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CUANDO EL TIEMPO QUEMA por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Diario de Loki:
"Dioses de lo eterno... ¿Qué le sucede a mi tonto corazón? ¿Qué es este extraño calor que me llena y que me hace concebir ilusiones? Yo no merezco el amor de Thor, no puedo amarlo, no soy capaz de destrozarle la existencia, de quebrar su futuro... Él será el futuro Rey de Asgard, no puede ni debe manchar el honor de su linaje con una relación incestuosa.
Somos hermanos... por eso lo nuestro no puede ser...
Y Balder.. maldito perro infiel... debo luchar para sacármelo del corazón... Pero no puedo"

-¡Loki!- exclamó Thor al ver llegar al pelinegro, vistiendo un espléndido traje de montar en color negro y una capa de terciopelo verde- ¡Pensé que habías dicho que no vendrías!

 

-Cambié de opinión- respondió el muchacho, retirando los brazos de Thor que intentaron abrazarle y mostrando el gesto más bien hosco y malhumorado.

 

Saludó con altivez a su invitado, el Príncipe Helblindi, quien por capricho, pasaría un mes de vacaciones en el castillo de Valhalla, e ignoró completamente a Balder, pero se ruborizó fugazmente cuando notó que el de ojos grises lo ignoraba también. La comitiva emprendió la cabalgata tomando el puente del mar eterno, Helblindi deseaba ir al Castillo flotante. Una construcción espectacular y dinámica cuyos edificios en el aire, cambiaban de posición constantemente.

 

En el Castillo existían lugares de diversión destinados a la alta esfera de los Asgardianos… bares, lugares de descanso, y vistas espectaculares de la ciudad dorada. La mejor forma de llegar era obviamente, en uno de los barcos voladores que surcaban los cielos. Así pues, rodearon la ciudad, llegaron al puente y después entregaron los caballos a los mozos para bajar al puerto y tomar el más lujoso drakkar de la flota del Rey y volar hasta el Castillo.

 

Poco acostumbrado a la luz intensa del sol, y con la altura que tomó el barco... el vértigo muy pronto se apoderó del Príncipe Jotunn, que tomó un tono verdoso en su hermosa piel y buscó un lugar para sentarse y cubrirse la cara con las manos.

 

-¡Helblindi! ¿Qué te pasa?- exclamó Balder, apresurándose a ir a sostener al joven- ¿Te sientes mal?

 

-Todo me da vueltas...- murmuró en voz bajita, mientras reclinaba su cabeza en el pecho del hijo de Odín.

 

Balder lo abrazó para confortarlo... el joven gigante de hielo era una criatura seductora y encantadora. Su voz modulada, su sonrisa aguda y la forma en que lo miraba le habían causado una muy buena impresión. Además, Helblindi se desvivió en halagos para lo guapo, fuerte y valiente que era Balder, le dijo que en la Academia todos hablaban de sus aventuras, de sus conquistas en las simulaciones de batalla y por supuesto, de su éxito entre los dos sexos, ya que tanto damas como caballeros morían porque el muchacho se dignara a dirigirles una palabra o una mirada.

 

La vanidad del de ojos grises, exaltada por la declarada admiración del hijo de Laufey lo llevó a estar muy cercano a él. Le permitió que se acurrucara y comenzó a acariciar el largo, enjoyado y sedoso cabello negro, mostrando un gesto de evidente satisfacción.

 

-Podemos regresar para que el Sanador te revise...

 

-¡No! No es necesario... apenas baje de esta ave de madera me sentiré mucho mejor- respondió Helblindi, abriendo los ojos de fuego para mirarlo, sonreírle y acariciarle la mejilla con su mano helada.

 

Loki estaba pasando de la sorpresa a la rabia a pasos agigantados ¿Por qué Balder permitía aquel descarado coqueteo del Jötunn? ¿Acaso no respetaba su presencia? ¡Justo la noche anterior lo deseaba y ahora, lo estaba ignorando! Peor aún... parecía dispuesto a hacerlo morir de celos.

 

Los ojos verdes tenían un brillo asesino, y las pálidas mejillas se encendían a momentos, mientras sus manos cerradas se clavaban las uñas a sí mismo. Balder notó de inmediato la molestia del menor, sin embargo, reía en voz más alta y comenzó a murmurar palabras cariñosas para Helblindi.

 

-Lamento mucho que te sientas mal... no es justo que esa hermosa carita se muestre triste- le dijo, cubriendo con su mano la mano del Jötunn, y frotando suavemente su mejilla- Voy a compensarte este mal rato, te llevaré a los masajes de los baños públicos, ahí te consentirán como mereces, nos haremos algunos tratamientos relajantes y después cenaremos a la luz de las velas en algún romántico lugar...

 

Aquello fue el colmo ¿Llevarlo a masajes, a tratamientos de relajación? ¿De qué se trataba eso, de halagarlo o hacerlo sentir como un barato acompañante? Porque aquello parecía más bien el plan de llevar a un amante a pasar una noche de placeres mundanos antes de terminar en la cama.

 

¿Quería compartir lugares tan sensuales con Helblindi?

 

A él nunca lo invitó a un lugar lindo para estar juntos, mucho menos uno tan significativo para lo que se suponía los mantenía unidos: el amor.

 

-¿También a ti te incomoda un poco lo rápido que avanzan estos dos?- le preguntó Thor acercándose a su oído- No sé por qué pienso que Helblindi terminará en cuatro esta noche si continúa portándose tan “amable” con nuestro hermano...

 

Los baños públicos del palacio flotante eran maravillosos... llenos de lujos y comodidades. Thor de inmediato se lanzó a la piscina de agua helada, donde su cuerpo fuerte y bien formado resaltó su atractiva presencia, los dorados cabellos escurriendo, pegados a la piel, su risa alegre y potente. El rubio iba decidido a divertirse y no perdió un instante para comenzar.

 

Helblindi se comportó como una vaporosa gacela, esquivando los abrazos, las cortesías y los besos al aire que Balder le lanzaba. Fueron los dos juntos a las camas de masaje y tanto el Jötunn como el Asgardiano se dejaron consentir por manos expertas que relajaron cada uno de los músculos. Al gigante además, le lavaron el cabello con esencias perfumadas, lo que era un verdadero halago a su vanidad... El segundo de los hijos de Odín estaba tan encantado como antojado de aquellas carnes celestes, de aquel alto, estilizado y elástico cuerpo… Helblindi jugaba a dejarlo avanzar y después pararlo en seco, pero luego volvía a coquetear con él y el juego les hizo hervir la sangre, las ganas y la prudencia muy pronto se vió perdida.

 

-Creo que es impropio que el hijo de nuestro noble padre se muestre tan vulgar con el hijo del enemigo.

 

-Concuerdo contigo, Loki... Pero tampoco tengo la intención de provocar una pelea que insulte todavía más a los invitados de Padre... Dejémoslos, acabo de solicitar que la cena y un buen vino, sea llevado a nuestras habitaciones...

 

-¿A qué habitaciones?- preguntó Loki, desconcertado- ¿Acaso no piensan regresar a casa?

 

-Si... mañana por la tarde... ese era el plan desde el principio. Tomaremos habitaciones para pasar la noche, una tina de aguas termales para los cuatro, cenaremos, jugaremos cartas y regresaremos a Valhalla, cambiaremos los equipajes y llevaremos a Helblindi a las montañas, para continuar su paseo.

 

Loki salió a toda prisa de los salones de masaje, necesitaba de inmediato buscar el drakkar volador y regresar. Nadie le había dicho que se trataba de pasar la noche fuera y ya llevaba muchas horas lejos de su pequeño, dejado al cuidado de las nanas.

 

Habló a su madre y Frigga le prohibió regresar: “El invitado no va a ser desairado, Loki... ya dijiste una vez que no lo acompañarías y eso no fue bien visto por tu Padre. Decidiste ir y eso lo calmó un poco, pero si regresas entonces sí que te meterás en problemas… Por amor de todo, quédate y descansa, pasa un buen rato y haz sentir cómodo al hijo de Laufey...”

 

-Donnar es pequeño y me necesita ¡Ningún ser de los nueve mundos vale perderse de estar a su lado! Mi deber es cuidarlo y no estar paseando y comiendo como Troll de montaña, igual que mis hermanos.

 

-¿Y es suficiente si te prometo que yo misma velaré hoy su sueño, querido?

 

-Madre, no me ponga en ese dilema...

 

-Míralo así, Loki... Tu Padre, el Rey, se ha devanado los sesos buscando una tregua con los Jötnar y ve en esta visita una oportunidad increíble de lograrlo… halaguen a su invitado, sean corteses, favorezcan la paz que podemos lograr… Donnar estará bien atendido. Cree en la palabra de tu madre que te ama...

 

Con tal petición por parte de Frigga, el joven pelinegro ya no se pudo negar. ¡Un día entero sin ver a su pequeño! El primero que pasaba en su corta vida alejado de su padre… pero bueno, Loki necesitaba un descanso, costaba reconocerlo, pero lo requería y la libertad para hacer valer sus derechos ante el padre del niño. Estaba decidido… Balder dejaría de jugar con sus sentimientos y tomaría sus responsabilidades.

 

Lo intentaría hacer de un modo discreto, pero si era necesario… lo amenazaría con formarle un escándalo tan grande, que se hablaría de eso por muchos años en cada rincón de los nueve mundos.

 

-¡Oh, Dioses!- exclamó lleno de humillación cuando al volver, descubrió a Balder devorándose a Helblindi… o al Jötunn devorándose a su hermano, era casi lo mismo… metidos en la tina de agua caliente, casi desnudos, pues solo usaban un holgado bañador de tela blanca, uno y otro se dedicaban a explorarse las amígdalas con besos candentes y ansiosos… Balder entreabría los labios gustoso, listo para atrapar la lengua húmeda y descarada que se ofrecía para ser succionada, amasada y mezclada con la lengua caliente y húmeda del hijo de Odín.

 

Era una clase de besos que a Loki jamás le gustaron, odiaba como Balder le atrapaba la lengua y se la mordía hasta hacerlo sangrar, al menos eso sucedió un par de veces y evitaba llegar a ese modo brusco y exigente de besar. Pero al gigante de hielo no parecía molestarle en lo absoluto y por el contrario, disfrutaba cada caricia lanzando un gemido grave y suave que por supuesto, enardecía más a su apasionado galán…

 

A Loki se le revolvió el estómago… las lágrimas estuvieron a punto de salir y su primer impulso fue huir y no detenerse, llegar a Valhalla, tomar a su hijo y seguir huyendo hasta donde jamás volviera a ver o saber de Balder.

 

El maldito, traidor, mentiroso e infiel Balder.

 

-Lo siento, Príncipe… los puertos se cierran a las nueve para dar privacidad a nuestros clientes- le dijo el gerente nocturno, con un ademán de respeto.

 

-Pero… se puede ordenar a uno de los drakkar que venga, es imperioso que regrese a casa...

 

-Podría hacerse… es decir, para usted Alteza… Podríamos traer un barco en la madrugada, cuando comiencen las salidas de los viajeros… a las cinco

 

-¡Lo necesito ya! ¿Es que van a ignorar mi petición? ¿Me van a ignorar a mí, Loki de Asgard, segundo hijo de la casa de Odín?

 

-No, Alteza… haré hasta lo imposible, pero aún así le suplico tenga paciencia... quizá logre traer transporte en dos horas…

 

Loki no tuvo más remedio que esperar. Se tumbó sobre uno de los asientos del puerto de entrada y salida del Palacio flotante, y perdió su mirada de esmeralda en el cielo infinito. Recordó a Balder… la noche anterior... cuando le pidió que dejara abierto su balcón para poder visitarlo…

 

Balder llegó puntual, sonriente y cariñoso... de inmediato le abrazó y le besó repitiéndole al oído cuanto lo había extrañado. Y sintió sus manos grandes y cálidas deslizarse por su espalda hasta sus caderas, afianzarse en las delicadas curvas posteriores y empujarse hacia adelante… Balder estaba excitado y ansioso por volver a hacerlo suyo...

 

-“Creí que primero hablaríamos…”- había dicho Loki, permitiendo las caricias porque su corazón anhelaba sentirse amado y protegido.

 

-“Después, mi precioso... después hablaremos… ahora me urge llenarme de ti…”- respondió el otro, mordiéndolo en el blanco cuello y deslizando sus manos bajo el pantalón- “Ahh, es cierto... la piel queda mucho mejor después de haber parido… pensé que era solo una de tantas cosas que se dicen, pero es verdad… estás mas lindo, mas suave… más deseable…”

 

Loki se dejó llevar… si, quería hablar. Pero Balder estaba ahí de nuevo... junto a él… y quizá esta vez tenía toda la intención de rectificar sus errores y quedarse, afrontar su paternidad, hacerle saber al mundo que sí... habían quebrantado las leyes, pero que el amor era fuerte y sobrellevarían cualquier adversidad juntos. Y juntos verían crecer a su hermoso, noble y fuerte varón… con el tiempo, tal vez, Odín los perdonaría y la vida sería completa y feliz.

 

Esos eran los sueños de un joven padre soltero de quince años... porque todavía no cumplía dieciséis, eso acontecería en pocas semanas. Y apenas entonces en su mayoría, podría declararse libre y viajar junto a su amada familia a un lugar donde su unión fuese mejor vista, establecerse y ser felices.

 

Balder miró triunfante que el muchacho estaba casi rendido nuevamente a sus requerimientos de sexo y después de tantos meses de desearlo, todo estaba listo para volver a consumarlo. Pero como Loki insistía en hablar, era mejor apresurarse para que no tuviese un repentino ataque de moral que diera al infierno con el placer que podía obtener esa noche.

 

Se dejó caer sobre sus rodillas, listo para entrar en trámites de inmediato, desató el cordón de los pantalones de Loki y los bajó de un tirón, lanzando una exclamación de lujuria y placer cuando tuvo frente a sí, el hermoso miembro a medio estimular de Loki… aquel pene blanco, generoso y exquisito que muy pronto tuvo entre sus manos y dentro de su boca... si se lo hacía de prisa, el menor perdería la cordura y aceptaría el sexo sin tener que entrar en detalles incómodos. Por la mañana o quizá al terminar, Balder pensaba evaporarse para no comprometerse a nada.

 

La sonrisa elocuente reflejaba más satisfacción por sus pensamientos que por sus acciones y Loki fue capaz de percibirlo. Un ruido proveniente de la alcoba donde su hijo y las nanas estaban lo hizo reaccionar brevemente.

 

-Debemos hablar…- repitió, alejándose un poco de Balder y acomodando su ropa interior- Por favor... no puedo hacer esto nuevamente si no tengo en claro que quieres de mí...

 

-¿Acaso no puedes notarlo?- dijo Balder, con un suspiro de fastidio- Creo que tú eres el que ya no me quiere aquí, por eso pones tantos pretextos...

 

-Sabes que no es así. Yo me entregué a ti enamorado y no sabía que podía tener consecuencias...

 

-¡Acabáramos! Vamos de nuevo a ese tema...

 

-La cuestión es que tu hijo nació y yo te necesito con nosotros, él y yo te necesitamos, Donnar te necesita.

 

-Si me necesitara, no le habrías nombrado igual que Thor ¿O crees que no me di cuenta?

 

-¡Solo lo hice por agradecimiento! Pero tú eres mi pareja, el padre de mi hijo...

 

Balder se levantó y abrazó a Loki, obligándolo a callar. Lo estrechó con fuerza, con calor y poco a poco sintió que su resistencia disminuía. Entonces buscó nuevamente apoderarse de sus labios… lo necesitaba con más urgencia a cada momento, no tenía tiempo para discusiones estúpidas.

 

Loki comenzó a resistirse de nuevo, un par de quemantes lágrimas cruzaron sus mejillas y llegaron hasta su boca, donde su sabor salado se confundió con la saliva de Balder.

 

-¿Estás llorando de nuevo? Infiernos de Hel, Loki... cada vez eres menos divertido...

 

Loki, indignado volvió a pedirle que hablaran, que le dejara en claro de una buena vez si pensaba hacerse cargo de la paternidad de Donnar. Balder sencillamente se rió sarcásticamente y el menor intentó golpearlo. Pero esta vez, prevenido del puño duro de su amante, Balder lo detuvo en seco, aprisionando su muñeca, marcándole el agarre de sus dedos y doblegándolo de dolor.

 

-Eres un canalla...

 

-Demonios... Yo no quiero estar atado a nadie y menos a ti por culpa de un hijo que yo no pedí. Arregla tu problema, Loki. Te lo pedí cuando era todavía tiempo para evitar todo esto, pero fuiste un necio y te aferraste a tener a esa criatura que ahora pagará toda su vida el precio de ser un bastardo.

 

***

 

Loki regresó a la realidad cuando sintió la mano cálida y cariñosa que presionaba dulcemente su hombro. Parpadeó repetidamente para componer su semblante y después, volvió la mirada para encontrarse con el rostro varonil y amable de Thor.

 

-¿Estás triste por Donnar, querido mío?- le preguntó, con suave acento a pesar de su voz gruesa y tosca- ¿Son estas lágrimas y esta tristeza causadas porque hoy estarás lejos de tu bebé?

 

Loki asintió con un movimiento de cabeza. Ante la nobleza de su hermano mayor, era incapaz de mentir con el aplomo de siempre.

 

-Quiero irme de aquí...

 

-Pero no podrás... Padre me ha hablado, me ha desvelado los propósitos con los que facilitó este viaje... Loki, tú igual que Balder y yo... estamos siendo utilizados para afianzar una alianza con los Jötnar, es algo detestable, he discutido mucho con el noble Odín, pero su voz ha sido un mandato que no podemos desobedecer...

 

-¿Qué dices?

 

-Me llena de vergüenza repetir lo que Padre me ha dicho... le he jurado no contárselos a ustedes, pero creo que al final, se ha salido con la suya y no lo podemos evitar.

 

***

 

Balder estaba en la habitación... teniendo relaciones con Helblindi. Loki imaginó a los dos, desnudos, teniendo un momento romántico a la luz de las velas metidos en la tina o quizá ya rodando sobre la amplia cama… Balder seguramente mordía y dejaba marcas en el cuello del Jötunn, haciéndolo gritar de dolor y de placer, tal vez estaba iniciando como iniciaba con él... dándole atención oral hasta hacerlo tener un orgasmo y después, sumergirse entre las nalgas para preparar su camino mientras, montado en un 69, recibía también una gran sesión de sexo oral.

 

No podía apartar esas imágenes de su cabeza.

 

-¿Ocupado al cien por ciento? ¿No podemos volver a nuestras habitaciones y no hay otras disponibles?

 

-Bueno... esto parece tener mucho éxito entre las personas, tienen huéspedes de prácticamente todos los mundos amigos...- dijo Thor, entrando con Loki hasta el único lugar privado que restaba en el hotel.

 

Era una hermosa terraza llena de flores, con la mejor vista al cielo y a la ciudad, ahí pasarían el resto de la noche, contemplando el firmamento estrellado y recostados sobre los divanes en que generalmente, se tomaba el sol durante el día. Cubrió con mucho cuidado el cuerpo de Loki con una fina piel de zorro plateado, comprada en la única tienda que permanecía abierta dentro del Palacio flotante. El suave tacto y el calor de la prenda muy pronto confortó al pelinegro y le quitó el frío del cuerpo, aunque el frío del alma era algo más difícil de remediar.

 

Pero Thor, sin sospecharlo, parecía decidido a quitárselo también.

 

-¿Y la piel para cubrirte tú?

 

-Yo no tengo frío... me basta con mi capa- respondió, envolviéndose tal y como había dicho, en su prenda de color carmesí- Además, nos traerán un poco de vino caliente con frutas, es un reconstituyente delicioso que nos hará pasar la noche más cómodos.

 

Dos vasos de vino caliente después, Loki parecía un poco más tranquilo, sus mejillas estaban animadas por un rubor exquisito producto sin duda de la bebida y del calor de la capa de pieles. Casi no había hablado, Thor hablaba por los dos... el rubio hizo un recuento de cada estrella que veía en el cielo, de todas las noches que imaginó que las más hermosas y brillantes, eran iguales a los ojos de su pequeño hermano… y eso lo pensaba desde niño.

 

-¿Desde niño? ¿Quieres decir que desde que éramos niños pensabas en mí?

 

-De día y de noche... Recuerdo que yo era muy pequeño cuando madre me llevó hasta una cuna grande, me levantó y me hizo asomarme... entonces vi una especie de gatito que se removía bajo una mantita de terciopelo verde. Tenía los cabellos muy negros y revueltos… y abrió los ojos… y yo pensé que eran las dos esmeraldas mas bellas del universo que me miraban con amor, y esa noche soñé que esos ojos me miraban solo a mí… y juré que jamás mirarían a nadie... solo a mí... con ese mismo amor...

 

-Eso no es posible- rió Loki, atento y divertido por la historia del rubio- No puedes tener memoria de ese día, madre nos ha contado muchas veces que fuimos presentados como hermanos cuando yo tenía dos años y tu cinco, porque Padre tenía que asegurarse que la guerra que se libraba en aquel entonces no se volcara contra sus herederos. Por eso nos mantuvo separados hasta que fue seguro reunir de nuevo a toda la familia.

 

-Quizá ella me llevó a escondidas al sitio donde te escondían para que te conociera.

 

-Eso es algo que madre haría sin duda...

 

-Lo cierto es que yo recuerdo a un pequeño bebé de cabellos negros. Siempre he pensado que eras tú... y siempre lo he confirmado cada vez que veo tus ojos color de esmeralda... Solo falta hacer que me miren con ese viejo amor...

 

Loki se movió incómodo. Thor era tan atento, tan cuidadoso con las palabras que usaba para hablarle... lo trataba como si fuera algo precioso, digno de ser cuidado y protegido. Todo lo contrario a los ademanes posesivos, groseros y violentos de Balder. Tampoco podían compararse las palabras cargadas de cariño que Thor le dedicaba a los adjetivos vulgares que el otro empleaba para exigirle sexo.

 

-No deberías decirme esas cosas, Thor... Si pudieras leer mis pensamientos hace unos minutos...

 

-Loki… lo único que sé es que te quiero. Esperaré el tiempo que sea necesario para que olvides a quien te causó dolor y a quien a todas luces todavía amas, te esperaré y entonces podrás ver que mi amor es muy limpio y entre mis brazos no solo vas a sentirte amado, sino que enfrentaré a nuestros padres, a nuestras leyes, a todo lo que se interponga entre tú y yo… y a Donnar, yo lo amaré como si fuera mío, porque así lo amo ya.

 

El frío no era insoportable. Loki de hecho, jamás sentía frío... así que la capa era innecesaria. Pero le servía para ocultar un poco la vergüenza que sentía.

 

-Eres un tonto... puedes tener a quien tú quieras a tu lado y prefieres esperarme a mí, que ni siquiera tengo el valor de dejar de pensar en quien no vale la pena...

 

-¿Me quieres aunque sea un poco, Loki?

 

-No me pongas esos ojos de cachorro... claro que te quiero.

 

-Pero yo digo... algo más que quererme como un hermano...

 

-Si- dijo Loki, ruborizándose- A pesar que cuando veo al padre de Donnar, siento que aún lo amo, y siento la necesidad de creer que regresará a mi lado, que reconocerá a su hijo y que formaremos una familia- Thor escuchaba con el corazón a punto de romperse- También es cierto que cuando estoy contigo, me siento tranquilo... amparado... como si nada ni nadie pudiera hacerme sufrir de nuevo. Como si tu cercanía fuera la medicina que necesita mi alma, mi decepcionado amor...

 

Thor entonces sonrió. Se tumbó en su diván y colocó sus manos entrelazadas tras su nuca, lanzando un ruidoso suspiro.

 

-Estoy feliz...- dijo- Me das esperanzas de que un día tu cariño será como el mío... no tan grande, ni tan fuerte. Pero si me quisieras un poquito, me conformo.

 

-¡Eres un gran, gran, gran tonto, Thor!- concluyó el ojiverde, dándole la espalda a su hermano mayor. El gesto podía tomarse como un enfado, pero en realidad, Loki sonreía, se sentía extrañamente feliz y el mal rato que Balder le había hecho pasar, parecía volverse humo ante el caballeroso cortejo del rubio.

 

Thor sonrió también, satisfecho con lo que había provocado “Buenas noches” murmuró, enrollándose un poco más en su capa y disponiéndose a dormir.

 

Dos horas más tarde, sintió perfectamente como Loki movía la capa de pieles hasta su diván, le cubría amorosamente, como pudiera haberlo hecho con su hijo, acarició la rubia mata de su cabeza, y completamente seguro de que Thor estaba despierto y lo escuchaba, murmuró:

 

-Quizá amarme sea el error más grande que cometas en tu vida... y quizá aceptarte sea el acto más egoísta que yo tenga. Pero tú eres decididamente un idiota y yo soy definitivamente un egoísta... y un miedoso que todavía cree que los malos momentos se pueden ir para sentirse bien al lado de un guerrero noble y honesto como tú... Maldito seas... maldito yo por arriesgarme a romperte las ilusiones...

 

Thor no se movió, pero ciertamente escuchó cada una de las vehementes palabras de Loki.

 

Luego sintió un cuerpo menudo y esbelto meterse bajo la piel, acurrucarse espalda con espalda suya y suspirar muy quedamente...

 

-Loki...

 

-Cállate, no me digas nada... no me tienes nada contento. Hacerme dormir como un perro a la intemperie, no decirme que cosa ha planeado nuestro padre y hacerte el fuerte dándome solo a mí la capa de pieles.

 

Thor se volvió para abrazarlo. Tomando de paso su mano y entrelazándola sobre su pecho agitado.

 

¡Dioses! Pensó Loki, estremeciéndose con aquel contacto. Muchas veces antes se habían abrazado, pero desde que Thor le declarara sus sentimientos, cada vez que estaba cerca, su corazón parecía volverse loco y su mente dejaba de funcionar con racionalidad.

 

-Te lo voy a contar... Padre tiene la muy extraña idea de que la alianza con Jotunheim debe surgir de nosotros cuatro. Helblindi, Balder, tú y yo... y mucho me temo, que la encomienda es elegirnos para un compromiso matrimonial...

 

-¡Eso es una locura! ¡Balder!- exclamó Loki, asustado de lo que acababa de escuchar- ¡Balder!

 

-Balder no es tonto, no te preocupes por él... seguro que si el buen hijo de Laufey lo eligió para comprometerse, le va a costar bastante trabajo convencerlo.

 

-¡Pero si están en la cama, juntos, en este momento!

 

-Sí, lo sé... espero, como te dije, que esto no derive en una guerra en vez de una alianza. Pero la verdad, me hubiese dolido más que te eligiera a ti...

 

Nuevamente, las palabras de Thor tuvieron un efecto sedante sobre los celos y los ánimos de Loki. ¿Balder se arriesgaba a comprometerse con Helblindi teniendo sexo con él? ¡Pues allá él con su idiotez!

 

-Si... tienes razón... pero debes advertirle...

 

-Lo hice, Pero no me hizo caso. Mi hermano pierde la cabeza cuando de tener sexo se trata... tú no lo conoces porque muy pocas veces nos acompañas, pero Balder se va tras cualquier escoba con faldas que le coquetea, y se coge a cualquier muchacho que le muestre mínimamente el culo...

 

Loki se ruborizó, Thor acababa de insultarlo sin saberlo.

 

-¿Y nosotros? ¿Qué más podemos hacer por la alianza? Que no implique intentar acostarse con Helblindi.

 

-Mañana, nuestro estimado invitado querrá preguntarte como quedar grávido... La misión de Helblindi es dar herederos a la sangre de Laufey, por eso lo eligieron para sucederlo en el trono. Pero debe dar hijos, de la forma que sea y si no es a través de una pareja fértil, él mismo debe concebir esos críos...

 

-¿Y se supone que yo debo saber?- replicó el menor, volviendo a sonrojarse.

 

-Padre desea que le digas cualquier cosa que lo ayude... Loki, querido... quizá no sea muy honesto lo que te voy a decir, pero si es necesario... miéntele… que se sienta bien, que se sienta esperanzado...

 

Otra vez moría de vergüenza. Todos creían que su embarazo había sido accidental, que desconocía su fertilidad y el riesgo que corría, pero Padre de Todo jamás hacía algo sin un propósito. ¿Qué cosa sabía Odín que él mismo ignoraba?

 

No tuvo valor para confesárselo a Thor... aquello quizá destruiría la Fé que el rubio tenía en su probidad. Pero la verdad era que Loki se había preñado intencionalmente. Conocía su naturaleza dual y sabía perfectamente el día y momento exactos en que quedaría embarazado... había sido un recurso desesperado, había creído, como si fuera un imbécil retrasado, que el embarazo sería lo que se necesitaba para obligar a Balder a quedarse a su lado definitivamente.

 

Y era que Balder lo engañaba con quien fuera, eso lo sabía, y no podía reclamarle nada porque equivalía a delatar su incestuosa relación.

 

-Parece que todos tienen planes este día conmigo... Padre, el rey Laufey, Helblindi...

 

-Yo también tengo planes... unos muy sucios planes contigo. -Dijo Thor, provocando que el menor palideciera y se encogiera bajo la piel de zorro- Huye ahora que puedes...

 

-¿Qué... qué quieres hacerme?

 

-Besarte... adorarte...

 

Loki no se movió hasta sentir los labios del rubio presionando los suyos. La mano cálida giró su rostro y su boca buscó besarlo largamente. Los besos eran cálidos, amables, cariñosos... tenían un tacto de seda, invitaban a sentir placer y no miedo, ansiaban seguir y pedían permiso con movimientos tan lentos y deliciosos, que era casi imposible resistirse.

 

Entonces alzó los brazos para rodearlo por el cuello y atraerlo un poco, también entreabrió los labios para permitir que la húmeda lengua de Thor repasara su contorno, la arcada de blancos dientes y chocara dulcemente con su propia sonrosada y deseosa lengua.

 

-Nunca me habías besado así... Jamás había sentido lo que tú... me haces sentir...

 

-Silencio, mi amor... solo es que sentirte tan cerca...- murmuró Thor, pegándose a las espaldas de Loki, pero sin hacer contacto con su cadera, mostrándole que a pesar de estar juntos, podía respetarlo y no tocarlo si Loki no lo permitía- Te quiero... te quiero...

 

-Haz que esta noche solo piense en ti, Thor... por favor...

 

Loki suplicó y el rubio obedeció. Apenas terminó la frase y con un solo movimiento se colocó sobre el menor, dejándolo de espaldas sobre el diván y soportando el peso de todo su cuerpo. Lo besó de nuevo, pero esta vez, movió sus labios para depositar cálidos besos, suaves como alas de mariposa sobre los párpados, sobre la naricilla arriscada y en la barbilla afilada… entonces pasó al cuello, el cual comenzó a devorar con delicadeza, pero con pasión.

 

-No pensarás en mí solo con el cuerpo, mi amado Loki... sino con el corazón... y para eso estoy trabajando...

 

Esas palabras resultaban el mejor antídoto para el corazón roto del pelinegro, porque de pronto estuvo seguro que el calor que sentía, además de las urgencias carnales, era la maravillosa sensación de querer estar con la persona correcta, completamente, íntimamente…

 

Thor siguió besando la línea de su cuello de cisne, bajó un poco y besó los pectorales por encima de la camisa de seda, mientras su mano alcanzaba el contorno de las largas y torneadas piernas. Loki estaba excitado, deseoso, hambriento de amor... pero al mismo tiempo, dudaba de los avances que permitía y saltaba ligeramente ante cada contacto hirviente de los dedos de Thor.

 

-¿Por qué te detienes?- preguntó, cuando Thor se quedó como petrificado, observándole.

 

-Esto lo haremos cuando no tengas la menor duda de mis sentimientos... Antes no... Yo de los tuyos estoy perfectamente consciente y te acepto absoluto y completo de esta forma.

 

-Tienes mi palabra de que será muy pronto... cariño mío…- ronroneó Loki, tomando la mano de Thor y guiándola bajo su ropa interior, para luego hacer lo mismo- Pero dicen que es poco saludable reprimir esto... así que...

 

-Thor jadeó, encantado del obsequio, pero todavía decidido a no sobrepasarse. Aunque llenar su mano con el miembro de Loki, masturbarlo, y sentirse masturbado al mismo tiempo... era algo muy cercano a la gloria que le esperaba cuando su unión se consumara. Permitió las caricias y también las regaló, subiendo y bajando lentamente, sintiendo como Loki crecía y se endurecía solo para él... amó verdaderamente al menor cuando sintió sus líquidos comenzar a derramarse, y buscó nuevamente el refugio de los labios de cereza que le recibieron esta vez, apasionados y calientes… subieron los dos el ritmo y la fuerza de sus caricias, se dieron placer y se llevaron mutuamente al éxtasis primero... los dos gemían y se retorcían, pero no abandonaban su mansa presa, los espasmos previos a la eyaculación se anunciaron varios minutos después y al sentirse explotar, Thor soltó el miembro de Loki y con rapidez sacó también la diestra del ojiverde para montársele y comenzar a fotarse con fuerza, bajando apenas la ropa, pero en un estado de tal estimulación que los dos llegaron juntos al clímax, empapándose y mezclando sus fluídos… había sido delicioso...

Notas finales:

Bueno, al fin un poquito de torteo para el pobre de Thor... porque Loki sí que le ha dado vuelo.

Ahora ya Loki se divide entre los dos hermanos, pero solo a uno elegirá...

Gracias por sus comentarios.

A ver si encuentran una pequeñísima referencia a nuestro Tom!!!

Feliz lectura, besos.


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