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CUANDO EL TIEMPO QUEMA por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Diario de Loki:
"No puedo escribir hoy... mi confundido corazón parece que va a estallar. Han sucedido cosas, han cambiado cosas... ¿Qué voy a hacer? ¿De qué estoy enfermo en mi alma?
Donnar es lo único en lo que puedo y debo pensar... actuaré solo y únicamente por su bien."

-Le encanta el agua... Le divierte estar dentro de la tina y a veces llora cuando sale de ella. ¡Mira como ríe! Mira la forma en que Donnar arruga la nariz... ¿No es precioso?


 


Loki lucía tranquilo, feliz... atendiendo el baño de su pequeño hijo. Dejaba caer con dulce cuidado el agua tibia y perfumada sobre su blanco cuerpecito y disfrutaba al notar que cada caricia líquida resultaba relajante y entretenida para el bebé. Sus manos poco a poco se volvían expertas en sujetarlo con gentileza pero firmemente, en deslizar la esponja con jabón de flores, en pasar los dedos largos y suaves por el rubio cabello y al finalizar, realizar cada detalle de como era vestirlo y prepararlo para sus alimentos.


 


-¿Desde cuándo sabes colocar pañales?


 


-Aprendo rápido lo que se necesita ¿Viste? El pañal, las camisitas y el ropón… ahora los zapatitos… ¿Notas lo hermoso que es? Mira como ríe y como arruga la nariz...


 


Thor notó de inmediato la insistencia del pelinegro sobre aquel gesto en particular. Tal vez Loki lo encontraba adorable porque le recordaba al padre del bebé... al imbécil que lo había abandonado justo en el momento más maravilloso de la vida, justo cuando más Loki lo necesitaba...


 


-La nodriza espera a Donnar, entrégalo para que sea alimentado.


 


El de ojos verdes llevó a su bebé hasta el regazo de una nodriza pelirroja y rubicunda, de generosos pechos, quien recibió al bebé y de inmediato lo llevó hasta el pezón. Donnar se prendió gustoso, haciendo sonar el chupeteo de su boca mientras succionaba la leche tibia.


 


-A veces quisiera poder amamantarlo yo mismo...


 


-Ya sería demasiado extraño ¿No crees? Aunque no dudo que te verías maravilloso dándole leche de tu pecho...- dijo Thor, admirando el cuerpo de su hermano mientras se cambiaba para también ir a dormir- ¿Por qué te pones pijama? ¿Acaso hoy tampoco bajarás a cenar con nosotros, Loki?


 


-No lo creo- respondió el menor, con gesto de resignación, mientras revisaba su figura frente a un enorme espejo- Padre no me ha llamado para acompañarlos...


 


Loki ya había recuperado su esbelto y estilizado cuerpo, su vientre estaba plano, la cicatriz de la cirugía era prácticamente invisible y sin embargo, su vanidad sufría un poco porque según él, resultaba poco atractivo después de tener un hijo… La reina Frigga le había dicho que era normal sentirse inseguro y triste después del parto, incluso le contó que ella detestaba el olor de su esposo después del nacimiento de Thor y Loki rompió a llorar, diciendo que él nunca sabría si detestaba al padre de su hijo por su olor, porque él no estaba cerca.


 


Después se arrepintió de dejarle ver esa debilidad a su madre. Y menos mal que no detestaba a Thor, porque el rubio no se le despegaba… y lejos de que le chocara su olor, la verdad era que el aroma de su hermano mayor le gustaba, le ponía los vellos de punta y le hacía sentirse contento. Pero tampoco estaba dispuesto a dejar que el rubio lo supiera.


 


Thor se despidió. El mensajero de su padre le urgía a presentarse en el salón de banquetes de inmediato.


 


Cuando entró al enorme comedor, se dio cuenta que rogar nuevamente por la piedad de Odín hacia su hermano menor no iba a ser tan sencillo esa noche, ya que el lugar estaba lleno de dignatarios e invitados. Incluso se habían colocado mesas extra para celebrar la cena, que ya más parecía una gran fiesta. Padre de Todo entró casi al mismo tiempo que su hijo, y el rubio se sujetó al protocolo, esperando gallardamente de pié tras el asiento principal, a que su padre tomara su lugar... después fue a dar su mano a la Reina, quien hizo lo mismo, caminando con toda su belleza y elegancia a lo largo del pasillo. Thor entregó la mano de Frigga a su esposo y ambos dieron la bienvenida a sus invitados de honor...


 


Presentes en la cena se encontraban el Rey Laufey de Jötunheim y su heredero, el Príncipe Helblindi, altos, imponentes y rodeados de varios gigantes que eran sus guardias de seguridad. Iban aparentemente desarmados y en honor a ellos, toda la temperatura del salón era más bien fría. El resto de los invitados no se quitó sus capas o pieles. Y el ambiente aunque cordial, era muy tenso, todos los dignatarios conocían sobre las ríspidas y frágiles relaciones entre los Asgardianos y los Gigantes de Hielo, aunque la presencia del Soberano a la mesa del Rey Odín hablaba de probables negociaciones que terminaran en un muy ansiado tratado de paz.


 


Thor no pudo escapar a su papel de heredero, conocía a Helblindi porque los dos tomaban clases en el Colegio Militar de Vanaheim y su obligación era seguir el protocolo junto a su padre y atender al príncipe de Jötunheim. Aún así, se las ingenió para hacer su diaria petición al Rey.


 


-Padre... si el protocolo debe ser seguido estrictamente, falta Loki en nuestra mesa...


 


-Loki se recupera de una cirugía- respondió Odín, usando el mismo tono bajo de su hijo, sonriendo para que no se notara la severidad de sus palabras- Todos lo excusarán sin problema.


 


-¿Vas a mentir o a negar lo que mi hermano ha vivido? ¡Los nueve reinos lo saben! ¿Te avergüenzas de tu hijo, solo porque a tu criterio ha cometido un error?


 


-Thor basta... eres un incordio.- gruñó Odín- Loki recibirá mi perdón cuando me dé el nombre de aquel que jugó con su honor y el de mi casa...


 


-¿Y qué harás si conoces su nombre? ¿Encarcelarlo? ¿Matarlo? ¿Obligarlo a desposar a su víctima?


 


-Loki no ha tenido vergüenza en comportarse como un cualquiera.


 


-Lo estás juzgando sin darle oportunidad de defenderse, como si fuera el peor criminal... Loki no ha hecho nada con deshonor... Y por lo contrario, su nobleza reside en lo bien que cuida a su hijo. Por favor, Majestad, pido que mi hermano ocupe su lugar en esta mesa y en nuestra familia.


 


-Pues de hecho, Loki debe presentarse aquí esta noche... pero no irás tú a traerlo, sino Balder- concluyó Odín, haciendo una seña a su segundo hijo y dándole las instrucciones necesarias. Con un gesto de disgusto, Balder se inclinó y obedeció. Thor se sintió algo inquieto, Loki había sido traído de su destierro familiar, pero el tono usado por su noble padre le daba más desconfianza que alivio.


 


***


 


Donnar terminó de alimentarse y la nodriza lo devolvió a los brazos del padre justo antes de que se quedara dormido. El pequeño cerró sus hermosos ojos grises poco a poco, porque se quedaba mirando fijamente al pelinegro, y en esos momentos el gesto de Loki era de una ternura increíble, porque así de enorme era el amor que aquel trozo de su carne le hacía sentir en el corazón.


 


-Te pareces tanto a él, hijo mío...- murmuró, besando la prístina frente y arrullándolo muy lentamente- Eres exactamente igual... su rubio cabello, sus ojos grises... pero sabes, Donnar... Deseo que tu corazón sea tan bravo y noble como el de Thor...  Deseo que tu espíritu sea templado por su fuerte puño, que enarbola su espada con fiereza y con honor. Será un placer verte crecer con su misma valentía y honradez, y así, serás una perfección, mi querido...


 


-¿Deseas que sea igual a Thor? –Exclamó con desagrado una voz ya gruesa y varonil, que sobresaltó a Loki y al bebé a un tiempo- Ni siquiera lo pienses, ni por un segundo creas que yo permitiré eso.


 


Loki dominó el disgusto y el miedo que llegaron al mismo tiempo al reconocer al recién llegado, llevó a Donnar hasta su cuna y con alivio observó que se quedaría dormido sin problemas. Luego fue a cerrar la puerta que daba al cuarto de las nanas, no quería a nadie importunándolo.


 


-¿Qué quieres, Balder?- dijo, encarando a su hermanastro- No me parece educado ni agradable que entres sin permiso y que escuches algo que es muy privado.


 


-¿Y desde cuando te importa tanto tu privacidad, pequeño seductor?- replicó Balder, cerrando también la puerta principal tras de sí- Si mal no recuerdo, solías sonreír y moverte con tanto descaro, que provocaste más de una pelea entre los jóvenes guerreros de la Academia. Si no te acostaste con todos, al menos sí que permitiste a varios de ellos divertirse con tu hermoso cuerpo.


 


-Eso quedó en el pasado- dijo el de ojos verdes, sonrojándose con brusquedad- Era estúpido, irracional, además de necio y no justifico lo que hice, pero como me dice Thor, tampoco voy a vivir lamentando mis errores por siempre.


 


-¡Deja de hablar de Thor!- siseó Balder, caminando decidido hasta Loki y empujándolo para acorralarlo de espaldas contra la pared- Mi estúpido y perfecto hermano mayor... Hablas de él como si fuera tu ídolo, cuando estoy seguro que él sentiría asco por ti, no le has contado de todas tus “hazañas” en los cuartos abandonados de la Academia y te recuerdo que hasta hace poco, te revolcaste en la cama conmigo, y lo gozabas, sentías placer y gritabas como un vulgar...


 


Balder no terminó su frase, recibió un fuerte puñetazo en su desprevenido rostro y trastabilló hacia atrás, hasta casi caer al suelo. Un hilillo de sangre brotó de su labio herido, pero al ser mas grande y fuerte que su hermanito, se recuperó casi de inmediato. Rió sarcásticamente al notar que Loki golpeaba como un hombre hecho y derecho y no como un niño, que lo miraba retadora y altivamente y estaba listo para repeler cualquier otro intento de ataque verbal o físico de parte suya.


 


-No te atrevas a insinuar que soy un afeminado ergi... –le dijo el pelinegro,en tono sofocado por la rabia que había despertado- Soy un guerrero como tú o como cualquiera, y mi naturaleza no me avergüenza, como no me avergüenza el hijo que he tenido y cuyo cobarde padre no ha sabido valorar... ni a él, ni a mi amor que ha sido despreciado.


 


-¿Y sientes mucho amor por el padre de ese crío todavía?- preguntó el de ojos grises, limpiándose con el dorso de la mano- ¿Todavía lo amas? ¿Me amas, Loki? ¿Todavía sientes el mismo calor al tenerme cerca? ¿Todavía soy aquel por quien tu corazón late y tu respiración se agita?


 


Balder se acercó de nuevo, pero esta vez Loki no se defendió... permitió que su medio hermano lo enlazara por la cintura y lo apretara contra su cuerpo fuerte y duro. Percibió su aroma, su calidez... percibió su bajo vientre empujándose contra sus caderas e intentando hacerlo despertar. No lo detestaba ciertamente...


 


-Balder... que cosa pretendes...


 


-Loki... hermoso mío... vuelves a estar tan esbelto y deseable como antes...- gruñó el mayor, soltando el abrazo solo un poco para deslizar su mano abierta sobre las curvas traseras del pelinegro y al mismo tiempo, buscando la frescura de los labios húmedos y entreabiertos que no se le negaron- ¿Me extrañas? ¿Extrañas aunque sea un poco tenerme dentro de ti?


 


-Te extraño terriblemente...- murmuró Loki, abrazándose a la ancha espalda- Nos haces falta a los dos... a nuestro hijo y a mí...


 


Ante la mención del niño, Balder detuvo sus caricias y se quedó semipetrificado por segundos. Un resto de remordimiento le atacó al recordar que aquel niño también era suyo.


 


-Loki...


 


-¿Dije algo indebido?


 


-Nada...- repuso Balder sacudiendo un poco su rubia cabeza- Creo que... me haces demasiada falta... demasiada... debo llevarte ante Padre, no puedo perder más tiempo aquí... pero te deseo…  Vamos a hacerlo, aunque sea rápidamente...


 


Y Balder, decidido, comenzó a desabrochar su pantalón, sacando su miembro erecto, frotándose con deseo mal reprimido contra el centro de Loki. A quien, con un solo movimiento brusco volvió a colocarlo contra la pared y de un tirón, bajó el pantalón de su pijama de seda.


 


-Detente- se quejó el menor, asustado de la audacia de su amante- No vamos a hacer esto ahora...


 


-¿Y por qué no?- replicó el otro, proponiéndose dominarlo por completo antes de penetrarlo con los dedos- Tienes ganas de mí ¿No es cierto? Y yo tengo muchas ganas de poseerte de nuevo... ¡Fuego de Hel! No he pensado en otra cosa desde que te pusiste demasiado gordo, hasta creí que nunca volverías a ser el de antes... pero debo aceptar que tu cuerpo es mas suave y enloquecedor ahora... ¡Oh, cielos eternos, pasas tanto tiempo con el imbécil de Thor, y no tiene idea de lo exquisito que eres!


 


No… no iba a llorar ni a comportarse débilmente, por mucho tiempo Loki había estado esperando un momento para hablar con Balder, para reconciliarse y retomar su relación. Estaba tan deseoso de eso, que su mente se cegaba casi por completo. El amor que estaba seguro sentía por el padre de su hijo, de pronto se resquebrajaba al escuchar el nombre de Thor… ¿En realidad perdonaría su comportamiento pasado? Era probable que sí, porque de hecho, Thor no era tan tonto y algo debió escuchar de sus amigos. Pero... ¿Perdonaría su comportamiento actual? La duda le dio la pauta y la luz suficientes para no ceder ante el deseo carnal.


 


-Te estás comportando como un animal... – Avisó con voz segura y fuerte, mientras retiraba con firmeza la mano y los dedos entrometidos de su trasero. Loki subió su pijama y se volvió de frente, clavando sus ojos verdes con infinito desprecio- No es así como quiero estar contigo...


 


-Demonios, demonios, demonios… tienes razón- rezongó Balder, que sabía el tiempo que estaba perdiendo y el riesgo de que Odín enviara a informarse por la razón de su tardanza- Quiero que retomemos lo nuestro justo donde se quedó, Loki y esta noche, deja abierto tu balcón... vendré a dormir contigo...


 


***


 


Thor estaba inquieto, pero no podía ni siquiera expresarlo sin romper la solemnidad del momento. Ni siquiera se había dado cuenta de como la conversación entre las dos familias reales estaba llegando a ese punto culminante.


 


Laufey estaba complacido, se le notaba, reía y bebía en actitud relajada, como si se encontrara entre amigos y no frente a sus enemigos de milenios y eras. Vaciaba los vasos de hidromiel mientras contaba anécdotas de guerra, dejando caer halagos sobre la valentía, fuerza y virilidad de sus vástagos.


 


Que importante era entre los Gigantes de hielo la descendencia, asegurar la continuidad de la sangre en el trono. Y Helblindi estaba llamado a dar esos vástagos que urgían en la casa real de Gastropnir. Toda la temática giraba en torno a los herederos y a los hijos que se suponía debían venir con ellos… fuertes, sanos, vigorosos, llenos de belicosidad y valentía, dignos del glorioso linaje en el que llegaban al mundo.


 


Cuando fue el turno de Odín para hablar, Thor se llevó la mejor parte. Su Padre describió sus cualidades físicas en primer lugar, aunque era obvio que su muchacho era alto, fuerte, bravo, dueño del poder necesario para dominar el trueno, heredero del fabuloso martillo forjado en el corazón de una estrella agonizante, lo mejor de su sangre y por supuesto, su primer heredero.


 


-Y es muy apuesto- dijo Helblindi, que nunca había escondido su preferencia por el hijo de Odín.


 


-Muy honrado, Helblindi...- respondió Thor con diplomacia, sabía que no era bueno contradecir a un Jötunn, ni siquiera en temas tan superficiales como aquel. Odín también describió las cualidades de su corazón: Honradez, perseverancia, valentía a toda prueba, fidelidad, alto sentido del deber y compasión limitada por sus enemigos. Lo necesario para que un día, él fuera el Rey.


 


-Mi segundo y tercer hijos ya deberían estar aquí- agregó Odín, alzando la cabeza justo para ver a Balder y a Loki llegar haciendo toda clase de ceremonias de saludo- Balder es mi segundo hijo, también es valiente y un guerrero excepcional...


 


-Y mucho más guapo de lo que recuerdo- agregó Helblindi, lanzándole una mirada que no dejaba lugar a dudas del interés que ahora ponía en el hermano del medio.


 


Balder se dio cuenta y le regresó una sonrisa llena de galanura. No en vano se decía que era el guerrero mas atractivo de Asgard, y comenzaba a ser preferido aún por encima de Thor.


 


Loki hizo un mohín de disgusto… pero tenía que tragarse sus celos.


 


-Yo al que deseo conocer es al más pequeño, del que he escuchado maravillado que tiene el don de concebir y dar vida- declaró Laufey, clavando sus ojos de fuego en el muchacho pálido y de cabellos negros que se escondía como si quisiera pasar desapercibido.


 


-Loki, Su majestad Laufey de Jötunheim, hijo de Ymir, desea conocerte… acércate...


 


Sin poder negarse a un deseo de su padre, Loki se acercó e hizo una reverencia elegante ante los dos soberanos. Laufey arqueó la ceja mientras inspeccionaba al muchacho… le resultaba difícil creer que aquel joven tan delgado y pequeño de tamaño fuera su hijo...


 


Odín le había dicho que Loki poseía una naturaleza mágica en potencia poderosa, y que su dualidad, heredada sin duda de su ascendencia Jötnar, le hizo fértil.


 


-¿Es verdad entonces que has dado a luz un hijo varón?- Loki asintió sin saber a qué llevaba aquel interrogatorio- ¿Es un niño sano, parecido a ti?


 


-De hecho... parecido al padre- musitó Loki, bajando la voz y sonrojándose.


 


Odín pidió entonces a los cuatro jóvenes que se fueran a hacer el aperitivo en la terraza, que la cena todavía esperaría una hora antes de ser servida y mientras, harían los honores al Príncipe Helblindi. El Jötunn, que a la sazón era apenas más alto que Thor y poseía unos rasgos angulosos pero nobles, ataviado con una túnica sedosa y lleno de joyas, se levantó dejando ver su elegante figura y se mostró entusiasmado con la idea de convivir con aquellos tres magníficos jóvenes.


 


En su mente Thor pasó del primer lugar de su interés al segundo, Balder pasó al primero y Loki, bueno… ni siquiera le resultó interesante para fijarse en él. Aunque fuera el único de los tres que podía dar hijos y esa era una cualidad apreciada.


 


-Si me someto a ciertos rituales y bebo las pociones del Shamán, parece muy posible que también yo pueda dar hijos como tú, Loki- fue lo único que le dijo durante toda la velada- Así que tal vez un día me cuentes como hiciste tú para embarazarte en forma natural… no es sencillo, y la magia es difícil de realizar...


 


Solo hasta que estuvieron seguros de que no eran escuchados, de que sus hijos estaban lejos, de que Frigga se ocupaba con las esposas de los dignatarios, Laufey y Odín retomaron su charla.


 


-¿Qué te ha parecido tu vástago?


 


-Satisfactorio... sigo pensando que es pequeño… pero pude sentir la magia que habita en su interior. Es poderoso y lo será más adecuadamente guiado. Además, si se preñó naturalmente, sin las pociones de los Shamanes de mi pueblo y dio a luz a pesar de tener esa forma Aesir, quizá lo considere digno de regresar a su forma de nacimiento y dar a luz crías Jötnar.


 


-¿Tenemos una alianza entre nuestros pueblos, Rey Laufey?


 


-Tal vez, Padre de Todo... tal vez...


 


***


 


Loki tenía prisa por regresar a sus habitaciones, de alguna manera el veto había terminado y con ello, nuevamente se le obligaba a participar en las costumbres y ceremonias de la familia. Frigga estaba encantada, pero el muchacho no lo estaba tanto… perdía ahora el tiempo precioso que dedicaba a su bebé para ir a mostrar un respeto que había dejado de sentir hacia la figura poderosa del que creía su padre. Le fastidiaba acompañar a sus hermanos solo para que príncipe de Jotunheim estuviese entretenido, prefería pasar la noche junto a su hijo.


 


Le fastidiaba también ver a Balder hablarle tan atento y caballeroso al vanidoso heredero Jötnar, exageraba en sus atenciones y reía en voz alta, como si lo hiciera intencionadamente para hacerle sentir mal a él.


 


Por eso estaba contento de regresar a sus alcobas y acudir a ver a su pequeño. Donnar dormía tranquilo, ya había comido nuevamente y fue cambiado de ropajes para que se mantuviera limpio y fresco. Loki lo cambiaba en cada ocasión que la nodriza lo alimentaba porque no quería que ni una sola gotita de leche manchara sus atuendos.


 


-Loki... has regresado a la presencia de Padre, te ha dirigido la palabra ¿Acaso no estás feliz?


 


-Si, lo estoy- mintió a Thor, que le aproximaba cada cosa que Loki le solicitaba para llevar al bebé en sus brazos hasta la mecedora- Mañana muy temprano, iremos a montar con Helblindi pero yo no quiero ir… no me alegra precisamente la idea de separarme de mi hijo...


 


-Si no deseas ir, yo te excusaré- replicó Thor, acomodando una piel blanca de zorros sobre el regazo de Loki, para calentarle las piernas- Todos entenderán que este precioso bebé es lo primero. Tampoco yo desearía perderme cada segundo de sus sonrisas y de verlo cada día más grande… ahora ya casi tiene un mes de edad... habrá que celebrarlo.


 


-No, Thor… nada de fiestas ruidosas… lo que menos deseo es llamar la atención de los asgardianos y los mundos con una revuelta celebración como acostumbras organizar.


 


-¿Entonces algo discreto?


 


-Ni discreto, ni nada... solo pasar el día aquí, en la mecedora… con mi hijo entre los brazos...


 


Thor terminó de arropar a Loki en la cómoda mecedora. Ahí pensaba pasar la noche, como otras tantas, arrullando a Donnar, cantándole y velando su sueño. Y Thor pensaba quedarse sentado en la alfombra a sus pies, escuchándolo cantar y adorando la forma en que sostenía a Donnar. Porque para el rubio no existía nada más bello ni más amado que Loki y su hijo...


 


-Te adoro, Loki...- murmuró, mientras el pelinegro se mecía lento y suave- En verdad cada minuto que pasa me convenzo más que quiero quedarme a tu lado para siempre… y que me aceptes...


 


-Thor, querido Thor... me temo que estos sueños no nos llevarán a ninguna parte... ¿Acaso no has notado los gestos que hace madre al vernos? Pareciera que algo sospecha… me mira de una forma diferente, extraña... como si yo fuera otro y no su hijo...


 


-Eventualmente alguien se dará cuenta de mi amor por ti…


 


-Pero tú tienes un futuro glorioso... y debes cuidar ese futuro. Yo, además de ser tu hermano...


 


-Eres el más lindo- interrumpió Thor, colocando una rodilla en el piso y tomando delicadamente la mano de Loki- El mejor, el más digno. Mis ojos te contemplan cuidando a tu hijo y no encuentro otra cosa mejor por hacer que seguir dejando crecer mi cariño... Loki… yo te amo...


 


Loki se estremeció al escuchar aquellas palabras... lo pensó brevemente. Nunca antes las había escuchado de labios de nadie que no fuera su madre… “Te amo” provenientes de un hombre como su hermano Thor era un verdadero privilegio. Nunca Balder se lo dijo, ni siquiera en sus momentos de mayor enamoramiento, ni siquiera el día en que se le entregó por primera vez...


 


-Eres un loco terrible y adorable… no te merezco.


 


-Insistes tanto en hacerte menos… y eres el hijo de Odín, vales tanto como valgo yo… ya basta de decir que no me mereces, eres el mejor Loki, el que mi corazón ha decidido para ser entregado. Dime... ¿Aceptas a este pobre enamorado? ¿Me aceptas para convencerte de mi amor?


 


-Thor...


 


Y un beso casto se depositó en la blanca mano del muchacho, provocando que se le subieran todos los colores. Thor se le declaraba con tanta ternura y sinceridad… mientras él comenzaba a ver el reloj, la hora en que Balder llegaría estaba próxima.


 


-No te voy a forzar... tal vez es muy reciente todo lo que has vivido. Pero si estoy dispuesto a vivir contigo la eternidad, puedo esperar que estés listo para recibir mi amor. Además, amo entrañablemente a tu hijo, es parte de ti, es tu carne, es tu alma… y es hermoso igual que tú...


 


-¡Thor, cállate!- gritó Loki, sintiendo remordimientos- Me confunden tus palabras... No sigas te lo suplico.


 


-No diré más... solo promete pensarlo…


 


Y se puso de pié para dejar a su adorado hermano a solas con su bebé. Thor era tan confiado, que en ocasiones se pasaba de ingenuo. Loki retuvo la mano del grandulón y la haló suavemente para atraerlo.


 


-Eres muy dulce para ser tú, Thor Odinson... gracias por tus palabras, tienes mi promesa de que no han caído en ningún vacío. Siembras la semilla del amor tan profundamente, que si llega a crecer, se convertirá en un enorme roble, de raíces fuertes... será un honor comenzar a cuidar el crecimiento de esa semilla, de este amor… pero debes permitirme pensarlo con calma… ¿Si?


 


-¡Comenzar a cuidar el crecimiento de este amor!- repitió Thor, sonriendo hasta con el brillo de sus ojos azules- ¡Gracias, querido… gracias! ¡Me haces muy feliz!


 


El beso que ahora se dejaba caer en los labios, tenía un sabor muy diferente a la caricia caliente de Balder. Los labios de Thor transmitían algo diferente: certeza en sus palabras, amparo, protección… un futuro diferente, a pesar de que con cualquiera de los dos, Loki bailaba en el lado prohibido.


 


-¿De qué estoy enfermo?- se dijo a sí mismo cuando Thor se fue- ¿En qué momento me entregué a uno de mis hermanos y ahora, mi corazón late extrañamente enamorado de mi otro hermano...? ¡Hay tantos allá afuera! ¿Cómo es que me enredé con ellos dos? ¿Cómo me metí en esto? Donnar, mi amado hijo... no puedo seguir guiando mis acciones por sentimientos del corazón o del pene... tú estás aquí para hacerme plantar los pies en la tierra ¡Dioses, he sido un inmaduro!


 


No hubo más tiempo para pensar. El ruido proveniente de afuera, de su balcón, le anunciaba la llegada de su amante. De Balder Odinson... del padre de Donnar... de su único amor...


 


Corrió para abrirle y Balder entró apoderándose de inmediato de los labios del menor.


 


-¡Toda la noche es nuestra ahora!- exclamó, dispuesto a llevarlo a la cama para hacer el amor.


 


Por vez primera, Loki sintió que traicionaba las promesas y palabras que acababa de otorgar a Thor.

Notas finales:

Aquí el siguiente capítulo ¡Dioses! perdón por el atraso, es que el Hiddlesworth de Filadelfia me tuvo sin vida ayer...

ya los extrañaba juntos!

Gracias por sus reviews, hoy espero responder todos, muchas gracias.

¡Feliz lectura!

pd

Me urge un fanart Romeo y Julieta ¿Vieron ese video? Tom pidiendole a Chris que sea su Romeo awws


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