Todo iba en viento en popa o al menos eso parecía y sentía Tony. Steve había ayudado en la casa, habían hecho compras para la despensa, habían salido como un par de enamorados al cine, al parque, a cenar pero los problemas empezaron cuando Steve recibió la segunda carta con la orden de ir de nuevo para terminar con su misión en Rusia. Bueno pero esas noches de hacer el amor, dioses, habían descubierto cosas nuevas y que no sabían que existían y ¡Por los cielos! Con todo ese trabajo físico Steve había recuperado tonalidad en sus músculos, era un dios griego.
-Maldito Daniel- murmuró Tony, mientras terminaba de reparar una vieja lámpara, llevaba casi dos días peleado con el rubio, Steve sabía que lo más sensato en estos caso era dejar que las cosas se enfriaran para después regresar a pedir disculpas pero no debía dejar pasar mucho tiempo- sé que Sasha es importante pero…ughh por su culpa mi esposo tiene que irse de nuevo- el castaño se detuvo al recordar varias cosas que Steve había estado haciendo, cosas que no eran normales en él.
Ahora usaba demasiado el móvil y verificaba a cada rato su correo electrónico, lo hacía anteriormente pero solo para uso exclusivo del trabajo. Las llamas eran el problema, se alejaba lo más que podía para no ser escuchado, a altas horas de la madrugada. En una conversación había aclarado ese punto, Steve le había dicho que eran de James, de Rusia y por eso la hora pero ¿por qué no tenía una conversación en la cama? Sin moverse hasta la planta baja.
Días anteriores Steve lo había dejado en la barra de la cocina y Tony atendió, el identificador tenía el nombre en clave: “Estrella roja”. ¿Qué demonios era eso?, cuando atendió nadie contesto, se escuchó solamente el vació y de segundos después colgaron. Tony no quería volverse celoso, ni posesivo, mucho menos loco, hacerse ideas equivocadas. Llevaban meses de casados, Steve no podía tener una amante, no funcionaba con los alfas, posiblemente con los omegas al fin y al cabo que solo eran considerados a veces como “animales” para preservar la especie y animales adictos al sexo.
Tony dejo de soldar la lámpara rota y se levanto los lentes oscuros de seguridad cuando de repente un mareo lo desestabilizó, cerró los ojos y se sostuvo fuerte de los bordes de la mesilla- Debí moverme muy rápido…- se levantó para dejar la lámpara en la mesa de la sala, la limpio y la conecto pero sus pies se sentían pesados, sus brazos, su todo, le dolía la espalda baja- ah rayos…me recostaré.
Tony se sentó en el sofá, se acostó bocarriba y mientras miraba el techo se quedo dormido.
Se despertó de golpe, todo estaba oscuro excepto por la lámpara que había reparado, estaba encendida, miro hacía sus piernas y estaba cubierto por una manta roja; se sentó despacio y escucho ruido de la cocina, vio las llaves al lado de la lámpara y supo que Steve estaba cocinando, Tony era un asco en el arte culinario así que el rubio se encargaba de eso.
Se dio cuenta que no tenía sus botas, así que camino hasta la cocina con sus calcetas, se quedó en el umbral y miró al otro preparar la cena.
-¿Dormiste bien?- le dijo sonriendo.
-Sí, solo era cerrar los ojos pero al parecer dormí toda la tarde. No sé qué me pasa últimamente, me siento enfermo pero no lo estoy- Steve arqueo una ceja.
-Debes ir con el médico, tal vez te hagan falta vitaminas- le dijo mientras dejaba las cosas en la mesa y se quitaba los guantes, los guardó en el cajón- Tony…yo…- el rubio alzó la mano.
-Detente ahí…no quiero hablarlo, es más no quiero cenar…solo de verlo y el olor…- Steve arqueo las cejas pero no por el desconcierto si no por enojo.
-Estoy dos meses fuera, te enojas por algo que ya sabías y le hago la cena a mi esposo y le da asco- se acercó a él y Tony sintió el alfa enojado, sabiendo que había metido la pata su omega bajo la mirada y estaba sumiso.
-¡Pero! Te dije que hablaras con Daniel para hacer una permuta, no quisiste, dijiste que tenías que terminar tu el trabajo, que tienes, QUIERES regresar allá ¿Por qué?- Steve se masajeo el puente de la nariz.
-¿Volver a enseñarle todo el terreo a Daniel o a mi reemplazo? No, claro que no, debo terminar mi trabajo además ¿Qué vas a entender de seguridad nacional? Si eres un ratón de biblioteca- los ojos de Tony se abrieron de par en par y luego bajo su mirada, herida y sensible- no, Tony, cariño, yo…- se acercó a él pero sintió como Tony lo rechazo.
-Me iré a dormir…- Steve miró la comida mientras escuchaba como el castaño cerraba la puerta del cuarto.
-Maldición…Bucky…¿qué haré?.
Entada la madrugada Tony sentía su estomago pesado, revuelto; de un salto se puso de pie y corrió hasta el baño. Comenzó a tener arcadas, su boca se lleno de saliva, señal de que vomitaría y así lo hizo un par de veces.
Steve escucho el ruido y la conmoción, vio la puerta del baño entre abierta y con la luz encendida, miró sobre su hombro y vio que Tony no estaba en la cama. Se despabiló y se colocó sus pantuflas y luego su bata para ir a ver qué pasaba. Cuando entro vio a Tony regresando.
-¿Estás bien?- Tony lo miro con lagrimas de esfuerzo.
-Sal…iré en un momento, he terminado-Steve ladeo la boca y asintió.
Cuando el moreno salió, se limpiaba la boca después de lavarse los dientes, vio a Steve sentado en la orilla de la cama, camino hasta él y se sentó a su lado. Saco de su bolsillo una caja y se la dio al rubio.
-Por eso me dio asco tu comida, por eso he vomitado y por eso me he sentido “enfermo”- Steve tomo la caja blanca entre sus manos y leyó el empaque.
- “Prueba de embarazo” – leyó lentamente el rubio, tardó un poco en reaccionar y se quedo sin habla al momento de reaccionar y entender que pasaba -¡DIOSES! ¿Seremos papás?- Tony asintió levemente; la verdad si deseaba ser padre pero no tan pronto. El día que dio la merienda en la casa se había sentido incomodo al ser descubierto por Natasha, por eso hasta ese día de la pelea no había hecho la prueba, aunque su vientre se notaba como hinchado, llevaba un mes más o menos de embarazado. Tony sentía un mal presentimiento acerca del embarazo, más bien lo que traería como consecuencia.
-Sí, seremos padres- Steve lo abrazó, lo tomó de la cara y lo beso pero después se le quedo viendo directamente a los ojos con cara de preocupación al recordar a Bucky- lo sé, lo siento, ha sido mi culpa, debí tomar anticonceptivos o debí usar condón, fue…perdón, tal vez aun no estemos listos, estés listo o yo esté listo y ahora no hay nada que podamos hacer…o…- Steve tragó el nudo, ahora él se sentía un monstro. Debería ser el día más feliz de ambos pero el recuerdo de Bucky nublaba el panorama.
-No, cariño, lo siento es que…es una noticia repentina, estoy tan feliz. No es un error ni producto de un celo lujurioso. Los dos estábamos conscientes y aun así no tuvimos precaución aunque te diré la verdad, estaba ansioso por marcarte y porque llevaras a mi hijo- lo tomó de la cara y lo beso tiernamente- ven, déjame abrazarte- Tony se dejo hacer y el llanto se apodero de él- tranquilo, cariño, gracias por darme el mejor regalo del mundo – el otro asintió y se quedo dormido.
Al día siguiente celebraron con una comida e invitaron a sus amigos, quienes los felicitaron y les dieron sorpresas. Banner les dio un par de consejos, todo iba bien hasta que Steve recibió una llamada, se puso en blanco y la contesto. Tony lo miraba desde lejos, junto a el estaba Natasha quien se dio cuenta de la situación y poso su mano sobre su pierna.
-¿Algo pasa, estás bien?- Tony volvió a la realidad y parpadeo un par de veces.
-¿Puedo hablar contigo en privado?- los dos se disculparon y dejaron sus bebidas en el centro de la mesa, caminaron hasta la cocina y cerraron la puerta de esta- Es Steve, desde que regreso…ha estado raro- la pelirroja arqueo una ceja- No quiero sonar como un psicópata o un paranoico, como lo quieras llamar. La cuestión es que cuando regreso, noté un cierto olor diferente a él, en toda su ropa y en su piel…- la pelirroja movió la cabeza extrañada.
-Puede que tenga omegas a su cargo pero digo es tu alfa, y los supresores están en cualquier básico de la milicia- Tony metió las manos a su bolsillo y rió amargamente.
-Cuando le dije que estaba embarazado, no reacciono como imaginé que lo haría, no como cuando nos casamos o me pidió matrimonio…yo…- el moreno dejo caer una lágrima y la pelirroja corrió a abrazarlo.
-Tony, no…tranquilo-
En la sala, Steve regreso a la reunión pero se le veía un tanto nervioso e ido. El estrés y el agotamiento se reflejaba ya.
-Hey, amigo, ¿todo bien?- le preguntó Thor apretando su hombro.
-Sí… ¿dónde está Tony?- todos se miraron y no dijeron nada, hasta que Banner habló.
-En la cocina con Tasha- el rubio asintió y se dirigió a la cocina, al llegar ahí vio la puerta entre abierta y escucho murmures, espero para escuchar de que hablaban.
-Steve te ama, te ama demasiado, Tony- ahora el llanto del moreno tenía fuerza.
-Siento que ha cambiado, desde que regreso es otro. Y ahora la noticia de nuestro hijo, siento que lo acepta por compromiso, que ya no nos queda más que resignarnos. Así me lo hace sentir, tengo miedo, algo no está bien con él, algo pasa y no me dice que es…tengo miedo que rechace a nuestro hijo, que no lo ame…y sí ¿tiene otro?- Steve entró de golpe a la cocina.
-Natasha ¿nos puedes dejar solos?- pidió de buena forma pero con un tono intimidante.
-Steve tranquilo, solamente estábamos platicando- Tony temblaba ante la reacción de su esposo. Apartó la mirada.
-¡No lo pediré de buena manera, otra vez, Natasha!-
-¡Steve, tranquilízate! Asustas a Tony, piensa en su estado!- todos escucharon el alboroto desde la cocina y fueron hasta ahí. El primero fue Clint.
-¿Qué sucede? –
-¡Largo! – todos se quedaron atónitos- Dije: ¡Largo! – Natasha tomó a Tony de la cara.
-Cualquier cosa que necesites llámame- el moreno asintió. Natasha tomo a Banner y a su hijo, Loki salió de ahí, los que quedaron en la cocina fueron Clint y Thor.
-Steve, tranquilo. Tony está llorando, lo estas asustando, es tu pareja, el padre de tu hijo- Tony se estremeció de miedo al escuchar eso y tembló. Quedaba Sam.
-No me digas como tratar a mi esposo, largo. Sam espera afuera- los dos amigos se miraron entre sí para después salir, cuando escucho la puerta cerrarse y que los carros se iban hablo. Sam salió y lo espero en su motocicleta- ¿tienes que hablar nuestros problemas con alguien ajeno a nosotros, antes de hablarlo conmigo?- Tony mordió sus labios y por el embarazo, comenzó a llorar.
-Steve, no tengo fuerzas para pelear…no me siento bien y Natasha es mi mejor amiga-
-Sí pero no tu esposa. No quiero pelear tampoco, y no quiero que le pase nada al bebé. Saldré, no me esperes despierto- tomó su chaqueta y se dispuso a salir.
-¡Steve¡ espera…- Tony trato de alcanzarlo pero cuando lo iba a hacer, el rubio salió y cerró la puerta frente a la cara del moreno. Las lagrimas no se hicieron esperar, Tony se recargo sobre la puerta y se deslizó hasta quedar sentado, retrajo sus piernas y lloro hasta quedarse sin lagrimas.