Mar Báltico, Estonia.
Estaba muy serio, su compañero de tienda lo veía desde el otro lado del lugar, ambos sentados cada quien en su catre. La tensión se cortaba con un cuchillo; el oji azul miraba atentamente una caja de cartón pequeña en el centro de la mesilla que fungía como comedor o mesa de noche.
-¿Por qué te veo tan serio? Casi matas a gente por conseguir esto y ahora que lo tienes toda tu euforia se ha desvanecido en el momento en que lo viste y empezaste analizar las cosas- el rubio otro negó con la cabeza.
-Llevamos casi un año de relación pero con todas estas misiones tengo miedo de no regresar a casa algún día- confesó.
-Steve, no digas eso, eres nuestro general. Si tú piensas eso ¿qué debo de pensar yo?- el rubio negó con la cabeza.
-Cada vez empeora más y debo evaluar cada cosa que pasa, cada segundo pero no te aflijas, yo los protegeré ante todo para que regresemos con bien casa- se puso de pie y guardo la caja dentro de su mochila de cosas personales.
Una guerra civil se había desatado en ese pequeño país cerca de Rusia, Steve había combatido las guerras civiles de los países circundantes a Estonia para luego terminar todas sus misiones en Rusia pero la guerra civil se había divido en dos etapas después de que América conquistara la mitad del territorio, por así decirlo.
Un mes más paso después de sus preocupaciones en la tienda donde había tenido una charla acerca de la posible muerte con su compañero, por fin había llegado la notificación de que era hora de partir a casa y descansar un poco para luego regresar a los dos meses de nuevo a Estonia y dar el penúltimo paso para terminar la guerra civil de esos países involucrados y que el gigante con el que debían de luchar era con la madre Rusia.
-Felicidades, general, puede ir a casa con los suyos- le dijo uno de sus compañeros y no pudo más que sonreír. Esa noche notifico a Tony mediante un móvil que había diseñado especialmente para él, con una señal más potente en cualquier rincón del mundo y por ese pequeño aparato podían verse las noches que se sentían solos.
-Voy a casa, Tony, llegaré mañana por la mañana ¿irás a recibirme?- le sonrió através de la pantalla, estaba ilusionado de verlo, necesitaba verlo y sentirlo suyo.
-Sabes que si, iré por ti, seré tu primer fan en llegar y acampar en la pista de aterrizaje por ti- le dijo mientras soldaba cosas en el laboratorio de la sede- oh mierda, son casi las doce aquí, debo irme Steve, mañana espero tu regreso- Steve arrugo su entrecejo
-Anthony ¿de qué hemos hablado?- el otro chasqueo la lengua.
-Sabes que mi trabajo es doble desde que Banner entro en el séptimo mes de gestación…- dijo un poco sonrojado y con un poco de envidia.
-Wow, tanto tiempo ha pasado ¿ya? Cuando termine esta misión estaremos casi por cumplir un año de estar juntos, Tony- el castaño sonrió mientras se quitaba la bata y guardaba sus cosas en la mochila.
-Y es el primero de como unos 60años más ¿no?-
-Si sigues descuidando tu salud me temo que serán menos-el otro lo vio burlón.
-No te desharás de mi tan fácil de mi Steve. Ya me desconectare, te amo-
-Te amo, Tony- y el castaño desconecto la señal. Sólo un día más y estaría con él, un día más. Miro su mochila y sonrió, se dio la media vuelta y trato de dormir pero la emoción no le dejaba.
Los Angeles, California. Un día y medio después.
Tony esperaba recargado en su Ferrari de color rojo, cuando vio el avión aterrizar sonrió y se quitó las gafas de sol. El vuelo de Steve se había retrasado casi por más de seis horas y sabía que su alfa vendría enojado, cansado y estresado. Tony venía de traje de vestir ya que por el medio día había asistido a una junta exprés.
Unos minutos más tarde todos bajaron y como siempre al último Steve pero Tony se quedó con la boca abierta cuando lo vio con su traje de general de color verde, bien peinado, con su mochila y con un nada más y nada menos que un bouquet de rosas rojas.
-Pero qué….- Steve llegó frente a él y sonrió, en un pestañeo lo tenía frente a él, arrodillado y con una sonrisa de oreja a oreja. La gente se detuvo y observo el momento, muchos comenzaron a tomar fotos. Una vez que el mundo supo de la relación del heredero de los Stark y del general Rogers el mundo del acoso por los medios de comunicación ceso pero eso no quería decir que no estuvieran en la mira de ellos y de algunos reporteros amarillistas y sensacionalistas.
-Hola, Tony he llegado a casa. Sé que sólo hemos estado por un par de meses juntos, qué nuestro inicio no fue el más correcto, qué eres mi pareja destinada y doy gracias por eso pero tengo miedo de no regresar a casa un día de estos y morir sabiendo que nunca formalizamos lo nuestro ante la ley y ante el hombre, sirviendo a mi país, Anthony Edward Stark ¿quisieras casarte conmigo?- Steve saco una cajita de terciopelo y la abrió dejando de ver un diamante en color rojo.
Tony se quedó sin palabras, cubrió sus rostro mientas Steve le hacía confesión y le pedía matrimonio, las lágrimas se acumularon en los ojos y cuando escucho la pregunta se desbordaron asintiendo una y otra vez.
-¡LE DIJO QUÉ SI!- grito alguien del público.
-Sí, Steve, acepto- Steve le entrego el ramo de rosas y colocó el anillo en el dedo anular, se puso de pie y los dos se abrazaron fuertemente, se miraron y se besaron- dioses, soy el más feliz del mundo, no me esperaba esto, yo, te amo, te amo- le dijo mientras los dos se besaban y el público les aplaudía. Conmemoraron el momento con una fotografía y la compartieron con sus amigos por mensajes y no tardó en hacerse noticia nacional.
-Buenos días- Steve lo rodeo con sus brazos por la cintura y lo beso en el la marca que estaba en la parte por debajo de la nuca, lamiéndola y haciendo que el otro se estremeciera. Estaba en el baño terminando de lavarse los dientes.
-Muy buenos días, capitán- movió su trasero contra la erección del rubio.
-Oh, lo notaste, a pesar de que anoche estuvimos como dos locos aun no estoy satisfecho, es mi día de descanso y podríamos estar en la cama todo el día ¿uhhmm? ¿Qué te parece?- se le insinuó con un tono de lujuria en su voz.
-Oh con mucho gusto peeeeeero aún tengo…tenemos pendientes para los preparativos para la boda aunque…un rápido no estaría nada mal- Tony se dio la media vuelta entre los brazos de Steve y quedo frente a frente y de repente se deslizo hasta quedar de cunclillas y comenzar a succionar el miembro del alfa.
-¿Qué?- respondió sonrojado ante la sugerencia y antes de darse cuenta la boca caliente y húmeda rodeando su pene- mmmmh…mierda, te has vuelto un experto en esto, Tony- el otro sonrió complacido.
Faltaban pocos meses para la boda, Steve había pedido un permiso para suspender las misiones y al mismo tiempo la guerra civil había quedado congelada, qué suerte.
Ahora sólo era esperar a que todo se pusiera en su lugar para el día tan esperado: la boda.
Stark se estaba luciendo con todos los preparativos seguía al pendiente de todo junto a su planeador pero el tiempo se le había acabado: estaba ahí en la orilla de la cama con un dolor de cabeza insoportable, ya era la noche antes de la boda y para ser una boda entre hombres que solamente ocupaban dos trajes y nada más era un caos.
Las invitaciones, la música, la comida, los recuerdos, las fotografías, las decoraciones, la capilla, las flores, las damas de honor y los damos de honor, los anillos, los padrinos y la lista seguía y seguía.
-Dioses…mi cabeza- Steve entró con un par de pastillas y se sentó al lado de su prometido.
-Tranquilo, deja todo, mañana saldrá todo bien y déjale el trabajo al planeador, por lo que más quieras Tony-
-Lo que más quiero es que me jodas con todas tus malditas fuerzas pero mi cabeza va a explotar- tomo las pastillas de la mano que se extendía frente a él, alzo la vista y vio al rojo del oji azul.
-Iba a sugerir adelantar la luna de miel pero no tan directo…pero ya lo has hecho por mi pero mejor esperaré hasta pasado mañana para hacerte el amor en la playa, en el balcón del cuarto de la suite o donde fuera pero debes ir a la cama. Descansa, mañana es nuestro gran día- el castaño sonrió y asintió.
-Sólo si duermes conmigo- Steve se puso de pie y apago las luces para meterse a la cama y darle un pequeño masaje a la espalda de Tony, unos minutos después y el castaño estaba roncando.
-Te amo- le susurró y beso su frente, salió del cuarto dejándolo dormir para ir a su estudio y revisar los últimos pendientes del trabajo antes de la luna de miel de casi dos semanas en Hawaii.
Reviso su correo y tenía un nuevo correo en la bandeja, marcado como “urgente”. Se sentó, se puso los lentes y lo abrió:
“Misión urgente para empezar dentro de un mes y medio. Objetivo: Rusia; Estadía: dos meses; regreso: al finalizar los dos meses de estadía”.
Mierda, odiaba esto, como deseaba que Daniel regresara a estar activo pero seguía teniendo problemas con Sasha además era responsabilidad de Steve, era el segundo general al mando y Daniel tenía un permiso por casi dos años para estar fuera de actividades.
¿Cómo le daría la noticia a Tony? Ambos sabían que esto aún no terminaba pero que podrían hacer conciencia de que se casarían y posiblemente tendrían familia, al parecer no les importaba que fueran humanos. Le daría la noticia al finalizar el mes que le quedaba.