sí por educación. El muchacho se lo propuso y al parecer, sus intereses no estaban depositados en vano… Lander, nervioso, inquieto como era de suponerse por su corta edad y porque tal y como había dicho, era primerizo en el dulce e inocente amor adolescente, intentó en vano soltar sus manos primero y al no lograrlo, miró fijamente a Donnar para finalmente responder.

-Sí… quiero ser tu novio...

Donnar estaba resplandeciente… estaba seguro de que sería aceptado.

-¿Puedo darte un beso?

Loki luchaba contra la mano de Thor, que apretaba tan fuerte que le estaba cortando la respiración. Los ojos esmeraldas estaban tan abiertos como asustados… sin querer estaba atestiguando el inicio de la primera relación romántica de su hijo de catorce años.

-Los... novios se besan… ¿verdad Donnar?

-Si… los novios se besan... en la boca...

Y ambos adolescentes se acercaron, tímidos, sinceros, ilusionados… unieron sus labios rozándose apenas, en una caricia casta que los electrizó.

-Se sintió bien...

-¡Por supuesto! ¡Por eso quería que fueras mi novio, Lander!

-Entonces, otro beso se sentirá mejor...

***

Pocas veces Thor se mostraba tan molesto… y en esa ocasión parecía estar echando humo por las orejas. El mensaje fue claro y concreto: Los estaban citando con carácter de urgente y obligatorio en la Academia Militar de Vanaheim. El rubio tuvo que suspender algunas diligencias que llevaba a cabo en Valhalla, y Loki tuvo que trasladarse por el Bifröst al instante...

-“Yo te dije que no era una buena idea”- se atrevió a reclamarle el pelinegro, y la única respuesta que obtuvo fue una fría y fulminante mirada que lo hizo callar por primera vez en la vida- “Demasiado jóvenes… demasiado estúpidos… Estoy seguro que Donnar y Lander han hecho algo.”

Una nueva mirada y a Loki ya no le quedaron ganas de volver a hablar hasta escuchar las faltas de su hijo.

-Alteza, el muchacho escapó… esta mañana nos dimos cuenta de su ausencia junto a la de otros dos alumnos… en estos momentos, nuestros buscadores parecen haber encontrado su pista… es cuestión de minutos que logren atraparles.

-Solo díganme en donde exactamente están y quienes han escapado con él, yo los traeré de inmediato.

-Con el cadete Donnar Balderson han escapado Lander Býleistrson y Robstein Fandralson...

-¿Lander, el hijo de Helblindi y Býleistr?

Loki volvió la mirada con reproche… sus sospechas eran ciertas.

-Demasiado jóvenes, demasiado estúpidos… -repitió en voz baja, pensando que clase de reprimenda sería la adecuada para su vástago apenas volviera a verlo.

-¿Y ya han avisado a los padres de cada uno de ellos?

Sí, Alteza... El noble Balder Odinson se encuentra en camino, por su condición tardará un poco en llegar y quien ha venido desde Jötunheim es el Príncipe Helblindi… que aguarda en la Dirección... Fandral también está por llegar.

-¿Por qué el hijo de Fandral huyó con ellos?- preguntó Loki en voz baja, tomándose de la mano del rubio, inquieto ante la perspectiva de volver a ver Balder, después de algunos años y a Helblindi. Y aunque este último era su hermano, su presencia significaba solo el recuerdo ingrato de Býleistr, quien se encontraba recluído y por lo menos, sin oportunidad de estar cerca nuevamente.

-Si yo fuera Donnar, y quisiera hacer algo sin descubrirme del todo, usaría señuelos para confundir a los demás sobre mis verdaderas intenciones.

Los dos entraron a la habitación que les señalaron como la dirección de la Academia, Loki no pudo contener una exclamación de sorpresa al ver de nuevo a su hermano: Helblindi estaba ahí… pero no era el mismo, no quedaba rastro del magnífico y atractivo Jötunn que alguna vez se alzara como el digno heredero de Laufey, como el esposo de Balder… Helblindi lucía demacrado, muy delgado y en los ojos de fuego se marcaba la llama de la tristeza, del sufrimiento… profundas ojeras y arrugas en su frente eran la prueba definitiva… Helblindi sin embargo, conservaba el rencor y el orgullo. Su recibimiento fue frío, apenas soportado por la necesidad de saber que pasaría con sus respectivos vástagos.

-Hermano...- le dijo Loki, esperando lograr que al menos, algo quedara de su relación con Helblindi.

-No llames así. Tu no eres más mi hermano desde que decidiste abandonar nuestro mundo y unirte al hijo de nuestros enemigos… Desde que mataste a mi pequeño bebé...

Thor llamó a su esposo a su lado y Loki obedeció. Ciertamente, no era necesario reavivar mas rencores que los que nacerían después de que Helblindi se enterara de ciertos detalles, como que sus hijos llevaban una abierta relación de noviazgo, y eso todos lo sabían en el Colegio… todos excepto, los padres… ellos mismos también fingirían que no lo sabían, para no delatarse.

-Señores, Altezas… - dijo el Director, el General de los Halcones Escarlatas, el guerrero mas respetado de los Einherjar- Se me informa que el muchacho Fandralson ha sido atrapado, quizá sea cuestión de minutos saber del paradero de los otros dos.

-Yo iré tras ellos- repitió Thor- Si de verdad quiere capturarlos, dígame a donde ir los traeré. Créame, General, que si Donnar no lo desea… no podrán ponerle la mano encima.

-Conocemos sus habilidades, mi Príncipe… pero es nuestra responsabilidad y además, parece que hay nuevas noticias- dijo con firmeza el Director.

El mensajero habló en privado y después, se retiró… el General entonces, más pálido que antes, pareció cambiar de opinión respecto a la ayuda que ofrecía el Dios del Trueno.

-¿Los atraparon también a Donnar y a Lander?- cuestionó, alzando una ceja con reconvención.

-Parece ser que no… que el muchacho Fandralson fue usado para despistarnos… los alumnos Donnar y Lander… han cruzado la frontera.

Tras un instante de pesado silencio, Thor retiró la capa de piel que llevaba para soltar el martillo de su cintura, decidido a poner fin a la aventura juvenil.

-No se sienta mal, guerrero… yo he criado a ese muchacho y mi hermano lo ha visto crecer. Era lógico que no los atraparan… ¿Qué frontera han cruzado… hacia Asgard para intentar llegar a nuestra casa… o acaso han ido a otro lado? Digamos a Alfheim, donde se disfruta de ciertos placeres con libertad y sin importar demasiado la edad...

-Thor, por favor... –Loki no encontraba donde meterse de vergüenza.

-Son jóvenes, son inquietos… es lógico que intenten divertirse por su cuenta.

-Han cruzado la frontera hacia Jötunheim…- anunció entonces el Director, con aire apesadumbrado- Propongo esperar a Robstein para intentar obtener algo más de información antes de actuar.

-¿Jötunheim?- exclamaron al mismo tiempo Loki y Helblindi, asustados de la osadía de sus hijos.

-Todo parece indicar que sí… y además, el padre de Donnar, el noble Balder, ha ordenado que no se haga nada sin su presencia. Y como él posee la patria potestad, hemos de esperarlo. No así con Lander, haremos por él lo que su padre Helblindi disponga.

Notas finales:

Muchas gracias por la espera, aquí les dejo el siguiente capítulo.

Gracias por sus comentarios.

Feliz lectura!!!!

pd casi llegamos al final... no se lo pierdan!


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