Sus labios dolían, estaban hinchados pero aun así mallugados pedía por más. Sus manos tocaban todo lo que podían, trataba de comparar si era igual que en sus sueños, todas esas veces que había soñado que le hacía el amor, tocar cada curva de su cuerpo, cada músculo duro y marcado debajo de la camisa y sin ella pero ahora era real. El cuerpo de Steve era una fantasía echa realidad, de su sueño más húmedo.
Steve tenía contra la pared a Tony, se separaban cada tanto para recuperar el aliento pero cada vez que lo hacían sus ojos bajaban a los labios del otro y se volvían a besar. El ambiente se sentía caliente y la desesperación se apoderaba de ellos cada vez más. Ambos habían soñado esto tantas veces; sus lenguas luchaban una contra la otra para lamer y estimular más los besos, no era suficiente, ya no.
-Steve…quiero seguir besándote pero necesito más, mi celo…esta en lo crítico- dijo entre jadeos y besos- el rubio lo sabía y su boca bajo hasta el cuello y su clavícula, sus manos se metieron debajo de la camisa de Tony y tocaron todo, cada parte que tocaba hacia que el moreno gimiera y sintiera que ardía. De pronto sus dedos masajearon los pezones rosados y duros de Stark; la ropa empezaba a estorbar.
-Detén esto por mí, cariño- el rubio le ordeno que con su boca detuviera su camisa.
Stark rodeaba con sus brazos el cuello de su compañero y sonrojado veía como este estimulaba sus pezones; su erección dolía demasiado y sus pants deportivos de nuevo estaban más que mojados, estaban empapados, su entrada se contraía ante la necesidad de ser llenada y embestida.
Steve saboreaba cada pezón, los mordisqueaba, los chupaba, los succionaba, el olor que Tony desprendía a café y vainilla lo estaba volviendo loco, su sudor sabía a como olía; al igual que el moreno su miembro estaba duro como una piedra, erecto en su esplendor y su alfa gruñía para someter al omega, producía cada vez más saliva y sus dientes dolían.
Las manos del oji azul bajaron de la espalda media hasta la curvatura del trasero de su compañero, bajaron hasta sus glúteos y los acuno para apretarlos con ansias y pegarlo más a él.
-Maldición, parezco un animal en celo, mira como me has puesto…- le susurró con su aliento caliente y su voz gruesa al oído. Sus erecciones se rozaron y Tony sintió como casi se corría y sus piernas le fallaban.
-Steve…te lo suplico…- Rogers no quería parar, quería tomarlo ahí pero la idea de una gran cama le hizo recapacitar, así podría hacerle mejor el amor a su omega.
-Lo que pidas, ahora agárrate fuerte de mi- Tony se aferró bien y sus pies dejaron de tocar el suelo, el general lo cargo; sus piernas se aferraban fuerte a las caderas del rubio, y entre besos y tropiezos llegaron al cuarto, los dos se tiraron en la cama y cuando se separaron para respirar sonrieron como tontos enamorados.
-Quítate la ropa me estorba- Rogers le pidió y Tony lo hizo, quedando expuesto, trato de cubrirse pero aun así se sentía tímido. Steve termino de quitarse la chaqueta y la camisa, los zapatos y solamente se desabrocho los jeans. El castaño se relamió los labios al ver a toda su fantasía frente a él, ver cada detalle y esa piel bronceada y suave.
-Ponte un condón…- el rubio asintió y lo miro confundido- en mi cajón, tengo lubricantes y condones- Steve rodo los ojos al saber por qué, se extendió sobre Tony y alcanzo un paquete, lo abrió y se lo colocó.
Steve tomó las manos de Tony y las entrelazo con las suyas para colocarlas a los lados de la cabeza del moreno. Desde arriba lo contempló, desnudo y vulnerable, sonrojado por esa mirada.
-Déjalas así- le ordeno, la cara de Stark se puso más roja y desvió la mirada.
-Steve…p-por favor…- sentía que moría de la vergüenza, el rubio le sonrió y comenzó a besarlo del cuello ya que su naturaleza omega siempre estaba expuesto- no soporto, por favor, tómame y márcame, me volveré loco si sigues así- nunca en su vida pensó suplicar y estar sometido y Steve nunca pensó que le tendría así. Después de tantos años de verlo de lejos, soñar con ello y contenerse delante de él y de todos los demás, recordar cuando alguien trataba de coquetearle de acercársele y no poder nada, ahora lo tenía pidiéndole que lo hiciera suyo.
-Un poco más Tony, tengo tres días para hacerte el amor pero es nuestra primera vez, además quiero conocer tu cuerpo, quiero quitar de cada centímetro el maldito olor de Daniel…- se vio gruñendo de rabia y el castaño sonrió.
-Eso lo veremos después, ahora, mete tu enorme pene dentro de mí, capitán- esas palabras lo encendieron y todo se olvidó; Tony pego un grito al ser volteado boca abajo, ser tomado de las caderas y alzarle el culo al aire, Steve se contuvo las ganas de explorar con su lengua la entrada pero estaba tan mojado, húmedo, se contraía y goteaba.
-Ahhh…nghhh, Steve- gimió Tony, apretó fuerte los ojos por miedo y por la incertidumbre, sus manos apretaron fuerte la sábanas y sin darse cuenta solo elevo más sus caderas y separo sus piernas. El que estaba apunto de volverse loco era Steve. Tomó su miembro y lo alineo, lento comenzó a penetrar a su pareja hasta llegar hasta el fondo y quedarse ahí.
Eran uno solo, el momento era tan excitante y único, que si no fuera por el placer y la lujuria, Steve juraría que estaría llorando en ese momento de felicidad. Al fin todo encajaba en su lugar, todo se acomodaba y se conectaba, sintió el corazón de Tony latir junto al suyo, el enlace aun no terminaba apenas comenzaba.
-Me voy a mover- el otro asintió y espero, gimió al compás del primer movimiento lento hacia afuera y después hacía adentro, Steve repitió los movimientos durante unos minutos; la entrada de Tony se sintió desesperada y pedía por más penetración y brusquedad, apretó las sabanas y entre abrió sus ojos, miro a Steve, sudando y concentrado.
-No me vas a lastimar, jódeme duro Steve, por favor no te lo diré una vez más- el otro se sonrojo y se detuvo, alzó las piernas y lo penetro de una sola estocada, Tony gimió en alto, arqueo su espalda y los dedos de Steve apretaban su cadera para apoyarse y aumentar el ritmo de las penetraciones.
Steve sonreía mientras tensaba los músculos duros y firmes de su abdomen y penetraba a su omega, el sudor corría por todo su cuerpo y los choques de ambos cuerpos resonaban por todo el lugar. Se inclinó para besar a Stark.
-Tony, te amo- le susurró entre besos- te amo tanto- el castaño sintió entre todo el remolino de sensaciones como la felicidad llenaba su corazón y se querían reflejar en forma de lágrimas.
-Idiota…- susurró Tony y lo atrajo hasta su boca de nuevo y lo beso mientras Steve seguía en su labor de alfa- detente…espera- Steve se detuvo y arqueo una ceja con la respiración entre cortada y agitada, le obedeció para luego ver a Tony sobre él y montándolo. Despacio alineo su miembro y dejo caer su peso poco a poco, cuando todo el miembro de Steve quedo dentro, Tony se apoyó en su pecho. Steve miraba embelesado como Tony lo montaba y su entrada tragaba todo su miembro, como de molestar paso a placer en un segundo- guía mi ritmo…guíame- le pidió y Steve coloco sus manos de nuevo en sus caderas marcadas en rosa y poco a poco volvió a moverse, detenía a Tony un poco en el aire y arremetía con brusquedad pero con cuidado, de nuevo el cuarto se llenó de jadeos, gemidos y de los choques de los cuerpos, en un movimiento Steve toco un punto correcto y los ojos de Tony se abrieron de par en par-¡DIOSES!- gimió, sus ojos casi se fueron detrás de su cabeza.
-Maldición, cada vez me aprietas más, tu celo te vuelve una puta- cuando dijo eso el rubio sintió como Tony respondía- oh, así que te gusta que te hablen sucio y te controlen- sonrió de lado y aumento el ritmo.
-¡Nhhhhh…..ahhhh, si…así…más!- y así lo hizo, comenzó a susurrarle cosas al oído, sintió como Tony lo apretaba más y más- estoy…casi…me correré- Steve sentía lo mismo la caída de la adrenalina por el orgasmo se estaba sintiendo, ambos sintieron la descarga de electricidad desde su columna hasta su entre pierna; los dientes de Steve estaban más que listos para reclamar como suyo lo que le pertenecía por derecho y por amor, el omega en cambio ladeo su cuello viéndose cerca del orgasmo , Steve lo tomo de la nuca y lo acercó a él y lo mordió dando casi por terminar al acoplamiento. Sintió la explosión de omega de Tony en su lengua, como su alfa lo reconocía como pareja y como el omega de Tony reconocía el dominio del alfa de Steve, uniéndolos para siempre; minutos más tarde Tony detuvo su cabalgata y se corrió en chorros, manchando a Steve.
-Ya casi…yo- Steve aumento el ritmo y jadeo en alto cuando Tony terminaba con sus contracciones y lo ordeñaba, corriéndose dentro del condón- nggggghhhh…- apretó sus ojos y dejo que su cuerpo se descargara con espasmos, dando paso al nudo, haciéndolos correrse una vez más por la sensación nueva y agradable que terminaba con todo.
Tony se dejó caer sobre el cuerpo sudado y agitado de su alfa, sintió una mano masajeando su espalda hasta sus glúteos y un gran suspiro.
-Dioses, eres mío, al fin- Steve sonrió y Tony levanto su cabeza y le sonrió de igual modo.
-Para siempre, llevo tu marca hasta el día de mi muerte- Steve lo beso y los ánimos se encendieron de nuevo- tranquilo, si me sigues besando así…de nuevo empezaremos…y acá…- Steve lo volvió a besar- te lo advertí, faltan dos días de hacer el amor, día y noche, aun no estoy satisfecho-
-Quiero correrme dentro de ti…si quedas embarazado tomare toda la responsabilidad-
-¡NO! Aun no, no…yo…- Steve rio.
-Tranquilo, deseo marcar cada rincón de ti pero sé que no es tiempo, igual quiero muchos hijos-
-¡Hijos! ¡HIJOS!- Steve volvió a reír aunque en el fondo a Tony le agradaba la idea y eso lo encendió de nuevo- ponte otro condón, capitán- se relamió los labios.
-Lo que ordene, capitán- se volvieron a besar y los siguientes dos días hicieron el amor por toda la casa de Tony.