Capítulo IV
-¡Rápido, rápido, rápido!- gritaba Rogers a sus soldados, quienes cargaban un gran baúl de color negro, dónde transportaban el vibranium. Corrían por la playa para llegar a una lancha que los esperaba pero la arena hacía que sus pies se hundieran hasta los tobillos, llenos de sudor y mugre se concentraban para llegar a su objetivo y poner el elemento a salvo de los cazadores y de los vendedores que contrataban mercenarios para obtener el material y venderlo en el mercado negro.
Lograron llegar a la lancha y ponerlo dentro pero de repente detonaciones de armas los envolvieron. El general Thor Odinson- un alfa de una familia noruega muy famosa y prestigiosa- los esperaba en el barco para poner a salvo el baúl.
-¡LLEVEN EL BAUL, LLEVENLO, ZARPEN!- Rogers dio la orden y sus hombres dudaron- ¡MALDICIÓN, PONGAN LA COSA A SALVO, LOS ALCANCARE LUEGO!- los soldados se miraron y asintieron, dejando a su general atrás quien respondió a fuego de los cazadores, derribando a dos de ellos. Giro para ver qué tan lejos estaba la lancha y ya estaba casi por llegar al barco cuando de repente sintió un pinchazo en el hombro derecho- mierda- pensó. Dos hombres más venían por sus dos lados, le disparo al flanco izquierdo y de repente sintió otra punzada. Le habían dado en el brazo izquierdo, gracias a los cielos que era diestro, alzo su arma, apunto y los dos hombres habían caído. Respiro al fin y se dejó caer de rodillas y luego de espalda.
Thor veía todo desde la proa de la lancha patrullera por los binoculares, vio como Rogers se defendía de dos cazadores que lo tenían acorralado –vamos, vamos, Steve- murmuró- sé que puedes con ellos- seguía viendo todo- ¡Rápido, regresen por el general Rogers. Que él médico vaya con ustedes!- dio la orden una vez que el vibranium estaba a bordo.
En el momento en el que se defendía de los dos hombres sus soldados venían de regreso por él, con un médico.
Estaba viendo hacia el cielo, sonriendo, dolía y hacia mucho que no era herido en campo de batalla, debía practicar de nuevo o pedir una que otra misión para mantenerse activo ya que las prácticas de campo no eran lo mismo que en vida real. Escuchaba voces a lo lejos, perdía el conocimiento por las hemorragias y por el dolor al que ya no estaba acostumbrado. De repente el sol fue bloqueado por el médico quien le gritaba para que se quedara despierto pro cualquier intento era en vano, sus ojos se cerraron.
Tres meses después
Nada.
Ni una carta, llamada, mensaje, nada. Rogers no se había reportado con él. Sabía que era difícil ya que en misiones así estaban aislados y concentrados en el deber que debían cumplir pero vamos ¿nada? Si quería jugar al orgullo jugaría –además de que Tony tenía el #1 en el mundo cuando orgullo se trataba-.
Un mes después
Estaban casi en la recta final del proyecto, Stark aun tenía fallas en el prototipo y errores de cálculo aun con la ayuda de Banner. Tenía que terminar, el plazo casi terminaba y las grandes cabezas comenzaban a meter sus narices para ejercer presión aunque Stark era uno de los líderes y de las grandes cabezas pero estas incluían la Casa Blanca. Así que estaba metido de lleno en el proyecto y cuando era de lleno era porque literalmente vivía ahí, en el laboratorio.
-¿Podrías pasarme un cautín?- pidió a Banner mientras sostenía unos cables, con sus guantes de carnaza y sus lentes de seguridad pero no le paso nada - ¡BANNER!- le grito al castaño que estaba detrás de él, respondiendo un mensaje en su móvil.
-¡AHHH!- el grito lo saco de su concentración y casi se le caía el móvil- l…lo siento, voy, voy…-camino a la gaveta de herramientas y abrió un cajón, arqueo una ceja y se quedó pensando- ¿qué me pediste?- dijo casi con voz temerosa.
-¡URRRRGGHH!- grito Tony y dejo todo, se puso de pie y él mismo fue a la gaveta por el cautín- un cautín, Banner, un maldito cautín- abrió el cajón, tomo la herramienta y lo cerro de golpe.
-Uhmm lo siento, yo…es que…- Stark camino hasta la mesa de trabajo y lo miro por encima de su hombro.
-Sí, estás platicando con tus novios- el cuatro ojos se sonrojo y agacho la mirada.
Hacía meses que Barton-un capitán omega de la naval experto en él uso del arco-, Natasha- capitana omega al igual que su medio hermano pero ella ejercía como espía para el gobierno- y Banner tenían una relación formal pero nadie más lo sabía, solamente Steve, Tony, Thor y Loki. Este último tenía un cargo importante en la milicia al igual que sus demás compañeros –eran así como un grupo de amigos- pero no estaba activo, era más como administrativo, en relaciones internacionales, negociaciones, acuerdos, tratados. Era muy bueno con las palabras, sabia persuadir, tenía labia en su lengua. Y un muy cotizado omega.
-Sí pero era algo importante, es del general Rogers…- Tony hizo odios sordos ante ese nombre y Banner no esperaba menos- si quieres terminaré por ti, ve a tu laboratorio para que repases los últimos detalles. Debes descansar, Tony- el moreno suspiro y dejo el cautín en la mesa.
-Está bien- camino hacia la puerta y suspiro, la abrió y subió hasta el segundo piso por las escaleras de emergencia. Al lado este del edificio de la UIAA estaba la Unidad de Medicina Militar o la UMM dónde al igual que el UIAA investigaba, innovaban, patentaban medicamentos, controlaban enfermedades de armamento biológico, etc. Entro a su laboratorio, miro la cafetera y se preparó un café. Cuando estuvo listo se sentó en el banquillo de su restirador, donde tenía varios planos extendidos; acostó su cuerpo a lo largo de este y miro por la ventana hacía el UMM, justamente al nivel de su piso estaba la sala de recuperación, unas flores violetas llamaron su atención y giro su mirada…se quedó sin aliento.
Era Rogers aun con vendajes pero parecía que lo estaban dando de alta y quien le entregaba las flores era nada más y nada menos que Carter. ¿En qué momento había llegado al hospital y cuando había regresado de África a EUA? ¿Por qué no sabía nada? ¿Desde cuándo?
“Es algo importante de Rogers”- recordó que Banner le dijo eso hacía unos minutos. ¿Así que se refería a eso? De repente su cerebro comenzó a trabajar y ¿si estuvo a punto de morir? Casi lo perdía por una misión y por su maldito orgullo por no querer hablarle. Tal vez a estas alturas estaría muerto y él no lo sabría. Sus piernas se movieron por inercia, cuando miro al piso se vio bajando las escaleras de emergencia hasta el taller donde estaba Banner. Se detuvo en la frente y con las manos temblorosas escaneo su tarjeta de acceso.
-¿Desde cuándo lo sabías?- le grito a Banner a penas se deslizo la puerta automática. El castaño pego un brinco y se giró a verlo pero no estaba solo, Barton y Natasha se pusieron de pie al sentir que su pareja estaba siendo amenazada. O si, Banner ya había sido reclamado por ambos.
-¿Saber qué?- se acercó a él y lo tomo por las solapas de la bata de laboratorio.
-¡NO TE HAGAS EL IDIOTA, LO DE ROGERS!- Barton colocó una mano sobre el brazo de Stark y ejerció presión.
-Suelta a Banner, Stark. Ahora- el alfa de los medios hermanos estaba rugiendo en furia y rabia. La pelirroja intercambio miradas con su medio hermano y ambos asintieron, si era necesario herirían a su compañero.
-T…te lo dije…traté de decirte pero tú seguías ignorándome- Stark gruño y soltó- ¿cómo supiste?-
-Da la maldita casualidad que su cuarto está a la altura de mi laboratorio y lo vi con Carter…¿Hace cuánto?- el cuatro ojos agacho la mirada.
-Lo siento Tony pero Steve nos pidió….- el moreno lo veía con enojo, eso hizo que el cuatro ojos tragara duro-…hace un mes- Tony vio rojo pero vio a los dos alfas a ambos lado de su amigo y mejor retrocedió, saliendo de ahí y sus piernas de nuevo lo llevaron hasta donde estaba Steve.
-Lo siento yo no…- balbuceaba Banner pero los brazos de Natasha lo confortaban.
-Tranquilo, cariño, no fue tu culpa- Barton se acercó a él pero las lágrimas se desbordaron de esos ojos cafés detrás de los anteojos, obligando a que se empañaran.
-Dioses…cuando estas así no puedo contenerme- le susurró Barton al oído y lo beso, tomo su mano y la bajo hasta su entre pierna- estoy duro y es por tu culpa, Bruce- el castaño suspiro agitado y se sonrojo.
-Creo que debemos de ir a casa ¿no crees Clint?- dijo con un tono atrevido y sexy, su medio hermano asintió.
Stark casi no tenía aire de tanto correr y subir 10 pisos ya que no tenía paciencia para el ascensor que tardaba siglos en bajar. Al llegar se detuvo para tomar aire y normalizar su respiración dio unos pasos y a los minutos se estaba arrepintiendo.
-¿Aceptarás casarte a pesar de todo lo que está pasando ahora miso? Sharon- la cortina lo separaba de esa escena. Se asomó poco para no ser descubierto y vio como Rogers sacaba una cajita de terciopelo blanca y la abría delante de la rubia. La joven se llevó las manos a la cara, sonrió pero luego el llanto de la felicidad se apodero de ella.
-¡SÍ, SI, ACEPTO!- los dos sonrieron y se abrazaron. Tony sentía que su mundo se derrumbaba en fracción de segundos. Se quedó sin aliento, sentía que su corazón no latía. Retrocedió y topo con una mesa para instrumental, resonando en todo el lugar.
-Ahhhh…- un gemido de terror se escapó de él moreno. Rogers se separó de Sharon y ladeo la cabeza y vio a Tony, pálido y sin vida. Sus miradas se encontraron. Tony tenía miedo y nauseas, cuando miro a los ojos azules su sangre se dreno por sus pies.
-¡TONY!- grito Rogers cuando trato de acercarse a él y tratar de hablar con él pero el moreno emprendió la huida.
-Creo que debes ir- el rubió asintió y lo persiguió.