“Solo quisiera, solo quisiera, solo quisiera
Volvernos a reunir”
El parque estaba relativamente activo esa mañana niños iban corriendo de un lado para otro, además de algunas parejas que estaban paseando a sus mascotas, el sol en su mejor esplendor y él, bueno estaba más que molesto ¿Por qué demonios se tardaban tanto? llevaba al menos media hora esperando y esperar no era una de sus virtudes en estos momentos, esperaba que al menos algo realmente malo les hubiese sucedido para que no llegaran.
–Hey Kanon luces tenso- la voz del ojiazul lo saco de sus pensamientos solo para fruncir el ceño, y casi por instinto le reclamo en un tono por demás molesto.
-Seguramente debo lucir alegre porque llevo una maldita hora esperando a que lleguen y solo apareces y dices que luzco tenso, es en serio Dita.
El aludido levanto las manos en señal de paz y con uso de la poca paciencia que le quedaba al otro intento calmarlo –Tranquilo que a mí me acaban de avisar y vine lo más rápido que puede- suspiro un poco más tranquilo cuando Kanon solo chasqueo la lengua pero aun así pidió a los dioses que Mu y Saga llegasen a salvarlo o seria el saco de Box de Kanon, porque si algo odiaba en todo el mundo el peliazul era esperar. Y como si hubiesen leído su mente la voz de Saga le salvo por el momento la vida.
–Tranquilo Kanon que tú me has hecho esperar más de una vez así que me la debes- no le quedó más remedio que dejar sus reclamos a un lado, así que se limitó a asentir antes de comenzar a seguirlos.
A su parecer su día no podía ir peor, Mu y Saga se casarían en un mes y ahora se encontraba ahí con ellos para ver los detalles de arreglos, mesas, flores etc. Se encontraba feliz por su hermano, pero realmente se le hizo algo apresurado, bueno su relación con Mu llevaba casi desde que entraron a la facultad y bueno de eso más o menos eran 4 años vaya ahora que lo pensaba no era tan apresurado pero eso de planear bodas no iba con él, entendía que tenía que ir si o si por el hecho de que era el padrino y sobre todo porque era la única familia de Saga, pero ahh en estos momentos le gustaría que Milo estuviese con él pero el alegre escorpión se encontraba en medio de un viaje escolar, su último viaje de preparatoria y no regresaría hasta mañana temprano o al menos eso fue lo que le dijo.
Sonrió de manera soñadora al recordar al pequeño chico, después de aquel hermoso accidente se habían vuelto más cercanos al punto de que al menos se veían 4 veces por semana para salir al cine a caminar o a cualquier cosa el punto era estar juntos, pero decidió dejar de pensar en él al ver como Dita lo miraba algo divertido, así que esperando no ser el objeto de burla, lo cual era muy poco probable y se aventuró a preguntar
-¿Qué es lo gracioso?- Dita solo sonrió aún más antes de codearlo y en tono burlón decirle –Es curiosa la manera en la que ese niño te enamoró ¿no lo crees? ¿Cómo me dijiste que se llama?
No te lo dije de hecho, además no recuerdo haberte contado nada en concreto sobre ese tema. ¿Mu te conto?- arqueó un poco la ceja esperando que sus conclusiones fuesen correctas.
Mmm no lo negaste jaja, en cuanto a lo otro cerca pero no fue por casualidad si lo quieres llamar así- Kanon suspiro algo molesto, sin darse cuenta él solito se había delatado se acomodó el cabello hacia atrás en clara señal de molesta lo que hizo que Dita se riera con más ganas. –Bien entonces fue Saga verdad- esto más que pregunta fue una afirmación el ojiazul solo movió la cabeza en señal afirmativa.
La tarde se pasó de manera lenta para el geminiano menor realmente deseo que el día acabara y no tanto por el hecho de que estuviese ayudando a su hermano con lo de su boda si no por el hecho de que Dita y Saga aprovechaban cada momento para recordarle que era un “asaltacunas” por enamorarse de un chico 4 años más joven e incluso Mu se le unió en una que otra broma. Pero lo que más le molesto y que para su desgracia era cierto, fue el que Saga le restregara que ni una sola vez le había pedido al menor que fuese su novio, no es que no lo deseara ni nada pero cada vez que intentaba decirle las palabras no le salían y terminaba como un idiota.
Continuo divagando un poco más en sus pensamientos hasta que llego al departamento que muy pronto solo sería habitado por él, abrió sin ganas de entrar realmente dado que las últimas semanas Saga rara la vez regresaba para dormir y eso muchas veces le hacía recordar cuando se quedaron huérfanos, sacudió la cabeza intentando alejar esos pensamientos y se dirigió lentamente hacia su alcoba, más un ruido en la cocina y un ligero olor a comida le hizo volver los pasos.
–Saga no se supone que…- No pudo terminar la frase pues los largos cabellos morados atados en una coleta le anunciaron que no era su hermano, pero el menor no reaccionó inmediatamente, pues traía puestos los auriculares lo cual le pareció divertido a Kanon, pues el menor además de cocinar estaba bailando un poco, después de un rato de sentirse un poco irritado y a la vez aliviado por la falta de atención de Milo hacia el decidió acercarse con cautela para asustarlo un poco, cuando una idea traviesa cruzo por su mente al estar lo suficientemente cerca de Milo y aprovechando que este estaba haciendo una ensalada lo tomo de la cintura y le dio un beso en el cuello.
– ¿Qué demonios?, Kanon eres un tonto me asustaste- Milo se alejó lo más que Kanon lo dejo, giro su cabeza para ocultar el leve sonrojo que había provocado la acción del mayor, mientras que este solo le dedico una sonrisa coqueta.
–Te hable varias veces pero dado que tenías lo auriculares no se me ocurrió otra manera de llamar tu atención- Milo lo miro con molestia fingida, -¿No se supone que aun deberías de estar con Saga y Mu viendo lo del banquete?
Saga sonrió un poco más al ver que Milo intentaba zafarse el abrazo, se estaba poniendo más rojo y de verdad que le dieron una enormes ganas de besarlo pero decidió reprimir sus impulsos y lo soltó delicadamente.
-¿No regresabas hasta mañana en la tarde?- Milo se giró hacia lo que quedaba de salsa en el sartén antes de apagarlo y haciendo un puchero le dijo: -Esa era la idea pero nos cancelaron la ida la museo porque a casi nadie le interesaba, sigues sin contestarme eh. Saga sonrió aún más por la actitud de Milo, y antes de contestarle se dio cuenta de que jamás le había dado una copia de la llave de su departamento, así que decidió molestar un poco más al menor.
–La verdad deje que Dita se hiciera cargo, pero pasando a temas más interesantes quisieras explicarme Milo ¿Cómo es que conseguiste una copia de la llave? El menor se quedó callado unos segundos antes de sonreír como un niño de tres años que había roto una lámpara de la sala
–Bueno Saga me dijo que podrías sentirte algo extraño sin la compañía de alguien así que me dio la suya la semana pasada y como mis padres no estarán hasta el domingo no pensé que te molestara mi presencia aquí pero si te incomoda me voy- lo último lo pronuncio casi en un susurro y dejo lo que estaba haciendo para esperar la reacción de Kanon.
El peliazul solo negó con la cabeza y lo abrazo de nuevo –No me molesta tu presencia ni nada de esas cosas tontas que estas por pensar, al contrario Milo me agrada mucho tu compañía, así que espero y esta no sea la última visita sorpresa que me hagas, así que quita esa cara y vamos a cenar que en verdad me estoy muriendo de hambre.
Y de esa manera Kanon termino de poner la mesa y se dispusieron a cenar, la cena no fue necesariamente silenciosa pues Kanon intentaba sacarle conversación al menor pero de alguna manera lo sentía ausente o algo distraído, pero supuso que era por el hecho de que ya no vería con mucha frecuencia a su amigos así que decidió pensar en cómo animarlo pero la pregunta de Milo lo saco de sus pensamientos.
¿Cuándo piensas pedírmelo Kanon?- El mayor en su santa ignorancia pensó que Milo se refería sobre invitarlo a la boda de su hermano, así que con toda la tranquilidad del mundo le contesto –Bueno la boda de Saga es en un mes así que no se si tengas tiempo para acompañarme ya que posiblemente quieras pasar tiempo con tus amigos, pero…
-No me refiero a eso Kanon, Saga ya hasta invitación me dio ¿acaso no lo recuerdas? Fue la vez que fuimos los cuatro al cine, así que por favor deja de hacerte el tonto y dime ¿hasta cuándo planeas pedírmelo?
-No te entiendo Milo así que podrías decirme sobre que tengo que pedirte. La mirada de Milo no reflejaba enojo ni nada parecido, era más bien algo insegura, el peli morado solo se levantó de su asiento y con decisión le planto un beso en los labios a Kanon, el cual al inicio se sorprendió pero al sentir con el menor no se alejaba le correspondió el beso hasta que Milo se separó.
-Hasta cuando planeas pedirme que salgamos o que seamos novios, la verdad ya me estoy cansando de esperarte, así que creo que por lo lento que eres lo tendré que hacer yo. Kanon me gustas desde la primera vez que te vi, tienes una mirada realmente hermosa que me hace sentir una paz infinita y sobre todo que si estoy contigo nada malo me pasará así que Se mío por favor y así como serás solo para mi prometo ser solo para ti ¿Qué dices?
De todos los escenarios que había creado en su mente ninguno se comparaba con lo de ahora así que después de unos momentos y antes de que Milo decidiera golpearlo por idiota acepto de muy buena gana, el menor le dedico una gran sonrisa y sin más se sentó en el regazo del mayor para poder besarlo de mejor manera.
“Solo quisiera, solo quisiera, solo quisiera
Volvernos a reunir”