Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

~El pago por tu fe~ por AnonimoHarui

[Reviews - 128]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hooooolaaaa mis amados lectores!!

Lo se, lo se. Se que me quiren matar lo lamento, es que ahora tengo dos trabajos por asuntos personales, asi que se me complica >.< Casi ni duermo!! Pero todo sea por el bien de resolver el problema!!

Bueno enserio lamento eso, pero que sepan Respondi a todos sus comentarios!!! Bueno me faltan dos, pero eso lo hare mas tarde, son las 3:20 de la mañana!!! D: Estoy agotada y solo me levante a hacer esto!! Por ustedes!! Nagiss!! SukiSasuNaru50!! Prometo que les respondere sus comentarios!! Siempre lo hago!!


Espero que les guste el cap jajaja, asi que no les molesto mas!!

Nos leemos abajo!!! HAY ALGO IMPORTANTE QUE PREGUNTO AHI!!


Nos vemos abajo!! xD

Capitulo 6. La cabeza en alto y el corazón sellado.

 

 

 

Ya era de día completamente. Sus hermosos ojos azules se abrieron lentamente al recibir la luz del sol. Aquellos rayos cálidos, que siempre le parecieron molestos, hoy los sentía como algo que solo una persona viva tenía el privilegio de disfrutar. Recordó ese lugar en el que estaba suspendido, frio, obscuro, sin salida y eterno. Prefería lo de ahora, despertar tranquilamente, sin preocupaciones, sin presiones y sin pensar en nada, pero… eso no pasaría… puesto que está ahí por algo, y eso es por su causa. Si no la hubiera, él estaría muerto, y morir con los brazos cruzados mientras el culpable disfrutaba, es algo que no iba a permitir.

Se comenzó a levantar y se llevo una impresión al verse dormido… en su cuarto. Con asombro miro a su alrededor notando cada pequeño detalle en su lugar, como si todo lo que hubiera pasado fuese un sueño. Miro su mano… la cicatriz no estaba, la quemadura no estaba ¡¿Fue un sueño?!

Se levanto anonadado, creyendo mal. Por alguna razón, no se encontraba aliviado de que fuese un sueño, él quería venganza y si nada de eso paso… ¿Qué iba a pasar con su ira? La seguía sintiendo a flor de piel, no podía borrarla, por lo que esa ira en su pecho le decía que si había sucedido todo aquello. Aunque… una parte en el fondo de su corazón, pensaba… que si fue un sueño… tal vez… Mito…

Algo esperanzado se levanto de la cama pero sus piernas le fallaron y casi da contra el suelo. La razón por la que no fue así, es porque alguien lo acogió en sus brazos. Naruto no necesitaba mirar a aquella persona para saber de quién se trataba.

- Joven amo, no debería haber salido así de la cama. Esta aun muy débil – Dijo con aquella sonrisa suya para cargarlo en sus brazos como princesa – Vuelva a acotarse y aproveche a renovar fuerzas – Acostándolo con delicadeza – Después de todo, cuando mejore créame que lo último que hará es dormir hasta tarde – Naru le miro con los ojos cansados y pesados.

- ¿Cuánto he dormido? – Esa fue la pregunta que le rondaba la cabeza.

- Tres días mi señor – Dijo de lo más normal ante el rostro desencajado del blondo.

- ¿Y por qué no me levantaste? – Queriendo sentarse pero fue detenido por el moreno.

- Oh no. Usted solo debe recuperar fuerzas y créame que tres días no son nada. Hay gente que está en un coma corporal hasta un mes. Acuérdese que su cuerpo estaba muy agotado de estar suspendido entre la vida y la muerte. – Arropándolo y caminando hasta la cortina para abrirla por completo para que entre el sol. – Ah, es un esplendido día – Mirando a Naruto – Uno perfecto para empezar, luego de que se acostumbre y espabile, con  sus labores – Naru suspiro. Seguía cansado… pero era algo que se debía hacer.

- Bien, solo déjame adaptar el cuerpo, lo siento muy pesado. – Cerrando los ojos.

- No se preocupe mi señor, también debe tomar agua, yo le he estado limpiando y dando de beber para que no decayera mas su salud – Dijo dejando una jarra de agua fría al lado de la cama – Descanse un poco más, ya luego se levantará – Caminando hasta la puerta.

- ¿Me has limpiado? – Pregunto sintiéndose algo avergonzado.

- Es mi deber que mi joven amo no duerma en sabanas y ropas sucias – Ampliando juguetonamente su sonrisa.

- Ya veo, pero no lo hagas, es… vergonzoso – Dijo el  rubio sintiéndose violado en cierta forma.

- Me temo que eso es imposible mi joven señor, si se presentara un inconveniente igual, yo debo ver por usted, limpiándolo y cambiándolo – El rubio lo miro escéptico ¿En que era cree que estábamos?

- ¿Sabes que estamos en una era moderna, verdad? – Sebastian contuvo la risilla.

- El pudor jamás se irá no importa la época. Lo que sí, es que dependiendo de la persona es si hay o no vergüenza – Naru le miro dándole un poco la razón.

- Creo que eso es verdad - Queriendo cerrar los ojos, pero algo, mejor dicho algunos, hacían ruido fuera de su casa. El ceño de Naruto se frunció. – Sebastian ¿Qué pasa? – El moreno se acerco ligeramente a la ventana para no ser visto y dijo con rostro neutro.

- Son solo la prensa, la casa está llena de periodistas de nuevo – Mirando tranquilamente al rubio.

- Ah ya veo – Ahora si queriendo descansar pero aquello lo despertó de golpe - ¡¿Qué cosa?!

**--**--**--**--**

Miraba lleno de asombro el lugar. Pese a haber venido desde que se publico la noticia hace tres días y se hizo viral, no había dejado de ir. No podía pasar al estar el lugar vigilado por caramas y personas de seguridad policial y justicia. Al parecer intentaban ver si ese lugar fue allanado o algo por el estilo porque la propiedad aun seguía siendo de los que vivían ahí. Su mirada se agacho.

- ¿Sera que me estoy ilusionando por nada? – Se pregunto afligido el Uchiha.

- ¡Sasuke-kun! – Sakura llego corriendo. Ella sabía que el azabache venia sin falta cada día tratando de entrar – Basta ya, Sasuke-kun, esto no es bueno para tu salud – Pensando las veces en que casi se mata queriendo entrar incluso de noche. El otro la miro indiferente.

- No te metas – Le dijo despectivo, y es que a pesar de ese episodio en el hospital seguía enojado con la pelirosa, quien al parecer osaba ahora querer volver a ser cercana a él y querer “hacerse” la buena en memoria de Naruto. No tenia tiempo para juzgarla, debía entrar a esa casa.

- Sasuke-kun, solo estoy preocupada – Le dijo juntando sus manos desesperada porque el moreno recapacitara un poco.

Sin hacerle caso solo se fue dejando a la chica ahí, Sakura estaba en verdad triste, pero no abandonaría a Sasuke, ya cometió el error de abandonar a un amigo y eso no volverá a pasar. Mientras tanto, Sasuke logro ver que los de seguridad como siempre estaban en la entrada del lugar, a menos que seas residente no te dejaban pasar y si lo eras no te dejaban acercarte a la zona residencial del los Uzumaki Namikaze.

- Debo entrar – Dijo con ansiedad. Aun no sabía porque, pero dentro de si podía sentirlo, podía sentir que había algo en esa casa, algo que le daba la fe segura… que encontraría a Naruto… - Pero… - Pese a esa enorme fuerza que le decía que se adentrara… llegaba su lado lógico recordándole que… Naruto había… - ¡Basta! Tengo que quitarme la duda… meses… - Apretando la mano con fuerza – Meses en que no lo he dejado ir… y es que… - “Sin cuerpo no se puede confirma nada al cien por ciento” esas eran las palabras que se ha dicho desde el principio…

 **--**--**--**--**

Caminaba por el pasillo, ya eran más del medio día y estaba cansado, no agotado, pero si lo suficiente para tener hambre y fiaca. Bostezo aburrido y se estiro, ya era hora de su almuerzo, lo aplazo un poco por atender a pacientes, pero ahora sí que podía comer algo.

- ¿Qué será hoy? ¿Un sándwich soso y añejo o comida terrible? – Y es que la comida de un hospital público era terrible, y mas su hospital que era uno de los más grandes y viejos, con buenas atenciones, pero lleno de casos y a veces poco presupuesto. Sasori frunció el ceño, o ya se había acostumbrado de maravilla a la sensación de hospital caótico clandestino, o secretamente amaba los sitios así de entornos bizarros y ruidosos. – No creo que sea ninguno de los dos – Murmuro suspirando.

Entro a la cafetería y su nariz se lleno del aroma raro de la comida rancia e insípida. Miro su entorno, casi lo mismo que siempre, su vista se poso en Konan que estaba con otros médicos hablando y riendo a rienda suelta mientras que Yahiko comía tranquilamente. Negó pensando en verdad que su compañero tiene mucha paciencia para soportar ciertas cosas. Camino hasta la barra de atención y al final pidió un sándwich que estuviera caliente y café negro. Una vez que pago miraba donde sentarse y sus ojos dieron con Deidara. Sonrió y se sentó con él.

- ¿Cómo anda mi medico favorito? – Dijo calmadamente. Dei quien comía casi lo mismo que el pelirrojo tomaba apuntes concentrado.

- ¿Otra vez aburrido? – Dijo sin dejar de escribir.

- Es descortés responder con otra pregunta ¿Lo sabes no? – Suspiro para agradecer la comida y comer - ¿Qué haces?

- Hago un seguimiento, algunos de mis pacientes han presentado problemas respiratorios últimamente, lo cual es raro ya que sus operaciones han sido exitosas, por lo cual deberían estar mejorando, no empeorando – Mordiendo ligeramente su bolígrafo. – Creo que están comiendo mal a escondidas.

- No me extraña que se infiltren comida, yo lo haría – Dijo comiendo resignadamente el feo almuerzo.

- Bueno, en eso tienes razón – Mirando con desgana la comida por igual – Podrías ayudarme, eres cardiólogo, diles que si siguen así su muerte será lenta y dolorosa – Pensando en lo mal que le pesaría a sus pacientes.

- Puedes hacerlo tú, para eso eres medico… ¿Cuál era tu área? – Sonrió con burla. Deidara rio.

- Hazme un favor, si tu lo averiguas avísame – Perdido en su propio trabajo.

La conversación era amena, Deidara escribía y platicaba, se esforzaba mucho por sus pacientes, ya sean viejos, jóvenes, hombres, mujeres, niños, animales, el siempre cuidaba de ellos y procuraba lo mejor. Sasori miraba fijamente al rubio, quien ahora estaba de nuevo anotando algunas cosas mientras leía un viejo libro, y su expresión se conmovió. Deidara… ese día lloro mucho, sufrió mucho, y estos meses no ha mejorado, solo sabia ocultarlo y sobrellevarlo. La perdida de Naruto en verdad afecto a su compañero de trabajo al punto en volverse autodestructivo para sí mismo. Apretó su vaso de café…. Nunca, jamás, quería volver a ver a Deidara así… jamás.

- Sasori – Le trajo de nuevo a la realidad – Óyeme, por lo menos finge escucharme – Le bufo.

- Nunca aprobé teatro, no pidas mucho – Sonrió graciosamente.

- No te hagas el chistoso, jeje – Mirando la hora - ¡Dios, debo hacer mis rondas! – Tomando su café deprisa – Te regalo lo que queda de mi comida – Parándose para y tomar sus cosas para irse.

- No lo quiero.

- Hieres mis sentimientos.

- Y si me como eso tu herirás mi estomago – Un sándwich era más que suficiente de ese hospital.

- Si es así, te atenderé – Saludando – Nos vemos – Y se fue siendo seguido por la mirada de todos. Sasori sonrió, ver a su amigo  bien le hacía estar de buen humor, su cansancio desapareció por eso.

- ¿Embobado? – Yahiko se acerco con buenas intenciones.

- Claro, aunque creo que ya el sándwich me está haciendo efecto – Tocando su estomago y viendo lo poco que le quedaba de su propio sándwich.

- Esto en verdad debe estar clasificado como droga, pero… - Sentándose frente a Sasori – No es por culpa de eso que sientes mariposas en el estomago ¿Verdad? – Sonriendo ampliamente.

- ¿De nuevo con eso? – Arqueando una ceja.

- Bueno,  no es de todo una mentira ¿Verdad? – Le siguió con aquella sonrisa.

- Ya deja de joder – Dando un nuevo mordisco a la comida.

- Ah ¿Yo estoy equivocado? – Sonrió de lado.

- Por supuesto – Masticando.

- Entonces…. – Con expresión juguetona - ¿Por qué le diste una mordida al sándwich de Deidara-kun? – Sasori abrió los ojos escéptico y se atraganto – Jeje ¿Qué me respondes a eso? – El pelirrojo se bebió su café con rapidez y miro con los ojos entrecerrados y molestos al pelinaranja.

- Tenía hambre.

- ¿Por qué no comes el tuyo? – Aun  con su sonrisa.

- Porque no se me dio la gana.

- ¿No dijiste que no lo comerías? – Si tuviera cola y orejas estas ya se moverían felices.

- ¿Acaso eres detective o un acosador? – Arqueando la ceja.

- Solo un buen detallista – Recibió un golpe - ¡Ouch!

- Mentiroso, deja de espiar las conversaciones ajenas – Parándose llevándose toda la comida para tirarla – Y si estas aburrido en tu mesa ven a la nuestra – Frunciendo el ceño – Cierto, eres un hipócrita – Y con eso se fue dejándole mal sabor de boca a Yahiko.

- Haah – Suspiro – Desearía arreglar eso – Mirando a la mesa donde su “pareja” estaba y lo miraba fijamente – Es complicado – Rascándose los cabellos – Maldita la hora que me fui con esa mujer – Sin más se levanto al ver que la peliazulada le exigía eso con su mirada.

**--**--**--**--**

- Deberían descansar un poco – Llego Hinata con una bandeja donde llevaba tazas de té.

- Si eso solo vas a decir hay esta la puerta – Dijo despectivo el Nara haciendo sentir mal a la muchacha

- Oye no le hables así, solo quiere ayudar – Defendió Kiba.

- Con lo que tú y ella hicieron hace seis meses es más que suficiente. – Dijo sin dejar de teclear en su computadora, pero levanto la mirada para ver las miradas ensombrecidas de sus amigos. – Lo siento.

- Disculparte cuando ya dijiste eso, no sirve de mucho – Ino llego, tenia leves ojeras y su vestimenta era casual y sencilla sin mencionar cero maquillaje, algo que la rubia jamás hubiera permitido dejarse ver – Como yo, no sirve de nada – Dando entender a que se refería.

- Te dije que te vayas a casa a dormir – La Yamanaka le miro molesta.

- Ya descanse todo lo que quería, por eso volví a seguir ayudando – Sentándose en la mesita para sacar más libros, recortes y de más cosas. El Nara arqueo una ceja y siguió en lo suyo - ¿Y Chouji? – Miro al moreno cansada pero decidida.

- Fue a cita con la psicóloga – Dijo seco, y es que desde el incidente de Naruto, el Akimichi ha estado raro y sobretodo, con falta de apetito, llevándolo hasta una semana sin comer bocado y a penas bebiendo liquido. Ha reducido bastante peso y era alarmante.

- Ya veo – Ino agacho la mirada apesadumbrada. Desde lo de Naruto… la amistad entre todos era densa, pesada, fría y hasta indiferente. Si se reunían era por mórbido acuerdo. Hinata era más tímida al hablar y volvía a tartamudear. Kiba ya no era tan energético como siempre, Chouji ya se dijo, Lee quien había vuelto había dejado su lado positivo y se volvió muy razonable hasta el punto de ser antisocial. Ten-ten se aplicaba mas en trabajos y se imponía trabajos ya que si dejaba de pensar comenzaba a ponerse ansiosa y solo calmantes la ayudaban. Shino estaba encerrado en su casa sin querer hablar o salir. Prácticamente todos estaban mal, pero solo eran Ino y Shikamaru los que buscaban a los malnacidos que quemaron la casa de Naruto y buscar el móvil del porque hicieron eso.

Aunque como ahora, Hinata y Kiba se le unían para ayudar un poco. Aunque a veces más que ayuda para hallar a los responsables eran más ayudadores para que sus amigos se cuidaran un poco más, y es que Ino y Shikamaru se estaban descuidando en su salud por esto. Ino por culpa y enojo a la gente que lastimo a su amigo, incluyéndola, pero estaba arreglando las cosas y estaba logrando que sus padres desistieran, es más, esperaba hablar al día siguiente del accidente con Naru de eso, pero no se pudo. Apretó el bolígrafo en su mano de manera impotente. Se sentía… tan idiota.

Mientras Shikamaru no podía estarse quieto. Quería encontrar a esos cabrones, saber sus motivos y castigarlos, porque aunque fuera el mejor de los motivos, cosa que aseguraba que no, no tenían el derecho de hacer lo que hicieron. Iban a pagarlo, iban a caer, él iba a cobrárselas uno por uno. Arrinconaron a una buena persona como Naruto… y además… se la quitaron. Le quitaron a Naruto, y jamás iba a perdonarlos ¡Jamás! El justo ese día, el día del accidente, había hablado con su padre y este estaba más que de acuerdo que Naruto y Mito se quedaran en su casa, porque estaba seguro que Naru no iba a dejar a Mito y viceversa, cosa que no era un problema. Los dos, estarían a salvo, los dos estarían bien y Naruto… estaría vivo… y estaría con él… sonriendo, jugando… mejorando. Él iba a protegerlo de todo y de todos… pero… llego tarde… actuó tarde y eso es algo que nunca iba a perdonarse. Por eso, su corazón solo iba a poder relajarse un poco, después de castigar a los imbéciles que cometieron tal abominación.

Dejo su computadora un momento para cerrar sus ojos y calmarse. Todo estaba tan mal, y para empeorarlo… abrió sus ojos… alguien había reparado el hogar de Naruto. Justo como era, como si nunca hubiera sido quemada, como si nunca nada hubiera pasado, ya que… cuando logro infiltrarse y acercarse un poco a la mansión… noto unas marcas en la pared… unas marcas que lo dejaron… descolocado, tanto que no pudo reaccionar a cuando lograron atraparlo y luego no opuso resistencia cuando lo arrastraban para sacarlo.

- Eran las mismas – Murmuro.

-------------------------------------------- Flash Back -------------------------------------------

Risas se oían en el gran patio lleno de vida y vegetación. Los pasos apresurados de la gente pequeña iban de aquí para allá felices de la vida y sin preocupaciones.

- ¡Muy bien! ¡Es mi turno de encontrar y saben que soy excelente en eso! – Dijo un Kiba de 10 años con su cachorrito de nombre Akamaru.

- Eso no es justo Kiba, siempre llevas a esa bola de pelos que te ayuda – Señalo Sakura molesta con la trampa de su amigo.

- ¡Ja! No necesito a Akamaru para hallarlos, sus olores son tan obvios que es fácil detectarlos – Alzando los hombros y sacando la lengua sin importancia.

- ¿Acaso eres un animal? – Pregunto Shino con la ceja arqueada y con lentes verdes con dibujitos de escarabajitos.

- ¡¿Qué quieres decir con eso  del olor?! – Salto ofendida Ino.

- ¡Ja! ¡Puedes usar todas las trampas que quieras, pero veras que a mí no me encontraras-ttebayo! – Se señalo más que eufórico el rubio.

- No empieces con tus arrebatos usuratonkachi – Bufo el Uchiha con las manos en los bolillos.

- ¿Usuraton…? ¡Ah, Teme! – Se enojo queriendo pelear.

- ¡Naruto no molestes a Sasuke! El tiene razón, no provoques peleas sin sentido – Apuntándolo regañadoramente.

- Pe-Pero Sakura-chan…

- Que problemático ¿Podemos solo empezar el condenado juego? – Chasqueo la lengua el Nara.

- Jeje, todos sí que-e ti-tienen energía – Dijo la linda y tímida Hina con su cabello muy corto.

- ¡Por supuesto, todos estamos en la viva niñez! – Dijo Lee, obvio un año mayor.

- Moo, deja de decir esas cosas – Decía Ten-ten negando con la cabeza esperando que su amigo dejara de ser raro.

- No te molestes, él es así – Dijo tranquilamente Neji. Todos secundaron.

- ¡Muy bien, empezaré! Naruto si te encuentro harás lo que yo te diga – Sonrió malignamente. El rubio trago pero devolvió la mirada desafiante.

- Muy bien, pero si gano, entonces tu harás lo que diga – De ambas miradas salieron chispas y se dieron la mano.

- ¡Es un trato! Bien, ¡Escóndanse! – Yendo hasta un árbol y cubriéndose sus ojitos, el perrito hizo lo mismo – 1,2,3,4…

Todos comenzaron a esconderse. El Nara siempre era el primero en ser atrapado, ya que a él en verdad no le interesaba perder o ganar, después de todo, la decisión de quien contaba se hacía mediante un juego de suerte, cosa que él la mayoría de las veces ganaba y no contaba. Oía como el Inuzuka llego al 24 y solo le quedaban 16 números más para que comenzara a buscarlos.

- Que problemático ¿Dónde me esconderé? – Mirando a un lado al otro, esta vez solo quería esconderse en un lugar donde pudiera acostarse. En eso vio unos mechones rubios correr más atrás de la casa y lo siguió.

Noto como Naruto se oculto en unos arbustos y atrás de estos había un tablón de manera grande, que dejaron ahí los sirvientes para armar la mesa para la parrillada, y se metió debajo de este. El Nara sonrió al ver un buen escondite, pero que era muy obvio si uno lo veía fijamente. Sin demorar más se metió junto con esto.

- ¡¿Eh?! ¿Shikamaru? – Miro asombrado – No, vete, a ti eres el primero que encuentran, si estás aquí perderé-ttebayo – Hizo un mohín empujando al moreno para que se fuera, pero…

- ¡40! ¡El que no se escondió se embromo! – Y comenzó a buscar llevando a su fiel amigo en los brazos.

Naruto se resigno y dejo que Shika se quedara ya que si salía serian descubiertos los dos. Estaba molesto y hacia un puchero, el moreno sonrió.

- Ya Naruto, solo quería esconderme ¿Vas a odiarme por eso? – Fingiendo tristeza, aunque Naru se sintió algo mal.

- No es eso, pero si pierdo ese perro de Kiba me hará hacer algo vergonzoso, lo sé, una vez paso – Bufo.

- No es solo su culpa el que terminaras diciéndole a una chica que querías ver su ropa interior – El rubio se avergonzó, recordar eso era terrible, mas después de que la chica le dijo algunas cosas malas y no supo como termino en una clase de respeto de género.

- Que vergüenza – Pensando ese día. – Estúpido Kiba, le haré preguntar lo mismo pero a una niña del salón – Sonrió diabólicamente. El Nara suspiro resinado aunque con una ligera sonrisa.

Estaban ahí y escuchaban como Kiba encontró a la primera, Sakura, y esta trataba de salvarse tocando la base, pero al parecer no lo iba a lograr.

- Al esconderme aquí… no medite bien la distancia… ¿Crees que llegare antes que Kiba? – Miro algo apenado a Shika. El moreno arqueo la ceja.

- Óyeme no me puedes preguntar eso – El rubio miro enfurruñado hacia abajo.

- Lo siento, es solo que a pesar de ser perezoso, eres más listos que los demás, incluso que el Teme, siempre te veo como alguien confiable y sé que me responderás lo que espero-ttebayo – Shika estaba algo sorprendido y sintió algo en su interior, pero trato de calmarlo.

- No es lo que quise decir – Dijo mirando a otro lado – Tu eres Naruto, no puedo predecir exactamente lo que harás porque eres impredecible, siempre sorprendes a los demás – Sonrió – Por eso si de algo estoy seguro, es que si tu lo quieres con todas tus ganas, lo conseguirás Naruto – Le miro fijamente – Sé que si en verdad deseas ganarlo, lo harás – El rubio le miro impresionado con sus grandes y hermosos ojos y se sonroso un poquito y sonrió abiertamente.

- Jeje, lo sabía, siempre respondes lo que espero y no, jeje – El Nara se sonroso no entendiendo – Pasa que cuando dudo, y te pregunto, siempre espero que me digas algo que me reconforte, no sé que es, pero sé que son las palabras que espero… no sé si me explico, es que… bueno veras es que tu eres… muy bueno en eso-ttebayo, y la verdad… – Se comenzaba a poner nervioso y se enredaba cada vez mas. Shikamaru rio un poco - ¡Ey!  - Avergonzado.

- Shh, que nos va a oír – Le dijo llevando su índice a los labios – Bueno, gracias Naruto. La verdad es que también me haces bien – Le dijo mirándolo fijamente de manera sincera y cálida. El rubio volvió a sonrosarse.

- ¡Hagamos una promesa-ttebayo! – Salto de la nada sorprendiendo al Nara. Vio como Naruto tomo una piedra y comenzó a tallar en el muro de la pared.

- Oe ¿Qué haces? Te meterás en líos – Dijo tratando de frenarlo arrodillándose junto a él.

- Listo – Dijo separándose. Shika noto la escritura y se avergonzó – He visto a dos personas hacer esto en una banca y se prometieron estar siempre juntos, no los vi que fueran los mejores amigos pero se notaban que se querían y querían estar al lado del otro – Dijo inocentón, ya que su mejor amigo era sorprendentemente Sasuke pero quería mucho a Shikamaru, podría decirse que sería su segundo mejor amigo.

- Eh… Naru… ¿Esas personas eran un chico y una chica, verdad? – El rubio asintió más inocente, pero feliz. El Nara dejo caer su cabeza rendido, no quería romper su ilusión. La escritura era el nombre de ambos bajo lo que sería un paraguas, clásica referencia de enamorados. Naruto era tan despistado.

- Entonces, lo prometes – Volvió a hablar acercándose al rostro del moreno quien le miro sin entender y algo sonrojado – Que sin importar que, estaremos juntos apoyándonos y cuidándonos ¿Si? – El Nara sintió su corazón latir fuertemente pero lo dejaba pasar.

- Vale – Dijo ya dándose por vencido.

- ¡Bien! Es una promesa-ttebayo – Dijo muy feliz tomando el meñique de su amigo quien se sonroso levemente para luego contemplar esa enorme sonrisa en el ojiazul, Shika sonrió al ver esa sonrisa y solo por eso se hizo una promesa internamente, que iba siempre procurar que esa sonrisa este presente.

- ¡Los encontré! – Kiba llego de repente y miro a los escondidos tras la tabla - ¡Creo que ganaré Naru! – Y sin más comenzó a correr.

- ¡¿Ah?! ¡Eso lo veremos! – Y comenzó a correr más rápido, motivado por el apuro y las palabras del Nara. Aunque termino en empate.

Mientras el Nara miraba a los chicos que salieron corriendo, en espacial a Naruto, luego miro su mano, más que nada su meñique, para luego posar su mirada en la escritura en la pared, volvió a sonrosarse pero sonrió.

Sin importar que… cumpliría esa promesa. Aunque ese hermoso momento, inolvidable para el Nara, no fue algo muy intimo, ya que hubo un tercero que presencio todo el suceso, y no le gusto para nada.

Fue desde ese entonces que el Nara y el Uchiha marcaron una especia de rivalidad amistosa… ¿Cuál sería la causa?

-------------------------------------------- Flash Back -------------------------------------------

Si… esa misma marca era la que había en esa misma pared, tan vieja como debía verse. Eso era algo… ilógico, sospechoso, hasta absurdo ¿Cómo era posible que esa casa que fue carbonizada apareciera de la noche a la mañana en pie como nueva? Más encima ¿Cómo era posible hacer una imitación perfecta incluyendo esa marca bien escondida? Y aun mas ¿Cómo puede una réplica…incluso imitar tan aterradoramente el tiempo en una marca?... ¿Cómo era posible que una casa volviera a rehacerse como si nunca se hubiese quemado?

- Es tan… paranormal – Soltó en un murmuro que los demás oyeron y miraron al moreno intrigado – No puedo estar aquí sentado – Se levantó y se puso su chaqueta.

- ¿A dónde vas? – Pregunto Ino.

- A esa mansión – Y salió de la puerta bien decidido. Pero un  “Bip bip bip” lo freno. Miro su reloj y sonrió – Pero primero debo hacer otra cosa. Luego les llamo – Y sin más se fue.

**--**--**--**--**

Logro meterse en la zona, ahora solo debía encontrar la manera de llegar a la mansión de Naruto. Seguro que los guardias no iban a creer que Sakura venia sola, aunque lo molestaba debía admitir que el que Sakura lo siguiera le favoreció, la persiguieron a ella para que se fuera y ahora él había logrado adentrarse. Caminaba lo más lejos posibles de las entradas de la casa, pero también de la trasera, ya que también había guardias allí. Solo debía ser hábil, ir por el medio, por encima y por debajo si hacía falta, pero nunca a los lados ni expuesto. Las tres veces que había venido le sirvió para ya manejarse una vez que lograra la seguridad. Ahora mas anhelante y desesperado quería rápido llegar.

Sus pasos fueron rápidos, precisos, agudos, calculados, tanto que parecía el mejor espía/ninja/agente del mundo, pero solo era alguien que estaba bajo la presión y la ansiedad. Quería verlo, quería comprobarlo, no sabía porque pero algo le decía que algo había en esa casa, algo oculto, precioso ¡Había algo que él deseaba! Sin notarlo llego a la parte trasera de la casa de su mejor amigo y vio una ventana semiabierta, por lo cual entro sin pensarlo mucho.

Ya estaba adentro, su respiración era agitadísima, se apoyaba en una rodilla y en una pierna flexionada. Apoyaba su mano en su rodilla flexionada y en esa mano su frente, recuperando el aire. Lo había conseguido, logro entrar. Ahora solo quedaba mirar.

Ya una vez más tranquilo comenzó a recorrer.

**--**--**--**--**

Los ojos del moreno se pusieron alerta y rasgados, mas no perdió su color cobrizo. Naruto le miro confundido, aun estaba en cama sentado, pese a la insistencia de su demonio él quería levantarse a echar a toda esa gente que no lo dejaba dormir. Sebastian le decía que podía resolverlo inmediatamente, pero el rubio sabía que medios usaría ya que los otros por más curiosidad no estarían por la labor, por lo cual se negaba.

- ¿Qué pasa Sebastian? – Retomando el tema algo intranquilo, también sentía algo malo.

- Un intruso. – Dijo severo.

- ¿Un reportero? – Frunció el ceño el menor.

- No… Al parecer es un chiquillo – Naru arqueo la ceja – Un chiquillo… textura mediana, altura alta… - Sonrió – Entro por la cocina y ahora esta curioseando la sala principal – Naru abrió los ojos.

- Como se atreve a pasearse así como si nada – Sebastian suspiro al ver que no sería esta situación divertida.

- Al parecer no como si nada, ya que camina como si conociera el lugar como la palma de su mano – Volvió a acercarse al rubio – Usted descanse bocchan, le prometo que me encargaré de ese joven – Naru frunció el ceño.

- No quiero sangre, sería una molestia comenzar ahora – Sebastian sonrió.

- Le aseguro que lo sabré manejar, después de todo, solo es un joven de unos 15 o 16 años – Y sin más se fue dejando a Naruto algo dudoso.

**--**--**--**--**

Sasuke por otra parte miraba todo enternecido y muy espantado. Todo era igual, absolutamente igual, ya estaba en la entrada principal. Miro con nostalgia todo, cuando corrían por ese lugar recibiendo regaños del mayordomo y risas de los dueños de casa. Recodaba como con Naruto jugaba de aquí para allá y tenían lo que él veía… pequeños momentos lindos, románticos por así decirlo, pero aun muy despistados los dos para saberlo, solo eran sinceros.

Se acerco a la escalera central y acaricio las decoraciones en los pequeños pilares. Todo era tan aterradoramente igual, incluso esa fisura en la escalera, producto de una vez que Naruto y él se tiraron como si surfearan en una mesa. Abríos sus ojos ¿Cómo era eso posible?

- Es de muy mala educación presentarse en una casa sin ser invitado – Sasuke quedo tieso – También se puede haber llamado con anterioridad para concretar una cita – Comenzando a oír pasos que se iban acercando a él. – Además, dado que has entrado como una rata por la ventana de la cocina, asumo que eres un caza fortunas o un ladronzuelo – Sasuke sintió una risa burlona y hasta amenazante – Y yo siendo un encargado de la casa, sé como ocuparme de sacar la basura – Los pasos se detuvieron cerca del moreno menor. – Oh, estas temblando ¿Acaso dije o hice algo para tal reacción así? – Sintió la voz cada vez más cerca.

Sasuke nunca en su vida sintió amenaza tan grande como la que vivía ahora. Algo en su interior le decía que si llegaba a siguiera querer correr, el dueño de esa voz… podría ejecutarlo con tan solo pensarlo. Por eso el miedo, por eso su temblor. Sintió que le escurría el sudor cuando la presencia de que algo se acercaba con sigilo, con cautela y disfrutando del torturante momento, amenazante hacia él. Comenzó a temblar un poco mas… en este momento solo deseaba tener algo, un cuchillo tal vez… así, con eso él… podría acabar con ese martirio insoportable… cortándose el cuello…

- ¿Por qué no respondes? – Susurro esa voz y sintió escalofríos en su cuello. Supo que algo estaba casi rosando esa parte. No pudo ni tragar… solo esperaba el momento en que…

- Sebastian… - Se oyó una voz. Una tercera… el corazón de Sasuke salto de nuevo a la vida, despertando de esa pesadilla bizarra, para entrar en un lado un poco más escalofriante, más tenebroso, más irreal.

- Bocchan, le dije que permaneciera recostado – Sintió a ese sujeto alejarse para pasarlo de largo y subir las escaleras, que era de donde venia aquella voz. Desde que lo descubrieron Sasuke mantuvo la cabeza gacha. – Puede en este momento recaer – Sonó “preocupado” o eso era a su parecer. Ese sujeto… era un enigma y no necesitaba verlo para ya saberlo.

- Como alguien no me otorga la suficiente información era obvio que vendría yo mismo a tomar medidas a tus medidas – Sonó regañador.

- No debió molestarse, como su mayordomo le doy mi palabra que la situación iba a solucionarse sin necesidad de violencia – Sonrió ese sujeto, así lo sentía el Uchiha.

- Claro – Volvió a oír al otro más despectivo. Volvió a oír pasos, esta vez estos pasos eran de alguien bajando las escaleras.

Sasuke quedo tieso, aun peor que la escena anterior, ya que sus sentimientos y sus sentidos estaba desorbitados, no entendía nada de lo que pasaba y mas encima se rehusaba a mirar adelante o arriba. Todo era tan caótico que si le dijeran que lo contase jamás podría narrarlo. La tercera persona quedo a un impar de escalones de él, el Uchiha no quería mirar… no quería decepcionarse o ilusionarse, ya no sabía que pensar. Pero en cambio a lo que pensaba esa voz no hablaba, era como si esperar a que él tomara la iniciativa de la palabra. Sabiendo que esa tortura seguiría así, decidió armarse de valor y levantar el rostro.

Lentamente

Con miedo

Temblando

Sus ojos se abrieron como platos y sus pupilas se achicaron ante tan aparición. La tercera persona lanzo una muy sutil sonrisa cínica y burlona.

- ¿Qué pasa Uchiha? ¿Vimos un fantasma? – Sonó su voz seria e irónica.

- Na… - Su voz se corto, aguda, sonaba aguda, como un…

- ¿Qué pasa? ¿Estás asustado, gatito miedecito? – Volvió a sonar igual. Sasuke trago y trataba de calmar su corazón.

- Na… Naruto.

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

 

 

Jajajaja, Sebas muy tranquila al decirle a Naru lo de la prensa!! xD Pero que dejen dormir!! >:v y nuestro pobre Sasuke todo ansioso de saber que carajos pasa, pero es natural ¿Quien no quiere saber como es que la mansion volvio a estar en pie? Y mas encima ahora Sakura esta arrepentida, claro, una vez que se fue ahora se pone buena ¬¬ pero eso es cosa de cada quien.

Jajaja Sasori es un amor!! ^///^ me emociono lo suyo y el que comiera esa comida fea!! Eso es amor!! Lo demas farsa xD jajaja si el no come comida asquerosa por ti, no te ama :v En fin, a quien le gusta el SasoDei? :3 o quieren que meta a Itachi?

 Como ven los amigos en proceso de ayuda y busqueda, sinceramente ame el recuerdo de Shika, me parecio hermosamente tierno, mas con Naru asi de inocenton xD fue hermoso!! <3 A quien mas le gusto?

Dios!! Los instintos de Sebas!! 0//0 El encuentro con Sasuke y mas aun se le suma Naruto!!! O dios!! Esto se pone intenso jajajaja

Espero recibir sus comentarios con criticas, bendiciones, consejos, tomates, etc!! Los recibo con amor.

Nos vemos n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).