Capítulo 2. Convivencia.
Y ahí estaba, arrepintiéndose.
Porque simplemente todo era un desastre.
Nada estaba saliendo como él lo planeaba.
Cuando vio la posibilidad de estar lejos de su rival al aceptar ser L junto a él, pensó que eso cambiaría todo. Que ya no se sentiría extraño, que ya no estarían juntos para concentrarse directamente en el caso.
Pero se equivocó.
Miro el techo con molestia.
No sólo estaba enojado por todo lo que estaba viviendo, sino que también estaba cansado, y eso que apenas el caso estaba comenzando.
Sentía que en cualquier momento explotaría de la rabia, porque ya no podía aguantarlo más.
El tiempo pasaba rápidamente. Los minutos y las horas parecían avanzar con exagerada rapidez, pero era todo lo contrario para él ya que el tiempo transcurría lentamente, y ahí se encontraba, recostado en su cama en una habitación de uno de los hoteles más lujosos de Nueva York después de su largo viaje desde Winchester, Inglaterra.
Suspiró, no pensó que todo fuera tan extraño.
El avión, el buen trato que recibió... fue como si él se tratará de alguien totalmente importante... y él no se creía alguien así, no todavía.
Era el segundo sucesor de L, imaginaba que el trato sería normal, pero el Director de la CIA los hizo viajar en primera clase, cumpliendo cualquier requisito -o capricho- que se les ocurría, al menos a él, porque Near no había pedido nada durante todo el viaje.
Y lo peor de todo es que no pensó compartir todo eso con él.
Y no podía aceptarlo.
¡Y sobre todo... no aceptaba compartir la misma habitación con él! ¡Ni de broma!
Se encontraba furioso.
Observó desde su cama como en el otro extremo se encontraba otra cama igual a la suya, tanto en tamaño como en color. Blanco, las camas eran de aquel tono sin emoción, sin vida para sus ojos, igual que su rival.
Se sentó en el borde de la cama mirando la pieza que compartía con Near, las paredes eran un tono amarillo suave, y cerca de cada cama había dos grandes armarios de color negro.
Joder.
No comprendía como era posible que la habitación cumpliera con las necesidades de ambos, era como si todo eso fuera planeado por Roger.
Pero a quien engañaba... era evidente que aquel viejo lo había mandado a hacer, no tenía otra respuesta.
Observó un poco más, notando como también habían dos escritorios con sus dos respectivas computadoras portátiles, ambos de color plateado para su buena suerte, además, de que todo eso era dividido por un gran estante con unos cuantos libros -que ni había notado- reposando sin ser leídos. La pared era adornada por un cuadro de un paisaje que no le llamaba la atención en lo más mínimo, y la habitación, está era lo suficientemente grande como para ser llenada por todas esas cosas -innecesarias para él- que ni ocuparía. Pero de todas formas se sentía prisionero. Sentía como si lo estuvieran torturando al dejar a Near y a él en la misma habitación y sobre todo en el mismo departamento.
Por supuesto que no se quejaba del lugar, la habitación era enorme, tanto la sala como el baño eran dignas habitaciones de un hotel de 5 estrellas, y el balcón era inmenso, podía ver toda la ciudad desde el décimo quinto piso. Sonrió con amargura, todo eso tenía un problema.
La convivencia.
Hubiera aceptado vivir en un departamento que fuera la cuarta parte de lo que tenía ahora con tal de no vivir con Near. Y es que ese enano con su carácter arrogante, creyéndose superior y más inteligente que todos lo sacaba de sus casillas.
Durante todo el viaje, al albino no pareció interesarle nada del exterior, a excepción del avión en donde lo había visto un tanto ansioso.
¿Sería que su rival le tendría miedo a los aviones?
Era más que evidente que era su primera vez abordando en uno, también lo era para él, sin embargo, le pareció interesante y no perdió detalle alguno del avión, y sobre todo al haber estado en primera clase.
No podía creerlo.
Si L tenía esos lujos, entonces debió haber vivido como un rey durante varios años.
Pero agachó la cabeza en cuanto pensó en su mentor, recordar que él estaba ahí porque L había muerto le hacía sentirse mal.
Ryuuzaki estaba ahí porque perdió el juego.
Kira lo había derrotado.
Y él estaba ahí para cobrar venganza.
No. Se equivocaba.
Estaba ahí para cerrar el caso Kira. Y le molestaba pensarlo, pero Near y él estaban ahí para terminar lo que L empezó.
Sólo era trabajo.
Sólo debía cumplir con su deber y listo.
Sin embargo, estar en esa habitación y pensar que compartiría el lugar con Near le hacía ponerse de malas.
¡Al menos podían pensar en su privacidad, Joder!
¿Qué querían? ¿Qué Near aparezca muerto al día siguiente? ¿O qué aparezca con un ojo morado o con sangre deslizándose por su labio?
Volvió a suspirar.
Lo más probable era que ocurra algo malo estando con Near durante todo el caso Kira. Podía presentirlo aún cuando apenas se había enterado que tendrían que compartir el departamento.
La molestia hacia de su estómago un remolino de emociones que lo incomodaban en su interior.
Quería irse... quería irse ¡Pero Ya!
No estaba de acuerdo en tener que vivir con Near bajo el mismo techo. No, no, no. Sentía como si estuviera encerrado como un animal ya que el Director de la CIA les dejó en claro que no salieran sin su supervisión.
¡Todo era una mierda!
Se levantó con molestia. ¿Qué iba a hacer el resto de la tarde? Apenas había llegado a Nueva York y ya se sentía encerrado, prisionero.
Estaba cien por ciento seguro de que Roger debió planearlo todo desde un principio, tanto su viaje en primera clase como la estúpida convivencia que ahora debía de asimilar.
Dejó de pensar en eso y camino por la habitación, viendo que tanto su maleta como la de Near estaban junto a la puerta, entonces tomó la suya y la llevo al pie de su cama, abriendo su equipaje y sacando su ropa para colocarlo de mala gana en el armario que le correspondía.
Comenzaba a dudar de que fuera capaz de soportar todo ese plan de Roger. Primero porque Near le sacaba de quicio, y segundo porque no quería tenerlo cerca.
Y sabía muy bien porque no quería.
Ya finalizado su trabajo, abrió un bolsillo extra del equipaje en donde se encontraba una gran cantidad de chocolates que se había llevado de Wammy's House. Lo llevo a su escritorio y lo dejó ahí, sacando antes una barra para calmar su ansiedad.
Salió de "su" habitación abriendo el chocolate, entonces lo vio, ahí se encontraba Near de espaldas a él con una torre de cartas que colocaba con mucho cuidado y paciencia.
Sonrió de lado. Sería una lástima que alguien abriera la ventana y gracias al viento sus cartas cayeran y el trabajo de su rival se fuera por la borda. Tal vez así el mocoso aprendería a ser más ordenado y se fuera de la sala para dejarlo sólo.
Pero hizo lo contrario.
Se acercó a su rival y se agacho para hablarle por sobre el hombro al notar algo muy importante.
- ¿Donde está el director ese? -
Near dio un sobresalto que para Mello no fue desapercibido.
- ¿Que sucede? ¿Te asusté? - intentó molestarlo.
- El Señor Mason fue a las instalaciones de la CIA - respondió indiferente pero intentando relajarse.
Mello se alejó, extrañado.
- ¿Para qué? -
- Traerá el equipamiento necesario para comenzar el caso Kira -
- Tsk... su nueva instalación será aquí - murmuró algo enojado.
- Así parece -
Ambos se quedaron en un tenso silencio.
Mello no quiso pelear, estaba más entretenido comiendo su chocolate que no le importó sentarse en un sillón individual, viendo discretamente al albino.
Entonces en aquel silencio sólo pensó en una cosa... Desde ese momento estaban solos.
Y realmente esa idea no le gustaba.
Ahora más que nunca extrañaba la presencia de Matt, al menos con él tenía algo de que hablar. Pero el muy idiota al haber rechazado ser el tercer sucesor de L, había perdido los beneficios que él tenía ahora.
Era un completo idiota.
Imaginaba que él también estaba pensando en lo mismo ahora que no tenía que calmar una de sus acostumbradas escenas de rabia.
Soltó un bufido de molestia. No imagino extrañar tanto al pelirrojo, si bien era su amigo, pensaba que estaría bien sin verlo un tiempo, pero que equivocado estaba. Si tan sólo Matt estuviera ahí, no estaría tan aburrido como lo estaba con Near.
Además... aún se sentía incómodo y raro cuando tenía cerca al mocoso. Desde hace una semana había evitado encontrarse con él, de mirarlo o hablarle, pero ahora sabía que fue una estúpida decisión.
De todos modos ambos estaban ahí, juntos... solos. Como aquella tarde en donde cambió el destino de ambos y más el de él.
Movió la cabeza en señal de negación. No podía dejar de pensar en los ojos oscuros de Near cerca de los suyos, sabía que eran de un tono gris, pero en la oscuridad de la habitación de su rival tenía otro tono que jamás había notado. Joder... ¿En que diablos estaba pensando? ¿Acaso le gustaba los ojos "inexpresivos" de su rival? Si era así, entonces ahora mismo se iba al balcón y se mataba para dejar de pensar estupideces.
Porque simplemente no podía ser cierto que su rival ocupará la mayor parte de sus pensamientos.
Era un hecho de que evitaba constantemente esos pensamientos, pero simplemente no podía. La voz fría pero calmada de Near de esa vez lo había dejado sin habla, y a pesar de la escasa distancia, había sentido el cálido aliento del enano cerca de su cuello.
Era un hecho... estaba enloqueciendo.
En ese momento no tenía nada de que hablar, no sabía si Near hablaba más de lo que se le escuchaba.
Sus respuestas mayormente eran cortas y hablar con él iba a ser una tortura.
- Mello -
Quizás con el tiempo llegue a acostumbrarse a su enigmática presencia.
- Mello -
O quizás se canse en algunos días y renuncie a seguir con esa estupidez. Si, era lo más probable.
- Mello -
El rubio dio un salto hacia atrás, golpeando su cabeza contra el respaldo del sillón.
- ¿Qué demonios quieres enan...? -
Pero se detuvo al notar los ojos oscuros de Near cerca de los suyos, se alejó instintivamente, más por la vergüenza que por la sorpresa, pero no lo suficiente ya que su cabeza estaba chocando contra el respaldo del sillón.
- ¿Qué... ? - su pregunta quedó en el aire, no sabía que preguntar, de pronto se sintió extrañamente nervioso, no sabía si alejarlo o golpearlo, aunque la segunda opción era muy tentadora.
¿En que momento Near se había levantado y posicionado frente a él?
Y lo peor... ¿Por qué sentía sus mejillas arder?
Se levantó de golpe, causando que Near diera un paso atrás.
Estaba pensando en Near y el estúpido acercamiento de esa vez, y por distraerse volvía a ocurrir la misma escena que estaba evitando.
- ¿Qué demonios quieres? - pregunto ya sintiéndose enojado.
- Quisiera comenzar con la investigación - mencionó enrollando un mechón de su cabello, indiferente.
El rubio lo observó, apenas habían llegado a Nueva York y ese fenómeno quería empezar con el estúpido caso Kira.
- Tsk... No tengo ganas - respondió finalmente, marchándose con el chocolate en la boca.
- No deberíamos perder el tiempo, Mello - murmuró sin mirarlo.
El aludido se dio la vuelta, viendo la espalda de su rival.
- Si tanto quieres investigar... ¡Hazlo tú! Pero a mi no me vengas a Joder - mascullo totalmente furioso.
Ya estaba cabreado por culpa de sus pensamientos y Near solo lo estaba enpeorando aun más.
No entendía porque ese enano era capaz de molestarlo de esa manera. Simplemente estaba furioso... furioso porque ese enano lo confundía totalmente.
- Se supone que somos L, deberías tomar el trabajo con seriedad - susurro algo molesto.
Mello volvió a verlo, sorprendido. Near jamás le había devuelto el comentario de esa manera, y que lo hiciera en un tono más frío de lo común y sobre todo despectivo, le había dejado más que boquiabierto.
Suspiró rendido. Últimamente se dejaba llevar por su rival y eso lo enojada... ¿Dónde diablos estaba su orgullo para cambiar todo lo que estaba pasando? ¿Dónde estaba Matt para que evitará su idea de matar a ese fenómeno ahora mismo y no fallar?
Juraba que en cualquier momento mataría a ese enano impertinente.
- Vale, haremos lo que el enano arrogante deseé - exclamó apretando los dientes, entrando a la habitación y cerrando la puerta con violencia.
El albino observó de reojo la puerta.
Tal vez estar con Mello iba a ser más difícil de lo que imaginaba ya que nunca había reaccionado así, hasta el mismo se sorprendía de sus propias palabras, pero él deseaba terminar el caso, y cuánto más pronto mejor.
Se sentía extraño desde aquel suceso.
Y no era para menos. La cercanía que optaron ambos aquella tarde había causado una extraña sensación que para su sorpresa no le molestaría que volviera a ocurrir.
El hecho de haber visto incómodo y algo avergonzado al rubio fue algo que rebasó el límite de su curiosidad. Quería saber si exactamente era él quien ponía nervioso al rubio adicto al chocolate.
Pero tenía una duda ¿Por qué se sintió incómodo esa tarde?
Si bien, no era la primera vez que ambos estaban así de cerca, si era la primera vez que lo había notado levemente sonrojado.
Se sentó en el suelo nuevamente.
No le agradaba mucho demostrar alguna emoción, y todo eso lo provocaba el rubio.
Tan sólo tenía la enorme curiosidad de saber que puso nervioso a Mello esa tarde. ¿En que estaba pensando? ¿Por qué hace un momento reaccionó igual a esa vez? ¿Será que había notado algo raro en él? ¿Tal vez algo malo?
Él no tenía nada que esconder, así que estaba tranquilo, sin embargo, su rubio compañero parecía tener una montaña de secretos que ocultaba en su interior, y ya que su curiosidad rebasaba el límite, se aseguraría de conocer cada uno de los secretos de Mello.
Sería como matar dos pájaros de un tiro.
Investigar el caso Kira, e investigar el secreto que escondía Mello.
Sonrió un poco, no era su costumbre sonreír con algo así, pero todo aquello le resultaba increíblemente interesante.
Y no era el único.
El adicto al chocolate mirada el suelo con rabia contenida.
Le parecía todo un juego por parte de Near, sabía que estaba culpándolo sin pruebas, pero juraba que ese mocoso lo había visto sonrojado y sólo se acercaba mucho a él para burlarse de su reacción.
No entendía porque respiraba con tanta rapidez, parecía que hubiera contenido el aire todo ese tiempo hasta llegar a la habitación. Y así era. Camino un poco y sin mucho cuidado tomo las dos laptops que reposaban en los escritorios y salió de la habitación.
No dijo nada hasta que colocó los aparatos en la mesa de la sala, cerca de sucesor número uno.
- Si vamos a empezar con la maldita investigación necesitaremos esto - dijo sentándose en el mismo sillón de hace unos minutos.
- Lo agradezco - susurro tomando el aparato.
- Un simple "gracias" era suficiente - murmuró hastiado.
- Gracias... Mello - susurro sin mirarlo.
En cambio el aludido lo observó un tanto ¿Sorprendido? No lo sabía, pero el simple hecho de que Near le haya agradecido le hacía sentirse bien con sí mismo.
Dejó de pensar en eso y le dio una mordida a su chocolate, necesitaba concentrarse.
Near abrió la laptop y al instante se quedó quieto, recordando un dato muy importante.
- No hay conexión a Internet enano - hablo Mello mirándolo con seriedad - Así no podremos trabajar -
Near sintió una calidez extraña en su interior al escuchar ese comentario, ese "podremos" le hacía sentirse bien, como si el rubio ya hubiera asimilado el compartir el puesto de L con él.
Pero no sabía que Mello había cometido un error, y uno muy grande. Y es que aquel último comentario se había pronunciado casi sin querer, así que desvió la mirada de la del albino.
- Habrá que esperar al Señor Mason - hablo enrollando un mechón de su cabello.
- No lo necesitamos - dijo molesto, el menor lo miro.
- ¿Qué sugieres? - pregunto interesado. Ya había notado que Mello no le tenía mucha confianza a ese hombre, pero no sabía exactamente el porque.
- Veamos la televisión fenómeno - murmuró levantándose un poco y tomando el control remoto. Así que no hizo más que encender el televisor, cambiando de canal hasta que encontró lo que buscaba.
"Los juicios de Kira van aumentando en número cada día"
Ambos vieron el enunciado atentamente. Los asesinatos aumentaron desde la muerte de su admirado L, y eso los molestaba.
- Kira sólo es un asesino - susurro Near sin dejar de ver la pantalla.
- Eso todos lo sabemos - trató Mello de callarlo.
A medida que hablaba la periodista, los rostros de las personas asesinadas por Kira eran mostradas dando el nombre y el crimen por el que fue castigado.
Pero ninguno de los sucesores hablaba, sólo escuchaban y notaban el tono de rendición de los periodistas.
"Como vieron las victimas volvieron a ser criminales y aquel dato hace creer que el anterior Kira regresó"
¿Cómo que regresó?
- Mello -
- Lo sé enano, lo sé - dijo esto mordiendo su chocolate.
"Según informes de la policía japonesa, se rumorea que no tienen aún un sospechoso en concreto después del incidente en las instalaciones de SakuraTUV que provocó revuelo entre los televidentes... por lo tanto, se asegura que todo fue un malentendido que no se volverá a ocurrir"
Mello frunció el ceño.
Algo no cuadraba ahí.
"Muchas gracias por seguirnos, más informaciones por la noche. Permiso"
Y la reportera se despidió, dejando que la cámara se alejara de su rostro y el programa finalizará.
- Mello... - lo llamó con una carta en las manos.
- ¿Qué? - pregunto mirando como el chico dejaba sus cartas en el suelo.
- Existe la posibilidad de que ese incidente tuviera que ver con la muerte de L -
El rubio desvió la mirada, levemente sorprendido. Él también había barajado la posibilidad de que su mentor tuviera que ver con aquel incidente.
- El incidente en SakuraTUV no tiene sentido, quizás debamos empezar con la investigación desde ese punto - hablo mirando al albino, y al instante este elevó la mirada, chocando con los ojos azules de Mello.
- Me parece bien - hablo empezando a tomar su laptop, comenzando a escribir - Estamos en el punto de partida, nuestro recorrido sólo dependerá de nuestra intuición -
El rubio suspiró fastidiado por el estúpido sermón y se acercó a Near, tomando su laptop para ver lo que estuvo escribiendo.
Investigación Del Caso Kira.
1- SakuraTUV y su incidente extraño.
Y lo demás estaba en blanco.
- Tsk... vas a escribir toda nuestra investigación - se burló un poco.
- ¿Tiene algo de malo? - preguntó algo ofendido.
Ambos se miraron sin decirse nada, otra vez estaban cerca, sintiendo una extraña sensación en el pecho. sintiendo que se quedaban sin respiración.
- No... más bien es efectivo - susurro rendido, escribiendo en la laptop.
Near se acercó un poco y lo leyó con un leve asombro.
¿Quién mató a L?
¿Fue todo por SakuraTUV o por Kira?
¿L trabajo con la policía japonesa?
- Empecemos con estas preguntas que son las más importantes - dijo mordiendo su chocolate.
- Estas también pueden ser útiles - murmuró escribiendo.
¿Quién es Kira?
¿Quienes son los integrantes de la policía japonesa?
¿Quién está suplantando el puesto de L?
- ¡Joder! ¡¿Cómo no se me ocurrió?! - exclamó Mello, girándose para ver a Near - L estaba en Japón, y de seguro la policía japonesa lo sabía - dijo tomando de los hombros al albino que lo escuchaba atentamente.
- El director... - susurro Near.
- Así es - asintió mirándolo - Ese hombre debe saber algo -
- Al igual que el director o encargado de las instalaciones de SakuraTUV -
- Y ese incidente... estoy seguro que eso condenó a L -
- También debió ser después del incidente, Mello -
- Es eso lo que hay que averiguar -
Al terminar esa frase, ambos se miraron.
El ruido del televisor o la música de fondo comenzaba a inquietarlo, los ojos de Near lo estaban volviendo loco, esos ojos inexpresivos que parecía dos bloques de hielo. Un hielo que quería descongelar.
Near lo observó con curiosidad, los ojos de su rubio compañero estaban inspeccionándolo por complejo. No comprendía porque, pero esa mirada le atraía.
Era como si los ojos de ambos fuera un imán. Un imán extremadamente peligroso.
- Near... - susurro llevando una mano de los hombros al cuello y finalmente a la mejilla del muchacho.
Esto era peligroso...
- ¿Si, Mello? - pregunto sintiendo calor en su mejilla.
Tal vez lo mejor era alejarlo.
No quería que Mello lo lastimara después de que estaban empezando bien el caso.
Pero no sabía que el rubio tenía otra cosa en mente.
La otra mano del rubio fue a parar a la nuca del albino.
Sólo un poco más... pensaron.
- ¿Sabes cuánto te odio? - le pregunto estando cerca de sus labios, solo estaba a unos cuantos centímetros.
- Lo sé perfectamente - respondió susurrando.
Pero antes de que pasará algo, el sonido de la puerta los alertó, y fue Mello quien se alejó más de lo que imaginaba.
Al instante el Señor Mason apareció por el pasillo, vestía su típico y aburrido traje gris e ingreso con un par de bolsas.
"Inoportuno" pensaron ambos algo molestos, pero aliviados de que no sucediera nada extraño entre los dos.
- Muchachos, lamentó el retraso - dijo dejando las bolsas en la mesa más cercana - Como bien saben, no tenemos una instalación hecha directamente para el caso Kira, y según órdenes del Señor Roger, no podemos arriesgarnos a que muchos conozcan la identidad de cada uno, así que por favor, les pediré que se dirijan a la habitación mientras instalamos las computadoras y demás elementos que necesitarán -
- Como diga - hablo Near levantando sus cosas y dirigiéndose a la habitación.
- Tsk... - Mello no dijo nada, sólo chasqueo la lengua y se fue caminando detrás del albino.
Comenzaba a creer que el haber aceptado investigar junto a Near era un grave error. Un error del que se arrepentiría toda su vida al darse cuenta que comenzaba a incomodarle la cercanía que optaba con el menor. Pero ya no había vuelta atrás… y ambos los sabían.
El Director de la CIA camino a la entrada y abrió la puerta. Al instante varios agentes con trajes negros, con lentes y maletas del mismo color ingresaban a la habitación, comenzando a instalar todo lo que los sucesores necesitarían.
El Señor Mason sólo camino un poco por la sala y vio una laptop encendida con unas notas que le llamaron la atención. Así que tomo la laptop y comenzó a leer.
Investigación Del Caso Kira.
1- SakuraTUV y su incidente extraño.
¿Quién mató a L?
¿Fue todo por SakuraTUV o por Kira?
¿L trabajo con la policía japonesa?
¿Quién es Kira?
¿Quienes son los integrantes de la policía japonesa?
¿Quién está suplantando el puesto de L?
Abrió los ojos sorprendido.
Tanto Near como Mello ya estaban comenzando con el caso Kira. Y todas sus dudas tenían mucho que ver con Japón.
Pero era evidente, Kira apareció en Japón desde un principio, eso nadie lo dudaba.
Sus manos le temblaban, estaba algo nervioso.
¿En que demonios se estaba metiendo?
El caso Kira era peligroso.
Y más para esos jóvenes.
Ya que desde ese momento eran los sucesores contra un asesino.
Continuará...
Muajajajaja se siente la tensión entre los sucesores >:) okno como verán estoy tomando un ritmo lento, pero ya saben como es el carácter Mello y de Near xD No habrá un beso impulsivo… todavía 7w7 Espero les haya gustado, lamentó si está largo, no puedo evitarlo xD. Comenten plis, eso me haría muy feliz :3